Aquel secuestro parecía haber molestado mucho más a la Novena, al punto de casi saltar a insultos con Deus ex Machina, Muru Muru y con quien fuera el cafre que dio aquella idea que los hizo reunirse de inmediato. Por lo que ella, con toda su mala sangre, dio otro punto de vista.

-¡Y QUE LAS REUNIONES NO SEAN OBLIGATORIAS!. -Gritó completamente cabreada, aunque sin proferir ningún insulto- ¡ESTOY EN MITAD DE ALGO!. ¡ASÍ QUE ME VOY DE AQUÍ!. -Y con esto se fue, malhumorada.

Aquel Dios se quedó en silencio durante unos cuantos segundos, hasta que, finalmente alzó la voz, convencido de las palabras de la Novena acerca de todo aquello; por lo que este, concedió aquella petición, alzando la mano y permitiendo que aquellos que habían sido llamados no vinieran a ninguna reunión.

-Muy bien pues. -Indicó con frialdad- Si con esto potenciará el interés de los presentes por eliminar a alguien y hacer de este juego más interesante, lo concedo como petición para mejorarlo. Ya no es obligatorio asistir a estas reuniones si no se desea.

Parecía ser evidente que aquella noticia satisfizo lo suficiente a la Segunda como al Tercero, puesto que una vez que ellos tuvieron el permiso de irse, al igual que escasos segundos antes la novena había hecho, estos también desaparecieron para poder dedicarse a sus asuntos privados.

Era evidente que aquella situación era del todo menos positiva para Yugiri Senkyo, pero aún había esperanzas de vencer, tan solo tenía que seguir luchando un poco más y podía lograrlo... si tan solo era capaz de aguantar lo suficiente, podría sobrevivir a todo aquel terrible caos... hasta que el Cuarto habló.

-Así que ya han muerto el Décimo y el Quinto. -Comentó con cierto goce en aquellas palabras- Hace bastante que no me paso por aquí, pero no te preocupes. Mañana lo haré para ver el momento en el que acaban contigo, Séptima... de hecho, y si no lo hacen, tan solo tengo que decir lo que he investigado de ti... cuando consiga regresar al Bunker...

Y con esto, y sin posibilidad de contestación por parte de la novena, el Cuarto también desapareció.

Quizás aquello era algo apresurado, pero teniendo en cuenta los pocos que había en el lugar, bien podría valer una oportunidad el hecho de tratar un tema un tanto particular, y aunque quizás aquello quizás fuera a ponerse en riesgo, la Octava decidió alzar la voz.

-Novena, -llamó directamente a la Novena- Sé que en esto podemos ser enemigos, pero me gustaría apelar a tu humanidad y atender a mi petición. Estoy segura de que contigo se encuentra Shinichi Kirimura. Por favor, ayúdale a salir sano y salvo de esto y... el te podrá ayudar también. El no tiene nada que ver con nada, simplemente es un niño asustado que sueña con ser famoso tocando la guitarra...

Aquella noche les daba la oportunidad perfecta de deshacerse de algún rival peligroso, por lo que estos, parecían ser importantes para poder discernir amigos de enemigos y poder erradicar a estos segundos de una forma lo más letal posible, a fin de cuentas, la situación lo ameritaba.

Haré lo que pueda... El cuarto nos metió en éste Bunker, incluso a ese chico. Me temo que las probabilidades de morir son altísimas para todos. Detén al 4º antes de que termine con nosotros y quizá logramos salir de ahí!. Le respondo a la octava con esa sugerencia final. Aún seguían ahí unos cuantos. Me fijé en los que quedaban. Aún estaban ahí el 1º, el 11º, y la 8ª.

Supuse que ya no me respondería nadie, así que sin más, lancé otro largo suspiro. - Deséame suerte 8ª, haré lo que pueda por salvar a tu amigo. De hecho creo que sé cómo hacerlo... si no me matan antes. - lo cual era más que probable . Adiós.

Y dicho eso, me desaparecí de la catedral.

FIN DE LA NOCHE 4

- DÍA 4 -

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FIN DE LA NOCHE 5

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- NOCHE 6 -

FIN DE LA NOCHE 6