Partida Rol por web

Miré con preocupación a Erm cuando vi mi resplandeciente y precioso zorro tras el gato de Emily. ¿Cuál sería su patronus? Pensé en que le pegaba un cuervo, aunque no sabía bien bien el motivo. 

- Erm, no te de vergüenza si necesitas reponerte. Yo me arrepiento de no haberlo hecho en muchas ocasiones.- Mentí, obviamente; yo era genial. - Estoy lista. 

Y, como era habitual en esta misión, me dispuse a seguir a la auror varita en mano. 

A duras penas había logrado convencer a Eileen de que se quedase allí y ahora era Isaac el que quería irse. Lo entendía y sabía lo que sentía al tener que quedarse allí más tiempo, pero tal y como decía Tabatha, tenían que esperar al otro equipo que probablemente llegaría de un momento a otro.

- Lo siento Isaac, solo un poco más - miró entonces a la estudiante unos segundos… la pobre tenía pinta de estar pasándolo muy mal, así que se acercó a ella - No te preocupes, no vamos a dejar que ni a ti ni a nadie os pase nada, te lo prometo.

Entonces se preparó y lanzó un hechizo - Cave Inimicum - miró a la gente de la celda - así estaremos más seguros y si el otro equipo viene, desharé el hechizo para que nos vean.

Katherine e Isaac parecían asustados de su propia mugre. Ahora recordaba por qué nunca se había hecho con ellos. Eran otros pusilánimes más. A decir verdad, Tabatha no lo era tanto como siempre le había parecido. ¡Bien por ella! Oye y ni tan mal, la maternidad le había dado un aire sexy. No sexy para ella, al fin y al cabo, no era rubia. 

- ¡Secundo a Tabatha! - dijo con energía -. Coooobardes. ¡La suciedad os ha poseído! ¿O igual estáis bajo imperius? ¿O la suciedad os ha imperiado? Mmmmm - se quedó un momento pensativa antes de dar con la solución. Era tan simple, ¡había estado delante de sus ojos todo ese tiempo! Un minipunto para Eileen -. ¡Fregotego! - anunció alegremente, enfocando con su varita hacia los dos novios -. ¡No os resistáis, os voy a dejar limpitos!

¿Si necesito reponerme? - pensó dedicándoles a ambas una mirada de confusión. Después de haber pasado aquella situación, después de que la luz volviera y que la opresión de su garganta hubiera acabado, Erm fue consciente de que estaba llorando. Sabía el motivo, lo sabía muy bien pero negó con la cabeza - estoy bien - mintió - vamos - les dijo a ellas secándose las lagrimas que quedaban humedeciendo sus mejillas e hizo un gesto de asentimiento - vamos - repitió nuevamente insistiendo en que, al menos ellas, más útiles y eficientes, lideraran la marcha como llevaban haciendo todo el rato. 

Varita presta, Ermendrud decidió que debía continuar. 

La nueva sala era un pasillo largo, bien iluminado y sin ningún tipo de obstáculo. Y dicho pasillo terminó en una pequeña sala de control con muchas pantallas que mostraban cada rincón de la base secreta. ¡Finalmente habían logrado llegar!

Solo había un guardia, humano y dormido en la silla.

Sin pensarlo dos veces, al ver al hombre durmiendo, le apunté con la varita y susurré. - Inmobilus.

- Si está inmobilizado durmiendo, no creo que se entere de nada. Si no, luego le podemos lanzar un obliviate para que se olvide de que hemos estado aquí. Bien... ¿Y ahora qué? 

Me acerqué a mirar las pantallas, para ver si había rastro de Katherine o del resto del grupo. Esperaba por todo lo alto que no estuvieran en peligro. Pero, una vez alcanzado nuestro principal objetivo (llegar a la sala de control) no sabía lo que teníamos que hacer en ella. Tantas pantallas y botones eran extraños, quizás si mis padres estuvieran aquí sabrían como manejar estas cosas pero yo de pequeña, tan solo me dedicaba a jugar a toquetear botones en las salas de controles de los platós. Una vez tuvieron que ingresar a mi padre porque, sin querer, le tiré un foco encima. 

Por fin habíamos llegado, y el único guardia del lugar era un incompetente que estaba durmiendo. Antes de poder siquiera reaccionar, Vilma lanzó tal hechizo al pobre diablo que si no hacíamos algo al respecto, se quedaría allí inmovilizado hasta las próximas Navidades. Si bien un inmobilus no era lo que yo habría escogido, sus efectos eran buenos para lo que necesitábamos.

Observé las pantallas buscando al otro grupo y los prisioneros para estar segura de que estaban todos bien. Después estudié los pasillos para ver si quedaba resistencia y de qué tipo para nuestra retirada. Una vez me aseguré de ambas cosas, me di la vuelta.

