Partida Rol por web

Ian había pasado un poco de bienvenidas. Aunque todo el equipo de quidditch se movió al unísono, él prefirió quedar al margen. Estaba en la puerta, apoyado en la pared, mirando a Williams cuando éste le descubrió.

Le hizo una señal con la cabeza hacia la puerta. "¿Te vienes?" pareció preguntarle en silencio.

Lilian se percató, por supuesto, de la mirada de Anwen. Carraspeó ligeramente, bajó la cabeza y se apartó ligeramente de Herny. El chico pareció aún más agradecido ante la proposición de Anwen. ¡Pero qué amable y simpática! ¡Lo tenía todo!

- Estaría genial, la verdad. Creo que mi gusto no es muy bueno, pero podría mejorar.

Roy apretó más su mano en un puño, dejando los nudillos blancos. Al otro lado, Alex Rider también se presentaba interesado en la conversación de Anwen, aunque, a diferencia del Slytherin, sonreía y negaba con la cabeza. 

- Han elegido a los mejores del colegio. No sé muy bien si solo por notas o por otras aptitudes. Supongo que no solo por notas porque sino yo no estaría aquí.- sonrió- Pero siempre es un orgullo ser seleccionado. Sobretodo en mi caso.

El profesor Pullap estaba terminando de comer un aperitivo que habían puesto y se preparaba para salir. 

No se molestó en corregir a Vilma, sonriéndole y, la verdad, deseando que se fuera a otra parte. Por suerte pareció que le leyó el pensamiento. ¡Lo que hablaba!

- El placer es mío- le contestó mientras veía cómo al Hufflepuff se marchaba.

Luego se centró nuevamente en Tabatha. La miró a los ojos, exhibiendo una medio sonrisa muy atractiva.

- ¿Y a qué estamos esperando entonces? A donde vayas... te seguiré. Tú mandas.

Aengus estaba triste, muy triste. Estaba sentado - o más bien desparramado- en el banco. En otras circunstancias habría comido la segunda cena, pero no ahora. Miraba a la mesa de Slytherin, observando cómo Anwen se relacionaba tan fácilmente con el nuevo. Suspiró justo cuando Vilma le alcanzó:

- Ojalá fuera a mí a quien quisiera llevar de compras...

Su amor por Anwen Rhys siempre había sido muy decepcionante. Aunque la chica le hacía algo de caso y no parecía molesta por las escasas atenciones de Aengus cuando cogía valor, no era como a los demás. Y ahora con Henry... El Ravenclaw no estaba celoso, sino más bien triste y decepcionado.

- Quizás debería bajar de peso de una vez... quizás así... se fijara en mí...

Stana, que había estado en la fiesta como quien no está. Sin moverse de su mesa, centrada en un libro y mirando de vez en cuando a Eileen de forma tan disimulada que ésta no se dio cuenta, se levantó. Ya pronto iba a ser la hora en que quedó con la Ravenclaw.

Pasó al lado de Ian Stone que estaba apoyado en la puerta, y salió del Gran Comedor.

A diferencia de Isaac que pasaba de las bromas que Kegan le hacía, Mia quiso apartar la cabeza de la mano de Kegan y peinarse. 

- ¡Capitán!- aunque quiso peinarse bien, ya no era lo mismo. Y ella lo sabía, pero aunque fulminó con la mirada a Kegan, lo cierto es que en cuanto su mirada chocó con la de él, no pudo evitar sonreir- Yo te ayudaré.- le dijo a Adriana, que pareció agradecida.

Adriana:- Vale. Pero... ¿por qué no ahora? Tengamos un duelo por la snitch ahora. Aunque me tendréis que dejar una escoba. Con la que tengo actualmente no podría hacer nada contra ti, fijo.

Está a punto de corregir a Vilma no por maldad sino para que después nadie se ría de ella de nuevo por confundirse con los nombres. Sin que Anna y Cossette se metan con ella, está más feliz y le gusta esa parte de ella. No quiere que lo pase mal por culpa de esos pequeños despistes. Pero no le da tiempo, se va en busca de Aengus. Así que vuelve a quedarse a solas con Lucas.

-Vamos entonces - sonríe -. No puedo enseñarte todo el castillo en menos de una hora, pero puedo enseñarte los sitios bonitos.

Camina hacia la salida del gran comedor.

