Partida Rol por web

"Por aquí, por favor", dice en un tono neutro y profesional mientras se posiciona junto a la puerta. Después os hace un gesto hacia las dos sillas, (tapizadas y carísimas), que hay frente al sólido escritorio, (tapizado y carísimo), recortado por el Skyline de la ciudad que se ve detrás, a través de lo que debe ser la galería más grande, perfecta y mejor situada que habéis visto en vuestra vida.

Una puerta lateral, entre dos tapices con el escudo de la ciudad, se abre para dejar pasar a un hombre con un traje que reluce de lo caro que es, y con una seguridad en sí mismo tan sólida que sólo con verle su ego os abofetea la cara.

(Sigue...)

Con movimientos lentos, deliberados y perfectamente estudiados, el hombre más poderoso de la ciudad, (y quizás del mundo), se sienta con tranquilidad sobre un sillón tan lujoso que probablemente le masajee las nalgas en cuanto las posa en él, y os mira a todos con una expresión tranquila y astuta que contrasta con el hecho de que acaban de secuestrar a su hija.

"Caballeros, es un placer verles en persona. No es necesario que se presenten, sus reputaciones les preceden. Tengo un interés profesional en las personas relevantes de mi ciudad, y a diferencia de nuestro caduco Jefe de policía valoro mucho sus respectivas aportaciones a la seguridad de los ciudadanos de una metrópolis como la que dirijo", termina sonriéndoos amigablemente.

"De hecho he visto la grabación de sus acciones intentando salvar a mi desdichada hija, y a pesar de que no tuvieran éxito valoro en gran medida sus esfuerzos. Hasta el punto, de hecho, de que vengo de hacer unas declaraciones públicas en las que dejo su frágil vida en sus manos... y en las del jefe Repp, por supuesto", afirma con algo de sorna. "Aunque todos sabemos quién puede solucionar ésto, ¿verdad?".

En un momento mira su reloj de bolsillo, y alza las cejas en un gesto de sorpresa evidentemente fingido. "Vaya, ahora mismo tengo una reunión con el presidente del FMI, ya lleva un rato esperando mi consejo y no quiero que se ponga nervioso... ¿tienen ustedes alguna pregunta?. Si puedo ayudar en algo en el rescate de mi hija, sólo tienen que decirlo", termina incorporándose detrás del escritorio.

(Sigue...)

¿Tenéis preguntas?. ¿Usaréis vuestros poderes?. ¿Os liaréis a golpes?. ¿Seréis educados y amables como él?. Es vuestra decisión, y vuestro turno ;)

(Sigue...)

Turno

El próximo turno será el viernes 22 de junio del año de nuestro señor de 2018, todos deberíais responder antes de esa fecha. ¡Gracias por participar!.

Cuando llegaron al horroroso edificio que albergaba al Ayuntamiento de El Protectorado y gran parte de los organismos burocráticos de la ciudad, Balthazar se permitió un suspiro de resignación mientras lo observaba con los brazos en jarras.

—Si éste fue el diseño ganador, no quiero saber cómo eran los descartados. Pero qué cosa MÁS FEA —en ese momento, una funcionaria pasó a su lado, frunciendo el ceño, a lo que el mago no pudo por menos que dedicarle una sonrisa— Señorita...

Si se ponía a pensar, quizás era la primera vez que hablaba directamente con el Alcalde. Se acercó a Mindforce y le susurró algo por si aquella rubia embutida en tecnología les echaba el oído— Bueno, campeón, te cuento lo que vamos a hacer: yo le doy conversación y tú mientras le rondas la cabeza a ver qué sabe —En el pasado se había limitado a pasar por el aro burocrático gracias a algún subalterno, funcionario de segundo o tercer grado o enchufado de turno. Y sabían los Dioses Antiguos que si no hubiera sido por sus habilidades, habría enloquecido entre montañas de papeles compulsados e identificaciones. Así que ir directamente a hablar con el Big Boss le confería a todo aquello la importancia adecuada. Importancia que parecían ser los únicos interesados en darle por lo tranquilo y relajado que estaba en afligido padre. No me jodas, intenta fingir un poco al menos, que parezca que te preocupa la muchacha. Pero qué hijo de puta.

