Partida Rol por web

El viaje hacia el túmulo es difícil. Hay que ir en dirección norte durante al menos dos días, con nieve y atravesando partes del bosque negro. Las noches son terribles: frías, con un terrible viento y sin nada de luz.

Tras dos días de viaje media docena de Vikmordere, vestidos de blanco, aparecen en medio del camino. Esta claro que no están solos. El silencio en el que se queda el bosque no es nada natural y alguna punta de flecha asoma sin demasiado disimulo de un árbol cercano.

Parecen liderados por un shaman que con una sonrisa peligrosa se aproxima.

- Buenos días viajeros. Mi nombre es Nyndn y soy el líder espiritual de mi gente. - saluda en un muy correcto imperial - Me temo que esta zona del bosque esta cerrada para los extranjeros. Especialmente los que van bien armados y parecen saqueadores de tumbas. Me veo obligado a pedirles que vuelvan por donde han venido. Por favor, no me gustaría nada que nadie saliera dañado.

Bueno. Hasta aquí hemos llegado, ahora veamos si podemos continuar así.

El escriba clavó su bastón en la nieve y levantó las manos mientras avanzaba de manera nada amenazadora, lo cual no era dificil.

Muy buenos días señores. Mí nombre es Grendali. Y nos complace encontrarles, y más todavía a un shaman de su tribu, ya que no estamos aquí de casualidad pues estabamos buscandoles.
Tenemos una misión peliaguda en ciernes, y necesitamos de vuestra ayuda y sabiduría. Aparte de un favor nada usual que pedirles. Pero les aseguro que de lo más importante, ya que de no ser así no estaríamos aquí. Por no decir que atañe también a los Vikmordere.

Puso su mejor sonrisa mientras hablaba de manera calmada, y con un toque de urgencia y desesperación en su voz. Dando a entender que estaban en una misión de vida o muerte.
Esperaba en verdad solucionarlo todo de manera pacífica. La sangre mezclandose con la nieve no era algo bonito de ver.

La actitud de Grendalin parece relajar al shaman, y posiblemente a todos los Vikmordere ya que la fecha deja de asomarse en el árbol.

- Me alegra mucho que sean personas educadas y agradables - contesta - ¿Y en que consiste exactamente ese favor?

A Norm le costó tranquilizarse y hablar con amabilidad y con algo de súplica. —Somos los Exploradores Grises. Luchamos por la Vida y la Luz, defendemos inocentes y tratamos de buscar la paz. Ya hemos hablado con otras patrullas de su pueblo, como la dirigida por Kampe. Y no deseamos más que tener relaciones pacíficas entre nuestros Reinos del Sur, nuestro Reino de Esclavos liberados al Oeste y el pueblo Rybalka, que son rebeldes contra el Imperio que sirve a la Llama. Y que todos ellos tengan relaciones pacíficas con los Vikmordere, a los que deseamos honor y fuerza. 

Llevaba las manos alejadas de las armas. —Hemos sabido que la Oscuridad está tramando otra de sus argucias, mediante elfos muertos vivientes. Son muy poderosos y podrían acabar con todos. Hemos descubierto que hay un objeto mágico enterrado en una tumba Vikmordere que podría ayudar a derrotarlos. Grendalin —señaló al escriba que parecía saber usar diplomacia además de bolas de fuego— os puede dar más detalles.

—Por eso hemos venido en son de paz, con la verdad por delante, para que nos ayudéis siendo lo más respetuosos posibles. En el Sur, los diferentes reinos —señaló al goblin, a los elfos y Brinchies y semiorco —nos juntamos contra la Oscuridad. Junto con la ayuda Vikmordere podríamos derrotarla fácilmente.  

—¿Podéis ayudarnos? Os prometo que os estaréis ayudando a vosotros mismos. Si los elfos no muertos atacan, nos causarán daño a todos si no podemos detenerlos. 

El shaman escucha atentamente o al menos lo parece.

- Kampe me ha hablado de vosotros, y la historia de vuestra lucha al lado de Jerrik también ha alcanzado estas tierras. - comenta - Pero no todo el mundo en Rybalka es fiel al nuevo estado. Muchos colonos creen el Emperador y la Reina Infernal.

- En cualquier caso os ayudaré en lo posible, la oscuridad siempre acecha en el norte y sus enemigos son nuestro amigos. ¿Qué necesitáis exactamente?.

De momento la cosa iba bien. El capitán hacía gala de su diplomacia, de hecho Grendalin no esperaba menos de uno de los grandes líderes de los Exploradores Grises. Pero a partir de ahora la situación seguramente se complicaría.

