Partida Rol por web

Había estado tan pendiente de ver cómo Max caía en el suelo, que no vio venir el confundus de Emily. Intentó protegerse pero era demasiado tarde. El hechizo dio de lleno en el chico que quedó agachado, desorientado, con ambas manos en la cabeza. 

El movimiento de Emily había sido bueno. Ahora Roy sería un atacante aleatorio que podría dañar a cualquiera, incluso a sí mismo.

Al ver que Anwen se deshacía con facilidad e mi hechizo supe al momento que estaba jodido. Ahora ella se centraría en mi al igual que Roy por lo que no podría defenderme de ambos.

Y de hecho la estúpida serpiente no tardó en actuar como esperaba, lanzándome un hechizo tan potente que me dejó claro que la animadversión que sentía por él era mutua. 

Intenté pararlo, pero mi protego no fue suficiente. 

De algun modo mi ataque había cogido a Kennings desprevenido. Rezé a todas las fuerzas del universo para que mi confundus le hiciese tornarse contra Will y Anwen, ya que Max había caído.

Estaba sola con las serpientes.

Tras Kennings, quien más me preocupaba era Anwen. seguramente estaba hirviendo en deseos de verngarse de mí tras las derrotas anteriores y ahora tenía refuerzos. No podía arriesgarme con esto, así que utilicé un hechizo que ya me habá funcionado anteriormente a la perfección.

- Desmaius. - dije sin dejar de moverme.

Medio tambaleante, perdiendo ligeramente el equilibrio y bastante desorientado, Roy se irguió de nuevo, varita en mano. Max ya había caído, pero él ni siquiera era consciente de quienes había a su alrededor, de por qué estaba ahí ni de quién era quien. El pánico al encontrarse en una especia de duelo le llevó a atacar a dos de las personas que había allí con fuertes desmaius. El primero fue dirigido a Will; el segundo a Emily.

Kegan se preparó varia en mano para el combate. En cuando fue dado el aviso para empezar no titubeó y ni si quiera pensó con quien empezar, decidiendo de forma aleatoria que su primer objetivo sería Vilma, pero igual que podría haber empezado por otra persona.

- ¡Expelliarmus! - gritó, a la vez que un rayo de color azul volaba a toda velocidad hacia Vilma.

-Maldita sea Roy ¿qué haces?- Pensó Anwen. Su compañero en vez de atacar a Emily había lanzado un imponente hechizo contra Max. Si lo hubiera hecho contra la Ravenclaw aquel duelo casi estaría regalado. Pero no, se había dejado llevar y encima no se había protegido bien del hechizo. Aturdida ante todo esto, Anweb apenas tuvo tienpo de reaccionar al ataque contra ella. Consiguió protegerse decentemente pero ya se veía venir que no sería suficiente. Lo último que pude hacer fue intentar esquivarlo mientras pensaba en la maldita Emily y en lo idiota que había sido Roy.

La cosa comenza y ella no tiene una estrategia en concreto. Pero tiene que buscar un sitio en el que parapetarse. Los duelos no solo se basan en los conjuros, ¿no? Se puede usar el escenario en el que se desarrolla. Se decide por parapetarse tras una de las paredes, pero no sin antes lanzar un hechizo protector a Vilma. -¡Protego!

Demasiado imprevisto como para poder reaccionar a tiempo. Williams fue otro de los que cayeron. Tres menos. La cosa estaba ya entre Emily y el desorientado Roy. 

Kennigns se agachó confuso y pedí a todas las fuerzas del universo que el chico atacase al resto o hiciese cualquier cosa que no implicase atacarme a mí. Vi por el rabillo del ojo cómo Anwen casi detiene mi conjuro. Casi. Al final el desmaius le golpeó y , para variar, cayó con elegancia al suelo. Yo seguramante caería despatarrada y con la boca abierta.

Iba a sonreir cuéndo noté un un ataque en mi dirección. Kennings parecía estar atacando a todo lo que se movía. Afiancé mis pies jsuto a tiempo para parar y detener el hechizo. Sin embargo Will no tuvo tanta suerte. 

"Lo siento Will, tú o yo..."

