Partida Rol por web

Bella también se acercó, lo que en parte agradecía. Ya que no podía estar sola y pasar desapercibida, era mejor si había más gente a mi alrededor aparte de Eileen. No quería que las cosas se pusiesen extrañas o incómodas, y cuándo había algún extra era más fácil. Puse los ojos en blanco cuándo Bella preguntó sobre dónde sentarnos, bromeando cómo si la respuesta fuese lo más obvio del mundo.

- Pues en la mesa que esté más cerca de la comida, por supuesto. Vaya preguntas más tontas... - dije negando la cabeza y con un teatrero tono condescendiente. 

A decir verdad me había planteado coger una silla y colocarme en la mesa de la comida, en alguna esquina. Tenía la sensación de que la comida era la única que no me abandonaría esa noche, que seía mi amiga leal hasta el final, cuándo seguramente vomitaría todo por comer ininterrumpidamente durante horas. Pero no iba a hacerlo. Ya era suficientemente patética en esos momentos.

Observé cómo las parejas empezaban a sentarse, Beth incluída. Si tan siquiera se había planteado saludarme, auqnue fuera de lejos, o decirme "Mira Emily, esta es la razón por la que vas sola ahora. No te lo dije antes porque me dirías que tú eres más hombre que Teagan, y tendrías razón. Mira que pelos de niña de párvulo. Mira que pinta de modelo de lencería femenina. Soy una tipa dura, por eso me gsutan con aspecto frágil de princesa en peligro." Probablemente Beth nunca diría eso, pero para mí en esos momentos era absolutamente cierto. Paseé mi mirada por el comedor de nuevo. Antes la había apartado deprisa en un inútil intento de no ser vista, pero ahora ya daba igual. Es entonces cuándo de verdad reconocí a Anwen y Vilma y abrí la boca tanto que se me podría haber desencajado la mandíbula. Estaban tan distintas que no había caído al principio. Anwen habá teñido (tal vez con magia) su absolutamente perfecta melena dorada a un color negro azabache que nunca le había visto. Era extraño verla así, y ese tono le hacía parecer más adulta. Aùun así estaba perfecta, para variar. Cómo siempre, iba espectacular y se movía con esa soltura y elegancia que tantas veces le habia visto usar. Éste era el mundo de Anwen. Pero la que de verdad me había dejado en estado de shock era Vilma. Su cambio de look era tan extremo que si no fuese porque iba con Henry y hablaba con Tabatha no hubiese caído en que era ella. ¡Menudo cambio! El pelo corto y oscuro, el traje tan serio y adulto, oscuro también. La verdad era que estaba impresionante, y ella también parecía mucho mayor (auqnue tal vez era porque normalmente parecía mucho más joven). Cierto era que últimamente estaba decaída y apenas usaba colores, pero habría puesto la mano en el fuego de que hoy se animaría y vendría vestiad cómo una princesa de cuento de hadas.

- ¿Por las barbas de Merlín, habéis visto ya a Vilma? - comenté sin poder apartar la mirada - Está.. Guau. - no tenía una descripción mejor que esa. Y encima ir con traje en lugar de vestido. Nice, Vilma. Hoy te mereces un aplauso no sarcástico por mi parte. Busqué a Anna para ver su reacción ante la nueva Vilma. Estaba segura de que no se le había pasado por alto.

Terminé de repasar el resto del comedor para ver si habá alguien más que se me hubiese escapado antes de darme la vuelta y encaminarme a la comida. Nadie había empezado aún, todos tenían mejores cosas que hacer, con lo que sentí que violaba los perfectos platos de comida a medida que llenaba el mío. Cuándo no me cabía más en él, me metí un trozo de pan en la boca. Una muestra de etiqueta y galantería típicos de Emily Van Dyck, sobretodo en un día cómo este dónde lo que menos me apetecía era comportarme.

- ¿Pffa haffeis epontrado ugna meffa? - pregunté a Eileen y Bella, dándome la vuelta y mostrando al mundo un plato tan a rebosar que podría haber alimentado a toda una aldea.

Se sentó con todos en la mesa, justo entre Mia y Tegan y comenzó a probar lo que había por la mesa, todo estaba delicioso.