- Si alguno sabe como lidiar con aparatos muggles de modo muggle, adelante. Si no, tomaré un camino semejante al del panel de la puerta.

La chica miró a los ojos a Kegan, no pudiendo evitar sonrojarse ligeramente. Porque aunque estaban en una situación confusa y de peligro, le estaba hablando el profesor más buenorro de la escuela y además famoso. 

No pudo más que asentir varias veces ante las palabras de Porcher. A su lado, ciertamente, se sintió más segura. 

Y entonces Eileen empezó a limpiar a Katherine e Isaac con la varita. Isaac cubrió a Katherine ante aquel "ataque" mientras Beth se lanzaba a Eileen para bajarle la varita.

Beth:- ¡¿Pero qué haces?! ¡Estáte quieta!

Ermendrud se preparó para realizar un sencillo encantamiento que empapara todos los controles y los inutilizara por completo. Apuntó con la varita y en cuanto dijo "¡Aguamenti!"... un minichorro de agua sin fuerza ninguna cayó sobre sus pies.

Sencillamente se apartó, no dijo nada, y esperó a que las guerreras valquirias de Howarts hicieran lo que tuvieran que hacer. Se cruzó de brazos... y ahí se quedó. Inmóvil. 

- Eh que buena idea, Erm!- Le dije intentando animarle al ver como sus pies se mojaban de agua. - Aunque esto de destruirlo... ¿Por qué y para qué? Bueno, en fin ¡Aguamenti!

Pero algo falló, y quizás fue mi culpa pues, al conjurar el hechizo no paraba de recordar el mini chorro de aguan que le había salido a mi compañero de la varita, sin fuerza alguna, y no pude evitar reírme. 

- Ay, jo... Es que acabo de recordar un chiste muy bueno de gente mojada.- Ups, debería haber disimulado más. - Quiero decir, no mojada como tu, que apenas te has mojado Erm...- No lo estaba mejorando.- O sea, que lo has hecho bien ¿eh? Eeehh...Nfin, Emily, a ver si te sale el hechizo. Desde niños sabemos conjurarlo ¿A ti no te lo enseñaron como algo básico, Erm?- Y definitivamente, me tendía que haber quedado con la excusa del chiste sin decir ni un comentario más. 

Ninguno de los dos parecía saber como deshacerse del panel de control "a lo muggle", se lo vi en la mirada a Erm antes de que sacase la varita y realizase el aguamenti más vergonzoso que había visto nunca. Su cara se volvió un poema y supe que quería que la tierra le tragase. Decidí ignorar lo ocurrido centrándome en los aparatos de panel. Vilma, tal vez para intentar hacer sentir mejor al alemán, empezó a hablar y meter la pata sin darse cuenta y falló de nuevo el aquamenti. Estaba sorprendida teniendo en cuenta la maravilla de hechizos de los últimos minutos. ¿Lo habría hecho a propósito para que el chico no se sintiese un inútil? A pesar de mi detallada inspección de los paneles, no encontraba el modo de destruir la sala de control, así que saqué mi varita esperando no unirme al club de hechizos fallidos.

-En cuanto esto humee, hay que salir de aquí. - miré al guarda. Supuse que vendrían aquí el resto de sus secuaces cuando los sistemas fallasen y se lo llevarían. Volví a girarme hacia el panel. -Aquaeructo. - pronuncié con mi usual tono cometido cuando lanzaba hechizos.

El hechizo de Emily surtió efecto e inmediatamente comenzaron a salir chispazos y a sonar una alarma cuando el agua lo llenó todo. ¡Era momento de salir pitando de allí!

La alarma empezó a sonar con muchísima intensidad y se podía escuchar desde cualquier parte de aquella base submarina. Emily, Erm y Vilma comenzaron a correr en dirección a donde habían quedado con el resto. Los pasillos estaban ahora aún más alborotados que antes y el agua de la grieta que Vilma había abierto ahora entraba con mucha más intensidad. Los pasillos estaban mojados y solo había una salida. ¿O dos?

En cuanto pasaron por la celda, Kegan deshizo su hechizo de cave que impedía que nadie pudiera verles. Ya todos juntos - incluyendo a la rescatada Katherine e Isaac- quedaron en buscar el submarino a toda prisa. 

Fue en uno de esos momentos de tensión cuando una explosión hizo temblar el lugar. ¡Aquella base iba a estallar con ellos dentro! Ante la ansiedad de la situación, Ashley volvió a sentirse mal y en un abrir y cerrar de ojos todos aparecieron nuevamente en la enfermería de Hogwarts. 

