Partida Rol por web

¿Podría ser que la elfa notara el aura del Menalpour? - no tenía claro del todo a qué lado de la valla caía el elfo, si en el de la traición o el de la incompetencia, pero necesitaban saber si sus enemigos podrían detectarles si llevaban consigo el objeto.

Cada vez que hablaba Myhal era para darle con la mano abierta, pero ese no era ya su cometido. Estaban en presencia de la Reina y era uno de los suyos. Ya se encargarían de él.

Ante la pregunta de Bastia se encogió de hombros.

Podría ser. Si estaba familiarizada con su energía es más que posible. Pero yo creo más que es la opción de Myhal. Recuerda que no pedía que se lo entregaran, si no que se lo consiguieran. Lo cual es sospechoso también el caso de la Tortuga Dragón que nos encontramos en el rio al venir aquí. Creo que es algo a tener en cuenta también.

Suspiró resignado.

Creo que hay que decidirse ya en algún plan de acción. Estudiar bien los escritos, reunir más Exploradores Grises y dar con el Nigromante. ¿En cual nos centramos?

—La diferencia es que la Tortuga lo quería para guardarlo para la llegada de la Luz, diciendo que a los no muertos se les podía vencer con armas... y si morían los elfos, pues bueno, que no sería muy trágico y la Vampiro evidentemente lo quería para que no lo usaran. 

Norm no se sentía capaz de resolver el puzzle que era Myhal. Su única solución era cortarle la cabeza pero... ¿Qué otras cosas les ocultaba?

—El escriba está en lo cierto en la enumeración de tareas —era una de las cosas sobre las que les había contratado, se había ganado su paga de tres monedas de cobre pequeñas— pero no quiero separarnos. No se cuantos traidores más habrá. Vayamos al cuartel de los exploradores para ver si los residentes saben algo sobre los no-muertos y a que manden el aviso para que vengan más compañeros. Luego ya trataremos de encontrar al nigromante estudiando los escritos. ¿Podría la reina encontrar a algún sabio o experto que nos dijese algo más?

Myhal no contesta a las preguntas, simplemente bufa cruzándose de brazos.

- Menudos inútiles - murmura, pero calla ante la mirada fulminante de la reina.

- Pondré a mis mejores sabios a estudiar el asunto, pero no creo que ninguno de ellos sepa nada - contesta pensativa - Seguro que hay algo en algún libro de historia o registro antiguo, pero me temo que tardaran bastante en encontrarlo. Sin embargo, hay alguien que recuerda esos tiempos. Quizá podríais añadir una visita a Kirhosk a vuestra lista de tareas. Probablemente como una de las últimas opciones.

El grupo abandona el palacio y se dirige hacia el cuartel de los exploradores entre las miradas atónitas de todos los guardias, que murmuran entre ellos en cuanto el grupo se ha alejado unos pasos.

En el capitulo reciben con alegría a los exploradores, les ofrecen habitaciones, ropa y capas limpias. Las capas son grises para los exploradores, marron para Grendalin. Tras unos momentos de dudas les presentan ambas capas a Flog y a Norm, para que ellos elijan la que prefieren llevar.

Varios exploradores memorizan un mensaje para llevar a todas las sedes cercanas de los Exploradores y para el mismo Grey ante la insistencia de Norm no enviar nada por escrito. Pero por desgracia los hombres de Grey de Erdala son guerreros no sabios y no pueden aportar más información al grupo.

Flogdegnurt iba a protestar ante la indiferencia que la reina mostraba por la actitud desleal e incluso arrogante de Myhal. Cualquier rey goblin lo habría hecho decapitar por su atrevimiento...a no ser que estuviera de acuerdo con él, claro. 

Se mordió un labio tan fuerte que incluso se hizo sangre, para evitar empeorar las cosas. Por su parte Myhal era elfo muerto. Tarde o temprano, tendría ocasión de darle su merecido, pero algo así no podía ser pasado por alto.

Así que con rabia contenida y en silencio, se dirigió al capítulo donde no consiguió contagiarse del alegre recibimiento que tuvieron. Aceptó la capa gris sin dudarlo. Y la marrón también, pero fue la primera la que se puso. 

