Partida Rol por web

(spoiler of "undertale" alert in the video)

Las votaciones se cierran con un pensamiento funesto. ¿Qué pasaría si todos me señalasen a mi en este instante? La posibilidad de muerte inminente pasa con su ala de cuervo sobre tu alma, haciendo que mantengas el aliento durante los últimos momentos.

Algunas miradas se mantienen ausentes. Como si no quisieran saber nada del resultado de esta votación, y miran hacia otro lado.

Entonces es Naivé quien rompe la quietud con un gesto, señalando a los contendientes a coordinador.

No tardan en sumarse más y más acusaciones.

Gabriel vota por Edward
Varios votan por Guips tras varias vacilaciones
Rhoda vota por Naivé
Rave vota por Aleister
Vlad vota por Atmugk...

Y es entonces, mirándose los unos a los otros, cuando se dan cuenta de que hace tiempo que la suerte de esta votación estaba echada.

Con una sonrisa traviesa, Unko coge un pastel recubierto de crema y se lo lanza a Virgil, estropeando su eterna pose de sensual arrogancia. Sólo que ya no es el mismo Virgil.

Su piel se inflama con las llamas del infierno que regenta, dejando ver otro de sus rostros. El de un aterrador Lord del infierno. Entonces grita una sola sílaba.

- ¡Tú! - Blanca aparece a su lado. Con una mano enguantada, el demonio toca su pecho y la joven grita sobresaltada mientras desde su boca, ojos y pecho brotan miríadas de partículas de luz y oscuridad. Las partículas se condensan materializando una espada negra de borde duro y afilado.

Justo a tiempo para bloquear el ataque de Edward, quien arremete con varios golpes sucesivos cargados de furia, obligando al demonio a alejarse de Blanca, quien ahora está arrodillada en el suelo con una mano en el pecho.

Ambos son maestros espadachines. El intercambio está bastante igualado cuando es Guips quien interviene. Atacando por el flanco, obliga a Virgil a hacer una cabriola para no perder la cabeza allí mismo y ponerse a la defensiva. Sin embargo, algo pasa y en el último instante Guips reectifica - No !Eso ha sido demasiado conveniente!  - Girándose en redondo para mirar a Raksha, pero la lucha prosigue a su espalda. Ha dado al corsario tiempo de sobra para ganar terreno. Quizás sea demasiado tarde.

A su espalda, la joven arrodillada está comenzando a murmurar algo - Érase una vez... un hombre atado a una promesa... - Su expresión ahora es de concentración.

Simultáneamente, el Terrorista da un grito de júbilo - ¡Atrapado! -  Los pies de Virgil están justo encima de una gran X. Se escuchan los pitidos de una bomba que está a punto de estallar. El resto corre en busca de cobertura, ambos cruzan miradas por un instante... y el cronómetro de la bomba se detiene. - ¿Pero qué?

Virgil sonríe ante el inesperado golpe de suerte, y arremete contra el Terrorista, derribándolo antes de encararse nuevamente con el espadachín contrario. Un momento después, el contraterrorista corre para comprobar qué le ha pasado a la bomba, y cuando se pone a examinarla... el cronómetro se reactiva y le estalla en la cara, lanzándolo varios metros hacia atrás.

Y otro golpe de pura suerte hace que el nuevo ataque del pirata, dirigido hacia el corazón del demonio se desvíe lo justo como para no causar más que un rasguño. ¡Ya es demasiada casualidad! Y no es difícil adivinar cual es su fuente.

El Demonio ríe, envuelto en el manto de protección que está entretegiendo su lacaya, algo de lo que el Terrorista se ha dado cuenta. Le basta con pulsar 4 -6 para apuntar a la cabeza de la "Acompañante"... pero algo lo hace detenerse en el último momento, y mira en otra dirección, hacia Alfhird. Pero parece que nadie lo respalda. ¿Demasiado tarde?

Es entonces cuando Unko actúa donde el terrorista no lo ha hecho, y planta otro tartazo, ahora contra Blanca, quien pierde la concentración y se tiene que esforzar para buscar el aire, apartando los trozos pringosos de tarta de su cara mientras retrocede. No se da cuenta de que Delphini ha llegado por detrás también y con una zandilla, cae al suelo.

Roto el hechizo, la batalla se tuerce...

