Partida Rol por web

Luigi había conseguido un lugar bastante decente, más cerca del escenario. No había mucho espacio para bailar, aunque sinceramente, tampoco era la intención de italoamericano hacerlo.

De todos modos, no dejaba de mirar de soslayo hacia su primo Filippo y al resto del grupo. Julia se había acercado al mismo, y le preocupaba la inocencia en estos temas de su joven primo... Por otro lado Sal, estaba a punto de implosionar recomido por su  timidez natural, mientras Enzo y Luca se dedicaban unas miradas de odio/amor mas dignas de San Valentín que de esta noche.

Dos "gallos" en un mismo corral con tan poca gallina, mala cosa... no me gusta que Filippo se encuentre en medio.

"Stronzo di merda, È che nemmeno la musica può essere ascoltata con calma; mamma mia, scusi, scusi. Io devo tornare al bar.

Luigi fué lentamente acercándose de nuevo al grupo... 

Filippo sonrio al ver que la muchacha miraba con nerviosismo el reloj. Por un momento le había traído a la mente el recuerdo del cuento de La Cenerentola.

-¿A...acaso temes que tu carroza se convierta en calabaza?-dijo Filippo haciendo acopio de valor para dirigirse a la chica y gastarle una broma inocente...o quizá no tanto.

Enzo saboreó por un momento el desasosiego de Julia al mencionar a su novio. Aprovechó para tensar la cuerda con cara de pillo, mirando a Julia calladin una fracción de tiempo más allá del normal, exacerbando su incomodidad hasta que … … … ... pero no - Me encantaría, Julia. Seguro que te gustará… … … que os gustará, dijo desechando el descuido con un movimiento de la mano. Déjalo de mi cargo… ¿baila Roberto el breakaway? conocemos un sitio genial, verdad ¿Luca? dijo sonriente dándole cancha a su hermano… es demasiado… descarado para el Blueberry dijo con los ojos achinados, pero después de tocar nos iremos por ahí a celebrarlo con la banda y los chicos. Con un ademan señaló a la panda de su izquierda mientras seguía el compás de Toe-to-Toe: Filippo, con los ojos como platos y Salvatore, oculto tras el cuello de su camisa… desistió de señalar al frente donde Luigi parecía volver de la zona rica maldiciendo entre dientes. Se volvió a la derecha, territorio seguro con el Guapo, mientras sacaba la pitillera - Jonny nos ha llevado a unos cafés… mamma mía. Jonny Freeman, el contrabajo, uno nuevo… dijo explicándose. Como tocan los morenos… y bailar, bahh… un gesto de admiración… che cosa graaandre, grande… piruetas, saltos. Como esto... hizo una pausa señalando los compases al ritmo de la música que volvía a cambiar *... indicando esperar… la... entrada… y empezó a moverse con ritmo otra vez...pero más rápido…  mucho más movido… y bah... girando, dando vueltas… explicó con un bailecito experimental,  marcando unas medias vueltas que señalaban con algo de distancia como una chica imaginaria ...por aquí... pasaba girando a toda velocidad alrededor de su cintura ... así... y saltaba de un lado a otro por su espalda... disfrutando de la música dijo sonriendo de par en par mientras seguía el ritmo. La libertad… un día tenemos que ir a probar… eh Luca. Es muy fácil… le dijo con una mirada en confianza a Julia, quitándole hierro mientras le ofrecía un cigarrillo. Enzo cerró la funda y sacó unas cerillas del bolso interior de la americana. Aprovechó para acercarse, con un bastoncillo de fuego que llevaba acunado cerca del pecho para que no se apagara, con mucha delicadeza. Se lo presentó como si fuera un secreto… dejando que fuera ella quien se acercara. Al hacerlo, sujetó con su mano izquierda la que sostenía el pitillo, dándole fuego. El guapo hubiera jurado que al acercarse, le dijo algo que se perdió entre la música. Acto seguido, Enzo miró hacia Luca y su acompañante que volvía del baño, una verdadera belleza. Lo hacía con doble intención: una ofrenda de paz… y de bloqueo. Por cierto, no nos has presentado... No te enfades hombre…

