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Pasado de Victoria Chandelain

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01/01/2020, 15:37
Madre Theressa

La infancia de Victoria Chandelain se podría resumir en una única palabra; "Silencio". Toda su vida estuvo plagada del silencio, desde que nació sus llantos y gritos estuvieron silenciados por su Quirk, era una persona que nadie le importaba y a nadie le importaba. Quizás por eso sus padres decidieron darla en adopción en la puerta de la Iglesia de las Hermanas Silenciosas.

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01/01/2020, 15:52
Madre Theressa

La vida con las monjas no era la más sencilla de todas, era tan solo una más entre aquel grupo de niñas abandonadas, aunque ella, a ojos de las monjas, no demostraba tener Quirk alguno, a fin de cuentas, ellas ya eran silenciosas de por sí, todas con la única excepción de la Madre Superiora, la Madre Theressa, la regente del Orfanato.

La Madre Theressa educaba a las niñas en diversos temas, entre ellos incluía el control y el dominio de su Quirk, clase que Victoria no estaba permitida a participar, pero aún así era de obligada asistencia, siendo ella la única que podía asistir para ver como, de forma individual las otras niñas usaban sus Quirks, para ver si así, ella aprendía a activar el suyo, si es que tuviera uno, a fin de cuentas, los Quirks son los regalos de Dios.

Cierto día, una de las niñas con una habilidad piroquinética logró prender fuego, sin querer, una de las cortinas de la Iglesia y la Madre Theressa, con una actitud despreocupada trató de gritar por una Monja, compañera suya, para que entrara a apagar aquel desastre con su habilidad de generar agua.

Por desgracia, las palabras no salieron de la boca de la Madre Theressa, la cual volvió a intentarlo una vez más y nada. Por su parte, la pequeña Victoria estaba asustada por aquel repentino accidente y tampoco podía moverse lo más mínimo. Este tiempo en el que el fuego estuvo descontrolado sin que nadie pudiera apagarlo, hizo que parte de la Iglesia se quemara.

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01/01/2020, 16:04
All For One

Después de ese incidente, las niñas del Orfanato dejaron de jugar o de siquiera acercarse a la Pequeña Victoria, así como todas las monjas culpaban a la pequeña de haber sido la causante de que el fuego se descontrolara, pues ella no solo cometió el delito de dejar que la ayuda no llegara, sino de hacer silenciar a la Madre Superiora, la única del Orfanato con derecho a la voz.

Las palizas y los castigos por parte de la Madre Superiora no se harían hacer de rogar; desde separarla del resto de las niñas, hasta azotar su espalda con látigos para que la sangre haya limpiado su pecado, bañarla en la intemperie con una manguera o directamente encerrarla en su cuarto por días.

Fueron días duros para la pequeña Victoria, semanas duras, meses duros, e incluso años duros...

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01/01/2020, 16:08
All For One

Cierto día llego un hombre enmascarado al Orfanato, las Monjas se miraban las unas a las otras con preocupación acerca de la llegada de aquel hombre, y la que más preocupada se encontraba era la Madre Superiora. El hombre se acercó a la pequeña Victoria y no dijo nada, no le hizo falta decir nada, tan solo puso su mano encima de la cabeza de la niña, la cual como acto reflejo trató de agacharse mientras apretaba los dientes con temor a otra paliza.

Al ver esto, el hombre enmascarado no desistió, y acarició la cabeza de la joven antes de dirigirse al despacho de la Madre Superiora, y tras eso, nada más ocurrió en aquel Orfanato, no hubo más golpes, no hubo más palizas, no hubo más duchas en la intemperie con manguera y tampoco hubo más días sin comer.

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01/01/2020, 16:08
All For One

Tampoco hubo más Madre Superiora.

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01/01/2020, 16:20
All For One

Al cabo de unos días, una carta llegaría al Orfanato, carta por la cual, la siguiente monja con mayor rango haría llamar a Victoria por medio de una Asistenta recién contratada por uno de los benefactores del Orfanato para que ayudara a las Monjas a cuidar de las niñas, y, algunos dicen, para que vigilara a estas Mujeres de Dios.

 

La carta dice que has sido adoptada, que un coche llegará a recogerte en unas horas.

Prepara tus cosas, que vas a vivir con una nueva familia.

Sin lugar a dudas, la asistenta no era la persona más alegre del mundo, pero la sonrisa reconfortante de la Monja fue más que suficiente como para dar a entender a Victoria que su sueño de tener una familia, un lugar donde vivir y estar y gente que se preocupara por ella, iba a volverse realidad.

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