Tal y como ha dicho el Capitán Alman una oscuridad se cierne sobre estas tierras. Una más seguramente, pero al menos parece ser la más inmediata.
Hemos sabido por un grupo de alakar que los Edhelgurth se han levantado. Y aunque su forma de tratar de solucionar la situación no ha sido la más adecuada, y ha creado tensiones, no por ello la amenaza es menos grave o cierta.
Al parecer hay un objeto, un artefacto, que sirve para defenderse de dicha oscuridad. Un objeto que según unos textos antiguos se encuentra en, cito literalmetne, La Ciudad de los muertos. Primero buscaron en la Catedral de Rybalka, pero no estaban. Y después hemos sabido que en la zona hay un cementerio vikmordere, que también cuadra con la descripción del texto.

Respiró profundamente.

Lo que pedimos es vuestro permiso, si no vuestra colaboración, para buscar allí. Somos conscientes de lo que ésto implica para los vikmordere y vuestras costumbres. Por eso queríamos primero hablar con vosotros y pediros vuestra ayuda.
No lo haríamos si no fuese verdaderamente importante.

Flogdegnurt había permanecido callado durante el encuentro. Pensó en intentar evitar el control para echar un vistazo por su cuenta, pero lo descartó al pensar que si fuese descubierto, pondría a los Vikmordere en su contra. Siempre podría recurrir a ese plan si se negaban a colaborar.

No se le escapaba que los Vikmordere eran humanos al fin y al cabo y que los humanos dan su palabra a la ligera y ofrecen su ayuda más a la ligera todavía. Su palabra no valía nada, pero cuestionarla sería todavía peor, de modo que por lo de momento, no había más remedio que seguirles el juego. 

-Elfo llaman Manipuar, que dice algo azí como puño del cielo. Creen que ayuda a luchar contra elfoz zombies. Elloz tiene motivoz para creer que Manipuar es en túmuloz Vikmordere. Antigua inscripción élfica dice "El puño del Cielo se encuentra en la Ciudad de los Muertos." Nozotroz respeta Vikmordere. Colabora con Vikmordere contra ozcuridad.

Tanto blanco no es natural. - dijo Bastia mirando alrededor mientras veía todo nevado el primer día de viaje.

Para ella el frío era una incomodidad a la que no estaba acostumbrada y le hizo mantenerse en una especie de aletargamiento el resto del viaje.

Se mantuvo alerta cuando se encontraron con el Vikmorde, claramente rodeados, y escuchó al escriba hablar, lista para comenzar las hostilidades.

Pero cuando escuchó a Norm dialogar, no pudo evitar un gesto de asombro.

Sí que le ha cambiado el norte... - pensó mientras cerraba el hocico para no estropear nada.

Ragnar siguio al grupo pero cada vez estaba mas malhumorado ..., y mas aun cuando llegaron al sitio y parecia que se ponian diplomaticos ..., "joder que rollo de escriba, asi no hay manera de divertirse", penso para dentro mientras que se iba calentando y sus sangre caliente fundio la nieve mas rapido cuando le tocaba dejando unas huellas enormes en la nieve. Sin embargo decidio no decir nada ... sabia que si no era ahora, dentro de nada el cabezota de Norm terminaria cagandola y terminarian luchando y zurrando el lomo ...

El shaman se mantiene pensativo mientras hablan los hombres del sur.

- No creo que haya nada de eso en nuestro cementerio. Pero el túmulo es muy anterior. Es posible acceder al interior desde un dolmen cercano. - se le nota nervioso al hablar - Lo consideramos algo sagrado, algo hecho por los ascendidos. Pero lo cierto es que hay bastante inscripciones en algo que podrían ser caracteres elfos - en voz más baja como si no le gustara que le escucharan sus compañeros - No me extrañaría que fuera una construcción elfica. Algo mucho más mundano de lo que dicen nuestras leyendas...

- Podemos acompañaros dentro. Pero por favor es importante que no toquéis nada más de que lo imprescindible. Y dentro hagáis caso a mis indicaciones. Es un lugar muy importante para mi gente.

Norm asintió ante las peticiones de Nyndn'rl

—Es muy probable que esté allí y no en la tumba de alguno de vuestros ancestros. Por favor, acompáñanos y danos todas las indicaciones necesarias. Evita que cometamos ninguna ofensa ante vuestros ancestros, sólo deseamos encontrar ese objeto de los elfos y usarlo contra la Oscuridad. 

