Partida Rol por web

Probablemente este fuese el primer día en el que el aire se sentía tan terriblemente ácido el ambiente.

Viejas amistades se resquebrajaban, confianzas juradas eran destruídas, y en el fondo de todos los corazones, dos sentimientos encontrados.

Por un lado, el hastío. Seis días de batalla se acercaban al límite de lo que muchos estaban dispuestos a soportar, y por otro el conteo inevitable de probabilidades que pedía y exigía más y más sangre.

Aún no había acabado.

Eran tres los nombres que se han dejado escuchar durante el día. Ana Mª, Vlad y Naivé. ¿En quien confiar? ¿Y cuanto tiempo se alargaría todo aquello?

En lo alto aún permanecía la imagen difuminada de la Justicia, tan parecida a una sota de espadas. En su presencia el frío era tan intenso que hacía difícil hasta respirar, no digamos ya moverse o hacer uso de los dones que cada uno portaba.

Era posible que aquello se convirtiera en una espera muy larga... y eso era aterrador.

- No pienso esperar más tiempo - Espeta una voz profunda, entredientes. Atmugk comienza a murmurar palabras en un idioma tan antiguo que ya nadie recuerda. Su mirada parece detenerse sobre Ana Mª durante un instante, como meditando la decisión, para finalmente decidirse por en Naivé, quien lo observa como si aquello no fuera con ella.

- ¿De veras, Atmugk? ¿Te has dejado engañar? Después irán a por ti con la misma escusa con la que han venido a por mi, pero si es lo que quieres... - Y de forma completamente inconsciente, en lugar de levantar su propio conjuro de protección o un contraataque, lo que hace es levantarse de su asiento y abrir los brazos, esperando. La energía que se acumulaba en las manos del nigromante es tan oscura que casi parece tragarse la luz a su alrededor.

Y con la última palabra, un proyectil hiende el aire en busca de su corazón, pero en el último instante otra sombra intercepta su recorrido. Naivé abre los ojos, extrañada - ¿Qué estás haciendo, abuela?

La forma de la anciana se ha interpuesto, proyectando a su vez toda la magia que le queda para contrarrestar el rayo -  Maldita insensata. ¡Deja de avergonzarme! Tu hija se merece algo mejor que esta estupidez.

Naivé parpadea y levanta un dedo, como si sólo fuese una alumna que no ha entendido algo de lo que dice su maestra - Perdona... ¿Me puedes aclarar por favor la parte de...

Pero la resistencia que un simple espíritu puede ofrecer a los conjuros de un nigromante es ridícula, y ambos lo sabían. El escudo de la anciana se quiebra y es golpeada, ya no su estúpida forma acuática, sino lo que había más allá, en el centro de su alma. Mientras que el agua cenagosa se derrumba, por un único instante puede vislumbrarse la forma del espíritu de una mujer que no es ni joven ni vieja, sino todo lo contrario, antes de ser consumida por las llamas negras con un último grito de agonía.

Atmugk asiente, satisfecho con el resultado, mientras Naivé sigue sin comprender. Parpadea una vez más y se arrodilla despacio sobre los restos de lo que antaño era lo que le quedaba de su pariente. Apenas susurra - ¿Yido...? Dónde ... ¿Dónde estás? tienes... tienes que responderme, estás obligada _{¿Yaya ...?} - Nadie responde.

Frente al sufrimiento de la bruja, el conde no puede evitar que una sonrisa se ensanche. Sabía que tenía todas las de ganar, pero también era un hombre educado y sabía comportarse. Así pues, aparta la mirada, permitiendo que la bruja tenga unos momentos para despedirse de su ser querido antes de lo que sin duda sería un inevitable final.

Sin embargo, sigue pendiente de la escena, regodeándose secretamente con el dolor ajeno. Eran muchas las ideas que rondaban su mente ¿Cual sería la forma más deliciosa de acabar con la hermosa bruja?

- ¡Ni te atrevas! - A su espalda lo sorprende un grito, y en un instante descubre que son demasiadas cosas que procesar para llegar a tiempo.