- No te preocupes, comeré lo justo… lo prometo - aseguró Kegan, dedicándole una sonrisa a Mia - y el duelo cuando queráis, hará más divertida la noche - y rió, tras lo cual, continuó comiendo y recomendando a todos lo que iba probando.

Últimamente Kegan se encontraba de buen humor, y aunque le resultaba un poco extraño el grupo que se habían juntado entre ambas mesas, no había mal rollo, solo las bromas esperables hacia Ian y Williams. Pensó en dar un poco de conversación a la mesa y preguntó

- Y bueno, ¿Qué planes tenéis cada uno para esta navidad?

Aprovechó la distracción para robar algo del plato de Teagan, comérselo y reírse con risa malvada.

Se señaló con ambos dedos índices cuando Emily le dijo que tenía mejor cuerpo que ella, queriendo decir un "supéralo, estoy todo buena", algo que no pensaba pero formaba parte de su personalidad bromear sobre aquellas cosas, por lo menos cuando se sentía una persona normal y esas cosas.

- Como si yo hubiera venido a bailar - rezongó -. ¿Recuerdas? - movió un poco los brazos, sin mover el resto del cuerpo en un alarde de su "gracia". No, Eileen no se dejaba llevar lo suficiente como para saber bailar ni disfrutar del mismo. Y fue entonces cuando Bella puso la guinda en la conversación hablando de su culo, lo que la llevó a poner los ojos en blanco -. Muchas gracias, Bella, porque no tenía ya bastantes motivos como para pensar que este vestido y cualquiera que tenga que llevar yo son una mierda.

Por suerte el desfile de sus compañeros pareció distraer su atención del molesto vestido, que volvía a estirar hacia abajo en su incomodidad. Anwen en morena seguía siendo demasiado Anwen con lo cuál se encogió de hombros levemente para sí, advirtiendo la mirada de Bella. Por Dios, seguía con aquello. Vilma, por otra parte, sí sorprendía, aunque le gustaba más con el pelo largo. De algún modo aquel cambio de imagen estaba mal en ella, no era el momento.

- Muy guapa - se limitó a decir mientras Emily se lanzaba como una desesperada a por la comida. Ella no iba a ser menos, por supuesto, Eileen devoraba y una cena de Navidad solía ser un desfile de manjares de modo que al igual que la rubia empezó a llenarse primero un plato y luego otro, dejándolos a rebosar -. Tu madre estaría encantada. Venga, sentaros que os sigo.

- Te apuesto algo a que no eres capaz de ligarte a Rhys, idiota.

La gente fue llegando y todos y cada uno de ellos nos fue diciendo a Ian y a mí que hacíamos buena pareja, a lo que no podía hacer otra cosa que sonreír, aunque me incomodase muchísimo; si decía algo, podía herir los sentimientos de Stone, pero sin decir nada, sentía que quería largarme de allí. En fin, había sido decisión mía hacerlo, y tampoco era plan de joderle la noche a Stone.

No quiero robarle el protagonismo a nadie. Le respondí a Max, forzando una sonrisa. Por cierto, estáis muy guapos. Lilian estás guapísima. Le dije a mi mejor amiga.

Hola Taegan, ya imagino. Le respondí a lo de que le sorprendía. Beth, estás deslumbrante. Le dije entonces a mi segunda mejor amiga, tratando de desviar el tema.

Vi a Stone incomodo también. Tenía que tratar de relajarme o conseguiría que no disfrutara tampoco él.

Es cierto, está guapísima. Comenté a lo que dijeron de Emily. Aunque no sentía lástima de que estuviera sola, en estos momentos a mí también me apetecía, y que dejaran de decirme que hacía buena pareja con Stone. Pero que me había esperado? Que nadie dijera nada? Era idiota.

Me senté con los leones, hubiera preferido sentarme con Lilian, pero Stone me hizo una señal y no me quejé. Al menos estaba allí Beth. Y Lilian se sentaría al lado.

La miré desde la mesa. Cuidado que te vigilo. Le comenté con una sonrisa a mi mejor amiga. Y a ti también Max, a ver que le vas a hacer. Aunque bien sabía que era más probable que fuera ella la que le hiciera algo a él.