Grendalin notó como estaba aguantando la respiración hasa que Nyndn les respondió, por lo que lo soltó de golpe. Agradeció la ayuda con una inclinación de cabeza apoyando las palabras del capitán Alman. No había mucho más que decir, tan solo ir al cementerio aquel y buscar donde les indicarían.
Lo que comentó el shaman acerca de las inscripciones elficas sonaba muy prometedor, si todo iba igual de bien tal vez pronto tendrían el objeto en su poder y podrían acabar con aquel mal que se avecinaba.

Que raro. En las grandes gestas nunca es tan fácil. Todo son peligros. Luchas a muerte, trampas mortales, monstruos letales. Que suerte estamos teniendo.

Tenéis nuestra palabra, seguiremos vuestras indicaciones. - Bastia asintió al ver que habían llegado a un acuerdo y se colocó junto a Norm.

Y las zarpas quietas. - le dijo a Ragnar, sabedora que al cachorro seguramente le costaría mantener la compostura en una situación calmada.

Flogdegnurt asintió con solmenidad a las palabras del Vikmordere. 

-Flogdegnurt rezpeta. Exploradorez grizez rezpetan. Tu puede estar tranquilo. 

- ¡Un túmulo élfico! Tiene que ser ahí. No necesitamos entrar en el cementerio Vilkmodere, lo cual es bueno.

Acompañó al jefe Nynd 

- Vayamos allí sin perder tiempo, me gusta el agua en estado líquido, no sólido y aquí tiene que hacer realmente frío al anochecer.

El vikmordere asiente y guía al grupo hasta un dolmen cercano semi tapado por la nieve. En el medio del dolmen levanta una piedra. De ella parte hacía abajo una escalera húmeda y oscura. Las escaleras conducen a una estancia circular llena de columnas-totem. Un inmenso idolo de piedra esta sentado en la posición más alejada de la entrada, y una piscina de agua cristalina ocupa el centro de la cámara.

El shaman hace señas al grupo para que se acerque a la base del ídolo. En ella, bajo una linea de cuatro cristales de colores brillantes se puede leer una inscripción claramente en caracteres elficos.

La inscripción es difícil de leer incluso para Grendalin. Esta formado por símbolos en vez de letras, alguna forma de escritura no fonética muy antigua. Sin embargo la mayoría de esos símbolos siguen usándose en tratados sobre magia asociados a hechizos o formulas. Tras un rato de pensar cree que pone: "Sinome esta Paur Edhel Menal" (Aquí ,descansa o quizá yace, el puño del cielo elfico).

Lo que no explica es como abrirlo.

Por si fuera de utilidad las gemas de colores brillantes son cuatro, de izquierda a derecha: azul, purpura, amarillo, verde.

Entraron todos y Norm encendió un par de antorchas para ver bien en las profundidades de la cueva. 

Una vez llegaron se puso a pensar. Las letras no significaban nada para él, pero los colores...

—¿Pueden ser los cuatro elementos? ¿Cuales son los elementos en élfico, Grendalin? —preguntó al escriba, usando su nombre por primera vez— Si no vemos nada aquí, las columnas están llenas de relieves. Podrían ser instrucciones para abrirlo y encontrar el objeto. 

—También hemos de ver el ídolo a ver que representa y detectar magia y trampas. 

Después de repetirla unas cuantas veces Grendalin tradujo la inscripción. La mención al puño del cielo era muy clara.

Parece ser que lo que buscaban en la Catedral está aquí realmente. El Puño del Cielo es lo que dijo Myhal que querían. Necesitamos abrirlo.

Miró a los brinchies.

Pero no forzarlo. Tiene que haber alguna combinación que lo haga. Y es posible que también haya algo de magia.

Dijo el elfo asintiendo a los comentarios del Capitán. Después se concentró en buscar magia por la zona, mientras trataba de recordar algún texto o historia que hubiese leído o escuchado de donde sacar pistas sobre una posible solución a abrir la base del idolo.

Flogdegnurt avanzaba sorprendido por ver aquellos sorprendentes túmulos. No podía evitar ver en ellos, lo que Flogdegnurt interpretaba como reminiscencias élficas ¿Estarían los Vikmordere de algún modo emparentados con los elfos al fin y al cabo?
Sorprendido por la grandiosidad de aquel lugar, apenas atendía a las explicaciones del guía, hasta que de pronto, oyó un nombre que se le hizo familiar. 

-Puño del cielo. Azí dijo el Elfo...¡Manipuar! Debemoz encontrar.

No le fue difícil entender a que se referían. Alguna suerte de caza cerrada con cuatro gemas. 

-Yo miro. Tu no preocupa. 

El goblin se acercó y revisó cuidadosamente buscando algún mecanismo que abriese algún compartimento donde pudiese estar el codiciado Manipuar.