Partida Rol por web

No se había percatado de la presencia de su novia hasta que ésta la cogió y dieron vueltas. Amplió aún más su sonrisa si se podía y correspondió el beso de Eileen. Después siguió bailando sujeta a su novia. Parte del helado se había caído al suelo y Stan disfruta de aquel pequeño despiste.

- Adivina a quién le han propuesto ser abogada fiscal del ministerio.-le dijo. Ser abogado fiscal era uno de los puestos más importantes para la abogacía que existían. Además, se ganaba mucha más reputación, fama y por supuesto dinero- Pero adivina quién ha dicho que gracias por la oferta pero que la rechaza.- y rió antes de hacer que Eileen diera una vuelta sobre sí misma antes de volver a atraparla entre sus brazos.

Alzó las cejas en gesto de sorpresa ante el hecho de que Zoey hubiera recibido ese aumento. ¡Vaya! No es que no se lo mereciera, por supuesto que lo hacía, pero teniendo en cuenta que su clientela habitual eran las parias sociales, eso sólo demostraba lo realmente buena que era en su trabajo. Era un tanto difícil esbozar una expresión de orgullo cuando Zoey la hacía bailar y procuraba no pisarla a Stan o a ella pero durante un instante lo logró hasta que la chica aportó con felicidad que lo había rechazado.

- ¿Estás segura? - le preguntó con una sonrisa.

No iba a decirle que lo aceptara o que era una gran oportunidad. A Zoey le iba muy bien sin esa carga extra de trabajo, por no decir que eso implicaría que se verían aún menos. Si la sociedad mágica fuera una utopía, le diría que teniendo semejante cargo podría ayudar a que las cosas mejoraran pero algo le decía que las fuerzas políticas impedirían que impulsara algún cambio. Es más, incluso podría ser que quisieran ascenderla para tenerla más controlada.

- Y yo que pensaba que tenía algo curioso que contarte... Ug, he pisado el helado. ¡Stan, deja de chuparme el pieee!

- Estoy segura. Todo serían desventajas.- canción acabó y dejaron de bailar, pero siguieron hablando con el mismo tono y misma actitud positiva- Para empezar porque así lograrían que me callara y desde luego no pienso abandonar a los que me necesitan. Porque está claro que si me lo han ofrecido es porque estoy siendo muy buena en mi trabajo. Para seguir mi horario de trabajo sería distinto. Muchas más horas fuera de casa, y ya pasamos suficiente tiempo sepadas.- amplió la sonrisa- Y no tendría tantas vacaciones como quiero para que nos vayamos por ahí. Y aunque el dinero es importante y así podría darte más cosas... creo que no lo necesitamos realmente. Podremos salir del piso cuando queramos y comprarnos una casa, tener otra mascota que haga compañía a Stan, Pinky y Bloomy y... quién sabe, para tener hijos ya que tu padre me ha hecho prometer que le daré nietos.

Compartía punto por punto lo dicho por Zoey así que fue asintiendo, sonriente y conforme con todo lo que decía, salvo en algunos momentos en que le fue imposible no hacer ningún comentario.

- ¡Eh! Que yo no soy tu mantenida bonita, a mí no me tienes que dar nada - obviamente sabía que no se refería a aquello, aunque eso no le impidió bromear -. ¿Qué es eso de otra mascota? Yo creo que tenemos suficientes ya y lo mismo digo de la casa, qué pasa con... - no acabó la frase porque en aquel momento Zoey dijo lo de tener hijos y ahí sí que su expresión bromista mudó a una totalmente conmocionada -. ¿Qué? ¿Hijos? ¿Qué? - vale, no estaba siendo el colmo de la coherencia, sólo podía mirar a Zoey boquiabierta y estupefacta -. Eh...¿Esto tiene que ver con lo de casarnos? ¿Y mi padre para qué te dice eso?

¿Hijos?

Kegan buscó entre sus cosas su pasaporte, no era muy bueno organizando las maletas para los viajes y eso que no hacía pocos, pero finalmente lo encontró y se lo entregó a Tabatha. Tras aquello y mientras comprobaba los datos para darles la llave de su habitación, Tabatha preguntó al respecto sobre lo que pasó.