Y es Bellatrix quien hace aparición con un giro de muñeca - ¡Expelliarmus!

Y con un chispazo, la espada negra vuela por los aires, lejos del demonio, Suficiente para un instante de vacilación el filo del corsario y una flecha mágica de Bellatrix lo atraviesen.

Pero de sus heridas no brota sangre, sino una llamarada que lo rodea, obligando a sus contrincantes a retroceder para no acabar abrasados.

Se preparan para una nueva arremetida, pero no llega. En lugar de eso, el demonio está sonriendo mientras su piel se resquebraja y su cuerpo arde, oscureciéndose a ojos vistas.

- ¿Saben qué? No me apetece seguir con esto. No es como si ir al más allá me importe en absoluto. - Su sonrisa es exactamente la de siempre, aunque hay algo en su tono que suena distinto.

Blanca trata de acercarse a él, alargando una mano todo lo que se atreve.

- ¡No, por favor! ¡Me lo prometiste! - Lágrimas se comienzan a agolpar en sus ojos - Me prometiste que me ayudarías.

Entonces él la mira y camina en su dirección, proyectando una ola de calor mientras su cuerpo se desintegra. Esta vez Blanca no retrocede, y él toma su rostro con una mano, acercándose hacia ella, inclinándose peligrosamente cerca.

- ¿Y quien te dijo que pudieses fiarte de la promesa de un demonio? - Hay algo extraño en sus ojos ¿Un atisbo de humanidad? ¿locura? ¿nostalgia? Entonces se vuelca un poco más, como si tratase de besar esos labios suaves con sus brasas... pero un instante antes lo que queda de él se deshace en ceniza, dejando tan solo una fea quemadura en el mentón de Blanca y algunos rescoldos en el suelo que lentamente se desvanecen, absorbidos por la tierra.

Demasiado tarde para él.

Baja el rostro, dejando caer largas lágrimas de impotencia que deben estarle abrasando en el rostro.

Ahora Blanca está sola, y por si fuera poco Pete parece haber desaparecido en algún momento del altercado. Mira a su alrededor... Y tiene miedo.

Despacio se levanta. Es evidente que tiene intención de alejarse.

- Excelente... - Susurra la voz de quien disfruta con el espectáculo ofrecido. ¿En qué momento había llegado el maldito viejo? Parece estar tomando notas para alguna clase de registro.

Aleister (2) Rave, Alesteir
Alfhird (3) Sota, Terrorista Nº2, Alfhird
Atmug (2) Vlad, Atmug
Edward Pick (1) Gabriel
Guips (3) Naivé, Ana, Lianne
Naivé (1) Rhoda
Raksha (1) Guips
Rhoda (1) Raksha
Virgil (4)  Unko, Edward, Bellatrix,  Virgil

Cuando termina, cae en la cuenta de la lista paralela que mantenía uno de los maniquíes, y se acerca curioso.

- Vaya... ¿Y esto para qué es?

Ajam...

Parpadeo, ante el asesinato... tan indefinible, supongo. Niego con cierto pesar.

Investiga.

Y dicho esto, con una daga que nadie sabe bien de dónde sale me corto la muñeca, las gotas de sangre se condensan en una esfera sobre mi mano. Sonrío y con un gesto la esfera se choca contra mi acompañante, la Yaya Yido, para acto seguido dividirse en un millar de gotas que manchan la escena... y tal vez a los participantes que no traten de cubrirse a tiempo.

Pese a lo llamativo de mi acto, la decepción está patente en mi rostro. Camino hacia Maligno, cuando éste pregunta.

Algunos... ... invitados, en su ilustrisidad ilustrativa, se han decidido por votar a un soberano líder y justiciero, señor ante el cual arrodillarse y lloriquear... como lobeznos que sienten el peligro por primera vez.

Respondo, con cierta sorna, pero sin perder el humor en mi frase. Por un momento mis ojos se cruzan con varios de los presentes, tales como Edward, Ana y Lianne. Asiento lentamente, como si hubiese tomado nota de algo, pero no añado nada.

La sombra de la vieja bruja mira a su descendiente y parece estar a punto de soltarle un exabrupto, pero en su lugar se contiene, para acabar susurrando en un tono cargado de veneno.

- Como desees...