Miró a Emily divertida, tentada de aceptar su apuesta que finalmente declinó en favor de una mirada a Beth, esperando a ver si la chica tenía lo que había que tener: más valor que cordura. Pero al final, ninguna pareció sopesar en serio la propuesta así que sin más se acercaron a saludar a la nueva mientras Emily, como siempre, derrochaba ingenio y mostraba su gran capacidad de apabullar a los nuevos con su desconcertante sentido del humor.

- Puess un placer, yo soy Eileen - saludó en cuanto acabaron los toma y daca. Ser acogedora no era lo suyo, de hecho Eileen resultaba más agradable una vez había pasado la incomodidad inicial que caracterizaba la relación de los desconocidos -. Y no te preocupes por lo de los ronquidos, por desgracia estamos ya acostumbradas a los de Emily así que ya no dos despertamos - negó con la cabeza, fingiendo pesadumbre mientras se ponía a cubierto al lado de Williams para evitar un posible golpe por parte de su amiga -. Y no hace falta que nos des nada, ya ves, seguro que te causamos más problemas nosotras - a pesar de su tono risueño estaba casi convencida de aquella afirmación. Eileen como la paria social, Emily con sus ataques de nervios preexamenes y Beth con su seriedad habitual, eran cualquier cosa menos el trío maravilla. Fue entonces cuando miró al slytherin, aprovechando que estaban cerca -. Oye, a ver si quedamos para echar una partida que estas dos son unas aburridas y nunca se animan - señaló a Emily y Beth, meneando la cabeza, movimiento que le hizo captar la escapada de cierta persona del comedor. Su expresión pasó a mostrar una mueca de hastío por un segundo -. Bueno gente, yo me tengo que ir, nos vemos luego, mañana o en algún momento, Hogwarts no es tan grande.

Y dicho aquello se escabulló entre la multitud, saliendo del Gran Comedor.

Con las manos metidas en los bolsillos siguió a la Hufflepuff por la sala con caminar tranquilo.

Seguidos por la mirada de la mayoría de las chicas de sexto y séptimo, tanto Lucas como Tabatha salieron del Gran Comedor. 

- A ver, ¿y cuáles son esos lugares? Fijo que son mejores que los de Oceans. De eso no cabrá duda.

-La Torre de Astronomía.

Comienza a subir por las escaleras, indicándole los escalones falsos. En realidad, todo el castillo es genial porque tiene escaleras móviles que pueden parecer un laberinto si no se conoce el camino. Le va explicando un poco donde debería estar cada cosa y le enseña los cuadros de las paredes.

-Y... ¿qué has pensado cuando me has visto? - sonríe - Yo creía que serías un poco más moreno, pero eres bastante blanquito...

Ríe.

- ¿Ahora?

Exclamó Kegan, pensando en el toque de queda.

- Tenemos menos de una hora y teniendo en cuanta el tiempo que tardamos en llegar a los campos de entrenamiento, sacar la snitch y atraparla…

Se quedó pensativoa, miró a Teagan y preguntó - Tenemos escobas de más para los entrenamientos, ¿no? - miró a Adriana de nuevo - Podríamos hacerlo ahora pero, sin cambiarnos de ropa y con una cuanta atrás. Si no terminamos a tiempo, recogemos y acabamos mañana.

Cuando Eileen llegó al aula donde había quedado con Stana, la chica estaba sentada en una de las mesas de estudiante, con el libro entre sus manos y actitud aparentemente tranquila. En cuanto vio a Eileen pareció despertar de su ensimismamiento y bajó de la mesa.

- No sabía si vendrías. Gra-gracias.

Ya estamos...

Se lo pensó un poco. No sabía que había toque de queda en aquella escuela, por lo que quizás sí que iban a tener un problema si la cosa se alargaba:

- Creía que no teníais toque de queda. Mejor entonces mañana. No quiero meteros en problemas...

¿Tenían escobas de sobra? Eso es lo que le había oído decir.

Y una aquí con una antigua barredora...

Alex Rider llegó entonces hasta ellos, tendiéndole una mano a la chica de forma seductora:

Alex:- Encantado de conocerte. Soy Alex, el prefecto de la casa. No te fíes de ellos,  y menos de él.- le señaló a Max- Puedes contar conmigo para todo lo que necesites.