- Sí, estoy mejor, gracias - respondió con una media sonrisa - Y sobre lo que me pasó… no se sabe del todo, lo que sí se sabe es que estaba bajo el control de algún tipo de hechizo.

No quería hablar del tema, por lo que simplemente continuó esperando a que Tabatha le entregase su llave para poder ir a descansar un poco a la habitación.

- No son planes inmediatos, cielo.- La tranquilizó, acariciándole los brazos.- No te asustes así.- rió divertida. Eileen aún era muy joven para pensar en aquellas cosas, si bien Zoey ya empezaba a acercarse a la edad. La idea de Benjamin no le había parecido realmente descabellada- Me vino a ver al trabajo y tomamos un café. Me pidió disculpas y aunque al principio la cosa estuvo algo tensa... le dije cuanto te quería y que podría venir a por mí si algún día te hacía daño. Luego me dijo que quería nietos algún día y le dije que no habría problema con ello.-Se encogió de hombros.- Nada de lo que tengas que preocuparte aún. ¡Relájate, cariño! Te has puesto super tensa.- le dijo, con un asomo de sonrisa antes de coger la varita y limpiar lo del suelo y el pie de Eileen, para lamento de Stan.- ¿Qué noticias traes tú?

¿Tensa? ¿Ella? ¡Qué va! Sólo hablaba de tener hijos cuando Eileen tenía veinte años. No era nada de lo que preocuparse, ¡ni mucho menos! Sólo se había hecho a la idea cuando había descubierto su sexualidad, de que ella nunca tendría hijos. Teniendo en cuenta las collejas que le había dado a Jeremy durante toda su infancia, había incluso asimilado que la maternidad no estaba hecha para ella así que la idea había acabado pareciéndole ajena a ella. Eileen con hijos. ¡Bah! Jamás. Nunca tendría que afrontar el pánico de no ser una buena madre.

- Nooo, que va, si estoy bien, jaja, no me preocupa, jaja, sólo, eh...ha sido tan repentino. Me he quedado en blanco - jaja, jaja. Su sonrisa no parecía ni natural ni forzada, sólo alucinada -. ¿Yo? Nada. Bella me ha besado y luego ha ido a declararse a Stana. ¡Pero eso es una tontería! Aunque le dije que la castigarías.

Había achicado los ojos conforme Eileen hablaba, en su característica expresión de aguantar las ganas de sonreir mientras asentía ligeramente. Claro. Porque no estaba alucinando para nada. Que va. Si a ella le hubieran hablado de tener hijos con veinte años probablemente se habría comportado del mismo modo, pero estaba segura de que en un futuro Eileen estaría super dispuesta y feliz de querer formar una familia con ella. 

Cuando comentó lo de Bella, su expresión cambió a sorpresa. ¿Que qué? Y luego con lo de Stana puso mueca de "bueno, quizás funcione". 

- No dudes que la castigaré. ¿Qué es eso de besar a mi novia? Ni aun en broma. No vaya a ser que bese mejor que yo y me dejes.- bromeó. Si hubiera sido otra persona se habría comportado con más seriedad, pero hablaban de Bella. No era como si Emily de pronto hubiera decidido besar a Eileen. No había peligro con Bella.- Espero que le salga bien y sean felices. Bella no es que sea mucho de una sola mujer.

Preguntar... eso nunca se le había dado especialmente bien. Sobretodo porque todo su afán en los años de infancia y adolescencia había sido que no le preguntaran a ella. Así pues tuvo que pensar bien qué podía preguntar de manera que no resultara incómodo u ofensivo.

- ¿Qué edad tienes? ¿Tienes hermanos?

Vaya preguntas de mierda. Eso es lo primero que pensó Beth. Pero es que tampoco sabía muy bien qué más preguntar. Sabía que había sufrido la muerte de su novia, que había pasado años encerrado en una cárcel de manera injusta y que para colmo su madre había desaparecido. Cualquier cosa que preguntara ahora parecería una chorrada.