 En algún momento la Sota ha roto su basto en dos pedazos y se acercaba en dirección a su espalda para sesgar su vida, pero su amada esposa se había dado cuenta a tiempo, interponiéndose. Le bastaba despertar una chispa del poder de su sangre para hacer retroceder a la sota, quien bloqueaba cada arremetida con su mutilada arma. Y si estaba retrocediendo... ¿Por qué sonreía?

Demasiado tarde se da cuenta de que Ana María está oculta en las sombras. Esperando su oportunidad, una brecha perfecta como lo que acaba de suceder a la espalda de Elizabeth. Empuñando lo que parece la otra mitad del basto de la Sota, salta en el momento justo, clavando la estaca de madera en la espalda de Elisabeth, quien lanza un grito espeluznante que hace temblar los corazones de todos cuantos escuchan.

Vlad corre a su encuentro mientras su esposa comenzaba a caer y sus dos contrarios se alejan lo suficiente como para ponerse a salvo.

Ella respira con dificultad, con los ojos abiertos por el espanto, pero aún así encuentra fuerzas para hablar - Tienes... tienes que hacer algo por mi.

Él se apresura a poner un dedo sobre los labios de ella - Te prometo que haré lo que me pidas, pero por favor, no te esfuerces.

Pero ella niega despacio, atrapando con sus ojos los de él - Quiero que tomes mi sangre. Que destruyas a tus enemigos con el poder que me queda.

Atrapado por la promesa que acababa de hacer y su educación, Vlad niega, sin dar crédito a lo que escucha. - ¿Cómo puedes pedirme eso? - Sin embargo, los dos ya saben cómo acabará aquello, pues el olor de la sangre de su amada ya está llenando sus fosas nasales, dulce, embriagadora.

El empalador necesita hacer acopio de toda su fuerza de voluntad para negarse una vez más - No me obligues...

Pero ella ya ha tomado una decisión, y está inclinando hacia atrás su cabeza, dejando al descubierto un largo cuello pálido y perfecto a los ojos de su ser amado. Los colmillos de Tepes responden, y ya no es él, sino su ansia la que le hace inclinarse sobre su esposa, saboreando la más dulce de las ambrosías y dejándose llevar por un frenesí de hambre y dolor que comienza a transformar sus rasgos.

Pero sus atacantes no eran personas a las que les preocupase en absoluto toda esa mierda de respetar los duelos ajenos o la educación.

La sota alza la mano y desde el cielo comienzan a caer inmensas lozas de piedra. Sobre ellas están talladas las formas de todas y cada una de las cartas de la baraja que le da forma, y el Empalador acaba sepultado.

¿Habrían ganado?

Entonces, un rayo de energía roja corta limpiamente la piedra, y desde debajo sale la imagen de un ser que es mitad hombre y mitad murciélago. Un monstruoso vampiro desde cuyas fauces gotean los últimos restos de la sangre que acaba de tomar. En sus ojos, el ansia de venganza se refleja aún más poderoso que el de la sed de sangre.

En el lugar en el que estaba su esposa, sólo queda un puñado de polvo. Por un momento parece que va a saltar sobre Ana Mª, pero niega - A tí ya te tocará el turno... - Y se gira hacia donde un momento antes había una bruja sollozante para encontrarse con algo que no le termina de sorprender demasiado.

La bruja se ha erguido. Todo su cuerpo parece rodeado por líneas de poder en bruto del color de la magia. Levita sobre el suelo mientras con cada dedo que mueve, un nuevo fragmento del Maniquí que intentó atacarla mientras lloraba a su abuela es despedazado. Una muñeca, un pie, el torso... podría estarse deleitando con ella, pero en realidad es casi un gesto inconsciente, como quien arranca las patas a un cienpiés con la tranquilidad de saber que tiene para un buen rato.

En realidad, toda su atención está puesta en Vlad. Su mirada clama muerte, y hasta el suelo a su paso tiembla cuando ambos comienzan a acercarse entre sí, después de desechar los restos inútiles del maniquí roto.

En ese momento, un rayo cae desde las alturas contra el suelo, recordándoles a todos que hay una presencia más que aún clama una respuesta para que la situación se resuelva.

