Partida Rol por web

Al escuchar el comentario de Nathan intento ignorarlo, pero a notar como me señala decido mostrarle que no sólo las serpientes pueden tener una lengua afilada.

Veamos si las encajas tan bien como las sueltas.  - pienso mientras sonrío.

¿Qué ocurre amigo? Nunca antes viste a alguien bien vestido o ¿Será acaso que te gusto? Si es lo último, me temo que te equivocaste de persona, yo no soy de esos. - digo en tono alegre para luego alejarme del lugar sin prestarle más atención a Nathan

Mientras recorro el salón intento buscar a algún otro estudiante de mi casa con quién conversar.

No acababa de saludar a Marcus cuando llego Ladien, no era el alumno con el que mejor me llevaba, en realidad ningún Slytherin me caía bien, pero por educación conteste a su pregunta, Normal, hemos viajado un poco por Europa.

En seguida comenzaron a llegar los demás, los recuerdos del año pasado empezaban a refrescarse en mi cabeza, y parecía que volviese a estar con aquellos con los que sufrieron las petrificaciones del Señor Oscuro. Algunos pasaban más desapercibidos como era el caso de Lavinia y el chico de Gryffindor del que no recordaba el nombre,también estaban el pequeño Tim, Y Troy de la casa Gryffindor con el que apenas había hablado el año anterior, y otros se dejaban notar más, como el engreído de Nathan, la habladora Maren y la....guapa Anne, a la que la estuve mirando esperando a que se cruzara nuestras miradas para saludarla con una sonrisa.

Aun faltaban por llegar algunos compañeros, en especial echaba de menos a los de mi casa, Adrien y Austin.

El verano había transcurrido entre aburrido y tedioso. Conociendo Hogwarts, conociendo la magia, regresar a la gris ciudad inglesa que me vió nacer para fingir que soy una muggle corriente más se me hacía muy cuesta arriba.

Mi madre regenta una pequeña librería bien provista de estupendos libros, y al menos en ellos me pude refugiar. También algunos mágicos, aunque eso quedaba reservado para la intimidad de mi cuarto.

Dí de comer a mi gato Rufus*, y me leí de nuevo la carta de Howgarts que una lechuza nos trajo hoy mismo... Me trajo, corregí mentalmente. Materiales, e instrucciones para el comienzo de clases.. La emoción y los nervios empezaron a hacerme mella.

Recordaba el año anterior, tan especial en sí mismo por ser el primero allí, pero encima la amenaza del Señor Oscuro nos unió aún más a los alumnos de primero. Recordaba a mis amigos con nostalgia, deseando verlos de nuevo. Ni siquiera a mi prima Lavinia la había visto durante el verano.. No veía llegar la hora de encaminarme al colegio.

Antes, viajamos al callejón Diagon en Londres, comprando todo lo necesario para el segundo curso. Todo era un bullicio de magos y brujas, y saludé a algunos conocidos del colegio. Me ilusionaba verlos de nuevo. 

Y por fin, los polvos Flú en mi mano me recordaron que sólo quedaban unos instantes para volver al gran salón de Howgarts. Mi uniforme, impecablemente planchado por mi madre, me sentaba como un guante. Por comodidad, las trenzas volvían a ser mi peinado, y, tras despedirme de mis padres y mi hermano, arrojé los polvos al suelo, provocando una leve explosión.

-¡A Howgarts! -indiqué, comenzando un loco viaje lleno de colores y sensaciones extrañas, hasta que un familiar lugar con unas caras conocidas aparecieron ante mí.

-Buffff... ¡vaya viajecito! -dije, sacudiéndome. No sirvió de nada el planchado de mi madre, el polvo de la chimenea se encargó de romper la magia de la compostura. Miré a mis amigos, saludándolos contenta - ¡Hola a todos! ¡Cuánto tiempo! Espero que a algunos se les hayan pasado las ganas de petrificar durante el verano, jajaja -Vi a algunas caras menos conocidas - ¡Hola también a vosotros!

Mi prima estaba ya hablando con Maren, y me uní a ellas, dándoles un cariñoso abrazo.