Le habían sorprendido las preguntas que le acababa de hacer Beth, se esperó algo más profundo o íntimo y no aquellas preguntas tan sencillas y banales. Evidentemente no le molestó lo más mínimo y, asintiendo con la cabeza le respondió con la cordialidad que trataba de mostrar a cada minuto que pasaba con ella - tengo veintiséis años, aunque parece que tenga treinta y cinco - le contestó esbozando una sonrisa sarcástica, lo cierto es que se sentía mayor de lo que debería ser por edad, los dementores no ayudaban a uno a envejecer de una manera saludable. - soy hijo único, al menos, que yo sepa - se encogió de hombros recordando que su padre murió cuando él nació - ¿y tú? - preguntó de vuelta, queriendo saber esos datos sobre ella. 

¡Terreno seguro, terreno seguro! Se agarró a la broma de Zoey como si fuera un salvavidas. Hablar de bodas e hijos era demasiado para ella. No es que Eileen no estuviera dispuesta a comprometerse, simplemente es que para ella ya estaban en un buen lugar de la relación. Si le pidieran que firmara un papel conforme quería estar con Zoey de por vida, lo haría. Pero cuando a eso se le llamaba boda con todos los compromisos sociales, económicos e incluso eclesiásticos que eso comportaban, no le gustaba. Si de repente encima se hablaba de tener hijos cuando sólo se lo había planteado para renunciar a ese derecho natural, pues era comprensible que eso fuera un poco demasiado abrumador para ella.

- Le dejé claro que tú besas mejor - su sonrisa bajó varios puntos en la escala de locura, pero seguía sin parecer del todo normal -. Pero sí, tía. Parece que está enamorada de Stana. Más le vale comportarse, ¿sabes? Como le haga daño a Stana, un daño injustificado se entiende, no se lo voy a perdonar.

Tras comprobar los datos de la reserva con el pasaporte, se lo devuelve e imprime una hoja donde se confirma que han llegado y que la habitación está lista. También la entrega de la llave magnética que deja en el mostrador.

-Tienes que firmar aquí - le deja un boli -. Me alegro que estés mejor.

Sonríe.

Le hace entra de otras cosas como la lista de actividades del hotel, los horarios del restaurante y la piscina. Y del pub del que dispone.

-Aquí tienes. Habitación 316. Espero que disfrutéis de vuestra estancia aquí. Os recomiendo probar alguna de las actividades que ofertamos. ¡Ah! Lucas trabaja en el pub por la noche, de barman. Por si queréis saludarlo.

Fue siguiendo los pasos que Tabatha le iba marcando, firmando y recogiendo la llave y la documentación que le iba ofreciendo, a la vez que contestaba la sonrisa de la chica con su ya habitual media sonrisa. Apenas tenía relación con Tabatha, pero siempre le había parecido una buena persona y se alegró de que hubiese entendido que Kegan no quisiese hablar más del tema sin necesidad de haberlo dicho.

- Gracias, probaremos muchas ya que estamos aquí, hay que aprovechar - tras aquello, añadió que Lucas trabajaba allí por la noche - Oh, gracias, iremos a saludarle también, es bueno saberlo.

Tras aquello, se despidió amablemente de Tabatha para no entretenerla más en su puesto de trabajo y se dirigió hacia su habitación con Mía.

Asiento ante las palabras de Emily, al fin y al cabo Aengus no tenía a donde ir. Y si "legalmente" le permitían quedarse aquí pues bienvenido sea. 

- Se quedará aquí, no os preocupéis.- Les contesto a Emily y Sean. - Pero espero que cuando ese hombre contacte con Aen no me pille a mi de por medio. No sabría cómo reaccionar. 

Y no quería poner a Killian en peligro de nuevo. 

- Vale, espero que os vaya bien.- Les digo para despedirme.

No estaba muy alegre ni contenta. Tampoco me gustaba la idea de que Aen fuera un conejillo de indias, esperaba que no le hicieran hacer muchas cosas peligrosas. Si le pasaba algo, sería su culpa. Esperaba que no contactaran con él por nada del mundo, así hablarían sobre qué hacer con él por sus crímenes y no le mandarían de vuelta a Azkaban. ¿Servicios sociales podría ser?

- Uy, uy... Haciendo de hermana mayor estás muy sexy.- bromeó. Pero la entendía. Stana parecía la típica chica sensible, tímida y enamoradiza. Y Bella... bueno, Bella parecía todo lo contrario a decir verdad.- Pero bueno, si va a dar finalmente el paso dudo que sea para hacerle daño. Más bien todo lo contrario.-se encogió de hombros.- Démosle un voto de confianza.