Ya reunidos, luego de descansar un poco y de comerse su rabia contenida, se dedició a expresar su opinión.

-Nada puedo yo ayuda en el eztudio de libroz. Apenaz entiendo ezcribir y nada de magia. Reina no va a ayudar maz. Creo que ella cree baztante a Myhal, aunque no guzta como él habla. Nozotroz penzamoz que Myhal traidor. Pero él no juró lealtad a nozotroz. Lo juró a zu reina. Y no zabemoz zi a ella la traiciona. Zi la reina lo conziderara traidor lo habría caztigado. No me guzta tortuga. Ella intentará matarnoz otra vez para recuperar el Manalpaur, zi nozotroz llevamoz. Zi no llevamoz, ¿a quién ze lo dejamoz? Yo no confío en nadie maz que en nozotroz. Creo que debemoz buzcar nigromante. Y para buzcar ezploradorez grizez, que buzque el capítulo. 

Grendalin acepta la capa que le ofrecen. Después de todo la suya está bastante raida y sucia con todo lo que le ha pasado desde que se ha unido al grupo de exploradores grises.
Cuando se mandan los mensajes ya poco más puede hacerse salvo buscar a Skerlyn y estudiar los tomos, y el escriba sabe donde puede ser más útil.

Si el nigromante ha estado viviendo en la cabaña tal vez se pueda tratar de buscar algún rastro a partir de allí, aunque imagino que será dificil.
Yo creo que soy más útil de momento ayudando a los eruditos de la reina a descifrar los escritos. Sobretodo porque no me fio que no haya otro "Myhal" en sus filas. Creo que es mejor prevenir. No obstante si creéis que hablar con la Tortuga Dragón puede ser beneificioso puedo probar, viendo que soy el más...sociable de todos.

Era obvio que el escriba quería ir a estudiar los escritos, pero haría lo que le ordenara el Capitán Alman. Después de todo era el capitán.

A Ragnar no le gustaba nada de todo eso, estudiar papeles, y demas, consideraba que la mejor idea era acabar con los zombis desde YA

- Porque no vamos a cazar zombis mientras que estos leen papelajos .... seuro que donde haya zombis estara el nigromante cerca, no??? -

Ya si eso ves yendo tú... - Bastia no puede evitar responder a Ragnar, quien parece creer que todo problema se soluciona con las garras.

Cierto es que ellos también habían solucionado varios con el filo de las espadas pero estaba claro que ese se les quedaba demasiado grande.

Creo que la Reina tiene razón, Kirhosk debe conocer algo. - se alegraba que la elfa opinara lo mismo que ella. - Por lo que un grupo debería acercarse a la costa donde desembarcamos.

No creo que quiera hablar si no tenemos el Menalpour - dijo Varag - Era importante para él que no se usara.

Si no habla, no tendremos más remedio que utilizar el Menalpour . - respondió a Varag. - Seguramente prefiera hablar y darnos una oportunidad de acabar con el nigromante antes de llegar a eso.

Flogdegnurt se frotó la barbilla mientras meditaba en las palabras de sus compañeros. Si...claro, buscar al nigromante...¿a partir de qué pista? Grendalin tenía razón. La única pista que tenían para localizarlo era la cabaña. No era mucho. Podrían dejarlo investigando entre libros polvorientos donde quizá encontrase más pistas que pudiesen aproximarles a su objetivo. ¿Dónde vivía antaño? Poco sabía de magia, pero sí sabía que los muertos vivientes tenían cierto apego a aquellos lugares que habían sido importantes para ellos en vida o a aquellos en donde murieron...o se convirtieron. Porque de eso se trataba ¿no? Bah, ni idea. 

El caso es que la idea de buscarlo se volvía algo lejano. ¿Entonces?¿Ir a ver a Kirhost? El razonamiento de Bastia le pareció convincente. A pesar de ser un poco bruta, esa tortuga parecía inteligente. Mucho, de hecho. Y si llevaban una recomendación de la reina, quizá estuviera más dispuesta a colaborar. Y la reina no se podría negar a dársela.

Seguía sin fiarse de ella y desde luego no se fiaba de Myhal. Pero no parecía que hubiera mucha más elección. 

Asintió. 

