Partida Rol por web

Le mira como si hubiese hecho lo peor del mundo. Le detiene y le da un abrazo... es lo único que le ha venido a la cabeza hacer. No quería hacerle recordar esas cosas tristes.

-Lo siento... ¿me perdonas? No lo sabía.

Le abraza aun más fuerte.

-Nunca volverás a estar solo... nunca.

Es una promesa y ella es de las que cumple sus promesas.

Seguí a Sean hasta la habitación tras quitarme el abrigo, guantes y zapatos. Le observé tumbarse agotado y no pude evitar sonreir con ternura. Me quité el jersey y me tumbé a su lado.

- Oh vaaaaamos - le dije sin poder evitar reirme - ha sido divertido. Pero no te preocupes, no está en mis planes perder la figura tan pronto. Primero el anillo. - bromeé levantando la mano y agitando los dedos. 

Yo también estaba cansada, pero Sean había tenido que preparar mucho más. Alcé la vista para mirarle y me incorporé segundos después.

- Quitate el jerey y la camisa, y date la vuelta. Te mereces un masaje de la futura señora Smith, mañana vas a tener que ayudar con el jardín al señor Tower.

- A sus órdenes.

La verdad es que no había visto aquella película nunca, por lo que le pasó las palomitas, se acomodó mejor y miró a la pantalla. No obstante, quizás la concentración duró menos de lo esperado. Ya llevaba varios días pensando en lo extraño que era irse a dormir y sonreír al pensar en la chica que dormía unos pisos más arriba. O quedarse como hipnotizada por sus ojos. O simplemente intrigarle el no saber por dónde iba a salir en casa situación. Pero ahora, luchando contra la incomodida do el nerviosismo, miraba, quizás con demasiada intensidad la televisión pero sin prestar atención. 

De pronto, cuando fue a coger una palomita, se encontró que había sujetado la mano de Eileen dentro del bol. Miró primero al bol, confundida por aquel tacto, hasta que se percató de lo que había hecho. Miró a Eileen, algo tensa.

- Lo siento.- se limitó a decir.

¡Mierda! ¡Mierda! ¿Y si ahora cree que lo he hecho de verdad? Empezará a gritarme como una loca o a decir que estoy flipada o me tirará su tarántula a la cabeza. 

La verdad era que ella tampoco había visto la película antes pero no estaba mal. Seguramente se estaría riendo a carcajadas si no fuera por la extraña tensión que emanaba de Zoey. Empezaba a pensar que o bien no le hacía ni puñetera gracia o le daba miedo, cosa que no comprendía porque bueno, no lo daba y además era imposible que alguien que acostumbraba a pasar algunas noches sola con licántropos tuviera miedo de eso.

Así que sin darse cuenta ella misma fue sintiéndose cada vez más incómoda, sintiendo que estaba aburriendo a Zoey quien, por compromiso, no decía nada. Pero claro, si sacaba el tema a colación quizás sería evidente que estaba demasiado pendiente a sus reacciones.

Pero cuando le dio la mano sólo pudo que desear que Zoey no estuviera demasiado pendiente de las suyas porque inevitablemente se ruborizó y no porque darle la mano a alguien fuera algo tan especial sino porque bueno, había sido inesperado y por un momento casi había llegado a pensar que lo había hecho adrede. Y claro, si lo había hecho adrede sólo podía significar que...Pero no. No significaba nada.

- No pasa nada. Eh...ei... - estaba a punto de soltar la frase "¿qué calor hace aquí, no?", para dar una explicación a su rubor pero como eso sólo habría llamado más la atención sobre el mismo decidió ir a por el tema inicial -. Que ya sé que te dije que no te quejaras pero que si no te gusta la peli podemos poner otra, que me da igual. Que no me voy a enfadar ni nada por el estilo, pero prefiero que nos lo pasemos bien las dos.

¿Estaba la calefacción demasiado alta? Quizás era eso. Eileen tenía las mejillas algo coloradas. Iba a usar la excusa de la calefacción para levantarse y alejarse con el fin de recuperar su habitual compostura, cuando Eileen comentó sobre si se aburría. Entonces pensó que irse en esos momentos sería igual a esquivar la pregunta y eso equivaldría a darle una sensación equivocada y probablemente hacerla sentir mal.