- Creo que… empezó como si fuera algo serio… ahora mismo… dijo cuando la llama prendió en el pitillo…. me tiene… ... envidia…  apartó la llama mientras Julia inhalaba... todo el bar… le dijo sonriendo al soltar su mano, pero esta vez disimulando, sin mirarla a los ojos…

Julia se rió ante los bailes desenfrenados de Enzo y los movimientos tan diferentes a los habituales pasos de baile que ella conocía. Lo cierto es que Enzo se movía muy bien, llevando el ritmo de la música y conocía como nadie movimientos que estaban a la vanguardia de lo que se llevaba en aquella época. Incluso movimientos nuevos que nadie había visto, moviéndose con soltura y cierta gracia.

-¡Que tonto! - Dijo cuando el músico se acercó a ella y le susurró algo, Julia soltó una angelical carcajada y le dio un pequeño golpe en el pecho. Con una enorme sonrisa, Julia miró alrededor y comprobó que era cierto que había muchas miradas clavadas en la pareja, y la mayoría tenían una enorme envidia de Enzo en aquellos momentos.

El Guapo estaba dirigiendo unas miradas terriblemente asesinas a su compañero de escarceos y aventuras por haber logrado bailar con Julia Scalfaro de ese modo y, lo que podría ser peor, haber conseguido sonsacarle una sonrisa. Pero la pareja de Luca regresó del baño y el Guapo tuvo que forzar una sonrisa mientras Enzo le pedía tregua en una especie de idioma de miradas que entendían ambos.

-¿No la conoces, Enzo? Es Miss New Jersey. Allison Bartel. - La espectacular mujer sonrió y extendió la mano con amabilidad para saludar a Enzo, pero Luca le sonrió con inquina. Estaba claro que había hecho notar lo de que era una miss solo por fastidiar a su colega.

-Un placer, Allison. - Dijo con amabilidad Julia, separándose ligeramente de Enzo para presentarse ella también. -Julia Scalfaro.

A continuación la música cambió de nuevo y Luca tomó a su pareja de aquella noche y la llevó a la pista de baile dispuesto a dejar por los suelos los movimientos de Enzo y hacerse notar por encima de este. Lo cierto es que era difícil decir quien lo hacía mejor, cierto era que Enzo tenía mejor sentido del ritmo, pero Luca tenía una planta envidiable y su presencia cautivaba la sala como si el mismo Adonis se hubiera reencarnado en su ser.

Julia los observó durante un rato y comentó la maravillosa pareja que hacían ambos. Después miró a Enzo y ladeó la cabeza con una sonrisa.

-¿Conoces a Roberto? - Le preguntó interesada, ya que él había mencionado su nombre con total naturalidad.

Al final Luigi consiguió llegar a la barra junto a Filippo. Allí aun estaban Julia y Enzo, Sal se mantenía callado a un lado y El guaperas se fué con su tigresa Miss no se cuantos a mover el esqueleto.

El día que consigáis moveros como las levas del cigüeñal de un Cadillac 1925 V-63 Touring V8, ese día si diré que bailáis con gracia y suavidad natural... Vaya par de "gallitos" de corral.

Salvatore, pide otra ronda, que esta la pago yo. Que no se diga que los pobres y feos no cumplimos. Primo, que quieres tomar? y cierra la boca de una vez, te vas a comer todas las moscas...

Disculpa al muchacho Julia, y tómatelo como un halago personal, no lo hace por ofender.

Filippo tuvo que contenerse para no replicarse a su primo. Pero sabía que estaba fuera de sitio y que dependía de él esa noche, así que decidió quedarse apartado mirando el ambiente. Se podría decir sin miedo a equivocarse que era de todos los presentes, el más joven. Eso era un inconveniente; nadie hacía caso a los "mocosos" y mucho menos las chicas. 