Me eché algo de beber, y sentí aquella pregunta de la slytherin, que menos gracia no podía hacerme. Quería levantarme y llamarla zorra o algo peor. Llamarme chica, Merlín dame paciencia para no responder algo que joda la noche y le haga daño a Stone. Por desgracia tenía que tener mucho cuidado con mi respuesta. Me puse serio y alcé una ceja. Mi tono de voz dejaba claro que aquello me había molestado.  Yo se lo pedí a él.

Kegan sacó el tema de las navidades y lo agradecí.

En ese momento Vilma y Henry se acercan a ellos. Bueno, sabe que es Vilma porque es una de sus mejores amigas y porque ha reconocido su voz y su forma de hablar. Sabe que desde lo de Aengus ha estado un poco chof y no ha conseguido ocultar que su cambio de aspecto hasta ese momento ha sido porque está triste y no porque sea más madura... como otros dicen. Es buena dándose cuenta de esas cosas. Sobre todo en alguien que conoce tan bien como Vilma. 

Esa noche, Vilma aparece con un look aun más distinto de lo acostumbrado.

-¡Vilma! Estás increíble... si no fuese porque te has acercado, no te habría reconocido. Este cambio te sienta muy bien, pero echaré de menos tu cabello largo - dice tocándole con nostalgia las puntas del cabello corto -. Y los colores brillantes...

Sin decir nada, le da un abrazo porque sabe que lo está pasando mal. Sabe que todo eso es debido a que está triste y le sabe muy mal no poder ayudarla de otra forma. Se separa de ella y sonríe.

-¿Queréis sentaros con nosotros? El profesor Yamada quiere que nos sentemos con él, pero siempre será más divertido si hay más alumnos. Por cierto Henry, tú también estás bien en traje... pero se nota que no es tu estilo. Creo que te hubiese quedado mejor algo más informal...

No hace el comentario a malas y se nota. Ver a Henry con traje es como si Anwen llevase un chándal y zapatillas a la fiesta.

-Ya sabes... sin corbata y quizá con la chaqueta desabrochada... y el botón del cuello también. Elegante, pero informal - sonríe.

Repasé de nuevo el comedor de manera disimulada, cuando en realidad lo único que quería era volver a mirar a Sean. Estaba tan cerca, pero a la vez tan lejos... En clase no era un problema, no sólo porque mi atención se centraba en otras cosas (casi todo el rato, una no era de piedra), sino porque era ya algo rutinario. Sin embargo ésta se suponía que tenía que ser una noche especial. La Navidad en sí era especial, estar con tus seres queridos, sorprenderles con algún regalo, disfrutar de la alegría del ambiente... Pero este baile, además de eso, también era un momento dónde podías ser feliz, cursi y sentirte cómo si fueras de la realeza mientras cenabas manjares y bailabas con esa persona especial vestidos de gala. Por eso era tan difícil mantener las formas hoy. La lógica, incluso el instinto de supervivencia te dicen que te alejes de lo que te hace sufrir, pero absurdamente resultaba lo más difícil del mundo. Lo único que quería era buscar la mirada de Sean entre todos los presentes y perderme en ella. Y para bien o para mal, la encontré. Hablaba con Smallet, por supuesto, pero me estaba mirando a mí. No le prestaba atención a ella, lo sabía. Tenia expresión ausente y por la cara de Smallet ella se había dado cuenta también. Nuestro cruce de miradas sólo duró un segundo, y noté como me golpeaban docenas de sentimientos y deseos. Si hubiese podido habría congelado a todos en su sitio y me habría acercado a él, sin prisa pero sin pausa. Habría realizado una reverencia frente a él y nos habríamos reído. Sean me cogería por la cintura y la música empezaría...

"Tierra llamando a Emily."

Me di la vuelta casi de manera brusca y fui a atacar la mesa de la comida. Sabía que intentar llenar ese vacío con comida era inútil, pero era la mejor idea que tenía.