-¡Anda, Troy! ¿Has llegado antes que yo? Sorprendida me dejas, jajaja.

Eh, eh, eh, ¡EH! Ese Ladien estaba demasiado acaramelado con Maren. ¡No podía hacer eso! Es decir, sí que podía pero si Maren terminaba enamorándose del Slytherin fijo que tendría que soportar las mil y una historias de lo guay y guapo que era Ladien. Probablemente Troy no podría soportarlo y acabaría vomitando sin pastillas vomitivas. Por ello, aunque su cara externa era la de alguien normal y sonriente, contento de ver a todos sus amigos, en su interior estaba deseando alejar a su amiga de Ladien*. Pero era Troy y lo primero era el bienestar de su amiga, así que no haría nada y escucharía todas las cosas que ella le fuera a contar.

Sonrió de nuevo a la chica cuando le comentó que volviera a subirla. La verdad es que Troy era bastante alto y fuerte para su edad. Probablemente en unos años tendría un cuerpo marcado y envidiable; aunque de momento no pensaba en esas cosas. Solo en las travesuras. Le pegó una palmada a Marcus, contento de que Maren quisiera unirle al grupo. 

- ¡Claro que sí, Marcus! Ya verás que bien lo pasamos.- Siempre positivo. Miró a Lavinia para decir lo mismo, pero se quedó a medias. Su amistad con Violet era peligrosa para Troy. ¡Muy peligrosa! Así que decidió responder a Maren con respecto al susurro.- Tengo un par de cuando mi hermana Agnes quiso ir al callejón Diagon un día. Me las ingenié para que nuestros padres decidieran que era una excursión familiar.- fue muy astuto, la verdad. Pero a cambio Agnes se la tuvo jurada durante dos semanas enteras. ¡Si hasta le había cortado el agua caliente en plena ducha!- Pero bueno, no fue nada...

Pero se calló, porque finalmente Marty apareció. Había crecido un poco y parecía ligeramente cambiada. A esas edades dos meses eran suficientes para ver ligeros cambios en las personas. Sonrió contento, observando a su amiga y escuchando su broma; y en cuanto la chica estuvo cerca de él, Troy se acercó y le cogió las trenzas con cuidado y se las movió un poco:

- Hola, trencitas.- la saludó, aún haciéndolas bailar- Debo decir que el mérito de llegar antes que tú no ha sido mío. Hay cosas que no cambiarán.- y rió, divertido. Estaba contento de verla. ¡Muy alegre en realidad!- Te veo bien, ¿qué tal el verano?

-Ya ves, leyendo y pasando el rato. Si esperas que diga que te eché de menos, o algo.. vas listo, tú, jajaja -le contesté a Troy con una sonrisa y un guiño-. ¿Qué tal todos, Nathan, Kerry..? Uauh, qué montón de gente.. A algunos no os conozco tanto -dije, acercándome a un alumno que me resultaba poco familiar - Hola, yo soy Marty -le tendí la mano a Artemis-. Creo que no coincidimos mucho el año pasado.. Espero que nos veamos más por aquí.

-¡Tim! -saludé a mi compañero de casa cuando le vi llegar, me acerqué y le abracé. Tim era un chico muy tímido, y probablemente no le gustaran de sobremanera los abrazos, pero tenía muchas ganas de ver a alguien con quien hubiera hablado más que discutido. Los eventos del curso pasado aún seguían notándose. Solté a mi compañero y me separé un poco de él para evitar que siguiera sintiendo vergüenza.  -¿Sabes algo de Willy o de Gala? Yo me he pasado el verano con mi madre, así que no se nada de nadie. 

Noté que Kerry estaba mirándome, y lo noté porque yo tampoco había podido evitar dirigirle la mirada. Contesté a su sonrisa con una propia, pero noté que el calor subía a mis mejillas y me ponía roja. Con disimulo, sí señor. Bajé la mirada y traté de centrar mi atención en otra cosa, como en el aparente romance que había surgido entre Ladien y Maren, o en el chico al que no conocía, pero que empezaba fuerte contra Nathan. En verdad se lo merece un tanto.