Ahora, contra todo pronóstico, sólo quedaba un confuso Roy Kennings en pie y yo misma. No podía perder el tiempo. Debía dejarle fuera de combate antes de que se percatase que debía defenderse. Técnicamente ya había ganado el duelo, ya que Kennigns no era consciente de él y por lo tanto estaba incapacitado para continuar, pero más valía prevenir que curar. Además, si no lo hacùia probablemente continuase atacándome sin parar.

- Desmaius. - dije con decisión apuntando al último contrincante en pie.

El confundus estaba actuando demasiado en desventaja para el Slytherin. Aunque estaba comenzando a enfocar mejor y a darse cuenta de en qué lugar se encontraba y por qué aquella rubia le apuntaba con la varita, Emily le incapacitó del todo antes de poder volver en sí.

Cuando realizó el protego ya era demasiado tarde. El desmaius chocó fuertemente contra su cuerpo y le hizo caer al suelo con violencia.

¡Emily había ganado aquella dura prueba!

Cuando Kennigns cayó al suelo miré a mi alrededor, incapaz de creerme que era la última persona en pie. Había ganado. 

Había ganado!

Sentí el orgullo en el estómago, una sensación que pocas veces experimentaba. Normalmente sólo lo sentía cuando mi padre (o Sean, alguna vez mi madre) me felicitaban por algo y decían que estaban orgullosos de mí. Pero esa vez vená de mí misma, sin el reconocimiento de nadie. Y era una sensaci´n agradable. 

"Has acabado con Kennings, Anwen y Will tú sola, estando además ellos aliados. Normal que estés jodidamente orgullosa, Emily."

Miré a Sean al otro lado del campo y no pude evitar sonreír. Lo había conseguido!

Miré de nuevo a mi alrededor. Todos estaban incoscientes... Podía celebrarlo, un poquito al menos. Me acerqué a Sean acelerando a cada paso e incluso dando algun brinco, para rodear su cuello cuándo llegué a su lado y besarle unos segundos. Me separé entonces y me encogí de hombros.

- Al final voy a tener madera de Auror y todo.

Había estado muy atento al combate. La verdad es que no se lo había puesto fácil a Emily. Tres Slytherin. Dos de ellos bastante buenos, y solo un Gryffindor como posible aliado. Y aún así, la chica se había defendido de un total de tres ataques. Había sido la más atacada y sin embargo había actuado con cabeza y habilidad. ¡Había quedado en pie! 

No pudo evitar sonreír a la chica ante su saludo, desde lo lejos, y asentir dos veces. Estaba muy contento y orgulloso de ella. La vio entonces acercarse, feliz y tan emocionada que fue acelerando el paso. Esperó a que llegara a él y le rodeó la cintura con sus brazos, alzándola unos centímetros por encima del suelo mientras se besaban. 

Sonrió, achicando un poco los ojos, ante su comentario. 

- Y de las buenas.- le contestó. Se alegraba de ver a Emily de nuevo sonreir. ¿Eso significaba que ya no estaba enfadada con él por lo sucedido horas antes?- cincuenta puntos para Ravenclaw- empezó a enumerar- un diez en DCAO- la aproximó más hacia él, de manera que sus cuerpos se pegaron- Y dos premios que tendrás que recoger en mi habitación.- Acercó su cara, pero no la besó en los labios, sino que fue directo a su cuello.- Aunque uno de ellos es también para mí.

Debía admitir que verla en acción le había proporcionado diferentes sensaciones. Todas ellas muy buenas. Alguna más controlable que otra.

La parte más precavida de mi mente temía que se despertasen, o que algun alumno (o profesor) apareciese de repente mientras Sean y yo disfrutábamos de un poco de intimidad junto a mi victoria. Pero era una parte muy pequeña y tanto La Voz cómo yo la ignoramos. No era el momento.

No pude evitar reirme al notas sus labios en mi cuello, que lanzaba una corriente mezcla de cosquillas con erotismo por todo mi cuerpo. Me incliné un poco hacia atrás, pegando si cabía aún más mi cuerpo al suyo y empezando a subir mis dedos por su pelo desordenado. El magnetismo de Sean era irresistible.

- Dos regalos? - dije enarcando una ceja. Uno lo tenía bastante claro dado su segundo comentario, pero el otro no podía imaginármelo. Miré a Sean cerrando un poco los ojos y ladenado la cabeza. - Debería asustarme?