Ashley estaba inconsciente de nuevo, Katherine, al verse a salvo, se abrazó a Isaac y no pudo evitar llorar.

Isaac:- Gracias... nos habéis salvado...

Como no salgan de allí pronto, Eileen la lía aun más. Antes de que pueda hacer nada más, parece que la cosa comienza a moverse mucho por fuera. Aunque gracias al hechizo de Kegan, no parece afectarles demasiado. Tras unos minutos, aunque bastante largos, el otro equipo se une a ellos. Al fin pueden salir de ahí. Tienen que buscar el submarino, aunque quizá sea una apuesta arriesgada. 

Seguramente, los altos dirigentes de ese laboratorio se lo habrán llevado. Al menos, eso es lo que siempre pasa en las pelis y seguro que no es una excepción. Justo cuando están corriendo, con los pasillos anegados de agua y con las sirenas sonando en toda la base, estalla algo.

Se cubre la cabeza con los brazos, como acto reflejo. Parece que es en la lejanía, pero estando bajo el agua, puede ser bastante mortal. No les va a dar tiempo a encontrar el submarino... seguro. En ese momento, Ashley comienza a encontrarse mal de nuevo y en un abrir y cerrar de ojos, están en Hogwarts. En el mismo lugar que dejaron atrás hace unas horas.

Están vivos y enteros... busca un sitio en el que sentarse.

-Estáis... ¿estáis todos bien?

Ermendrud llegó junto con las dos valkirias que habían hecho todo el trabajo. El alemán tenía un aspecto abatido, derrotado. Se había rendido por completo a los acontecimientos después de haberse sumergido en un océano de inutilidad absoluta. No dijo nada, no abrió la boca cuyos labios estaban resecos. Se limitó a observar a los demás, a los nuevos o los rescatados... lo cierto es que no conocía a nadie, salvo a los obvios. 

Evitó mirar a Beth, por una mezcla de vergüenza y dolor que su semblante abatido no sabía disimular. Tras la explosión y la tensión de la situación, volvieron a aparecer en la enfermería de Howarts, lo cual le hizo suspirar un poco aliviado, ya se encontraba lejos de todo peligro pero siguió con su actitud taciturna y aislacionista. Se quedó a la espera, por si alguien tenía que decir algo o nuevos datos por aportar, por su parte, no había nada que pudiera decir. 

Después de toda la tensión causada por aquella inesperada misión, Beth respiró tranquila. No estaba acostumbrada a aquel tipo de acción y después de lo de la boda de Katherine e Isaac creía haber tenido suficiente. No recordaba lo que era preocuparse por los que le importaban. Más incluso que por ella misma.

Fue por eso que, tras aparecer entre Ermendrud y Emily en la enfermería, lo primero que hizo fue tirarse en brazos de Ermendrud, abrazándolo con fuerza.

- ¡Hemos vuelto!

No le había pasado desapercibido que Ermendrud había esquivado su mirada en todo el tiempo que estuvieron en aquella base, pero después de dos meses conviviendo con él día a día creía imaginar y entender sus sentimientos. Permaneció en sus brazos, rodeando su cuello  unos segundos, antes de percatarse de que su ayuda era necesaria. Se separó de él, mirándolo a los ojos unos segundos, pensando en si debía disculparse por aquel imprevisto ataque o si era preferible actuar de normal. Decidió lo segundo.

Se incorporó y con un movimiento de varita elevó a Ashley Turner hasta una de las camillas.

- Isaac, Katherine. Por favor, tumbaos en las camillas. Quiero examinaros.

Asintió ante la pregunta de Tabatha, deseando abrazarla con fuerza. ¡La había salvado! ¡Todos! Se sentía tan aliviada y feliz después de tantísimos días de experimentación y encierro... pero lo haría una vez estuviera, como decía Eileen, menos llena de mugre. 

Haciendo caso de las instrucciones de Beth, se separó de Isaac y se tumbó en una de las camillas, con aspecto preocupado y tembloroso.

- No es la única. La base, digo.- miró a Isaac.- Me enteré de demasiadas cosas y por eso... se podría decir que me echaron al dragón. 

Isaac:- Kat, quizás sería mejor no...

Katherine:- Ahora tenemos la ventaja, Isaac. No podemos permitir que sigan con esto.

-Katherine, primero tenéis que dejar que Beth os examine, os tenéis que dar un baño y comer un poco. Después, nos sentaremos todos, ellos me explicarán qué está pasando... -señala al resto del grupo - sin dejarse nada. Y vosotros contaréis lo que ha pasado y tal.

Sin duda, es algo importante lo que tienen que decir y lo que Katherine tiene que contar, pero antes hay cosas más importantes y no les va a dejar morir de hambre solo porque tengan cosas importantes y tal.