Cuando Teagan comentó lo de las mesas mi primer impulso fue salir corriendo para allí, cegado por mis afán de competir. Pero al ver que Lilian no podía avanzar muy rápido con aquellos tacones refrené mis ganas y caminé a su lado. No sería educado dejarla atrás. Me senté en la mesa de al lado y saludé al profesor con una leve inclinación de mesa.

Adiós a intentar hacer algo fuera de las normas.

Saludé a Tabatha, Lucas, Henry y al Vilma, la cual se había dado un cambio de look bastante impresionante. -Caray Vilma, estás muy cambiada. Ese cambio de look tan drástico te sienta bien. -sonreí.

Entonces llegó Anwen. Estaba claro que al ir con una Slytherin al baile significaba tener que tratar más con ellos pero de ahí a tener que compartir mesa con Anwen y Roi... había mucha distancia. No obstante me sorprendió que Anwen fuera tan agradable conmigo así que le sonreí.

-Muchas gracias. Tu también estás muy elegante. Te siente bien el moreno. -contesté de forma educada. 

Me serví una copa de ponche mientras miraba de vez en cuando hacia Meredith de forma disimulada. Me dolía tenerla tan lejos, aunque no fuese una distancia física. Sentía que mi mejor amiga cada vez estaba más lejos. 

Lucas:- Sí. Está todo listo. Espero caerles bien a tus padres...

Entonces Vilma y Henry les alcanzaron.

Henry y Lucas se estrecharon la mano en un saludo bien ensayado por el paso de los años cuando se reunireron los cuatro. Halagó también a Tabatha y escuchó los comentarios acerca de su excesiva formalidad y lo seria que le quedaba. Sonrió. Realmente no le importaba que alguien hiciera críticas constructivas sobre él.

Con o sin corbata me he llevado a la chica más divertida y sexy.

- ¡Bueno! Supongo que según pase la noche acabaré quedándome sin todas esas prendas.- bromeó, y entonces se dirigió a ambos- Como vosotros...- comentó de forma pícara antes de ofrecer a Vilma una copa de ponche.- He oído que lo han adulterado, así que estará fuerte. Whisky de fuego creo que le han echado. ¿Un brindis, chicos?- les preguntó a Tabatha y Lucas. Éste último no había sabido si reír ante la broma de Henry o mirar cómo reaccionaba Tabatha.

Con la llegada de Anwen los ánimos cambiaron un poco. La pregunta sobre quién se lo pidió a quien pilló tan desprevenido a Ian que por un momento solo permaneció callado. Eso sí, el enfado con que respondió Williams era poco en comparación con el que se había formado en el interior de Stone. ¡Y por eso odiaba a los Slytherin! Siempre haciendo bromas de mal gusto o preguntas que no venían al caso. ¿Es que no veía que Scott lo estaba pasando mal?

Pero por muchas ganas que tuviera de meterse en aquella conversación, prefirió permanecer al margen. En realidad él también se lo había pedido a Scott. O más bien Williams se lo había ordenado y finalmente él decidió pedirle ir al baile antes de que se echara atrás. 

- Da igual. Déjala.- comentó. No quería empezar una disputa aquella noche.- Pasémoslo bien y ya está. 

Lilian:- ¡Eh! Mirad, el profesor Pullap está viniendo hacia aquí.

En efecto, el profesor Pullap había abandonado momentáneamente la compañía de la profesora Smallet y se había acercado hasta la zona de los comensales. Paseó por allí y se paró frente a Anwen, atractivo y tan serio como siempre.

Pullap:- Señorita Rhys.- le ofreció un pequeño frasco lleno por la mitad de un líquido cristalino- Esto es suyo. Me temo que solo le queda una dosis. Pero le dije que se lo devolvería.

Bella alzó ambas cejas y exhibió una medio sonrisa sensual y pícara al mismo tiempo. Observó a Anwen en aquellos momentos, preguntando sobre quién se lo había pedido a quién de los dos chicos que iban juntos.

- ¿Qué me darás si consigo que se enrolle conmigo esta noche?

Estaba segura de sí misma. Anwen podría ser heterosexual, podría tener a cientos de tíos con los que acostarse, pero también era la chica que se había sonrojado muchísimo y que le evitaba la mirada desde que Bella la besara. No era de piedra y Bella, aunque también mujer, sabía que había cosas que podría conseguir. 