Se apuró la cerveza de un trago. Sabía horrible pero le produjo un rubor instantáneo en las mejillas y lo animó un poco. Así que se puso a bailar solo al ritmo de la música.

Respondió con un gesto de complicidad cuando le tocó el pecho, levantando una mano con la pitillera. Al ir a guardarla se señaló como diciendo a mi… de forma juguetona, y señalándola a ella después - a ti … yo creo que también ¿o no? le preguntó con cara de pícaro, retándola. Se volvió a peinar el flequillo casualmente. La miraba a los ojos sin contemplaciones mientras el tonteo continuaba… en su salsa. Tira, afloja, carrete, y red…

-¿No la conoces, Enzo? Es Miss New Jersey. Allison Bartel.

Un piacere, Enzo, le dijo con la mano derecha en el pecho y extendiendo la izquierda hasta su hombro para alcanzar a dar dos besos a la acompañante de Luca… nos ha hablado mucho de ti, mintió señalando al guapo. Luca pareció querer resarcirse rápidamente tomando la pista de baile a sangre y fuego. ¡Ja!  Luca, genial, Alison es tremenda. Dar 4 vueltas, a ver si questi spettatori nos dejan en paz…  Los miraba con Julia a su lado. Enzo no tenía problema en exaltar a su hermano. Lo había hecho, lo habían hecho ambos muchas veces. Los dos guapos a rabiar; Luca más fornido, planta clásica, Enzo desgarbado. Luca formal, Enzo enigmático; entre los dos, imparables, una planta de un actor y el carisma de un músico. Respondió a Julia… così bello eh, como ir al teatro…hacen una bella coppia… ¿durarán? le pregunto bromeando en voz baja. Ahora no eran el foco de atención, Julia lo miraba con la cabecita a un lado, y sonriendo de forma intrigante… la animó a que a preguntar con un leve movimiento de la cabeza… 

¿Conoces a Roberto?

Al oír mencionar a Roberto, a Enzo se le agrandó la sonrisa… no había nacido ayer:  lo estaba esperando. Era un momento clave, y lo había vivido decenas de veces. Las palabras debían decir “claro, tienes novio, no hay de que preocuparse” pero el tono dejaba claro “si me interesas, tu novio no es importante”. La miró con una sonrisa que reconocía el tonteo, con tranquilidad ¿Roberto? … dijo ganando tiempo… levantando una ceja… tensando la cuerda…  si... si… bueno, de oídas… Roberto Masseria ¿no? No recuerdo que hayamos coincidido todavía todos juntos ¿verdad?... aguaaaaanta… no, no dijo negando con seguridad… seguro… mirándola ladeando la cabeza… me acordaría le dijo fe forma burlona lanzándo otra mirada cargada... hasta que...

…consigáis moveros como las levas del cigüeñal…

De repente Luigi irrumpió en el grupo volviendo de su excursión a tierras más prósperas, regañando al pobre Filippo, y dirigiéndose a Julia. ¡Maldita sea Luigi!  Enzo lo miró por encima del pelito que le caía por la frente, al principió con cierta incomprensión, ¿pero que cosa? en seguida puso una media sonrisa... - Bahhh, metal, metal, un cigüeñal es muy frío Lugui… Il cuore vuole un po di fuoco eh… va… le hizo una señal primero al mecánico… ese movimiento.. le dijo bailoteando un poco invitándole a seguirle sabiendo bien que no lo haría… después a su primo... ascolta Filippo… quiso darle una salida a chaval para obviar la humillación a la que le había sometido su primo… esta es el Jubilee Stomp *… el jueves la tocamos, pero más rápida... mira… parabarabararbarabarabarabarabaraaaaaaaaaa… unos pasitos, movimiento… tip tip tip… volvía la mirada a Julia de vez en cuando hacia ella mientras seguía el ritmo tiri piripipi. Al cabo de unos momentos, volvió a acercarse a ella con una sonrisa, y por fin le dio una tregua Afloja, afloja - ¿lo estas esperando, verdad?

