Partida Rol por web

Noelle había montado junto Donnie y Sandy en el tercer vagón el expreso a Hogwarts. Habían tenido suerte y pudieron encontrar un departamento totalmente vacío. No esperaban poder disfrutar ellos tres solos de aquel espacio, ya que este año los dos primeros vagones estaban reservados y ningún alumno podía entrar en ellos. 

Alexander era el primer año que acudía a Hogwarts. Su tutor le había dicho ya que tendría que pasar la ceremonia del sombrero seleccionador y que sería la primera en hacerlo que no fuera a ingresar en primero. No tuvo en cualquier caso mayores problemas en encontrar el anden y enseguida un sitio en uno de los departamentos del tercer vagón. Allí estaban tres estudiantes de Hufflepuff hablando amigablemente; y cuando apareció no tuvieron problemas en que se sentara con ellos.

Preguntaron por el curso en el que estaba la sorpresa de los tres fue mayúscula; quizá comenzaron una serie de batería de preguntas acerca de la especial situación de la nueva estudiante de tercero...

El viaje estaba transcurriendo con bastante tranquilidad. Por las ventanas del tren se podía apreciar un hermoso día. El sol brillaba y reflejos plateados salían despedidos hacia los árboles que rodeaban el lago sobre el que tren pasaba en aquellos momentos.

Fue cuando terminaron de atravesar el lago y se adentraron una zona boscosa cuando todo comenzó. La oscuridad del bosque no debía ser tan intensa de ninguna manera. Una gran nube negra había rodeado el tren por completo y mirando por la ventana casi no se podía apreciar ni los árboles más cercanos. Se escucharon golpes en el techo. Gritos en el exterior y en el interior. El tren se tambaleó durante unos segundos dando la impresión de que descarrilaría en la siguiente embestida. El departamento se tornó totalmente oscuro. No se podía ni ver el rostro del de enfrente cuando un golpe seco resonó a vuestro alrededor.

— Ayuda... —

Cuando todo volvió a la normalidad ya habían salido del bosque. En el exterior la oscuridad había desaparecido. En el interior un joven chico había aparecido. Miraba a los cuatro estudiantes perdido, asustado.

— Ayudadme por favor. Tengo que esconderme... —

Después del ajetreo de la mañana por llegar con el tiempo suficiente a Londres y asegurarle a su hijo la completa experiencia de tomar el Expreso de Hogwarts por primera vez, fue todo un alivio dar con un rostro conocido al buscar un lugar libre. Noelle le había mencionado a sus amigos Donnie y Sandy en sus cartas, así que los identifico con facilidad pudiendo ponerles caras al fin.

No se sorprendió cuando los dos Hufflepuff se emocionaron tanto como su amiga al saber que llegaba nueva a Hogwarts, siguiéndole una interminable lista de preguntas que provocaban otras nuevas, entonces la oscuridad.

-eeh...chicos ¿esto es normal? - dijo con ligera inquietud percibiendo que aquella nube no era precisamente normal

Cuando los gritos comenzaron estuvo a punto de dar un grito, en lugar de eso dio un salto sacando su varita «¿y que vas a hacer tío listo?» Se amonesto a si mismo tratando de recordar las lecciones y consejos de Vane para esas situaciones ambiguas en las que no sabias si corrías peligro o no. La sacudida le hizo estar perder el equilibrio quedando sentado de nuevo junto a quien creía era Noelle o Sandy, no estaba seguro. Luego todo paso y al ver al chico reacciono como un resorte poniéndose de pie.

-¿en encuentras bien? - le dijo invitando a que entrara junto a ellos - ¿lo conocéis? - lanzó la pregunta a los Hufflepuff mirando a un lado y a otro del pasilllo a ver si todo estaba bien antes de entrar y cerrar la puerta - ¿de que tienes que esconderte? ¿sabes que ha sucedido?

¿había llegado a mencionar que Vane también era excelente contando historias de los horrores de sus dias como Auror?