Un instante después, la forma fantasmal se diluye con fluctuaciones que recuerdan a la superficie de un estanque de agua estancada.

Después de presenciar la épica batalla y posteriormente la lista de las votaciones, solo pudo articular unas palabras... Joder... Está claro que no soy el ídolo de las chicas.

La sota con todo el follón había aprovechado para llevarse a Pete a la piscina de bolas mientras nadie les prestaba atención pues estaban más pendientes de la lucha titánica con el demonio del inframundo, allí sota con su sonrisa más malévola comenzó a repartir bastazos a la cabeza de Pete hasta que este quedó completamente sin sentido, en ese momento la Sota recogió una carta de su baraja y la depositó sobre el cuerpo inerte de Pete, era el 4 de copas, la carta que merecía un mindundi. Sota no tenía nada en especial contra el pobre Pete pero le molestaban las personas que lloriqueaban y además Pete no había sido de ninguna utilidad para atrapar a los posibles lobos blancos, la frustración y las ganas de liberar un poco de tensión llevaron a la Sota a buscar este pequeño y sano entretenimiento. 

Una vez finalizada la batalla contra el demonio los presentes empezaron a hacerse preguntas y alguna de ellas eran sobre el paradero de Pete. Sota salió de la piscina recolocándose uno de sus rubios mechones y limpiando la sangre de su basto con un fino pañuelo de seda y cuando vió que algunos de los presentes la miraban con expresión de extrañeza ella simplemente respondió. - Errr Hola! Jeje! Si buscáis a Pete está en la piscina de bolas... por cierto ¿qué ha pasado aquí? Preguntó sorprendida.

El espectáculo del combate resulta entretenido, al menos nos permite pasar el rato. Pero, ¿Habrá muerto el lobo blanco ese? ¿Y si hay más de un hombre lobo? Tal vez por eso Rave se mantiene al margen de la pelea mientras observa al resto de los presentes. Tal vez buscando enemigos donde no los haya, pero por si acaso esta noche pondrá una silla detrás de la puerta.

Ni siquiera Aleister pensaba que otro fuese el culpable, se voto a si mismo - murmura en voz baja.

- ¡Oh, dios santo! ¿Cómo he podido pasar yo sin conocer al soberano líder y justiciero, señor ante el cual arrodillarse y lloriquear? - Su expresión es de honesto sobresalto e ilusión.

¿Y sobre quien ha recaído ese dudoso honor? - Se inclina un poco más, como si acabase de desarrollar una miopía galopante en cuestión de segundos. - ¿Guips, el domador de bestias? ¿El cazador de lobos reclutado por mercenarios del multiverso?

Se gira, buscándolo con la mirada, y cuando lo localiza se acerca. - Dado el enorme honor que te han hecho los Ilustres Invitados al elegirte, con un método completamente impulsivo y sin razón aparente, no tengo más que resignarme a la evidencia y haceros entrega, no sólo a usted, sino también a sus damas de honor  - Haciendo un gesto a Raksha y a la Sota de Bastos-  de tres de los tesoros de este reino, cada uno de ellos portador de un poder secreto.

Alza las manos y da tres palmadas con fuerza. Unos segundos más tarde, se acerca un maniquí con tres coronas de realeza reposando en un cojín de terciopelo que trae en las manos.

Sus pasos están llenos de ceremonia. Entonces, con un tono teatralmente estudiado, el gran Maligno abre los brazos.

- Por los poderes que me han sido otorgados...

Y entonces, aparece un perro.

El perro mira a Guips, y acto seguido mira al cojín.

El perro se sube el cojín y absorbe las coronas.

El perro se va, saliendo por el borde de la viñeta.

...

Ya no hay perro

- Oo... que Láaassstima... - El tono es indescifrable. - Lo siento, creo que esas eran las últimas que me quedaban. - hace un gesto con la mano, como si revisara un reloj invisible - y ademas, llego tarde a mi cita en la peluquería.

Espero que hayan escogido bien, caballeros, o mañana tendremos un invitado menos. Hasta entonces, recuerden divertirse y... descansar bien.

Sonríe una vez más con una reverencia hacia Guips y les deja atrás con sus pensamientos.