-Apenas llevamos unos minutos aquí reunidos, y los Gryffindor y los Slytherin ya os estáis picando. Vaya un curso que os espera -bromeo.   

Esa noche no iba a molestarme por un capullo engreído como Nathan. Estaba resignada a que siempre fuera antipático, lo tenía aceptado así que para que preocuparme. Lo observé con una mezcla de desprecio, rabia y ¿risa? curiosamente.  ¿Qué me pasaba con él?. Creía que había aprendido a relativizar las cosas y no tomarme tan en serio sus desprecios. Después de todo las pullitas de un niñato sangre limpia me resultaban insignificantes en comparación a lo que había sucedido con el señor tenebroso. Jamás entenderás el valor que hay en la sencilla vida de un muggle. Estúpido…

Desvié mi mirada. Para mi sorpresa había alguien que si estaba interesado en lo que estaba contando. Mi cara se iluminó cuando Marcus me preguntó sobre el cine.

-Si, es un invento muggle. Sirve para recrear las vidas de las personas en una pantalla grande. Situaciones cotidianas y más complejas, depende del tema que se quiera tratar. Esas historias se llaman películas, tienen un guión escrito que a veces es solo ficción y otras se basa en hechos reales como por ejemplo, biografías. La tecnología bien aplicada de los muggles es como la magia, sirve para muchas cosas. Estoy segura de que os encantaría. –sonreí mirándolos a los dos, también a Maren. -Además hay varios tipos de cine, al aire libre y dentro de una sala oscura con un montón de butacas. Lo más alucinante es que con las gafas 3D te da la sensación de que lo que ves es real y se sale de la pantalla. - explicaba a ambos haciendo gestos con las manos.

Marcus... gracias por ayudar a despetrificar a las víctimas. Sin ti... nosotros... No, no era el momento para decírselo. Más tarde Lavinia.

Cuando Maren me comentó que podíamos pasar un verano juntas compartiendo experiencias nuevas con su familia no pude ponerme más contenta. -Sería estupendo invitar también a Marty y a Anne pero no sé si nuestros padres se pondrían de acuerdo. – dije frunciendo el ceño.

Después me acerqué a Troy con disimulo. Su cara de preocupación lo decía todo, su hermana se había ido de la lengua conmigo. -Violet no es la única que ve lo que te pasa con… - evité decir en alto el nombre de Marty. En ese momento llegó mi prima la leona entre una nube de polvos flu. Inmediatamente le dí un codazo a Troy. -Es-pa-bi-la... - le susurré.

-Marty! –  dije fundiéndome en un abrazo con ella. Habíamos pasado todo el verano separadas y por fin volvía a verla. -Estás muy guapa y ya veo que sigues fiel a tus trenzas. – dije bromeando mientras se las tocaba.

Y seguía llegando gente, Marty la última. Y yo sin vestir... No tuve tiempo para seguir autolamentandome cuando Lavi me respondió, es verdad, le había preguntado por ese "cine" muggle, me sonroje un poco por olvidar momentaneamente mi pregunta y escuché atentamente a la chica, no habíamos tenido mucha relación durante el problema mortífago pero era amiga de Maren y para mí eso basta.

-Guau, así que es como una fotografia pero a lo grande. Sí que me gustaría ir a ver alguna de esas "películas", sobre todo esas que salen de la pantalla y te atrapan.- dije imaginandome por un segundo una mano gigante saliendo de una pantalla y atrapando a los espectadores demasiado lentos para huir. "Guay" -murmuro, mi cara debe ser un poema perdido en mis pensamientos.

Entonces escucho a Maren, sus palabras no me sorprenden, ya ha conseguido arrastrarme a sus locos planes antes y a juzgar por su mirada sabe que en esta ocasión también se saldrá con la suya. El que Troy se una a la presión no hace sino asegurar el triunfo de la leona.