Llevados por el poder que les dan las emociones desatadas, es imposible saber quien vencería en combate singular.

Entonces es la voz del maligno quien interrumpe, mirando a todos los presentes de forma interrogante.

- ¿Alguien sería tan amable de indicarme sobre quien está cayendo el honor de los desempates en este momento?

Vlad responde, a regañadientes.

- Fui el último que sostuvo ese don pasajero, pero desconozco en qué dirección saltó una vez mi voz fue reclamada.

Naivé, al escuchar aquello, parece recomponerse un poco, y parpadea, recuperando un poco de su expresión habitual de inocencia.

- ¿Eso es cierto, empalados? ¿Fuisteis... el último? - Se lleva un dedo a los labios -  Vaaaya, debe ser odioso saber que has estado tan cerca de poder ser quien resolviera este entuerto. Me pregunto quien será...

Cae otro rayo desde las alturas cortando la frase, como si la figura de lo alto quisiera recordarles que no estaba bromeando, a lo que Naivé estalla en una carcajada maliciosa.

Vlad entrecierra los ojos y muestra los colmillos - No esperaré más veredicto de nadie ¡Muere!

El vampiro salta a por la contraria, pero la bruja,. en lugar de llamar a su magia o adoptar una pose de batalla, se lleva nuevamente los dedos a los labios para hacer el gesto figurado de lanzar un beso al contrario... junto a un corazoncito de sangre que saca ella de sus labios y lanza al contrario, dejándole marcada la mejilla mientras el vampiro acorta distancias, dispuesto a segar su vida.

- Te elijo a ti, Vlad el Empalador.

¿Era aquello alguna clase de broma o...

Pero entonces la sentencia cae desde los cielos, más rápida de lo que el ojo puede seguirla.

La espada de la justicia cae sobre el vampiro, empalándolo en la misma posición en la que está. El aullido de furia e impotencia que lanza resuena aún por encima de los relámpagos que se suceden uno tras otro, castigando la tierra en torno a la pareja y al sentenciado.

Una última mirada al lugar en el que reposa su esposa... y... sus ojos se apagan. Su cuerpo lentamente se desintegra.

En alguna parte, Guips le pasa las palomitas a Unko y aplaude con fuerza - Joder ¡Esto es lo que yo llamo un buen espectáculo!

Vlad ha muerto.

Está perfecto

- Excelente...

Teminando de apuntar su registro particular

Guips (1) Guips
Naivé (3) Vlad, Atmugk, Maniquí
Sotadebastos (1) Unko
Vlad (3) Sota, Naivé, Ana

Desempate: Escogido Vlad

La sota se sienta cansada y abatida en el suelo, no entiende como nuevamente se ha equivocado. Para ella estaba claro que Vlad era un traidor, pero estos lobos eran muy escurridizos. Gira su cabeza hacia Unko y le pregunta:

- Hola enana, bienvenida de nuevo... una simple pregunta, simple curiosidad, ¿Porqué me has votado?

A la sota no le importaba mucho ese voto, pues era casi simplemente testimonial, pero le resultaba curioso y tal vez conocer los motivos podría servir para aportar luz sobre este galimatías.

La sota fijó sus ojos en el infinito mientras esperaba la contestación de Unko, sin embargo no se mantuvo callada y aportó su visión actual de la situación.

- Está claro que lo mio no es la deducción, estaba convencida de que Vlad era un lobo, lo mismo pensaba de Lianne, de Gabriel y todos ellos se fueron demostrandome que estaba equivocada, especialmente Lianne pues de mi acierto dependía conservar mi poder. Mis sospechas estaban centradas en Vlad, sin embargo algo me hacía dudar estas últimas horas, Vlad estaba siendo muy claro y respondía a las acusaciones diréctamente... otros por contra seguian en su estilo de respuestas confusas y poco claras.

- En fin Pilarín, ya que al menos no me sé estar callada.... mostraré mis opiniones al resto.

1ª Reflexión
- Vivos: Ana y un Servidor.
- Resucitados: El resto... unos por medios propios y otros por voluntad ajena. Los resucitados a cambio de una vida lo hicieron por inocentes (en teoría) eso no los deja en buen lugar.