—Es un honor, señor alcalde. Y créame si le digo que haremos todo lo que esté en nuestra mano —Balthazar buscó entre sus bolsillos el arrugado paquete de tabaco, sacó un cigarrillo y se lo colocó en los labios— ¿Le importa que fume? ¿Sí? ¿No? Bueno, le decía que dedicaremos todos nuestros esfuerzos por salvar a su hija. Ya tenemos algún par de pistas, sobre todo una sólida que apunta a la comunidad... china de El Protectorado. Pero claro, usted ya sabe que habrá que montar vigilancias, recurrir a recursos caros... imagino que el Ayuntamiento dispondrá de un fondo para situaciones así. Y si no, entiendo que para usted, la vida de su hija no tiene precio...

Llama se sintió algo avergonzado cuando vio toda esa gente bailando a su alrededor. Al parecer la gente que vivía en aquel barrio se lo pasaba bien. Eso le gustaba pero no había venido a divertirse en una fiesta sino a averiguar algo sobre unos secuestradores.

- Muchas gracias por el recibimiento. - les dijo. - Pero hemos venido aquí a tratar un asunto importante. Dejadnos pasar y quizás pasemos luego cuando resolvamos el tema que nos ha traído.

Llama intentó ser apacible y amistoso con la gente. Siempre era mejor llevarse bien con aquellos que no han hecho más mal que divertirse y olvidarse de sus penas.

Si no siempre podría utilizar su poder de Cambio de densidad para volverse intangible y pasar por entre la multitud.

Evidentemente, Echo intentó pasar desapercibida pero eso fue imposible. Rechazó educadamente aunque de forma algo tajante a aquellos que querían su atención. Al llegar al barrio, Echo continuó su camino sin muchos miramientos. Estaba acostumbrada a las zonas pobres de las ciudades, aquellas que la gente pudiente nombraba con eufemismos como "humildes" o "pintorescas". Por mucho que intentaran quitarle importancia, eso era lo que era. Un lugar lleno de gente que vivía el día a día como podía, normalmente con trabajos de mala muerte y de baja clase social. Y eso sin contar los nidos de criminales que había por todas partes.

Por fin se encontró con Llama, aunque desgraciadamente fue en una fiesta. Sin querer, se vio envuelta de gente que bailaba una música repetitiva y cansina para su gusto. Cuando aquella mujer despampanante le dio un golpe de cadera, Echo dio un par de pasos atrás, molesta por el acercamiento súbito. Miró de arriba abajo a la modelo casi desnuda y negó con la cabeza. No estaba ahí para bailar.

Pero sabía que tampoco podía apartar a la gente a manotazos. Primero, porque tal vez no lo merecieran, y segundo porque eso armaría un revuelo contraproducente. Se acercó a Llama y le susurró al oído, con cierta prudencia porque no estaba segura aún de cómo funcionaba su poder llameante.

- Los gorilas de la puerta no te dejarán pasar- le dijo como si fuera la cosa más obvia del mundo.

Entonces volvió a mirar a la mujer exuberante. Se acercó a ella fingiendo una risa tímida, aunque su máscara ocultara su expresión.

- Perdona, es que me has sorprendido, no quería ofenderte- se "disculpó" poniendo un tono inofensivo. Se acercó a ella y le puso una mano en el hombro, como si no pudiera oírla bien por la música-. Oye, ¿qué fiesta se celebra aquí?- preguntó aparentando interés.

La miró fijamente a los ojos, aún con la mano en su hombro, y se concentró. Quería escarbar en su pasado, ver si aquella mujer había entrado al edificio de la B recientemente.