-Bueno bueno podeis contar conmigo, _{aunque siempre soy el sale mal parado...}-lo último lo susurro, no se me ha olvidado nuestra última travesura de verano, en una cena de nuestras familias. Habíamos llenado el postre de naipes explosivos y esperado hasta que estuvo justo delante de mi hermana como venganza por chivarse de cuando nos escapamos para jugar al quidditch con la escoba buena de mi padre. Es cierto que el castigo había sido para los dos pero la ira de mi hermana de los dias posteriores fue para mi solito, no sabeis lo que es tener que revisar cada dia todas las esquinas de cada cuarto por temor a que cualquier alimaña de tamaño desmesurado salte a tu espalda (la última fue una rata del tamaño de mi cama), siempre se le dieron bien las transformaciones...

Hola, soy Artemis Flamel. El gusto es mío. Espero que podamos llegar a conocernos mejor este año. - respondo con una sonrisa mientras estrecho la mano de Marty con una sonrisa amable.

En verdad espero poder llegar a conocerlos bien a todos y que forjemos una linda amistad. 

Vaya que soné algo cursi. - pienso mientras sonrío, pero en verdad estaba dispuesto a esforzarme por hacer buenos amigos este año.

Las explosiones de polvos Flu seguían sucediendo y entre tantos de ellos se sucedían los alumnos de otros cursos y entre ellos llegó Violet.

Un vestido plisado con estampado en flores y la melena ondeada de forma natural. Se estaba acomodando el pelo cuando cerró la mirada en la falda de su hermana sentada en las escaleras y no pudo reprimir abrir la boca y decir.- No me jodas... - Con la mano tapó su boca tras la palabrota.

Pero finalmente sonrío asintiendo con la cabeza, en el fondo su hermana estaba preciosa... y sabía como arreglar un disfraz de monja para que fuera la princesa del lugar...

Se giró y vio a Troy con cara de pocos amigos, lo saludo con una mano y luego fue hasta Lavinia y dijo.- ¿Qué le pasa a este...? ¿Se acaba de dar cuenta de que tiene una melliza...? - Miró a Troy y dijo para luego reir y abrazar a Lavinia.- Tranquilo, yo me acuerdo de todo... ya te contaré...

- A mí también - respondo sonrojado a sus palabras susurradas. Entonces, Nathan no tarda mucho en hacer su aparición para burlarse de mí...con todo el derecho del mundo, hay que decirlo, no podía estar más atontado en ese momento - Capu...- corto la frase - ¡Oh Nathan! Si eres tú...con esa ropa de pringado casi ni te había reconocido - le pico entre risas - Mi pelo es sagrado - digo mientras me llevo las manos a la cabeza para volver a peinarme decentemente. 

Cuando Maren se dirige a Lavinia aprovecho para darle mi especial bienvenida, todavía no le había dicho nada a mi "gran amiga" la Slytherin - Claro que sí Lavinia - digo en un tono irónico - podemos ir los tres juntitos a eso que llamas "cine", ¿no te encantaría?

En esos momentos me quedo con Maren, pero cerca de Marcus, Troy y Lavinia. Todos iban la mar de arreglados, Maren estaba guapísima con su vestido blanco y bueno...Lavinia también llevaba vestido...Quizá iba siendo hora de prepararse para la fiesta, en verdad podría empezar en cualquier momento, ya casi estamos todos.

- Marcus, creo que estamos un poco fuera de lugar - le digo al Raven - las chicas están ya listas para la fiesta, quizá deberíamos ponernos guapos nosotros también - bromeo - ¿Y cómo va esto de la fiesta? ¿Hay que ir con pareja?

Junto a la explosión de Violet, llegó otra... y con ella un chico con cazadora de cuero, y una camisa... poco arreglado la verdad. Con cara de pocos amigos.

Era Robert Hudson, el Bateador de Ravenclaw... Y primo de Adrien...

Llegó junto a las escaleras y se sentó sin mirar a nadie junto a Agnes. Notó la presencia de ella y por educación soltó un arrastrado.- Hola...

Luego mordió sus nudillos y siguió pensando en silencio, mientras llegaban los demás.

La respuesta de Ladien me roba una sonrisa que aun perdurará en mi rostro, unos instantes más. Hasta que recibo el abrazo de Marty con alegría y no puedo evitar saludarla de la misma forma. 

