Partida Rol por web

Honey estaba pendiente de los nuevos acontecimientos y analizando todo lo que iban diciendo sus compañeros sin perder puntada.

- Estoy con Mikhail. Lo primero ahora es que compartamos toda la información que tenemos. Si alguien sabe algo o intuye que puede estar pasando, por favor, compartidlo con el resto. Después, buscaremos a Dezatora y Midori, puede que ellos hayan dado con algo y por eso no están aquí. - Comentó al grupo.

La noche en el instituto fue caótica, ninguno de nosotros estábamos preparados para presenciar tales acciones macabras. Decidí no huir del insti como hicieron algunos, aquel diario que había dejado Crinsom sight hablaba de un fantasma que acabaría con todo aquel que intentara huir, recordaba que alguna vez me había hablado de hacer un invocación, lo decía más que nada para que entrara a formar parte del club de ocultismo.

Me fije en que algunos de mis compañeros cercanos estaban heridos, y eso que me había mantenido bastante cerca de Sunako, después de que Nakamura, se interesase por ella, le pregunte ¿Tienes idea de quien te ha producido esas marcas?

No quería entrar en el juego de los usos de Quirk (ya que no tenía ninguno, aparentemente) pero lo que hicieron los siameses ayudo a saber. 

 Cierto, deberíamos buscar a los desaparecidos, si no me equivocó son cuatro en total, alguno de ellos podría ser el espíritu que esta haciendo esto, o podrían saber quien es el culpable, dije pensando que nadie me escucharía.

Bosco se irguió en toda su estatura, lo cual le hacía lucir imponente.

Es imperativo que toda esta vorágine se detenga de manera inmediata. La unidad y la confianza son factores clave si queremos poder resolver esta situación. Salgamos todos de aquí juntos. Vayamos a la cafetería. Allí todos nos sentaremos, avisaremos a las autoridades, prepararemos té para todos y decidiremos qué hacer hasta que vengan las fuerzas del orden.

Todos corrieron como pollos sin cabeza, yo hice lo mismo, no por miedo sino por no ser la única que mantuviera la calma en toda aquella situación, al ver a Isaac caer al suelo con las tijeras clavadas en el cuello me acerco corriendo. Mi pobre Isaac... Tu no... Tu eras el mejor de lo peor... No me dejes aquí con la escoria...

Miro a mi alrededor, al parecer todos habían vuelto ya y se habían agrupado como una asquerosa piña.

Saco las tijeras del cuello de Isaac y se las enseño a todo el mundo. Yo no soy la asesina de mi churri, yo jamás usaría tijeras de costura.

Por cierto, no me gusta ver sufrir a la gente así que creo que mataré a la que agoniza.

Estaba asustada, que acababa de pasar.

De pronto me percaté que no me había parado pensar en el por un momento. 

Corrí rápidamente hacia el y pare a una distancia no muy cerca para tocarlo pero frente a él. 

Mire también en dirección a Feliciano, no quería aparentar lo pero el chico también me preocupaba un poquito.

Nadie sabina nada y la mayoría buscaba la manera de probar su inocencia. La verdad, ni idea de quién es el culpable, pero no me podía fiar de nadie. El miedo se sentía en el aire; pero claro cómo no, tenía que hacer algo estúpido y retorcido otra vez. Me llevo la mano a la cara con desesperación, joder, porque no se la han cargado a ella, digo con un tono amargado, mientras miro a Alicia y sus tonterías. Nos habría hecho un favor a todos. No te puedes estar quietita y sin molestar un rato. Dios en que me he convertido, empiezo a sonar como Karakuri, que deprimente.

Haciendo caso del gesto de Mitsuoka, se acercó y sentó en una silla a su lado, dejándo descansar la cabeza y los brazos sobre la mesa. La usualmente ruidosa Maneshi Tsugumi ahora era como un pajarillo sin voz. En circunstancias normales ya estaría hablando (repitiendo) sin parar, o moviéndose de un lado a otro, quizá ayudando a Bosco con lo del té, quizá correteando por los pasillos persiguiéndo a Tania. Pero habían muerto dos personas, otras dos estaban heridas y otras dos desaparecidas. Y estaban incomunicados, rodeados de una densa niebla y atrapados con un fantasma campando a sus anchas.

Galatea dio una palmadita en la espalda de Hidari y se dirigió a la cafetería. Tomó una servilleta y esperó, todos parecían confundidos o quizá deseaban confundir. Era como si ninguno de ellos estuviera preparado realmente para convertirse en héroes. ¿Quién podía estar poseído por un fantasma? Nyu y Tsuyuni habían aparecido heridas, su palabra seria determinante a continuación y todos deberían saberlo, sin embargo no habían hablado aún.