2ª Reflexión
Guips, nos alegra verte, pero desde tu vuelta no has aportado absolutamente nada, te mantienes absolutamente al margen lo cual es lo contrario que hiciste en tus primeras intervenciones como vivo.

3ª Reflexión
Los muertos, en su mayoría inocentes (por lo que creo) han apuntado a Naivé.

Voy a ser clara:

Cita:

Pedazo de trozo de cacho de mendrugo!!! le dice a Sota... ¿Cuantas veces lo voy a tener que repetir?... El niño francés era un jodido albino... Lo vi mientras estaba en el jodido inframundo jugando con la putas llaves del destino!!!
coge aire i se relaja... Prosigue.Visto en retrospectiva, en ninguna muerte ha quedado del todo claro la autentica identidad del dichoso muerto!... Y me da que el plan es ese... Que no sabremos la identidad de quien cojones sea realmente el que se a muerto hasta que terminemos con el último jodido albino...

Me senté cansada, apenas me quedaban fuerzas para seguir luchando, parecía que llevábamos allí años y nunca se terminaba, todos los días alguien aparecía muerto y te debas cuenta de que la pesadilla no había terminado y continuaba.

Apareció la mujer de 5 metros y atmugk intentó matar a Naivé. Después de eso, Vlad estuvo a punto de matarla de nuevo, pero ninguno de los dos pudo con ella. Ya ni me iba a extrañar por las intervenciones divinas o los intentos de asesinato por el día de unos a otros, aquí las cosas sin sentido parecían el pan de cada día.

Estaba desanimada y eso se podía notar. No tengo ni idea en quien confiar o no, algunas veces me da la impresión de que lo único que he hecho ha sido confundirme con mis sospechas, y no hay manera de saber si voy bien o mal, si queda un lobo o estoy rodeada…suspiré algo agobiada. No tengo motivos para confiar en unos más que en otros, esa es la verdad. Hoy no tengo ni ganas de beber alcohol....

El contraterrorista se acerca con aspecto de desear estar en cualquier otro sitio menos aquel.

- Hey gente... lo siento, pero... ya saben cómo es esto.

Nº2 me ha hecho llegar un mensaje. Quiere que les diga... Bueno que como no pueden hacer nada sin él, quiere avisarles que tengan cuidado de los que han regresado.

No importa el método por el que regresaran.

Echa un ojo a su alrededor, un poco incómodo - Lo cual, siendo francos, afecta a la mayoría.

Sólo se libra usted, Sota, porque de Ana María también desconfía... opina que es... - por favor, que no me mate, por favor que no me mate -  Una culebra - Se encoje visiblemente

- Bueno, eso era todo lo que tenía que decir. - Mira a la Sota otra vez -  Lo siento, si él tiene razón, estás más bien jodido.

Desde un lado del parque escuchan la rueda girar de un monociclo... ¿Y a un elefante gañitar?

Un momento después, lo ven pasar desde lejos.

Y a muchos les apetece hacer como que no han visto nada

Me acerco a donde Vlad fue impalado, karma si uno podria decir. Me agacho en donde deberian estar los restos y libero mi poder de nigromante. Ven como un aura violeta emana del pisa y me envuelve, para luego ingresar a mi cuerpo.

Me quedo de pie unos segundos, y empiezo a reir por lo bajo. Una risa que dura unos segundos antes de parar

-Ya no se que creer la verdad. Pero algo puedo afirmar. Sota, tus acusaciones fueron mas que correctas. Vlad era un lobo. Lo que me hace replantear muchas cosas la verdad. Quien dice la verdad? Quien miente? Mas que interesante la verdad.

La noche comienza juguetona, besucona, cruel, como últimamente parece el Destino a mi alrededor.

Un enigma. La muerte de abuela. Apoyos contra Vlad. La dulce ironía de la justicia, que arrebata su vida dando fin con otro beso.

Y ahora... ahora ¿qué?

Caigo de rodillas, apenas escucho lo que unos y otros dicen, no me importa. Ella ha muerto. ¿Por qué?

¿Por qué? Responde... responde, maldita sea.