- ¡Hey! Ya era hora de que vinieras,  se te echaba de menos. - expreso con una sonrisa,  al fin mi amiga leona ya estaba con nosotros. Todo lo sucedido durante el año pasado nós sirvió a los leones para afianzar nuestra amistad y ya comenzaba a considerarlos como miembros de mi familia. 

Luego de los saludos,  escucho las explicaciones de Lavinia con atención, evadiendo la respuesta sobre invitar a Anne en las vacaciones a mi casa y gracias a la bocaza de Ladien, me salvo de una posible respuesta obligada. 

-Jummm... ¿Los tres juntitos? Ehmm... - ya comenzaba a balbucear de nuevo, no pensaba que querría acompañarme a conocer el mundo muggle. Es probable que lo hacía para meterse con ella adrede,  ya Nathan lo había hecho y Ladien no podía ser menos. Ahora comprendía quienes eran los causantes de tanto llanto en los baños. 

Frunciendo mi ceño,  le dedico una mirada a Ladien. Después hablaría con él si no me dominaba la timidez. Lo bueno es que Marcus y Troy logran que me olvide de las puyas entre los Slytherin, animándome lo suficiente como para seguir en esa conversación. 

- Si,  seremos la triada del mal. Por cierto, llevas encima eso... ¿Verdad? - pregunto a Troy emocionada, al saber que tenía grajeas vomitivas para el zumo de calabaza. - Oh... Marcus, no es cierto. Mi padre me castigó por una semana sin salir de mi habitación por lo del postre... Fue terrible. Igual se lo merecía por maldita... - si,  se lo volvería a hacer una y otra vez, solo por mera diversión. 

Y antes de comentar algo más, mi boca se abre por el asombro. ¡A Troy le gustaba Marty! no podía perderme aquella novedad, por ello sujeto el brazo del León y le susurro al oído. -Ya hablaremos de Marty solos...- en un tono de total complicidad. 

Ya conforme porque contaba con mis dos mejores amigos para las trastadas escolares, escucho a Ladien preguntar si hay que ir en pareja. Mis mejillas volvieron a sonrojarse y bajo la mirada nerviosa. Eso si que no me esperaba que suceda en Hogwarts, al margen de ello,  ni siquiera pude responderle. Demasiada vergüenza. 

Chicos, disculpen que interrumpa vuestra plática, pero por casualidad. ¿Alguno de ustedes sabe que clase de fiesta es esta? ¿Será acaso un baile o una cena? La verdad me intriga un poco. - digo en tono algo pensativo. 

Si es un baile, discúlpame el atrevimiento Marty, pero me concederías la primera pieza. Verás yo, bueno soy un poco torpe para este tipo de cosas. Cuando tienes una familia como la mía, no es muy común que coincidan todos en sus fiestas y reuniones. - digo algo apenado mientras trato de controlar mis nervios.

En verdad entiendo si prefieres pasar el tiempo con alguien a quién conozcas mejor que yo, pero apreciaría mucho si accedes a bailar conmigo al menos una vez. - añado en tono suplicante.

Mientras espero la respuesta de Marty, observo con curiosidad la gran escalera esperando que el profesorado nos invite a pasar al Gran salón.

Asentí a Marcus. -Es curioso porque en el mundo muggle no tenemos fotografías en movimiento. Hay otro tipo de… - callé un momento. ¿De verdad iba a hablarle sobre mi afición a grabar videos de paisajes, animales y personas? Ya vale. Observé curiosa al raven, quien parecía alucinado con la idea de ir alguna vez al cine y ser atrapado por lo que fuera que saliera de la pantalla. -Jajaja. No me contuve la risa, su cara de pasmado era divertida. Pero bueno, yo también había alucinado esa noche con los polvos flu. Era la gracia de pertenecer a mundos distintos.