Estuvo escuchando atentamente cada una de las palabras de la chica. Le parecía interesante y desde luego su colegio era muy distinto a aquel. ¡Le gustaba!

- ¡Oye! Tú tampoco eres como me imaginaba.- se defendió al tiempo que iban subiendo las escaleras que daban a la torre de astronomía- Creía que serías más alta- bromeó- Pero tienes unos ojos muy bonitos.

Hizo una pequeña pausa, mientras observaba el lugar.

- Este sitio es alucinante. Me encantaría saber todos los secretos que esconde.

Bella parecía una chica simpática, incluso les había traído algo a las chicas, ya me las imaginaba en una fiesta de pijamas intercambiando regalos.

Sonreí cuando Eileen me dijo lo de echar un partida. Pues sí, las he echado de menos. Todo un verano entero sin jugar, ya tenía ganas! y era cierto, todo el verano entero en el aburrido trabajo de mi padre, que bien me hubiera venido tenerla por ahí para echar unas partiditas y despejarme un poco. Antes de que me diera tiempo decir nada más, pareció ver algo y le entraron las prisas por marcharse. Adiós, ya quedaremos para esa partida. Me despedí.

Bueno chicas, os dejo tranquilas, ya nos veremos. Sonreí y las dejé solas para que hablaran de sus cosas. 

Suspiré algo nervioso y me dirigí a la puerta.

No sabía que pensar de Stana, tras las extrañas deducciones de Emily se sentía un poco confundida. ¿Sería lesbiana? ¿Debería preguntárselo? Una parte de ella deseaba hacerlo y recibir una respuesta positiva para no sentirse tan fuera de lugar pero por otro lado le daba miedo precisamente recibir una respuesta positiva y haberse convertido en su objetivo porque empezaba a comprender lo duro que era el amor no correspondido. ¿Estaría enviándole señales ambiguas como le sucedía a ella con Emily?

Por todo aquello era que no le apetecía especialmente acudir a aquella cita y que de repente se encontraba deseando que, en verdad, tal y como había pensado, Stana fuera una Vilma dos pero sin ser tan desastrosa como la otra chica.

- Ei - musitó a modo de saludo, internamente nerviosa, antes de sentarse sobre la mesa de al lado -. Bueno, no sé por qué no iba a venir... - vale, definitivamente ahora la que actuaba raro era ella. Ya no sabía cómo comportarse con naturalidad con Stana. Intentó transmitir tranquilidad a su semblante antes de preguntar en el tono más ligero posible -. ¿Qué querías, Wilson?

¿qué estaba haciendo en la puerta, mirándome? Me había puesto nervioso, pero no quería que se diera cuenta de eso, y traté de que no se notara.

¿qué haces aquí solo? ¿no deberías estar con el resto de los leones, saludando a Adriana? Le pregunté nada más acercarme. ¿que te parecen los de Oceans?
 

A Stana se le ocurrían muchísimas razones por las que Eileen pudiera haber rechazado su ofrecimiento. Primero porque no se conocían. Segundo porque solo habían hablado dos veces y habían sido ambas un desastre. Tercero porque Stana era consciente de que era una chica que se presentaba extraña hacia los demás y Eileen era todo lo contrario. Era parlanchina y siempre estaba de buen humor. Además era una gran bruja. Casi se podría decir que Stana y Eileen eran opuestas.

Sin embargo, se limitó a encogerse de hombros.

- El otro día se me cayó un pendiente y no lo encontraba.- empezó.- Pero entonces hice accio y logré encontrarlo.- sonrió un poco.- Me acordé de ti y la verdad es que... no sabes lo agradecida que estoy... 

-Oh... siento no ser una top model.

Se queja, pero no de verdad. Aunque puede que le haya sentado un poquito mal no ser tan guapa como esperaba... bueno, tampoco esperaba nada más que una amistad, ¿no?

Llegan a las escaleras la torre y comienza a subir.

-¿Te gusta? - sonríe - ¿Cómo es tu colegio?

Esperó, con su típica actitud tranquila, a que Williams se acercara a él.

- Psé. No me interesan nada esos don perfectos.- comentó, mirando en todo momento a Williams.- Creo que van a servir solo para crear confrontaciones en clase. Aunque a Rhys parece que piensa en todo lo contrario. ¿Qué opinas tú de ellos?