Mindforce había acudido de uniforme pues definitivamente era más cómodo y "discreto" que ir trajeado. Había asentido al mago al respecto del plan, pues ya tenía asumido que su función sería leer la mente del alcalde, esperando no descubrir nada alarmante. Si lo hacía, tendría que mantenerse sereno hasta el final.

Tras llegar, encontraron a una mujer de extraña armadura. Cada vez estaba más convencido de que la ciencia avanzaba más rápido de lo que había previsto. "Pronto habrán drones inteligentes, robots de todo tipo, complementando a cada uno de nosotros" como en Tian, los humanos podrían convertirse en seres de gran poder, cada uno de ellos, gracias a todo un séquito de máquinas. El concepto de ciborg estaba equivocado y lo que se avecinaba era otra cosa más amplia. Todo ello lo había ido exponiendo en sus libros como simples historias de ciencia ficción. Tenía material para una infinidad de ellos, todo almacenado en su cerebro. Tan sólo tenía que adaptar lo que pasó en aquél lejano planeta con lo que podrían ser equivalentes en la Tierra. De hecho, hoy no había podido escribir ningún capítulo y eso significaba que tendría trabajo extra el fin de semana. "Todo sea porque la humanidad aprenda algo de lo que pasó en Tian" pensó para sí mismo mientras tomaba asiento frente al alcalde.

No le gustaron mucho las insinuaciones de Balthazar pero en estos momentos él no podía abrir la boca. Lo suyo era que pasara desapercibido. Claro que, ¿sabría este hombre de sus poderes y se habría preparado? No debería, ¿verdad?

Kevin miró entonces a D-03, y la siguiente pregunta fue, ¿tenía programado defenderlo a ultranza? ¿transmitirle todo lo que viera? sin duda había sido buena idea separarse por si acaso Echo iba a tomar alguna medida ilegal.

El futuro era hoy, o eso decían de tanto en tanto los humanos para referirse a sus progresos y novedades, aunque no tuviese ningún sentido. La obsolencia de ese moderno edificio, los trajes mejorados como el de Mindforce y la asistenta o incluso, D-03 mismo era un hecho ineludible al que se tenían que enfrentar. Sin embargo, como la presencia del propio Balthazar atestiguaba, estar algo anticuado no implicaba que su vida útil hubiese terminado.

Más allá de los bienes materiales estúpidamente caros, lo que más llamaba la atención del robot sin duda eran los acordes y la tonalidad de Schubert, matemáticamente correcta.

Incluso para alguien tan poco dado a las interacciones humanas como era ese solfware con patas, la actitud del alcalde Pheller desencajaba en todos sus esquemas por lo que se limitó a guardar silencio tratando de hacer un diagnóstico adecuado de la situación. En cualquier caso, al menos el padre y autoridad política había dado el visto bueno para que ellos se encargaran de la investigación. 

- Lo habitual en estos casos es pinchar su teléfono en previsión de que los secuestradores se pongan en contacto con usted. Si me lo permite, tan solo será un momento. - Dijo el mastodonte tendiendo su mano con la palma hacia arriba en espera que le prestase su móvil un instante para conectarse a él.

El Protectorado, turno 8

Llama Fantasma y Echo se encuentran en una fiesta caribeña, mientras Balthazar, Mindforce y Prototipo D-03 se reúnen formalmente con el alcalde...

El Protectorado, turno 8.1 (Llama Fantasma y Echo)

El reggaeton resuena en la explanada que rodea el edificio blanco, de aspecto clásico y plagado de balcones. En ellos hay algunos invitados de aspecto distinguido, con americanas, camisas blancas y sombreros cubanos, acompañados de bellas mulatas envueltas en caros vestidos.

Abajo, una marabunta de bailarines y celebrantes de aspecto menos pudiente rodea el local bailando, charlando, bebiendo y pasándolo bien. Hay palmeras cobijando a la gente del sol, y aquí y allá se levantan parrillas en las que la gente prepara comida que luego se llevan en platos de papel-cartón.