Mariposeaba en torno a las mesas, alrededor del grupo, intentando no quemarse con la Scalfaro pero sin poder alejarse de ella. Miraba con ojos de cordero degollado a Julia a Enzo, a cualquiera con posibilidades de dormir acompañado aquella noche, o al menos de darse un revolcón en la parte trasera de un coche o en la oscuridad de algún callejón.

-Sí, de oídas... -fue todo lo que se atrevió a decir, bajito, haciendo el eco a Enzo.

Pidió otra ronda, como quería Luigi, y se quedó mirando a Filippo con una triste sonrisa en la cara. Se acercó despacio, le puso una mano en el hombro, le tendió una taza. Amplió la sonrisa, y se notaba que era una sonrisa sincera, que simpatizaba con el chico; seguramente eran los dos que estaban más fuera de lugar en aquel momento. Pareció pensar por un momento...

-Eh, Filippo, quieres aprender un par de trucos?

Se entreabrió la chaqueta y dejó entrever un mazo de cartas en un bolsillo interior. No podría enseñarle a tratar a las mujeres ni darle lecciones de baile, pero manejando las cartas era seguro el mejor de por allí. Y a quién no le gustan unos trucos de cartas?

Filippo dejó de bailar cuando Marrone consiguió captar su atención. Total que la Julia no le hacía más caso...

-¡Vaya, Marrone!-dijo sorprendido, sonriendo-¿Así que eres un giocatore? molto bene, insegnami

Los trucos de cartas siempre le habían fascinado.

 - Bahhh, metal, metal, un cigüeñal es muy frío Lugui… Il cuore vuole un po di fuoco eh… va… le hizo una señal primero al mecánico… ese movimiento.. le dijo bailoteando un poco invitándole a seguirle sabiendo bien que no lo haría…

Sei un boccone, Enzo. 

Scusa, scusami, ci vorrà solo un momento.

Le dijo Luigi, a la chica que estaba junto a el, pidiendo en la barra, para ella y su pareja. El mecánico consiguió un poco de espacio, unos 150 cm, que era bastante para la zona donde estaban, aunque al empezar su numerito, la gente de alrededor se apartaron un poco más, para poder verle...

Luigi tenía algunos golpes escondidos, y no solía fanfarronear de ellos, salvo si era de coches... Ahi las ganas le podían.

En este instante, Luigi, empezó a seguir el ritmo de la música con sus pies y manos, y demostró que el Claqué, no se le daba tan mal. Posiblemente no era como Enzo o Luca, pero lo suficiente como para dejar boquiabierto a Enzo, el cual puso una cara de asombro ante tal demostración, que obviamente no esperaba.

Ora mangerai le mosche, Enzo e no Filippo.

Al terminar, se quedó mirando al espontaneo de Enzo y le hizo un gesto llevando su pulgar al mentón y tocándose con rapidez de dentro a fuera, a modo de "comete esta". Luego dirigiéndose a la pareja que tan amablemente le dejaron algo de sitio dijo:

mile grazie signorina e gentiluomo.

Y se giró para coger las nuevas tazas y pagarlas como había prometido. Añadiendo dos más para la amable parejita que le estaba aplaudiendo aun por su baile.

La velada continuaba divertida mientras la medianoche se iba acercando poco a poco. Enzo continuaba moviéndose al ritmo de la música, animándose incluso a dar unos pasos con Julia mientras las miradas del local se clavaban en ellos. Algunas más discretamente que otras. Enzo no perdía la esperanza de conseguir pescar algo en río revuelto, pero Julia mencionó a su nueva pareja y la cosa se enfrío ligeramente. A pesar de ello, Enzo no perdía la esperanza de conseguir algo con Julia aquella noche.