Galatea se acercó junto a ellas y las observó con sus grandes ojos rojos, examinando las heridas y los golpes, intentando adivinar si habían sido auto inflingidos por su propia torpeza o alguien había aprovechado para dejar ir su frustración contra ellas.

- No sé si tengo algo roto, pero me duele todo como si así fuera... Gracias. -Contestó al fin a las palabras de Mikhail con bastante esfuerzo. Se notaba cansada y como si cada palabra le costase la vida pronunciarla. Luego miró a Caneda-. No sé quién me pegó, fue por la espalda pero pareía algo contundente, como una barra de metal. Me dieron un golpe fuerte por la espalda y luego noté unos cuantos más y luego ya... nada. -Tomó aire-. Fue en el sótano, justo antes de meterme en el almacén.

- Tú... ni te me acerques. -Señaló a Alicia.- Puede que esté gravemente herida, pero aún puedo contigo.

Vio cómo Galatea la miraba, pero no dijo nada. Si ella podía sacar algo en claro de las heridas que tenía, bienvenido sería.

- Estoy con Mikhail. No ha podido ser un único poseído. O hay varios o hay alguien aprovechándose de todo y sembrando el caos para echar la culpa a los fantasmas...

El caos se ha apoderado de todos. Acusaciones, enfados... no me gusta nada todo esto. Y para colmo Midori sin aparecer, espero que esté bien y no se la haya comido Dezatora o algo así, o al revés... Yo sé que tengo mucho miedo, no quiero perder a nadie-

- Alice chan, ¿qué te parece si nos calmamos un poco? Está siendo mucho para todos, creo que necesitas respirar un poco, no estás bien y me empiezas a preocupar mucho. Deja esas tijeras por favor. Y vosotras, Nyu, Tsuyuri, ¿cómo estáis? ¿Os puedo ayudar en algo?

  Nyu apareció cubierta de su propia sangre aparentemente sin importarle lo mas minimo, mirando a todos con ojos de odio, pero antes de que abriera la boca, vio el estado lamentable en que se encontraba su mejor amiga y corría hasta su lado. -¿Tsu-chan estas bien? Quien te ha hecho eso...

-Así que el tipo de la barra metálica también te ataco... Como le pille su cabeza va ha separarse de su cuerpo en un instante. -Amenazo a quien les hubiera hecho eso durante la noche.

-Esas tijeras te sientan mejor en el cuello que en las manos Alicia. -Le contesto, al amenazar a Sunako con rematarla.

Su rostro pareció relajarse cuando escucho la voz de Ilya. -¿Que? A yo bien, me duele un poco la cabeza... Y creo que tengo que lavarme la cara la siento algo seca, pero Tsu-chan esta en peor estado. ¿Alguien puede hacer algo? -La voz de Nyu ya no era seca y directa, ahora tenia el tono de siempre.

- Mal, mal, mal... - Karakuri repetía la misma palabra una y otra vez. Había bebido un pequeñín pequeñito ataque de pánico. Nada estaba saliendo bien. Su clase estaba en peligro. Y ella era la responsable.

- DE ACUERDO. - Dió un saltito al recuperar la compostura. Uno de los brazos de la armadura se levantó un par de centímetros. - Esto... no es bueno. PERO. Si nos coordinamos y usamos nuestros cerebros podemos evitar más PROBLEMAS.-

El ruido del motor de Karakuri se hizo más agudo mientras levantaba el cadáver de Isaac Soft y lo movía junto al otro. Mejor empezar a ordenar antes de que no se pudieran dar dos pasos sin encontrarse con un cadáver. Durante este proceso, Kamakiri intentó evitar mirar hacia abajo. Había que mantenerse FIRME. Y DECISIVA. No era momento para SENTIMENTALIDADES.

-SOKUMEN Y SOKUMEN.- Se dirigió a los hermanos. -Vosotros podéis grabar EVENTOS. Quiero que vigileis a los HERIDOS.-

-DE HECHO, quiero que TODOS os mantengáis vigilantes. No saldremos del instituto por la NOCHE. Así a lo mejor nos resulta más fácil OIR lo que pasa.-

Empezo a hablar con su segundo al mando.

-AKI. Hay que pensar una forma de contactar con SAKURAMI. Está demasiado lejos para ir CAMINANDO, me imagino. Y los teléfonos de la escuela puede que estén CORTADOS o sean INEXISTENTES. NO SE. NUNCA LOS HE USADO. ME CUESTA PULSAR LOS BOTONES.-

La delegada hablo sobre intentar comunicarme con el samurai o obtener esa información. De comunicaciones y reunir información le queda bien a los hermanos Sokumen pero esta bien. Tendré que habar con el club de ocultismo. 