Sin venir a cuento el chulito de Ladien se metió en nuestra conversación. Haciendo gala de su típica ironía la serpiente dejó caer un comentario envenenado. -Claro, y podemos ir juntitos los tres agarrados de la mano. – puse cara de asco. Él y Nathan estaban cortados por el mismo patrón. ¡Pero que veía Maren en él!. No lograba entenderlo. Por supuesto mi amiga la leona no podía posicionarse públicamente a favor de ninguno, tampoco hacia falta que lo hiciera. Conocía a Maren, era una niña tolerante, curiosa y abierta de mente, a diferencia de otros magos a los que no había forma de hacerles entender que el mundo muggle también tenía sus cosas buenas. -Parece ser que has olvidado ponerte de etiqueta Ladien. – apunté con una aviesa sonrisa. Tampoco se me había pasado por alto lo desastroso que iba Nathan. -Esta noche estáis tal para cual. – dije mirando al cuatro ojos de Slytherin. Se la tenía guardada por lo de antes.

De repente otra explosión de polvos flu. ¿Quién sería esta vez?. Mi amiga Violet!. "No me jodas". Reí por el taco que se le escapó al ver a su hermana Agnes hecha una diva. -Tu hermano está aquí pero perdido en un universo paralelo. ¿Sabes por qué…? mira a tu alrededor. Con Mmmm… - hice enfasis en la m. (con M de Marty, lo pillas?). La abracé riéndome, consciente también de que Maren estaba allí con la oreja puesta, lo iba a acribillar de preguntas. Pobre Troy.

¡Oh, por Merlín! Lavinia estaba siendo demasiado directa. ¡¿Pero qué le habría contado Violet?! Les echó una mirada de confusión y alarma tanto a Lavinia como a Violet cuando ésta apareció; pero estaba tan extrañado que no sabía muy bien qué decir. Finalmente miró a Marty y le sonrió, intentando aparentar tranquilidad. 

¡Pero ahí no iba a quedar la cosa! ¡Claro que no! Maren se acercó para hablar del tema. ¡Y ahora quería hablar sobre ello más tarde!

- Pero... si yo.. pero...- pero su amiga volvió a alejarse de él antes de que terminara una frase coherente en condiciones. La tranquilidad que solía aparentar Troy ahora se había visto sustituida por unos nervios que ya nada tenían que ver con el reencuentro entre amigos. Había sacado las manos de los bolsillos y casi se le caen las pastillas vomitivas*- ...¿Parejas?

¡Pero si tenían doce años! ¡¿A dónde iban a una fiesta en parejas?! El chico alzó las cejas, esperando que todos alucinaran con aquella idea tan loca, pero de pronto se encontró con que todos buscaban una pareja con la que acudir. 

¡¿Pareja?! ¿Pero qué...?

Por supuesto que Ladien iría con Maren. De eso no cabía duda y por la sonrisa de ella estaba claro que su amiga lo deseaba como lo que más. A pesar de que Ladien no podría alzarla en el aire como Troy. Y seguro que Kerry le preguntaba a otra chica, y Marcus más de lo mismo. Y en esas estaba, intentando reflexionar sobre aquel asunto tan inmediato cuando el nuevo de Artemis le hizo aquella proposición a Marty.

Espera, ¿qué?

¡Mierda! Se había quedado dormido en los laureles. ¡Y Artemis había jugado su carta con tanta prontitud que había dejado descolocado a Troy! Miró a Marty primero y luego a Artemis. ¡Tenía que actuar con rapidez!

- Pensé que estaba claro que irías conmigo, Marty.- comentó con simpatía, antes de exhibir su sonrisa encantadora.- Sabes que siempre nos lo pasamos bien juntos.- se acercó a ella un poco más para que susurrarle aunque los demás podían escuchar perfectamente. Simplemente lo hizo como gesto de complicidad- Y después podemos ir de excursión a las cocinas. Fijo que Pynn nos da algo.

El joven Downsend permanecía callado intentando no llamar la atención. El año anterior había conseguido ganarle la batalla a la timidez, pero está ofrecía una gran resistencia.