Fue curioso, y bastante divertido también, el duelo de baile que se creo en un momento en la pista. Primero el Guapo, para fastidiar a Enzo, y después incluso se sumó Luigi, para dejar boquiabiertos a todos. Nadie se esperaba que el mecánico tuviera algún movimiento más allá de apretar tuercas y clavijas y sin embargo logró que sus pies se movieran como los de un diestro bailarín.

-¡Vaya! - Dijo Julia admirada por los movimientos de Luigi. -Parece que te ha salido un duro competidor en la pista de baile.

Julia parecía estar pasándoselo bien, pero a veces se le notaba forzar la sonrisa cuando miraba hacía la puerta y consultaba el reloj, algo que hacía cada vez con mayor asiduidad. La medianoche se acercaba, y Roberto seguía sin aparecer. Enzo percibió que algo preocupaba a la muchacha y volvió la conversación a ella, a pesar de estar todavía sorprendido por los movimientos de Luigi.

-Sí, lo estoy esperando... - Le respondió a Enzo. - Habíamos quedado hace una hora, pero... Seguro que algo le ha entretenido. - Dijo con una sonrisa triste, apagando la mirada y dirigiendo la vista al suelo. Algo le decía a Enzo que no era la primera vez que Julia tenía que sufrir un plantón por los asuntos que entretenían a Roberto Masseria. Era probable que aquella relación, después de todo, no fuera bien.

Se hicieron un pequeño aparte sobre la barra, con la fiesta apretándose y empujándolos. Salvatore sacó la baraja y barajó con despreocupación, mirando pensativo a un lado. Luego miró a Filippo y sonrió, con su labio inferior un poco descolgado y su pelo grasiento de costumbre.

Salvatore podía ser repelente, pero no era tonto. Como le gustaba decir, cuando jugaba le gustaba aprender de los contrincantes. Se fijaba en los movimientos, en las estrategias, en los gestos. Y los iba de alguna manera catalogando, y algunos los incorporaba a su repertorio.

Comenzó con unos movimientos rápidos para girar y esconder una carta. Luego dos. Luego le hizo a Filippo un juego simplón con una historieta en el que aparecía un pastor siciliano, y entonces se acordó de un par de trampas para el ti vitti y el cucù, juegos sicilianos familiares. -Le encantarán a tu nonna-.

Le enseñó un juego raro y rápido llamado cinch que dijo haber aprendido de un vagabundo del Oeste y le mostró un truco infalibre para ganar al faro; era un galimatías: algo sobre un zapato, un refresco quemado, una carta alta y el salto de un gato. Pero se reía al decirlo; seguramente era una broma habitual entre jugadores.

Volvió a los movimientos rápidos con un juego sobre elegir una carta y hacerla desaparecer en la que se notó el truco. Sal se quedó quieto un momento, levantó los ojos hacia Filippo, se encogió de hombros y sonrió con cierta picardía: -No conviene que te pase algo así si estás jugando con dinero y desconocidos...

-El truco es bueno, pero tienes que practicarlo más. Eso es todo-dijo sonriendo-Gracias. Ha sido muy instructivo.

Miró a su alrededor. Definitivamente estaba desubicado, fuera de lugar en aquella fiesta. Y comenzó a desear que acabase. 

Por pasar el tiempo comenzó a deambular mirando al resto de los invitados. Especialmente a las mujeres, con sus trajes deslumbrantes...quizá viese a algún famoso o a algún miembro de la familia conocido. 

Mientras bailaban, hacían juegos de cartas, bebían y pasaban un buen rato, escucharon una elevada queja desde la entrada y cuando se giraron a ver qué pasaba vieron que alguien se adentraba entre la gente a empujones. Pudieron ver una silueta masculina moverse entre la aglomeración de gente moviéndose de un lado a otro como si buscara a alguien con mucha prisa. Una copa se hizo añicos en el suelo cerca de ellos y alguien blasfemó en italiano, entonces vieron aparecer a Filippo Caranta, muy nervioso y con los ojos clavados en Julia.