Era un caos, había muertos, desaparecidos y heridos, por eso tomo algunas servilletas de la cocina y las pongos en la mesa, acompañado con algunos lapiceros todo eso era para hacer algo y poner un orden. 

A poner las servilletas, veo a todos fijamente y ya estando algo mas serio hablo con todos los presentes. 

No creo en los fantasmas pero si en los asesinos.

Escriban en estas servilletas a los que consideremos quien puede ser el "muerto", vamos a solucionar esto con la democracia. 

En los presentes hay un asesino o varios, una sola persona atentando contra los demás lo veo difícil, por eso considero que debe haber un mínimo de tres personas que han armado este teatro.  

Votemos. 

Ignorando la pregunta de su amiga Toko, Feliciano dió unos golpes al suelo con enojo y coraje - Se supone que vine a estudiar a un instituto de mierda para evitar los peligros a los que se enfrentan los héroes - se levanta del suelo, al parecer su estado de negación había pasado y ahora solo tenía furia - y resulta que hay un asesino ¿Quien es el gilipolla? Que se muestre si tiene el valor! 

Bosco negó con la cabeza cuando nadie mostró consideración a su propuesta, pero asintió cuando la delegada hizo las dos labores que se esperan de su puesto: poner en orden y delegar.

Cuando el subdelegado regresó trayendo consigo unas servilletas y una propuesta,  Bosco supo que tenía vía libre hasta la cocina y se levantó.

Si me disculpéis, haré algo de té.

No era una petición, así que salió en dirección a la cocina.

Al rato, regresó con una humeante taza de té en las manos. Ver aquel pequeño trozo de porcelana en las manos de aquel gigante con cráneo de animal recordaba a cuando una niña pequeña toma prestado el muñeco de acción de su hermano mayor para hacerlo pasar por un inesperado invitado en su casa de muñecas.

Si alguien gusta una taza, he preparado en abundancia.

Caminó hasta el interior y continuó hablando.

Preparar el té me ayuda a relajarme, relajarse ayuda a pensar y yo he pensado lo siguiente.

Si tenemos en cuenta la propuesta del subdelegado (propuesta que debo propugnar), deberíamos intentar evitar que el o los asesinos diluyan sus votos en los de la multitud. Sobre todo, ahora que no tenemos un rastro claro.

Y esto me llevó a que, en verdad sí tenemos algo de información clara. O, al menos, tan clara como podemos tener. Quienes me conocen saben que entre mis especialidades se encuentran las apuestas y, si tuviera que apostar, diría que hay alguien cuya inocencia ha sido demostrada de un modo indirecto.

Pongámonos por un instante en la mente de los culpables. Nuestro primer objetivo sería conseguir que las desconfianzas del resto adquiriesen nombre propio sin que nadie pudiera acusarnos de redirigir las miradas y eso es precisamente lo que nos permite exculpar a alguien.

Pregúntense lo siguiente, ¿por qué ha muerto Isaac?. Está claro que no era su primer objetivo, porque ha habido una muerte previa, por lo que pudiera parecer que la identidad de esta segunda víctima sería algo arbitrario. Que podía haber sido cualquiera de nosotros. Pero si lo pensamos bajo la suposición anterior, surge una razón adicional. Al morir Isaac, todos nosotros hemos pensado inconscientemente en alguien por su proximidad con la víctima. Alguien que, dicho sea de paso, tiene un comportamiento tan excéntrico y polémico que a nadie le suscita afinidad. Así que, con la muerte de Isaac ocurre que todos pensamos inconscientemente en alguien del que esperamos cualquier conducta, por demencial que resulte. Es trivial que eso nos hace sospechar.

Y eso es precisamente lo que nos permite comenzar exculpando a alguien.

Se detuvo a escrutar los rostros de sus compañeros. Algunos habían seguido su hilo de razonamiento y ya sabían su conclusión, otros lo habían seguido y no lo compartían. Los demás, ni siquiera lo habían seguido, así que Bosco se dispuso a ser menos enrevesado.

Compañeros, si tuviera que apostar por algo aquí y ahora, sería por la inocencia de Alicia.

Les ruego a todos que tengan mis palabras en consideración a la hora de buscar un culpable.

¿Alguien quiere té?

Maneshi levantó la mano tímidamente. - Alguien quiere té - repitió, señalándose a si misma. Luego miró a Mitsuoka y le preguntó, ladeando la cabeza: -¿Alguien quiere té?-

Sí, quizá un té les ayudaría a relajarse y concentrarse. Bosco-senpai tenía razón al menos en eso. ¿Y qué hay de su teoría sobre Alicia? Uuugh... aunque le molestaba admitirlo, no podía negar que tenía cierta lógica. Alice podía ser una... una... desconsiderada con los muertos pero no mataría a nadie. Al menos, no mataría a su novio Isaac.   -DE ACUERDO. - terminó por reconocerle.