Poder reunirse con sus amigos una vez más había sacado una gran sonrisa a Noe, empezarían su tercer año, lo que significaba nuevas materias para escoger y muchas más cosas que explorar. Además de eso, Alexander, con quien había pasado gran parte de sus vacaciones de verano, se uniría también.

La Hufflepuff no tardó en hacerle señas al reconocerlo cuando lo vio buscando un compartimento vacío, y lo presentó ante sus amigos. El viaje comenzaba y quería ver en el rostro de su amigo toda la grandiosa experiencia que era viajar por primera vez en el Expreso. Sin embargo, algo inesperado ocurrió. Negó con la cabeza ante la pregunta de Alexander, antes de que todo el tren pareciera temblar, movido por algo.

Cuando hubo pasado, miró al chico que había aparecido entre ellos. Alex había hecho las preguntas pertinentes, al tiempo que Noelle saltaba sobre su asiento y buscaba su maleta para buscar su capa y parte de su uniforme para ayudar a esconder al chico recién llegado, esperando a que respondiera.

El muchacho miraba con cierto temor a los cuatro. Y cuando Alexander preguntó no tardó en responder.

— Soy Fineas Filtre. Es... es mi primer año en el colegio — Parecía nervioso y miraba hacia la puerta de entrada del departamento.

— No. Todo se volvió oscuro y alguien quería cogerme. Salí corriendo y entré en el primer sitio que vi. Por favor, tenéis que ayudarme... Puedo... ¿Puedo quedarme? —

Donnie y Sandy miraban entre absortos e incrédulos. Nunca había pasado nada así en el tren a Hogwarts. 

-¡Por supuesto!- Dijo la Hufflepuff, dejando su capa en el asiento aparte y animando al chico a sentarse a su lado. -Soy Noelle. Ellos son mis amigos Alexander, Donnie, y Sandy.- Los señaló mientras los presentaba. -¿Estabas solo en tu compartimento? ¿Tienes hermanos mayores en Hogwarts?- Le preguntó, intentando calmarlo a la vez que ella misma trataba de mantener la calma luego de lo ocurrido.

Alexander decidió quedarse junto a la puerta, cerrando por dentro, dejando espacio al chico para que respondiera a las preguntas de Noelle.

-No hay nada de que asustarse – dijo no con gran convicción dando un vistazo al pasillo a través de la cristalera – seguro que ha sido una broma pesada de algún gracioso de los mayores que se les ha ido de las manos – sonrió algo mas seguro de si mismo, tal vez autoconvenciendose que así era en realidad - ¿viajan profesores en el tren? - lanzó la pregunta a sus compañeros pues no él no tenía idea alguna

Estaba inquieto, estaba claro que un tren cargado de magos y brujas podía pasar de todo. En las horas que llevaban en el tren había visto pasar volando por el pasillo aviones de papel que estallaban al chocar con las paredes, un par de chicos de Raveclaw persiguiendo una rana de chocolate y seguro que alguna cosa más que se había perdido al contemplar el paisaje junto a los tres Hufflepuf.

Que además Noelle le hubiera afirmado que lo ocurrido no era normal, hacía que fuera todo mucho más sospechoso. Ojala y fuera todo una broma.

-será mejor que nos quedamos aquí por ahora...algún prefecto aparecerá en breves para decirnos que todo esta bien ¿no? - se decidió a tomar asiento de nuevo junto a Sandy – oye...¿quien es el prefecto de vuestra casa?

Mientras esperaba la respuesta del chico de primero, Noelle miró hacia Alexander. -Hm, no sé quienes sean los prefectos de quinto de este año. De sexto serían Moira y Samuel Heiks, son mellizos, seguro te agradan. Y de septimo, Abraham Barrington y Lauren Clopin. Abraham es nuestro capitán de Quidditch también.- Dijo con cierto tono de orgullo.

— Así es — Dijo en referencia a si estaba solo en su compartimento. — No, soy el hermano mayor. Este es mi primer año en Hogwarts —

Las puertas del departamento se abrieron de repente y apareció el profesor Maehorn Gaelos; profesor de pociones..