Un corrillo de medio centenar de fiesteros se han animado al ver aterrizar a Llama, y lo rodean dando palmas, riendo y animándole a que se una a la fiesta, al igual que a su compañera recién llegada, Echo. Una exuberante mulata de pelo trenzado y diminuta indumentaria ha salido del corrillo para animar a los recién llegados a bailar, seguida ahora por otros dos morenos de piel café con leche, vestidos con pantalones sueltos y ligeros, uno con una camisa blanca, abierta, y otro con un chaleco vaquero. Los dos son atractivos y están en excelente forma física, como todos los jóvenes que parecen divertirse por aquí.

Llama intenta aplacar los ánimos, alzando las manos y tratando de tranquilizar a los celebrantes; sin embargo sus palabras no se escuchan demasiado bien, entre las palmas y bailes de los asistentes y la rítmica musica que resuena por todas partes; "Muchas gracias por el recibimiento, pero hemos venido aquí a tratar un asunto importante. Dejadnos pasar y quizás pasemos luego cuando resolvamos el tema que nos ha traído". La gente no reacciona en absoluto, así que el héroe se concentra para disminuir su densidad y la emisión de calor hasta poder pasar entre ellos sin hacerles daño. Echo se dio cuenta, y se dirigió a él gritando sobre la música; "Los gorilas de la puerta no te dejarán pasar", le dijo señalando el edificio central, sobre el que brilla el logo de la "B" rodeada por un círculo de neón.

Después se dirigió hacia la muchacha que se había acercado en primer lugar, y acercándose a ella como para hacerse entender sobre la música intentó conectar con su pasado. "Oye, ¿qué fiesta se celebra aquí?", le preguntó mientras escaneaba su mente. La mulata dejó de agitarse durante un momento, y durante tres segundos adquirió una expresión embobada, igual que Echo debajo de la máscara. La fusión se produjo en un momento.

(Sigue...)

Te llamas Latoya García, y la vida que has tenido en Costa Bonita nunca ha sido lujosa. Pero ha sido bonita. La industria que iba a ser el motor del barrio se deslocalizó rápidamente durante tu niñez, tu padre perdió su trabajo, bebía mucho, y recuerdas cómo tu madre discutió con él y lo echó de casa. El barrio se deprimió, y el dinero huyó de él rápidamente.

Sin dinero, lo único que os queda es la comunidad. Sois pobres como ratas, pero a nadie le falta de comer. Desde niña viste que si una familia no tiene, otra la asiste; todo el mundo conoce a todo el mundo y hay una red de apoyo que os hace felices. Además, el problema del dinero ha empezado a cambiar desde hace unos años gracias al Bandolero, uno de los chicos de la localidad.

Tiene poderes, y pronto se hizo con el control del barrio. Respeta a la gente de Costa Bonita, consigue empleos y evita que se formen bandas. Tiene algunos negocios ilegales, como el tráfico de marihuana, pero es una droga blanda y tampoco es que sea ningún crimen, te parece a ti. Lo has visto alguna vez, de pasada, cuando vas de fiesta a su local, y sabes que protege el barrio y que tiene la lealtad de todos los vecinos.

No es fácil entrar en el lugar. Normalmente bailas y la pasas bien en el exterior, pero poca gente sabe que hace dos semanas un jevito elegante que se llamaba Don Diego se fijó en tus enorme bubus y te coló al interior a través de una entrada poco conocida, en un agujero del enrejado que hay en el callejón. Allí bailaste toda la noche y terminaste con él en uno de los privados, te trató bien y te pagó aún mejor.

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Echo y la pechugona dominicana parecen despertar a la vez, debido a los gritos que resuenan alrededor. Han sido sólo unos segundos de fusión, que han servido para averiguar algunas cosas sobre la joven, que ahora parece aturdida. Llama Fantasma está paseándose por la explanada, atravesando a la gente, que huye pensando que se va a quemar. Evidentemente no se quema, pero el susto no se lo quita nadie.