Ya fuera del apartamento de Vilma y con el tiempo pegado, Sean intentaba pensar con rapidez. Lo de Azkaban era realmente alarmante.

- Creo que debería quedarme para solucionar lo de Azkaban. ¿Quién sabe cuántos más se habrán escapado? Azkaban no está precisamente lleno de gente no peligrosa.-le comentaba.- Ve a Hawaii e investiga mientras yo arreglo las cosas y voy. ¿Te parece bien?

Era lo más sensato. No podían irse los dos y dejar lo de Azkaban para más tarde. Mucha gente podría estar en peligro. Entre otras la propia Eileen, pues Adriana dejó bien claro que algún día volvería a por ella.

Aengus se sintió muy aliviado en cuanto aquellos dos se marcharon. No es que no se hubieran mostrado amables - precisamente tratándose con alguien que acababa de fugarse de Azkaban- pero desde luego les temía. Miró a Vilma, masajeándose los dedos de las manos en una manía que había cogido durante aquellos años en la cárcel:

- Bueno... ¿qué tienes que hacer hoy?

¡Vaya! Pues no era tan mayor como aparentaba. Sonrió ante su comentario, pues al parecer él mismo era consciente del hecho de que su edad podría confundirse. Le pasó una de las tazas recién lavadas para que las secara y le contestó a su pregunta:

- Tengo 21 y tampoco tengo hermanos.-le contestó antes de hacer una pequeña mueca antes de añadir- que yo sepa. Porque no me extrañaría nada que mi padre me hubiera dado algún que otro hermanastro. - comentó con cierto desagrado. Dejaba claro que la relación con su padre no era muy agradable.- Aunque prefiero no saberlo. 

- Bff... Que alivio ¿Verdad? Ha sido venir ellos y que nos recorriera un ambiente de tensión. 

Le digo a Aen lanzándome a sus brazos para abrazarle. 

- Sea como sea, estarás bajo su protección y eso es bueno a pesar de que... Bueno, ya sabes.- Sí, de que ella misma hubiera sido una de las causantes para que Aen acabara en Azkaban. 

- Pues hoy... La verdad que tengo una prueba de sonido. Vas a tener unos días aburridos, me temo. Mejor que no salgas mucho de casa. Killian supongo que no tendrá nada que hacer, podéis ver películas, jugar a algo... Pero te aconsejo que no le molestes mucho si esta durmiendo. - Voy diciendo mientras me pongo en pie y me dirijo al cuarto de mi compañero de piso. 

- Killian, siento molestarte... Aengus se va a tener que quedar aquí una temporada. Sé lo mucho que te gusta traerte a gente a casa pero durante estos días será mejor que no traigas a nadie. Cuanto menos gente sepa que está aquí, mejor. Voy al súper, ¿Quieres que te coja algo?- Le doy un beso en la mejilla y me voy, cerrando la puerta de su cuarto para que no le molestara la luz. 

- Bueno, será mejor que comamos algo. Ya sabes, mi casa es tu casa. Sirvete lo que quieras. Yo voy a comprar cereales, que se han acabado. Ah, Aen, seguirás durmiendo en el mismo cuarto.- Menos mal que mi casa era grande y había 4 habitaciones. -¿Quieres que te compre algo?

Igual en el super me encontraba con aquel camarero. No, toda la movida no había hecho que olvidara su perfecto rostro. Aun pensaba que quizás él no fuera mala persona.

- Díselo a Jeremy, estoy segura de que le encanta cuando ejerzo de hermana.

Niveles de locura descendiendo a la normalidad. Perfecto. Ya había vuelto al punto en que la broma ya no era un chascarrillo forzado para aparentar que no alucinaba. Además, si mantenían la conversación alejada de su propio compromiso, no le parecía un tema tan descabellado.

- Bueno, Bella está enamorada. Y algún día tenía que madurar. Yo creo que sentará la cabeza. Por eso te digo. Hay mil cosas que pueden pasar y que pueden hacer que en un tiempo corten, yo que sé. Pero como sea por alguna tontada suya... bueno, eso no se lo perdonaría.