— ¿Os encontráis todos bien? — Dijo con voz apurada y sin llegar a entrar. En cuanto todos asintieron cerró y continuó su camino.

— ¿Qué está pasando? — Preguntó Fineas.

Apenas se encontraba asintiendo a la respuesta de Flitre, tras escuchar la respuesta de su amiga tomando nota de los nombres de los prefectos, cuando un profesor irrumpió en el departamento para irse con la misma presteza.

-no tengo ni idea pero voy a averiguarlo – declaro con gran convicción

Determinado a seguir al profesor Alexander abrió la puerta de departamento, asomando la cabeza con las manos apoyadas a cada lado de la puerta y busco rastro del profesor antes de tomar una dirección. «Bueno...Gandalf...Mordor ¿izquiera o derecha?» Se mofó de si mismo según salia escogiendo dirección.

Noelle se limitó a asentir cuando el profesor se asomó, y de forma protectora le pasó el brazo por los hombros a Fineas, intentando calmarlo. Vio a Alexander levantarse y se mordió el labio, dudosa.

Tuvo una idea. -Fin, ¿recuerdas en qué compartimento estabas?- Preguntó. Quizás aquello que había intentado agarrarlo se encontraba aún dentro de ese compartimento.

Alexander salió y no dudó en correr detrás del profesor, que parecía haber terminado de revisar los departamentos de aquel vagón y proseguía hacia el siguiente.

Fineas se quedó mirando a Noelle ante su pregunta. Algo dubitativo asintió. 

— Si... si. Estaba un par de departamentos más adelante en este mismo vagón. Pero... pero no quiero ir. No tenemos que ir. ¿Verdad? — 

Noe sonrió al chico. -No, no tenemos que ir. Pero, hm...- Miró a sus dos compañeros. -Sandy, ¿te quedarías aquí con Fineas y le cuentas sobre cómo es el banquete de bienvenida? Seguro que le gustará. Donnie y yo iremos a ayudar a Alex.- Miró significativamente a Donnie, y se levantó del asiento, asomándose un momento para ver en el pasillo.

Alexander salio del departamento que compartía con los tres Hufflepuff y el chico nuevo, aunque el era también el chico nuevo – que cosas-, dispuesto a seguir al profesor de quien solo pudo ver la capa ondeante desaparecer en dirección al siguiente vagón. Pero no alcanzó a ir muy lejos cuando algo lo dejo clavado en su sitio.

Tras decirle al profesor Kuffner que la alegría era mutua y que ya nos pondríamos al día, paso al vagón siguiente, que pertenece a los estudiantes.

Al ingresar al vagón, veo de espaldas a un alumno que está pasando de vagón, así como a una alumna que se asomaba mirando hacia un lado y otro del pasillo.

_¡Hey, tú! Alto ahí. Vuelve a este vagón -le digo en voz alta al alumno que se está yendo. Si bien se nota la autoridad en mi voz, verá por mi sonrisa que soy amable al decírselo-. Y tú -ahora me dirijo a la chica-, también quieta, que ya te veo la intención de seguir a tu compañero.

Al acercarme un poco más al compartimento ese, veo que dentro hay una montaña formada en parte por una capa y partes del uniforme.

_¿Qué haces tú aquí, tan escondido? -le pregunto al niño que encuentro debajo de todo eso, al levantar un poco la capa-.

Noelle pegó un respingo, pero al ver de quien se trataba sonrió alegremente. -¡Hey, Charlie! ¿Qué haces aquí?- Dijo alegremente, dándole paso al interior del compartimento. Señaló al chico escondido. -Es Fineas, es su primer año en Hogwarts.-

La chica bajó entonces la voz. -Parece que algo intentó agarrarlo cuando todo se puso oscuro.- Dijo, subiendo de nuevo la voz. -Puede que fuera alguna broma que algún estudiante haya hecho al aprovechar la confusión, pero quería ir de todos modos a revisar su compartimento. ¡Igual puedas acompañarme!- Noe mostró una gran y dulce sonrisa, intentando convencer al ex-estudiante.