-Tu razón. Zi llevamoz carta de reina...Kirhost maeztro. Kirhost puede ayudar ¿Pedimoz carta y menalpaur a reina y vamoz? 

Mientras tomaban un descanso y discutian las opciones, el orco aprovechó para visitar a un antiguo compañero de batalla, Asperon Thorn, estacionado en la ciudad. Veterano de la Guerra de la Llama, Varag había sido movilizado contra la invasión del Reino Élfico en 3121. Allí, consiguió junto a los elfos y otros exploradores echar al Remolino al norte de Stahlheim, justo antes de ser llamado a participar en la misión otrora secreta, hoy conocida por todos.

El guerrero no había visto al arquero en varios años, pero éste, como era natural para los elfos, no había cambiado nada. Se fundieron en un abrazo y se pasaron la tarde poniendose al dia y bebiendo vino. Asperon estaba especialmente interesado en los acontecimientos de Kal-A-Nar.

Acabasteis con la guerra y creasteis un maldito país, Varag. - dijo el elfo, todavía fascinado, a pesar de los años que habían pasado - Un maldito país de la nada. Quien me iba a decir que aquel orco cabeza hueca al que tuve que sacar... te acuerdas? - dijo y los dos se rieron - Te saqué bajo una montaña de mercenarios contra los que habías cargado sin esperar ni a que formaramos. Estabas majara. Quien iba a decir que te harias un heroe - se calló un momento y los ojos del arquero miraron atentamente al orco, por encima de su jarra - Veo que has dejado atrás a Oberwald. Me alegro. - dijo simplemente, dándole una palmada amistosa en el hombro. - Si hubieses seguido así, habrías conseguido tu objetivo.

Nah - le quitó importancia el orco, un tanto incómodo - Mala hierba nunca muere. - No había dejado atrás a nadie. El dolor seguía ahí. Simplemente, se había acostumbrado a convivir con el.

La conversación por fin llegó a los acontecimientos actuales. Lo que antes habían sido risas y chanzas de aventuras pasadas se tornó en una conversación sombría, con Asperon bajando el tono de voz hasta casi un susurro como con miedo de que las sombras escuchasen. Estaba claro que, para los elfos, los Edherguth no eran ninguna tontería. Les tenían un miedo casi reverencial.

Tenía que haberlo supuesto. Una celebridad como tú sólo podía venir a resolver problemas de ese calibre. - dijo medio en broma medio en serio. Pensó un rato sin decir nada, mirando hacia una de las 9 ventanas del local. Desde ella se podía ver  la Plataforma del Conocimiento y la Gran Biblioteca de Eldara - Creo que puedo ayudaros. ​Andalius Thay’thias​ me debe un favor. - ante la cara de poker de Varag el arquero explicó - Es uno de los nueve catedráticos de la Gran Biblioteca. La familia  Thay’thias es reconocida como grandes historiadores y sabios. Si Andalius no sabe nada de ese nigromante, sabrá dónde buscar o a quien preguntar. El único problema es que no dejan entrar en la Gran Biblioteca a no elfos - dijó con una mueca, excusandose - Ni siquiera a los que les han salvado de la muerte segura.  

No te preocupes. - le respondió Varag con una sonrisa, mientras pensaba en el escriba -  Creo que tengo a la persona adecuada.

Mientras el grupo esta discutiendo en el capitulo un explorador elfo les interrumpe.

- Disculpen, pero hay dos mensajeros preguntando por ustedes - dice un poco confuso, parece ir a sacar algo del bolsillo donde tendría apuntado lo que quiere decir pero mira a Norm, traga saliva y decide no hacerlo.

- Un mensajero de Andalius Thay’thias​ que trae una invitación para un tal Grendalin para acudir a la Gran Biblioteca.

- Y otro de un tal Skelryn que quiere una cita con ustedes. Es un niño que espera una respuesta.

Flogdegnurt miró al elfo con los ojos desorbitados, la boca abierta, temblando.

-¿S...Skelrym envía...mensajero?...¿Para pedir cita? Que muchacho entre. Tú deja entrar. 

Ni siquiera reparó en el otro mensaje; una invitación para el bibliotecario...nosequé de una biblioteca.