- ¡No! La peli está genial- hablar sobre la película era fácil. No se estaba enterando muy bien de la trama, pero bueno- Solo estoy algo despistada. Es curioso porque no suele ocurrirme a menudo. Pero... la peli está genial. - Genial. Creo que hablo más de la cuenta a veces- ¿No te lo estás pasando bien tú? ¿Quieres ver otra película o hacer otra cosa? ¿Tienes calor? ¿Apago la calefacción?

Pero nada, las manos seguían unidas dentro del bol de palomitas. Con tanta atención a la conversación y a la otra chica, no se había percatado de que quizás lo apropiado sería apartar la mano.

Tenía un diminuto corte en la mano que empezaba a escocerle a causa de la sal pero Zoey seguía sujetándosela y ella no estaba por la labor de apartar la mano, porque la molestia quedaba atenuada por los latidos acelerados de su corazón. Vale y sí... Espera, estaba imaginando cosas. No. No las estaba imaginando. Pero uf, cada vez tenía más calor y Zoey era muy guapa y le estaba sujetando la mano. ¿Por qué narices relacionaba esos dos conceptos? Bueno, quizás porque para Eileen lo estaban.

Y entonces dijo que la película estaba bien. Pero no se reía. Sólo estaba rara y no le soltaba la mano. Le ofreció cambiar de película y no le soltaba la mano. Sugirió apagar la calefacción. ¿Por qué narices no le soltaba la mano? Se estaba empezando a poner muy nerviosa. Y cuando Eileen se ponía nerviosa el cerebro no el debía regar bien porque tendía a cometer errores estúpidos de los que se arrepentía.

- Eh...sí...sí hay algo... - dijo a media voz, mirando a Zoey. No. Para. Idiota. No. Ni se te ocurra -. ¿Te...te acuerdas que te dije que sólo las mejores partes de mí eran Ravenclaw? - No. Es. El. Momento. No. Ni ahora ni nunca. No. Que no. ¿Por qué su cerebro nunca escuchaba la parte latente de su conciencia? -. Bueno. Es verdad. Las partes más idiotas de mí no se cansan de cometer errores - ah, perfecto. Aquella frase no era una buena introducción para nada pero a Eileen le bastó porque tras aquellas palabras eliminó la distancia que la separaba de Zoey y le dio un beso. Un beso con sabor a sal y a mantequilla que duró apenas un segundo hasta que se separó de ella, con la mirada gacha, incapaz de mirarla a los ojos. Nunca aprendía. No quería escuchar sus palabras de rechazo -. Eh...

Estaba en blanco. Ya ni las buenas excusas para una huida rápida acudían en su ayuda. Qué triste.

-Es una buena forma de estar en forma. -le dije sin dejar de sonreír. Al menos parecía agradable, algo bueno tenía que tener la encerrona esta. 

-Así que Beauxbatons... ¿es bonito aquello? Nosotros este año tenemos unos chicos del colegio de Magia y Hechicería Wizards Ocean. Es un programa de intercambio: unos chicos de 5º van para allí y unos de 7º se viene para aquí. Australia tiene que molar... -me quedé en silencio unos segundos, imaginándome entre canguros y koalas haciendo el idiota. -...la verdad es que creo que también haré un viaje cuando acabe el colegio...

Tras varios intentos, y quien dice varios intentos dice probar en todos los conejos, logra encontrar a quien vivía en esa casa. Algo sorprendido por su forma de hablar, le saludó.

- Buenos días, me llamo Kegan y estoy buscando al señor Parker, que vive en esta casa - señaló a la casa - por lo que imagino que es usted. - tras eso, contestó a lo que le había dicho antes - en mi defensa diré que usted ha esperado a que se lo lanzase a todos los conejos antes…

Bueno, había sido más fácil de lo esperado encontrarlo, a ver qué tal se daba el hablar con él.

Y Eileen comenzaba de nuevo a hablar raro. Ahora resultaba que no quería ver la película. Decía que había algo mejor o distinto que quería hacer. Por un momento Zoey pensó que se trataría de ver otra peli, de dar una vuelta, de cocinar algo, de charlar simplemente o cosas así. Hasta que empezó con la parte realmente rara e impredecible sobre ella. No entendía nada. Estaba confundida y solo Eileen era capaz de intrigarla y mantenerla en un agónico suspense en el que no sabía si reír, tensar los músculos de la cara, sonreír o simplemente permanecer impasible.