Filippo Caranta era un joven al que la palabra enclenque le venia grande. Ya desde pequeño se convirtió en banco de las burlas de los muchachos mayores, pero si algo tenía Filippo era tesón e inteligencia para no dejarse amilanar. Eso, y ciertas amistades que lo ayudaron a salir vivo de su infancia. Filippo era toda una cabeza para los números y en el colegio siempre fue quien mejores calificaciones obtenía en prácticamente todas las asignaturas. Ahora seguía siendo igual de delgaducho y probablemente cualquiera de ellos podría darle una paliza con una mano atada a la espalda, incluso el pequeño Filippo. Pero todos sabían que no debían hacerlo si querían mantener el pescuezo intacto. Filippo Caranta era parte de la familia Masseria.

Al localizar por fin a Julia se dirigió hacía ella sin importarle mucho que estuviera en mitad de una conversación con Enzo. Apresuradamente la tomó por los hombros. Caranta siempre había estado enamorado de Julia, como casi todos allí. Pero nunca había reunido el valor suficiente para confesar lo que sentía por ella. No fue en aquella ocasión tampoco, la revelación de Filippo Caranta fue algo que nadie esperaba.

-A tu novio lo han cogido unos tipos de Maranzano y lo están apaleando en el callejón. -Dijo con la lengua fuera.

-¿Qué? - Exclamó alarmada la muchacha. -¿Qué dices Filippo? ¿A Roberto? Ay Dios mío.

La confirmación de Filippo Caranta de que aquello iba muy en serio alarmó todavía más a Julia y provocó que a sus hermosos ojos brotaran las lágrimas. Ella se giró con vista apremiante hacia Enzo y empezó a suplicarle.

-¡Por favor, Enzo, ayúdale o lo matarán! - Hizo extensible la desesperada petición de ayuda al resto. -¡Por favor, os lo suplico, chicos!

Filippo, quedate aqui y cuida de Julia.

Salvatore, Enzo, EHHHH TU, LUCA, Andiamo presto.

camminando, nessuno viene a picchiare il nostro quartiere a Capodanno senza prendere un regalo da Santa Klaus.

Luigi sabía que detrás de la barra había la barra de la persiana del local y se la pidió al camarero... "presto caro, si no quieres tener un fiambre en el callejón en Noche Vieja"

está abierto por detrás? Veloce, aperto

Luca y Enzo di fronte, Salvatore e io dalla porta sul retro.

Filippo, e tu eres il guardiano della principessa, capisci?

Apenas se había alejado un poco del grupo, Filippo se dio cuenta de que algo pasaba. En la distancia, había visto a su tocayo Filippo Caranta acercarse a Julia y zarandearla sin ningún miramiento mientras le gritaba algo. La testosterona se le subió a la cabeza al muchacho y se acercó dispuesto a romperle la cara a aquel mezzo schiaffo delante de la Julia. 

Pero según se acercó le pareció que no era lo que parecía. El Caranta parecía que la había soltado, estaba nervioso, asustado diría incluso.

Julia, con la cara desencajada suplicaba ayuda. 

"¡Por favor, Enzo, ayúdale o lo matarán!¡Por favor, os lo suplico, chicos!"

Y su primo y amigos parecían prepararse para algo. 

"Filippo, quedate aqui y cuida de Julia.

Salvatore, Enzo, EHHHH TU, LUCA, Andiamo presto.

camminando, nessuno viene a picchiare il nostro quartiere a Capodanno senza prendere un regalo da Santa Klaus.

Filippo, e tu eres il guardiano della principessa, capisci?"

-Non sognarlo nemmeno, Bacoli. Farei qualsiasi cosa per uscire da questa noiosa festa. Andiamo presto.

Echó la mano detrás de su chaqueta buscando la navaja que llevaba siempre consigo. De momento solo quería saber que estaba allí.