Partida Rol por web

Esa no era la frase que esperaba escuchar. Aquello lo puso aun mas palido. No se giró a mirarla, siguió observando la inmensidad del mar. Los barcos moviendose en la bahia.

- eh... yo.Creo que esa pregunta no da a lugar mi Lady- volvio a mirarla, algo mas calmado- No debeis preocuparos por ello- Aquella respuesta bastaria para dar a entender. El guardia les seguia no muy lejos...

- Quiza debieramos volver al castillo. Es tarde para pasear, y aunque me ha agradado el trayecto y la compañia, nuestros padres no creo que quisiesen que siguieramos por aqui fuera a estas horas- Se comporto de nuevo como un noble de su altura y volvió a tender la mano para acompañar a la dama hasta el castillo.

Greil intentó mantener la calma. Había estado todo el día tenso y empezaba a cansarse.

-Esto va a dar problemas, creerán que Lord Alastor no puede controlar a sus hombres. Tú conoces nuestros barcos mejor que nadie ¿Podríamos cazar la espina negra?- Quizás si Alastor tiraba de las cuerdas y enviaba cuervos podrían hacer que los puertos estuvieran atentos, pero seguramente es lo que esperaría el escurridizo, quizás la piratería fuera lo que tenía en mente.

-Deberíamos avisar al señor de todo esto....- continuó hablando más alto para que lo escucharan los hombres cercanos -y seamos discretos con esto, los invitados no se irán hasta mañana como muy pronto.-

Pensó unos momentos más, su instinto le seguía diciendo que la oveja negra de la familia podía saber algo. -Se me ocurre que Althor podría saber algo, si se te ocurre alguien que pueda saber algo más es el momento de nombrarlo- terminó diciéndole al almirante.

- Ser... Almirante- Dijó uno de los tripulantes del letania, al tiempo que daba un paso al frente- Le seguimos muy poco, pero habia puesto rumbo hacia las islas escudo. Parece una locura... puesto que ahi reside gran parte de la flota del dominio, quiza una maniobra de distraccion- El hombre dio un paso atras de nuevo. La gente estaba bastante alterada en el puerto. Pero mas que alterada, cansada, el dia habia sido largo.

Al tiempo que todo aquello ocurria. El barco de los Hadathor zarpaba en la lejania del puerto y con el amparo de la noche.

Y cuando la conversacion se ponia interesante y fuera de los patrones basicos de lo obligatorio y lo normal y correcto...

Adios... El joven noble volvia y con el ambos al castillo.

Era agradable, era atractivo, cercano a mi edad... pero... yo queria alguien que me hiciera temblar solo con cogerme  mirrme, y que en algunos momentos dejara al noble a un lado para dar paso al hombre. Pero bueno, lo que yo quisiera era irrelevante pues no tenia ni voz ni voto en aquello.

Suspire y asentí - Si... volvamos, siento haberos incomodado... - No, no lo sentia en absuluto, pero lso modales estaba ahi.

-Gracais marinero. Sería una locura ir hacia allí, si le dieran asilo los problemas escalarían muy rápido, así que será una distracción casi seguro- fue entonces cuando los Dornienses zarparon.

-Almirante, ¿estás al tanto de eso?. Que la familia de nuestra señora para con tanta discreción puede levantar muchos rumores- y a él le preocupaban los que hablarían sobre que no considerarían segura las tierras de sus parientes.

-¿Me empiezo a poner paranoioco, Leviathan, tú que dices?-

El guardia asintió a las palabras de su señora y partió a buscar el vino. Althor sin embargo poco caso hizo, se acerco a su sobrino para tomarle por los hombros para susurrarle.

A todo esto llegó Amara, que habia estado en el puerto- Prima- dijo con una reverencia, despues mirando a Althor y Gaheris- joven señor- me llamabais? - pregunto a su prima y señora, Eura.

- Sabes, creo que tienes madera de caballero, pero habra que entrenar esos musculos, dime, te han enseñado algo ya en el castillo? pocos caballeros vienen a la olvidada Zarzamar...- Fue lo que susurro el caballero.

 - La verdad es que no mucho, la verdad... - Le respondí a mi tío, en susurros.

 A continuación le dediqué a la prima de mi madre una reverencia, mientras le devuelvo el saludo que me a dedicado:

 - Lady Amara, es un placer veros, como siempre, sois tan hermosa como una maña de primavera...

 Sin duda es cierto, no cabe duda que las mujeres de la familia de mi madre son las más hermosas que he conocido, salvo algunas excepciones.

Si no había dejado solo a Gaheris para buscar a mi tío, era precisamente porque temía que Althor pudiera aprovecharse.

No pude evitar alzar una ceja y sonreír divertida ante la galantería. Es la primera vez que le veo hacer eso. También convendría enseñarle algunos trucos. Entre nobles, ser galante puede ser un atractivo que haga ver a un señor como un caballero, siempre y cuando se sepa hacer.

Mientras ser Hern busca o encuentra vino, me acerco a Amara, apoyando mi mano en su brazo, en un gesto familiar y confidente pese a su recato.

- Así es, mi querida prima. Esperaba nuestra ausencia no fuera muy larga, pero me es dificil no preguntar por mi señor esposo.

Tras preguntarle como está Alastor, quien no ha abandonado mis pensamientos, me contengo para no preguntarle a Gaheris que le dijo. No espero nada bueno de mi cuñado, pero tampoco quiero hacerle ver que desconfío abiertamente de él.

Tras hablarle a Amara, me cercioro de que Althor no me escuche - ¿Fayad continúa en el puerto?