Y de pronto, cuando se estaba preguntando de qué errores estaba hablando, observó, quieta, cómo Eileen acortaba la distancia que las unía y la besaba. Fue un corto beso en los labios y una gran explosión de sensaciones para el resto del cuerpo de Zoey. Su corazón dio un vuelco, comenzando a latir con más intensidad, un cosquilleo recorrió su cuerpo desde el estómago hasta el pecho con intensidad y rapidez, se quedó muda y sin aliento; incapaz de decir nada o terminar la frase que Eileen muy torpemente había comenzado una vez se separó de ella. Observó durante un segundo a Eileen, allí quieta, evitando mirarla directamente. Y mientras, ella sentía la humedad en sus labios.

Lo supo. En aquel entonces, intentar negar lo innegable o simplemente hacer como que no se enteraba de lo que le estaba ocurriendo resultaba una chorrada enorme. Le gustaba Eileen. Le atraía e intrigaba en todos los sentidos. La atmósfera era entre tensa e incómoda. Quizás porque seguían sujetándose la mano en el bol de palomitas y porque aquella chica había hecho lo más imprevisto que podía haber imaginado la rubia. Pero todo eso fueron sensaciones de un par de segundos acompañados por aquel tan significativo "eh". Eileen también debía de haberse quedado en blanco. Y eso. ¡Eso hacía feliz a Zoey!

No pudo evitarlo y entonces, con tranquilidad, se acercó más a la chica, apartó - por fin- la mano de la Ravenclaw para posarla en su barbilla, atrayendo de nuevo la atención de Eileen sobre ella. Y entonces, entonces pasó la mirada de sus ojos a sus labios, se humedeció los suyos propios y acortó nuevamente la pequeña distancia que las separaba, besándola en los labios con la seguridad de que era lo que quería y necesitaba.

El señor se subió mejor los pantalones del chandal que llevaba, sin dejar de mirar a Kegan. Era obvio que estaba escondiéndose de algo y era obvio que él era ese Parker que el chaval estaba buscando. ¿Pero por qué estaba buscando un chaval? Le observó. Parecía normal y corriente. Además, si hubiera querido matarle había tenido una gran ocasión antes. 

- Ese soy yo. ¿Por qué me buscas?- le preguntó con suspicacia.

El silencio se prolongaba mientras su cerebro se negaba a trabajar en una explicación inteligente. Inteligente. Porque de absurdas se le habían ocurrido unas cuantas. "¡Pero si yo había visto muérdago! ¿Dónde se habrá metido?", "Era para ver si me estabas prestando atención", "Sólo era una broma", "Me recuerdas a una amiga y quería saber si sabías igual" - aquella era la peor con diferencia -, "En realidad soy un tío usando multijugos". Nada. Y lo peor es que estaba allí, incapaz de moverse, mirando con los ojos muy abiertos sus rodillas con cara de "Oh Dios mío, qué he hecho".

Aquello era insalvable. Es decir, ella había dicho que había algo que le apetecía hacer y había besado a Zoey, ya no había excusas que pudieran mejorar la situación. Quizás aceptara una disculpa. Tal vez si le dijera que se había dejado llevar y que la perdonara, podrían volver a la relación cordial que supuestamente deberían tener. Claro que si ahora Zoey decidía que quería hacerle la biopsia a aquel beso y analizar sus motivos con detalle, pues iba a hundirse en la miseria.

Pero cuando colocó la mano bajo su barbilla para obligarla a mirarla ni siquiera pudo articular el socorrido "Eh...". Estaba en blanco. Totalmente. Si es que con Emily había sido casi mejor, ambas habían bromeado y se habían separado de forma traumática pero por lo menos no había ido a peor. Claro que viendo cómo iban las cosas últimamente pues no podía decir que hubiera sido lo adecuado.

Estaba tan en blanco que ni siquiera vio a venir el beso. Durante unos largos y absurdos dos segundos, Eileen permaneció quieta, sintiendo los labios de Zoey sobre los suyos antes de reaccionar y corresponder el beso con duda al principio y con más pasión después. Mucha más pasión.

Sin darse cuenta, las palomitas acabaron tiradas por el suelo y ella luchando por quitarse la sudadera por el calor, para lo que tuvo que separarse, dándose cuenta de lo que estaba sucediendo. Momento que aprovechó para hacer una muestra de elocuencia e inteligencia al más estilo ravenclaw.

- Pues pensaba que no eras lesbiana, que sorpresa.