Gabriel Philippe se acercó a Willy. 
- ¿Muerde? - Le preguntó a Guips. Estaba temeroso de la reacción del lobo ante Bruno. Que estaba escondidísimo, siempre le dieron miedo los colmillos grandes. 

- ¿De dónde viene usted? ¿Por qué algunos le quieren tanto como para nombrarle coordinador y otros le odian tanto como para quererlo matar?

Se quedó pensando en la posibilidad de que hubiera sido elegido para ambas cosas.

Haciendo caso omiso de las excentricidades de nuestro anfitrión. Guips se dirige a la asamblea de asesinos.Está claro! dirigiéndose a todos.
El demonio Virgil no era nuestro objetivo... De haberlo sido hubiese revelado su auténtica identidad al morir... dicho esto redirige toda su atención en Raksha.
Amigo, has conseguido engañar a todos, visto el resultado de las votaciones. Pero a mi no me la meterás doblada!!! dice mientras se acerca a paso firme frente a él. empecé a sospechar de ti en cuanto tuviste la necesidad de excusarte rápidamente ante Naivé, cuando apuntó que entre los candidatos a coordinador podía esconderse un enemigo... Pero lo que me confirmó mis sospechas ha sido esa 7ltima maniobra de evasión de tu "candidatura"
... Sabiendo perfectamente que quien asumiese esa tarea seria el primer en ser investigado... Y oportunamente, o no, te quitas den medio, en un alarde de generosidad y simpatía. Eso sin contar lo sospechoso que fue que dos de tus votos se te otorgaron a "suertes"... Se gira hacia los demás con efusión . Recordad estas palabras si mañana despierto muerto!... Y cuando parecia que ya hiba a terminar... Una última mirada amenazante a Raksha. Me la trae floja si me creen o no.... Eres mio!

-Cualquiera diría que tienes una enfermiza manía conmigo, Guips. ¿Te has enamorado de mi  o algo?- digo con sorna- Adelante, vótame, desliza el bulto que tienes encima intentando centrar la mira en otro objetivo.

-Y en cuanto a lo de metértela doblada, ¿no vas a esperar por lo menos a la segunda cita?-pregunto con un tono de fingida inocencia.

Después de jurar muerte a Raksha, le da la espalda e ignora al "bufón montaraz" y contesta al pequeño Gabriel. Willy és una extensión de mi, inofensivo si no me tocas los huevos, ¿comprendes?. A las otras preguntas, te diré que aquí nadie se fía de nadie, pero yo, a diferencia de algunos, no voy a perder ni un instante en intentar demostrar mi inocencia, ni aparentar buenas maneras para disipar sospechas... Que cada uno siga a su propia intuición y mantenga los ojos abiertos! una pequeña pausa... JODER, no se vosotros pero yo necesito un trago!!!

Una mano pixelada asoma entre los cascotes de la última bomba.

Estoy bien, no se preocupen por mí.

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La batalla había sido terrible, y como toda señorita de bien yo la había visto de lejos, viendo como los demás se caían unos contra otros a golpes yo sostenía a Catrina contra mis brazos y miraba ora a uno y ora a otro para ver de donde venían los golpes más evidentes y de donde las defensas más capaces.

Posiblemente una suerte de reacción muy natural de mi parte para ver como iba cada uno.

Al final fue Virgil quién cayó, devorado por las llamas y en una escena digna de una película de drama y romance con cuidado me acerque de vuelta al centro una vez todo paso, para mirar con curiosidad, que no lástima, a la bonita joven que él había traído consigo y que se levantaba temblorosa de entre el polvo de donde había desaparecido aquel tipo.

Me acerque un par de pasos, ignorando un maullido de desacuerdo yendo en su dirección y viendola, ofreciendole un pañuelo, antes de que se fuera, al tiempo que no me perdía palabra de lo que los demás decían.

-Deberías ir a que te curaran esa herida -susurre suavemente, en tono casi indiferente, la vista era lamentable tomando en cuenta el rostro de porcelana que aquella rubia tenía.

Al fin me volví cuando nuestro "encantador" anfitrión se decidió a parecer, preguntando como íbamos con las circunstancias, chaskee con la lengua ignorando el arañazo de mi gata ante semejante acto de descortesía.