Aún así, y para su sorpresa, le agradaron los saludos de sus compañeros, a los que respondió con una sonrisa y sin volverse un tomate. Creía que comenzaba a dominar su vergüenza cuando, inesperadamente, llegó Anne y le saludo de una manera muy efusiva y abrazándole. El abrazo le gustó, pero a la vez sintió como los colores se le subían a la cabeza. Aún no se había controlado del todo.

"Quizá pueda superarlo si desvío mi atención a otros temas" pensó Tim, mientras pensaba en los compañeros que no estudiarían en Hogwarts esté año.

- Me temo que Willy no vendrá este año. Me parece que los padres desconfían de que sea se-seguro. No sé nada de Gala, pero creo que sus familiares aprovecharon para enviarla a Durmstrang. - Comentó con tristeza, aunque orgulloso de no haber tartamudeado demasiado. Había estado carteándose con su compañero durante el verano y, en una carta llena de manchas de chocolate, le había contado que este año no se verían. No había explicado los motivos, aunque todos podrían reconocer las causas.

Cuando comenzaron a hablar de que habría un baile, Downsend empezó a asustarse. Sabía que podría bailar muy bien, dado que su abuelo había insistido en que tomara clases de baile de salón. - Por sí, algún día en el futuro, encuentras una señorita dispuesta a quitarte la timidez- le había dicho como un chiste. Pero ahora comenzaba a agobiarse con la idea.

La respuesta de Artemis me pilló por sorpresa. Aquel tío no nos conocía de nada a ninguno y estaba allí con su traje, solo, parado a un lado, pero aún así se atrevió a darme una contestación delante de todos. Mi cara mostró una sonrisa irónica.

-Vaya... Tienes huevos chaval. Me cae bien este chico. Pero no, al que le gusta besar a los hombres no soy yo, ese es Ad... -Busqué a Adrien con la mirada, pero no lo vi por ningún lado. Es cierto que no era el único que faltaba por llegar, pero tenía motivos para preocuparnos, la verdad, así que me mordí la lengua y no terminé la frase. -Olvídalo... 

Lavinia ni siquiera se dignó a contestarme, pero no fue necesario. Aquella mirada de desprecio que me lanzó... Era increíble. Me encantaba ver como se mosqueaban e intentaban fingir que no les importaba lo que les estaba diciendo, más viniendo de ella, que era la primera en irse a llorar al baño en cuanto podía. No pude evitar que una amplia sonrisa cubriese mi rostro. Después de que Ladien respondiese a mi provocación, metiéndose con mi ropa, me miré de arriba abajo. Me saqué la camisa por fuera y me revolví algo el pelo, no sin ponerme algo colorado y con cara de mosqueo, aunque se me pasó rápido cuando lo escuché ofrecerse a acompañarlos al cine.

-Ey, ¿y qué pasa conmigo? Podemos ir de parejitas. Tú y Maren y Lavinia y yo. -Solté una pequeña carcajada. Sabía perfectamente que Lavinia preferiría morir de la forma más cruel a compartir unas palomitas conmigo, pero sin duda sería un escenario gracioso.

Otros compañeros iban llegando, entre ellos Marty, a la que saludé con la mano, pues rápidamente empezó a hablar con Maren y Lavinia. Y con Troy... -Espera, espera... A Troy le gusta.... ¿Marty? Joder, eso sí que no me lo esperaba. -Tampoco era ningún lumbreras, pero no hacía falta serlo para darse cuenta que se estaban refiriendo a eso.

Por último, Ladien y Artemis sugirieron que fuese probable que el baile fuese por parejas. Se me cayó el alma al suelo. -Vamos no me jodas, ya es suficientemente ridículo tener que bailar como para aún encima tener que hacerlo con alguien... -Pensé, pero la verdad es que realmente no era eso lo que me preocupaba del todo. ¿Con quién iba a bailar yo? Si algo tenía claro es que ninguna de las presentes querría bailar conmigo. Ni yo con ellas, obviamente. Aún así, mi semblante cambió por completo, me quedé bloqueado, hasta que Artemis ofreció a Marty ir con él, que me hizo volver en mí.