Aunque no me gustaba jugar al baseball ni a ningún otro deporte, tenía que reconocer que ver a toda aquella familia disfrutando todos juntos y divirtiéndose como lo hacían, me alegraba y animaba, contagiado por todos ellos, de ese momento tan especial y tan familiar. La última vez que había jugado con mi padre a algo, había sido nunca.

Me había tocado en un equipo diferente al de Ian, y cada vez que bateaba o hacía algo, le picaba, y aunque no conseguía distraerle, me divertía hacerlo.

Me tocaba batear y la victoria dependía de mí, estaba algo tenso, y ahora podía entender un poco mejor cómo se sentía Ian en los partidos. Pero tenía que ganarle! Venga will, tú puedes!

Me concentré y miré la bola. Si, iba bien, estaba preparado, le iba a dar, estaba seguro y…..aaaah! venga! Casi! la había rozado, estaba seguro de que la había rozado!

strike one

Que mal Ian, aprovechándote de que no sé jugar. Negué con la cabeza.

Las lágrimas me caen con lo que me dice. 

- No, a Azkaban no... Si tu eres bueno. Solo te han tratado mal ¡Es culpa de ellos no tuya! Anwen las va a pagar... Si no fuera por ella...- Apreto los puños enrabiada. - No voy a unirme a ellos, Aen. Pero sí que voy a vengarme de alguna manera aunque sea inocente. Ya verás, te lo prometo. Y... Seré muy pesada yéndote a visitar a Azkaban ¡Me haré voluntaria de lo que sea ahí! Me convertiré en dementor si hace falta.-

Tras pensarlo unos segundos decidió decirle la verdad, hasta ahora le había ido bien y aunque sabía que quizá se estaba metiendo en algo peligroso, sabía que era con Richard Parker con quien tenía que hablar y el hecho de que estuviese escondido le hizo pensar que era cierto que él era Richard Parker.

Se acercó y le entregó la foto de su madre y la nota con la dirección que venía junto al sobre, ambas cosas aún dentro del sobre.

- Desde hace tiempo busco a la persona de la fotografía, es mi madre y quiero encontrarla. Esta mañana he encontrado esto entre mi correspondencia y, a pesar de que creo que me estoy metiendo en algo bastante peliagudo, necesito respuestas y según el escritor anónimo de esta carta, usted parece que puede tener alguna.

¡Vaya! La situación había cambiado completamente de rumbo. Lo que antes era tensión, incomodidad y a saberse cuantas cosas más, se había transformado en un entorno íntimo, nuevo y apasionado. Eileen continuó el beso, sorprendiendo aún más a Zoey con el hecho de que estuviera siendo tan apasionada. Aunque lo cierto es que Zoey sentía las mismas ganas indescriptibles de continuar besando a Eileen. Ahora sí que hacía calor y su corazón latía con muchísima fuerza. Su estómago y su pecho no paraban de cosquillear.

Hasta que Eileen se separó e hizo aquel comentario tan elocuente. Aún un poco jadeante por toda la mezcla de sensaciones y acciones, y mucho más relajada en el ámbito de los posibles malentendidos, se atrevió a mirar a la chica a los ojos y sonreir una vez más al tiempo que contestaba:

- Lo mismo digo sobre ti.- le respondió.- Aunque debo decir que me alegro de que sea así.- admitió. Su mirada pasó sin querer nuevamente a los labios de Eileen. Quería continuar besándola, pero quizás ella no quisiera. ¿Y por qué no iba a querer? ¡¿Acaso no me ha besado ella primero?!- Tenías razón.- le dijo entonces, divertida, aún con la sensación del tacto de Eileen en su piel y en sus labios- Esto es mucho mejor que la película.

Bajo ese nuevo prisma Zoey ya no le parecía tan mayor, era sólo otra chica que parecía tener los mismos problemas de radar que ella. No todas podían ser como Bella, quien parecía detectar lesbianas por el aura o algo así. Aunque quizás, se dijo, lo que las había atraído mutuamente era que inconscientemente ambas lo sabían. Era una teoría preciosa que no pensaba compartir con Zoey.

Y como era mucho más normal en aquellos casos hacer cualquier cosa menos tener conversaciones profundas sobre la posible captación de hormonas por el órgano vomeronasal, acabó por echarse a reír, aliviada y divertida por las palabras de Zoey, acabando por estirarse en el sofá y tirando de la chica para que se estirara también, quedando la una frente a la otra mientras la sonrisa seguía bailando en sus labios y en su mirada.