Hice un gesto de "bah" hacia Eileen con la mano cuando dijo lo de que mi madre estaría encantada. Lo bueno de tener una madre muggle es que no había manera de que se enterase qué hacía o dejaba de hacer en Hogwarts. 

- Zfoy el zffumum de la eddeganffia. - le contesté con el pan aún en la boca antes de dejar el plato en una mesa y "escupir" el pan al lado. - El orgullo de cualquier amante del protocolo. - terminé con una reverencia antes de sentarme.

Observé como poco a poco todo el mundo tenía sitio y por suerte los más conocidos estaban bien lejos. Me reí ante un comentario de Eileen y su respuesta de Bella, añadiendo yo mi granito de arena. Casi parecía que todo fuese normal. 

Empecé a comer mientras veía que había gente que aún seguía con los alagos y los piropos y el meterse mano disimuladamente. Qué noche más larga iba a ser, y ni siquiera era hora del baile. Me fije encontes en el hermano de Anwen y su pareja. Hmm, Stana Wilson. No pude evitar media sonrisa preguntándome cuál era la razón para formar esa pareja. Seguí la mira de Aled para por supuesto acabar en la mesa de Anwen. Aled siempre parecía vigilarla. En esos momentos el profesor Pullap se acercaba a Anwen y le entregaba algo. Devolví la mirada a Aled para estudiar su reacción ante la situación, pero debió notar mis ojos en su nuca, ya que se giró y me miró directamente. Con expresión apática, le saludé con un gesto de la cabeza sin dejar de comer.

Qué. Noche. Más. Larga.

No pude evitar reirme ante el reto de Eileen y la respuesta de Bella. Miré a Bella con una ceja alzada. Sin duda se atrevía a todo, eso ya lo había comprobado. Tal vez verla hacer eso esta noche trajese algo de (necesitad) diversión.

- Creo que si la asaltas y le metes la lengua hasta la garganta sin su permiso, no cuenta cómo ligar. - les contesté ennel mismo tono secretista mientras me permitía una sonrisa.- ¿Tienes un plan, o vas a improvisar?

- Yo me iré a casa de mis padres. En Navidades nos reunimos muchos y es divertido. ¿Qué harás, tú, Kegan?

Teagan:- Me voy a quedar aquí, en Hogwarts. Tengo muchas asignaturas que estudiar...

Beth:- Yo... me iré.- comentaba Beth, mirando al fin a la mesa de Emily y dedicándole una leve sonrisa.- No es que me apetezca especialmente pero... un cambio de aires a veces se necesita.

Bella dejó de mirar directamente a la zona de Anwen para dedicarle a Emily un gesto afirmativo que quería decir "Ya, graciosilla".

- Pero aquella vez funcionó y tú no tendrás quejas.- le dijo a la rubia en tono divertido. La verdad era que tenía pocas anécdotas con Emily, pero aquella era una de las mejores que tenía de su estancia en Hogwarts.- No. Esta vez seré menos de directa pero más discreta. ¿O es al revés? Más directa y menos discreta... eso me pega más. ¿También quieres entrar en la apuesta, Emily?

Kegan escuchó los planes del resto.

- Yo voy a ir a pasarlos con mi padre, está solo el resto del año y la verdad es que no me gusta que esté tanto tiempo solo. Le contaré todo lo que ha pasado este trimestre, hay muchas cosas nuevas que contar.

Tras lo último se rió y continuó comiendo. Aunque recordó otros temas menos divertidos que tenía que tratar con su padre, no iba a comentarlos tampoco, estaba de buen humor y pensaba disfrutar de la noche.

- Por cierto Teagan, ¿Cuándo y contra quien es nuestro próximo partido? Que este año tenemos que irnos con la copa si o si.

Se sonroja levemente con las palabras de Henry, más por lo que insinúa que por lo que pueda parecer gracias a su comentario previo.

-No he bebido nunca nada tan fuerte... así que no se si atreverme justo ahora, al principio de la noche.

Camina hacia la mesa con los otros tres.