Tanto alboroto hace que mucha gente de los balcones del local, que se levanta en mitad de la explanada, esté señalando a Llama y hablando entre ellos. Los hombres de la puerta, seis mulatos altos y corpulentos, se acercan a la figura llameante y desenfundan pistolas. "¡Eh, pariguayo, a que vienes aquí a monta´la!", amenazan enseñando sus armas. "Anda y vete por donde viniste...".

Echo se encuentra un poco detrás de Llama, junto a la aturdida muchacha de enorme pecho y trasero. Su traje bruñido y pegado al magro cuerpo la hace destacar, pero por ahora el hombre llameante es el que está llevándose toda la atención. ¿Qué haréis?. La gente comienza a dejar de bailar; algunos se marchan, los matones se acercan, y estáis llamando claramente la atención. Llama es intangible, así que los ataques meramente físicos, como las balas, no le afectarán si le disparan; sin embargo sí podrían afectar al gentío detrás de él. Junto a Echo, la joven mulata se lleva la mano a la cabeza; "Ai, ¿qué me hisiste, flaca?", pregunta con un evidente dolor de cabeza.

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El Protectorado, turno 8.2 (Balthazar, Mindforce, Prototipo D-03)

En la conversación, es el mago el que rápidamente toma la iniciativa; "Es un honor, señor alcalde. Y créame si le digo que haremos todo lo que esté en nuestra mano", afirma con rotundidad mientras busca un cigarrillo. "¿Le importa que fume? ¿Sí? ¿No?".

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El alcalde sonríe con suficiencia; "Confío plenamente en ustedes, por supuesto. Adelante con el cigarrillo, por favor".

(Sigue...)

Balthazar continúa con la conversación; "Ya tenemos algún par de pistas, sobre todo una sólida que apunta a la comunidad... china de El Protectorado. Pero claro, usted ya sabe que habrá que montar vigilancias, recurrir a recursos caros... imagino que el Ayuntamiento dispondrá de un fondo para situaciones así. Y si no, entiendo que para usted, la vida de su hija no tiene precio...".

(Sigue...)

Mientras el Sr. Pheller responde, Mindforce usa su poder para internarse en su mente; "¿Comunidad china?... es usted un hombre muy divertido, Sr. Stone. Creo que compartimos ese sentido del humor. Evidentemente tengo mis recursos, que me reservo personalmente. Para lo demás, cuento con el heroísmo y la profesionalidad de un grupo como el suyo. Hay quien dice que su actuación evitando el secuestro fue un fiasco, y que causaron más mal que bien, pero en fin. Mucha gente cree eso de los metas últimamente. Estoy seguro de que ustedes podrán hacerles cambiar de opinión", afirma.

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Mientras habla, consigues entrar en lo más superficial de su mente. Le has cogido con la guardia baja, te das cuenta, y das gracias por ello. Lo que encuentras es una auténtica fortaleza de hielo, una retorcida maraña de estructuras mentales forjadas con la voluntad de un genio y el ego de un monstruo. Estás seguro de que si hubieras tenido mala suerte, (o si continúas con este contacto preliminar), este hombre podría darse cuenta de tu intrusión.

Las murallas de pura voluntad que ha forjado alrededor de su mente te impiden obtener datos importantes, (a menos que decidas atacar y descubrirte como telépata), pero sí descubres algunas cosas que pueden ser de valor;

Primera, la inteligencia de Thomas Pheller es claramente sobrehumana, y su ego va a juego.

Segunda, es un estratega sin compasión, y su prioridad absoluta es obtener poder. La vida de su hija, y de hecho la de cualquiera, le importa tanto como una ficha de ajedrez.

Y tercera, es peligroso. Descubres que cree poder acabar con cualquiera, incluidos vosotros, con facilidad. Probablemente a través de terceros.

(Sigue...)

(Sigo luego, ocupado...)