- Claro que lo es - la película seguía puesta de fondo y aunque los zombies seguían gruñendo ni siquiera le importaba, de espaldas como estaba a la televisión -. Y tú estás más buena que las palomitas - absurdo. Que frase más absurda. Pero en lugar de morirse de vergüenza amplió la sonrisa, aunque eso sí, sintiéndose un poco idiota -. Te juro que puedo pensar en algo mejor, pero ahora mismo creo que prefiero seguir besándote a intentar ser ingeniosa.

Dicho lo cuál, volvió a juntar los labios con los de la chica. No tenía ninguna intención de ir a más, en realidad sencillamente le apetecía besarla y no parar de hacerlo, le parecía lo suficiente buena. Porque por primera vez se estaba besando con alguien. No la estaban besando a traición ni tampoco lo hacía ella. Era algo demasiado bueno y quería disfrutarlo.

Se dejó llevar, echándose con la espalda pegada al respaldo del sofá, muy cerca de Eileen, admirando sus facciones y su sonrisa. Parecía mucho más relajada. Incluso se atrevería a decir que feliz.

Divertida por la ocurrencia nueva de Eileen, no pudo evitar reir divertida. Una risa bajita y cantarina que denotaba diversión por las palabras de la chica. La película continuaba a espaldas de la morena, pero poco importaba. Zoey estaba tan concentrada en su momento con Eileen que ni escuchaba los ruidos de los zombies. Aún sonriendo, dejó que fuera Eileen quien se acercara nuevamente. Puso una mano en su cintura, mientras continuaba concentrada en los besos con Eileen comprobando que era adictiva. Estuvieron así varios minutos, hasta que esta vez fue Zoey la que se separó:

- Déjame ver si yo lo hago mejor.- se refería a hacer algún comentario ingenioso también- Me congelas cada vez que te miro a los ojos.- y era cierto. Incluso en la penumbra en que se encontraban, los ojos eléctricos y azules de Eileen tenían ese poder. Pero sonrió también.- Vale. Espera, déjame intentarlo de nuevo.- cerró los ojos, intentando concentrarse. Al cerrar los ojos solo pudo ver los deseos que tenía en esos momentos. Continuar besándola y estar así, tranquilas dentro de lo que cabía, felices, disfrutando del momento. Abrió los ojos y al final lo que salió fueron sus deseos:- Besas realmente bien. 

Apretó un poco la mano que tenía en su cintura y volvió a besarla. 

Sonrió divertido ante las ocurrencias de Emily. Al final acabaría arruinándose con aquel pedazo de anillo que insistía en tener. Entrelazó su mano con la de ella para bajarla y la miró a los ojos. No pudo evitar que el pensamiento de que la chica era realmente preciosa le asaltara. 

Y entonces el ofreció un masaje. La miró unos segundos más, ahogando una sonrisa lo mejor posible antes de incorporarse y quitarse, obediente, el jersey y la camiseta. Después se echó boca abajo, marcando su perfecto, atractivo y musculoso cuerpo.

- No sé yo cuánto tiempo seré capaz de estar boca abajo teniéndote a ti encima...- bromeó.

Era agradable ser comprendido y querido. Aquella visita no había hecho más que incrementar el cariño que Aengus tenía por Vilma. La miró con verdadera ternura, aguantando como podía las lágrimas en sus ojos. 

- Eres la mejor, Vilma. 

Lamentaba haberse tenido que ir de Hogwarts solo por ella. Pero tenía la seguridad de que a Vilma le iría bien a partir de entonces. Él solo quería hacer su vida mejor. La de él y la de su mejor amiga. 

El hombre cogió la fotografía, identificando al momento a Jane. Entonces pasó de ella a Kegan, examinándolo con detenimiento al tiempo que escuchaba sus palabras.

- Así que tú eres su hijo, ¿eh? Ella hablaba mucho de ti.- le devolvió la fotografía.- Tu madre vivió durante un tiempo aquí, conmigo. No te confundas, era parte de su trabajo. Yo era amigo de su tío.- se rascó el cuello sin disimulo.- Pero se fue hace bastante tiempo. Seguía a un tipo. Se rumoreaba que era muy peligroso.- entrecerró los ojos entonces, suspicaz- Ella dijo que se fue para protegerte. ¿No te estás metiendo en un lío?