- Yo tampoco quería el pelo tan corto pero... Se me ha ido la olla. -Digo volviéndome a arrepentir de tal corte y estrirándome las puntas hacia abajo. Ante su abrazo, la correspondo cariñosamente. Realmente me hacía falta y se lo agradezco un montón. - Por mi genial, nos sentamos junto a Yamada. A ver si así me sube la nota de pociones... -Bromeo. 

Cuando Tabatha hace la crítica constructiva sobre Henry, permanezco callada sin meterme en la conversación ni decir mi opinión. A mi me parecía bien que por una vez Henry vistiera decentemente. Aunque tenía razón, no le pegaba demasiado, nos había acostumbrado a verle demasiado ¿dejado? Le doy un beso cariñoso para que no se lo tomara a pecho, aunque sabía que no lo haría. 

Por un momento busco a Aengus entre la multitud hasta que caigo en la realidad; él no estaba y no iba a volver. Entonces es cuando aparece Max de la nada y me hace un cumplido. ¡¿MAX ME HACE UN CUMPLIDO?! No me lo podía creer. La tristeza del momento se me va y, y ,y... Bueno, me quedo con una sonrisa bastante tonta. 

- Gracias Max, estaba muy insegura de mi nuevo pelo. Pero bueno, quizás me eché una poción crece-pelo si me canso de llevarlo tan corto.- Digo, casi gritándole sin darme cuenta. - A ti también te queda bien ése cambio tan drásctico de lanzarme cumplidos.- Le digo coquetamente. 

Miro a Henry mientras vamos andando hacia la mesa, no sé si se había dado cuenta de mi reacción ante Max o no, en todo caso, esperaba que lo viera como algo normal en mi. 

Miro a Tabatha ante el comentario de mi chico. - Taby, quiero hablar contigo a solas un momento, si puedes. No hace falta que sea ahora si no quieres... - Quizás piense que es de mala educación dejar a nuestra pareja sola por unos instantes. Aunque Henry y Lucas se acompañan mutuamente. 

- Yo no beb...- Comienzo a decir cuando me propone brindar, pero me callo ¡Que diantres! Esta noche iba a beber, claro que sí ¡Por Aengus! De modo que brindo y me trago sin respirar la bebida. Acto y seguido, me vuelvo a llenar la copa. -¡Buh! Esto no esta tan malo como me pensaba. - Exclamo y abro la boca sacando la lengua. -De un trago. En serio Taby, no está tan mal... Si yo puedo tu puedes. -Intento animar a mi amiga. 

-Claro, podemos hablar ahora si quieres... si nuestras parejas nos disculpan - sonríe.

Le ha entrado curiosidad por saber qué es lo que quiere hablar con ella. Se coge de su brazo y camina con ella hacia un rincón apartado del gran comedor para hablar de lo que ella tenga que hablar. 

Andando junto a Tabatha me voy poniendo roja ¿Cómo preguntarle lo que le iba a preguntar? Al llegar al rincón, sé que es el lugar indicado y nadie nos escuchará. Me bebo la copa de un trago y me preparo. 

- A ver... No sé cómo preguntarte esto. Me da mucha vergüenza pero es que yo...- Miro al rededor, para asegurarme de que no hay nadie. - Bueno, ya has escuchado lo que ha dicho Henry...- Me pongo más roja todavía y miro al suelo.- Ya sabes que estoy muy mal por Aengus, supongo que se me nota. Y para... No sé, probar cosas nuevas he pensado que quizás sea el momento de...- No me atrevía a decírselo, me estaba yendo por las ramas. - Yo soy virgen...- Ya lo había soltado, ahora no había vuelta atrás. -Me aterra hacerlo, ¿tú lo has hecho? ¿Duele? Es que... Soy muy novata en estos temas y, ¿no es incómodo? Es decir... ¿Cómo surge el momento? - Sigo sin levantar la mirada del suelo, súper avergonzada.

-Lo siento Tabatha, pero es que no tengo a nadie a quién consultarle estas cosas, y el comentario de Henry ha hecho que me entre el pánico. - Digo subiendo un poco la mirada, apenada y tímidamente.