Pero había cosas que se iban diciéndo con las que no estaba de acuerdo: - No creo que el agresor haya sido el mismo. - frunció el ceño al repetir la afirmación de Mikhail. -¿Por qué?- inquirió. Luego miró al subdelegado:   -Tres personas- repitió, y volvió a repetir la pregunta: -¿Por qué?- En su opinión, como diría Tania, Aki Takeda Sato se había sacado ese número del culo...

-Compañeros -  -Desconfianzas- - Esto... no es bueno.- -Único poseído-

Al menos, eso era lo que ella opinaba. Pero seguramente estaría equivocada, como siempre. No era la alumna más brillante de la clase, sólo servía para repetir lo que otros decían. Volvió a apoyar aún más los brazos y la cabeza a la mesa en un suspiro de resignación.

Mikhail escuchó el comentario de Tsugumi que le respectaba a él y procedió a contestarle:

-Creo que el asesino de Niji no es el mismo que el de Isaac por el modus operandi. El primero pudo partir a un ser humano y parte de la habitación en varios cortes, mientras que el segundo usó unas tijeras, lo cual, teniendo en cuenta lo que puede hacer, no tiene sentido si fuese el mismo perpretador.

Acto seguido se acercó a Aki y recogió uno de las servilletas y un lápiz, y se quedó pensando quién consideraba culpable o culpables, sin dejar de escuchar lo que comentaban sus compañeros.

- Si sabes medicina no me vendrían mal... unas cuantas curas. -Sonrió con esfuerzo a Kamiyo y luego miró a Nyu, poniendo una mano en su hombro y apretando levemente, a modo de agradecimiento-. ¿Estabas cerca del sótano también, Nyu? -miró a la nada, pensativa-. Porque si es así nuestro atacante debe ser el mismo, sí. Pudo rematarme, pero en su lugar fue a por ti.

Miró a Bosco y dejó que este explicase su teoría.

- Si bien tiene sentido lo que dices... yo no descartaría a Alicia tan rápido -respiró pesadamente-. No hacía falta que matasen a Isaac para poner el foco en ella, el foco en ella ha estado casi desde el minuto cero. Es cierto que debido a sus comportamientos -la miró durante unos segundos- casi apetece descartarla porque sería demasiado obvio. Pero quizás, de ser una de los poseídos, esté aprovechando ese hecho para que no se le señale. No la estoy acusando, pero tampoco creo que se le deba exculpar tan rápido.

Esperó unos segundos para descansar.

- Por ahora y en principio, a las únicas personas que se les puede declarar inocentes son Hidari y Migi Sokumen, y puede que  las heridas -miró a Nyu, afirmando-. Digo puede porque no está claro si quien nos atacó es realmente un poseído o alguien que ha tenido mala pata. Aunque dudo bastante de esto último porque no tuvo suficiente con ensañarse conmigo que tuvo que ir a por ella...

Soltó un largo suspiro y miró al techo y a la nada.

- Por favor, ayudadnos...

Me había mantenido bastante apartado de todo el mundo, tratando de lidiar con el shock por mi parte sin saber ni que estaba pasando y mucho menos el porque. En algún momento me había movido para sentarme encima de alguna mesa con la mirada perdida mientras de vez en cuando dejaba escapar pequeñas descargas eléctricas que rápidamente volvían a mi cuerpo por su propia cuenta. Todo el mundo hablaba y era incapaz de seguir lo que todos decían, solo que habían cada vez mas gente herida y mas muertos... y mas desconfianza... íbamos a morir todos a este ritmo.

- Quiero buscar a Midori y Dezatora... no quiero que les pase nada... pero si voy solo seguramente muera... -dije finalmente caminando hacia el grupo- Separarnos significa morir, deberíamos formar grupos y no ir nunca solos a ningún lado. Siempre siendo mas de tres, así que... ¿quien mas se atreve a buscar a los desaparecidos? -sabía que era un riesgo enorme, sabía que incluso ellos podrían ser los culpables pero no podía ver mal a ninguno de mis compañeros

"Se atreve." repitió entonces, poniéndose en pie, una mano en el pecho. "¿Se atreve?" le preguntó a su amiga Suzuki, invitándola también a apuntarse. Les vendría bien moverse, sentir que ayudaban de alguna manera adicional a tener que apuntar en papel sospechosos en las votaciones.