Sin quitar la mirada del chico que sigue de espaldas le respondo a Noelle. _¿Qué tal, Noelle? Pues este año seré tutor en el colegio, así que es posible que nos veamos seguido. Trabajaré con los chicos de todas las clases, tanto en cuestiones académicas como psicológicas. Por un segundo miro a Phineas antes de volver mi vista al chico que quería pasar de vagón. __Mucho gusto, Fineas. ¡Qué primer día has tenido! Tranquilo, no todos los días son así, algunos son peores -digo sonriendo-. Perdona que no te miro pero no quiero que se me escape aquel alumno. Cuando escucho el susurro de Noelle, sí que dirijo mi atención hacia él. _¿Te encuentas bien? Qué fue lo que pasó? Y tú, Noelle, recuerda que ahora soy staff docente. Si quieres hacer eso, tendrás que tener mi autorización. Además ya hay profesores que han ido a revisar.

Alexander estaba ya abriendo la puerta del siguiente vagón cuando escuchó la voz de alguien detrás suyo. ¿Sería un profesor? En cualquier caso no fue el único en escucharlo pues el perseguidor también se dio cuenta y se detuvo. Charles no tuvo duda de quien se trataba. Era el profesor de pociones Maehorn Gaelos.

— ¿Que haces aquí? Os dije que os quedarais en el vagón. Mal empiezas el curso... mal empiezas.— Miró a Charles — Charles, empieza a trabajar y encárgate de que los alumnos cumplan las órdenes que se les dan. —

Alexander no tuvo más remedio que regresar al departamento. El profesor Gaelos prosiguió su inspección por el vagón...

— Si. — Dijo escuetamente Fineas. — Como le dije a Noelle, estaba en el departamento sentado. Solo. Mirando por la ventana cuando todo se volvió oscuro, alguien trató de agarrarme, me empujó mientras salí corriendo asustado. —

Los ojos de Fineas comenzaban a tornarse rojizos. 

— Lo siento. — Dijo finalmente. — Ellos me ayudaron —

Noelle sintió que las mejillas se le enrojecían por las palabras de Charlie. Donnie era quién usualmente se llevaba los regaños de los profesores, y que esta vez ni siquiera fuera de un profesor sino de alguien que hasta ahora había visto como un agradable alumno la hizo sentir peor.

-Lo siento Char... señor.- Dijo, bajando la voz, apenada. Vio como Fineas volvía a parecer asustado, y se sentó junto a él, pasándole el brazo por la espalda. -Tranquilo, estás entre amigos. No te va a pasar nada.- Le aseguró al chico.

Un escalofrió recorriendo la espalda cual gato al sentir como le ordenaban detenerse, así giró la cara para ver el buen ambiente entre el joven pelirrojo «¿será profesor? Noelle no parece tratarlo como si lo fuera, tal vez sea prefecto de último curso» Eso le hizo dudar entre seguir su camino o regresar, y aunque la explicación llegaría de los propios labios del chico él ya estaba en un lio cuando la voz de pociones reclamo su atención.

-ni ddywedodd hynny* – mascullo avergonzado en gales mientras el profesor se seguía el camino

Comenzó a desandar el camino de vuelta al departamento cuya puerta guardaba Charlie, evitando mirar el interior de los otros departamentos evitando las miradas de los alumnos que pudieran estar cotilleando lo que sucedía en el pasillo. Lo que le faltaba, como si no fuera a llamar bastante la atención en la ceremonia de selección siendo el único de tercero en medio de los enanos de primero.

-bueno, ahora te quedaras con nosotros – dijo a Fineas con las orejas tan rojas como su pelo por la vergüenza parado junto a Charlie – soy Alexander Matthews – tendió la mano al veterano alumno – Charlie ¿cierto? - miró a Noelle en busca de consejo pues solo había escuchado la conversación de lejos y no estaba seguro de que iba el chico - ¿eres de último curso?