Cruce miradas con Naive, ladeando leve la cabeza cuando ella asintió, al parece ambas habíamos sospechado de Guips... aunque por mi parte había sospechado de cuantos se habían ofrecido -con pena del niño, que era todo un golpe al ego si un niño resultaba ser el que nos cargaba a todos-

Guips y Raksha sostuvieron un breve encuentro de palabras que habría sonrojado a mi institutriz y yo suspire.

-Es difícil tomar una decisión con respecto a todos nosotros, todos tenemos un historial propio, estoy segura que más de la mitad de los presentes nos cargaríamos a nuestro propio padre si el resultado nos conviniera... no digamos ya a un desconocido que no conocemos de nada -me encogí de hombros en busca de algún sofá - Por tanto al igual que ya lo han dicho otros, no es confianza, es necesidad de sobrevivir... si no encontramos a los maravillosos ejemplares de lobo blanco no podremos contar que maravillosas vacaciones hemos tenido -terminé irónicamente, sin dejar de ver a ninguno, que necesidad de pedir confianza entre nosotros, solo un loco confiaría en alguno de nosotros.

-Si no te importa Guips, te acompaño, yo también necesito beber algo -dije, sin demostrar un gramo de culpa por haber votado por él y buscando con la mirada a alguno de los maniquies -tú, consigue un bourbon del 94, ya.

Las votaciones se hicieron públicas, y el ganador como sospechoso había sido el chulito, el único chico guapo de este lugar, quitando a mi primo Oliver, todo un desperdicio.  Lo gracioso del asunto era, que se había votado así mismo y que por eso ahora se encontraba en esta situación. Es que tenía ganas de morir? O tenía tanta soberbia que pensaba que podría con todos nosotros???

Pero no era el único tonto que se había votado así mismo. Por qué narices hay gente que se ha votado así misma?? Tantas ganas tenéis de morir?? o es una especie de indirecta? algo así como "soy culpable" Era algo que no entendía, a mí jamás se me hubiera ocurrido semejante estupidez.

El chulito de playa se trasformó en una especie de demonio y hubo una batalla épica entre él y unos cuantos, a mí no me interesaba en absoluto nada de esto. Me acerqué a los maniquís sin prestar atención a la pelea. Traedme un gofre con doble de chocolate y nata, y un café bien cargado. Les ordené.  Esto era una mierda, y lo peor de todo es que era inocente. Genial, un inocente ha caído y el lobo blanco sigue suelto.  Me quejé.

Había retrocedido ya varios pasos cuando Lianne se acercó a ella. Por su mente pasaba la forma en la que habían tratado a Pete ¿Hasta qué punto estarían ya saciados los invitados reales? Tan ilustres, tan terribles...

Está tan asustada que aún necesita parpadear varias veces para asimilarlo y atreverse a coger el pañuelo que le tienden - Es tan bonito que me da pena mancharlo - Piensa para sí, pero lo único que llega a musitar es un quedo - Gracias.

Como si  sólo necesitase un gesto como aquel para estar segura de que podía retirarse, Blanca comienza a alejarse. Primero andando... intentando ocultar sin mucho éxito el temblor en las rodillas, para echar a correr un poco más allá, en cuanto se aleja lo suficiente del foco de visión.

Entre arreglar desperfectos, coronas desaparecidas y servir a los invitados ya son media docena los maniquíes que se pasean por el gran jardín que comunica con todo.

Después de permanecer unos minutos muda ante la escena y las voces de los demás, mostrando por primera vez un poco de sorpresa infantil, Rhoda salió de su ensimismamiento. Se cruzó de brazos y miró a Guips y a Raksha con el ceño fruncido.

-Soy una señorita, no tengo que escuchar estas palabrotas. A los niños sensibles les puede afectar más esto que ver a un demonio... Mmm.

Se llevó las manos a las orejas, cerrando los ojos con fuerza, como si quisiera olvidar lo que había oído.

-He pasado mucho miedo. Todavía estoy muy, muy asustada. Mirad.

Aunque lo había dicho con voz lastimera, parecía indiferente, y la mano que levantó para demostrarles que temblaba no lo hizo.

-Bueno, ahora ya se me ha pasado un poco. Pero también quiero un gofre. Yo con triple de chocolate y caramelo. Y helado. 

Los tienes bien puestos Lianne! dice mientras levanta su vaso de vino a modo de brindis y respeto hacia la postura de la "dama blanca"