Pero rápidamente me encamino hacia Atmugk, quien acaba de hablar tras un espectáculo necromántico, con un rápido movimiento saco un tarro con un líquido semiverdoso y espeso y en su interior flota una lengua espiritual, claramente arrancada por la fuerza.

Tráela de vuelta. Tráela. AHORA.

Mi cólera contenida es visible, así como que claramente se trata de una orden más que de una petición. Tomo aire... y trato de mantener la calma. No demasiado bien, la verdad.

He dicho la verdad, en todo momento. He acusado a la pequeña bola de queso, que Guips vio como un traidor, he luchado contra Raksha, que se desveló como un traidor, he acabado, jugándome la vida, con el Empalador, que tú mismo has visto como un traidor. Si alguien tiene alguna duda de mí, este es el momento.

Miro a cada uno de los presentes, para detenerme finalmente en el nigromante de nuevo, con la mirada gélida. El odio y la rabia han dado paso a una fría ira.

Y de nuevo digo la verdad: si no traes de vuelta a quien te has llevado antes de que amanezca, ten por seguro que no habrá lugar en este universo, en cualquier otro, en cielo, infierno o purgatorio, donde puedas esconderte de mí en cuanto esto termine.*

-Hm, parece que estas un poco enloquecida. Estoy de bueno humor por haber descubierto ese pequeño detalle, asi que concedere tu ... "deseo"....

Me acerco a naive, y arranco un poco de su pelo sin esperar respuesta o consentimiento. Acto seguido, los dejo en el piso y me siento en posicion de meditacion en frente de estos. Un aura violeta empieza a emanar de mi cuerpo y se concentra en el mechon de pelo. Cuando lo hace, un circulo magico aparece.

Una nube de vapor violeta despues empieza a cubrir el lugar, y se concentra alrededor del circulo, ocultando de vista lo que pase adentro, y despues....

La luz oscura que emana del nigromante late con vida propia durante varios segundos. No están seguros de si funcionará, hasta que la sombra se alarga, trayendo consigo el eco de los gemidos de las ánimas del más allá. A través de las grietas de las realidades habitan muchos terrores con los que la mayoría ni ha soñado

Un rostro que en cuanto reconoce el lugar en el que ha sido invocada,  se tuerce en una mueca de hastío.

- ¿Para qué me llamas, nigromante?

Su mirada se pasea ahora hasta Naivé, para acabar murmurando entre dientes.

- ¿Ni una hora me vas a dejar descansar?

Cuando Atmugk responde a mi plegaria, me tranquilizo... y la amenaza desaparece por completo de mi rostro.

Está bien, gracias.

Respondo, un poco seca, instantes antes de ver cómo su magia parece surgir efecto. Y cuando lo hace, me alejo de la escena como si no me importase en absoluto la situación.

¿Soy la única que tiene la garganta seca?

Pregunto, ignorando deliberadamente a mi anciana abuela, como si nunca me hubiese preocupado, aunque dedicándole una sonrisa desafiante a la misma cal escuchar sus palabras.

Como dije anteriormente, a estas alturas de la película, Naive, no me tramites prácticamente ninguna confianza, sigues siendo demasiado retórica y muy poco clara. Hay traidores que se escudan en el silencio y otros lo hacen detrás de discursos que tuercen las palabras para al final no decir nada. Y a los hechos me repito... Fin, de la cita.

-Pues vaya...- murmuró la niña. Su cara fue evolucionando progresivamente de una bastante confiada a otra completamente diferente, como si no terminase de entender lo que pasaba.

-No esperaba que cayese Vlad, la verdad... No me parecía tan malo- su mirada se posó en Guips, como si quisiera taladrarlo con la mirada, pero la intervención de Sota hizo que mirase hacia él, todavía con el gesto de "no entiendo nada" mientras se encogía de hombros. -Te voté cuando estaba muerta. Al llegar estaba tan desubicada que se me olvidó cambiar el voto... Como no sabía muy bien cómo iban las cosas allí abajo votaba un poco al azar. Pero aunque tú me des un poquito de miedo ¡tu compañera me parece mú salá! Se decía así, ¿no?