-Vaya, al final va a ser verdad eso de que no te gustan los chicos y todo. No es listo el chaval ni nada... -Miré a Troy de reojo, que parecía embobado y que finalmente movió ficha. Iba a decir algo pero me quedé callado, al fin y al cabo éramos amigos, ¿no?, si le gustaba Marty no me quedaba más que darle mi bendición.

"La triada del mal" me gusta, un poco exagerado pero me gusta. Bueno, espero que sea exagerado no se que tendran planeado para este año. -Maren a mi me toco limpiar la jaula de los duendecillos de Cornualles solo durante un mes, aun tengo mordiscos en los dedos y no hablemos de la venganza de Natasha...- dije mientras recordaba a esos molestos duendecillos, mi madre de vez en cuando traia criaturas magicas a casa para estudiarlas como hobby.

Bueno olvidemos los inconvenientes por ahora, no voy a negar que siempre me lo paso bien cuando dejo que me arrastren a sus aventuras. Me giro hacía Lavi que me vuelve a hablar sobre los inventos muggles. Aunque deja su explicación a medias lo achaco a la llegada de su amiga Violet, pero aun no he calmado mi curiosidad sobre ese "cine" muggle, le tengo que preguntar en cuanto pueda sobre todos esos tipos de ¿películas ha dicho? no puedo dejar de pensar en como seran.

Entonces escucho el que seguramente sea un baile de parejas y todo se detiene. ¿Parejas? ¿Bailar? ¡¡ESO NO ENTRABA EN MIS PLANES!!. Esperaba que simplemente comiesemos algo todos, que se cantasen algunas canciones y que nos olvidasemos del año pasado. Hasta se ha iniciado una "pelea" de Troy y Artemis por Marty.

Mi primer impulso es meterme en la primera chimenea y volver a casa hasta que pase todo pero no tardo en tranquilizarme, pero no puedo dejarme llevar por el pánico. Mi familia se enfrenta a diario a magos oscuros y desastres mágicos y yo pensando en huir de un simple baile infantil...

Bueno los problemas de uno en uno: pareja, pareja, pareja... Recorro la sala con la mirada y luego caigo en la respuesta obvia. Me giro hacía Lavi cojo aire e intento no ser muy directo:

-Tienes que hablarme más sobre el cine ese, ¿y teneis peliculas de bailes? A ver si ahora me ayudas un poco que no haga el ridiculo más de lo necesario.-  le digo con media sonrisa, pero estoy demasiado nervioso para esperar respuesta, mientras me dice lo que sea tengo que resolver mi segundo problema.-  Pero primero debería ir a cambiarme, Ladien creo que sería el momento de escabullirnos mientras llega el resto.- le digo al Slytherin.

Al escuchar las palabras de Troy, paso mi mirada de Marty a Troy algo confundido.

Está bien, lo entiendo, soy casi un extraño para ustedes yno quiero incomod al grupo, así que lo entiendo perfectamente, sólo espero que podamos convertirnos en buenos amigos este año. - digo con una sonrisa amable.

Si no es molestia, ¿Podrían presentarme al resto del grupo? - pregunto esperanzado hasta que escucho las palabras de Nathan.

Serás capullo, pero no tienes ni idea a quién le andas tocando las narices, pero estás por descubrirlo colega y no va a ser agradable, al menos para ti. - pienso mientras giro sobre mis talones y meto mi mano en el bolsillo de mi túnica para sacar una tarjeta, para luego dirigirme hacia Nathan pausadamente.

Al parecer te dejaste las gafas en casa colega, pero descuida, mi tío es oculista y puede ayudarte, pues al parecer necesitas la misma medida que mi tía abuela Olenna, dado que no eres capaz de diferenciar a una chica, una bastante linda por cierto, de un chico. No quiero ni imaginar los problemas que tendrás en tus reuniones familiares. Pero ánimo amigo, este doctor curo la miopía fe mi tía abuela y ella tiene como 120 años, pero si el problema no está en la vista, me temo que poco o nada podrá hacer por tí, pero ánimo que en San Mungo fijo que te ayudan. - digo con un tono que denota cierta preocupación por la salud de Nathan mientras lo miro fijamente a los ojos