Partida Rol por web

7 Naves enemigas abren fuego sobre la línea de Nagala...que por fín comienza a responder. Intentando crear una zona de exclusión -te parece-

Coddington, Perséfone, Atlantia, Andrómeda, Libris y Prometeo -todas Estrellas de Combate- están ya disparando para crear la zona de exlusión junto con 2 escuadrones de Escolta -10 Cruceros de Combate-. Sin embargo no están logrando contener laa avalancha cylon...y Perséfone pasa de amarillo a naranja. -de grave a muy grave-.

Holmberg, Hie Kon Te y 5 Cruceros más se aproximan a la línea.

Ante la pregunta de la marine; Tienes comunicación en toda la nave.

En mi interior sentimientos se arremolinan y estallan igual que en una tormenta, odio, ira, miedo, pena, impotencia, oigo voces a mi alrededor pero estoy inmerso en mis pensamientos y no puedo percibirlas con claridad, hasta que siento la mano de Allan en mi hombro y a pesar de que sus palabras me parecen carecer de todo sentido o alivio el mero hecho de sentir su mano en mi hombro me reconforta enormemente nunca pensé que un gesto tan simple pudiera conseguir tanto.

-Gracias señor no le fallare ni a usted ni a las 12 colonias.

La hemorragia de mi cabeza no se corta así que rasgo mi camisa para taponar la herida como mejor pueda en una cosa tiene razón me han entrenado para esto y no seré yo el eslabón débil de la cadena. Vuelvo a mi consola y reviso todo el sistema para asegurarme que nada se escape a mi control.

La discusión entre los oficiales me sobrecojen Allan quiere replegarse y contraatacar tal vez sea lo mas inteligente pero nuestro honor nos obliga a combatir hasta la muerte sin importar lo que suceda. Decidan lo que decidan los seguiré hasta el final. Las ultimas palabras de Richard acuden a mi mente ¡eso decimos todos¡........eso decimos todos hermano

Nagala escuchó los informes y tomó el comunicador. Sin duda, la situación era poco menos que catastrófica. 600 raiders no eran moco de pavo.

Antes de hablar con Ferdinan, miró un momento a Anders.

-¿Es posible usar los misiles nucleares para intentar detener a esa masa de raiders? No veo muy viable que puedan llegar hasta sus naves base.

Luego se puso el comunicador en la oreja y escuchó el saludo de Ferdinan.

-Al habla el almirante Nagala -dijo- Debo suponer que sus superiores han muerto o están incapacitados para gobernar la nave. ¿Es eso cierto?

La situación de aquel joven le recordaba demasiado a la que él tuvo en Cymtar. Asumir el mando, cuando no se era demasiado joven para tener tanta responsabilidad.

Nuevamente Emer alzo la voz para hacerse oír al XO que era el que estaba al mando en ese momento. Leyó los informes que llegaban con presteza mientras lo decía en alto - ¡Señor! ¡Los motores se encuentran al 15% de su capacidad total... el FTL esta prácticamente in operativo aunque podríamos saltar pero a ciegas! - otra linea de texto pasaba por sus pupilas al leerla en la consola - ¡Los primeros vipers entran a bordo y ya tenemos cinco baterías operativas en manual listas para cantar señor! - se mordió el labio inferior al caer en la cuenta de que las armas perderían efectividad al dejar el automático - ¡Pero me temo que perderemos aproximadamente un 30% de capacidad de fuego al entrar en manual señor! - termino por informar mientras aun esperaba un posible objetivo al que dirigir las armas de la Bardoon

La pregunta pilla desprevenido a Anton, hasta ese momento nadie había puesto en duda su liderazgo, sin el Comandante Conner a bordo él era el siguiente en la cadena de mando.

-Señor, el Comandante Conner se encontraba en una recepción en Libris al iniciarse el ataque Señor. Nos vimos sorprendidos por el ataque poco antes de iniciar el descenso para unirnos a él.

El Comandante Conner... él, por supuesto, también había estado aquél día...

Te informan que lanzando los misiles nucleares en manual...será casi imposible frenar la totalidad de la avalancha de cazas cylon. [Contando que solo tienes 3 lanzaderas por Estrella de Combate].*

Nagala escuchó aquello, y entendió de inmediato. La recepción de Libris, claro. El comandante y el coronel habrían pasado a engrosar la lista de víctimas del eventual holocausto nuclear. Entonces, recordó el momento exacto en que conoció al joven Ferdinan.

----- Colonial Day, 1 año antes de la caída ------

El estrado ceremonial estaba cubierto de una moqueta roja.

Adornado con banderas de cada una de las 12 colonias de Kobol y flanqueado por marines en uniforme de gala, el silencioso podio (que lucía el sello colonial) vió llegar al presidente Richard Adar, frente a las miradas serenas de los militares congregados en frente, todos en uniformes grises de gala, y los civiles que por detrás prorrumpieron en vítores.

Adar reclamó silencio alzando ambas manos. Era curioso. Muchos militares pensaban que quizá habían pagado a toda aquella gente, o Adar había atraído a sus partidarios. Su gestión no estaba siendo excesivamente popular.

-Es con un gran júbilo que declaro inaugurados los actos del día colonial en Picon -dijo.

La gente aplaudió. Él esperó que se callaran de nuevo.

-Y no podía comenzar de otra manera, más que imponiendo un galardón a un miembro de nuestra flota. La flota, defiende a las colonias en primera línea, atenta al posible retorno de los cylon.

Sonrió un poco y volvió a la carga.

-Hay quien dice, que la flota vive en el pasado. Pero eso es mentira. No hay nada malo en recordar el sacrificio de aquellos que dieron la vida para que hoy podamos celebrar el día en que firmemos los Artículos de la Colonización. No hay nada malo en ensalzar el ejemplo de aquellos que lucharon con valentía y todavía siguen con vida para ejercer de ejemplo a aquellos jóvenes entusiastas que adquieren el compromiso de alistarse, y que están dispuestos a dar su vida por todos nosotros.

La gente aplaudió.

-Es por ello... -dijo, reclamando silencio- Es por ello que quiero hablarles de nuestro almirante, hablarles de "Zeus".

Los militares de la primera fila se sonrieron, y Stark puso la mano sobre el hombro de Nagala.

-El almirante Albert Jehtro Nagala, no es solo el hombre que dirige nuestra flota. Es un héroe colonial.

Miró hacia el almirante.

-Hace cuarenta años, Nagala era un joven capitán de la estrella de combate Solaris que luchaba contra los cylon en el último día de la guerra. Un día que él contribuyó a crear.

Hizo una pausa y revisó su discurso.

-La situación, era crítica. En la órbita del planetoide de Cymtar, la estrella de combate Triton había sido destruída, y la Solaris había sufrido graves daños. Su comandante y su XO habían muerto, y él tuvo que asumir el mando -dejó un momento- Entonces, convirtió una derrota en una victoria. Trazó un plan genial, digno del mejor de los estrategas. Aquel joven no huyó. Saltó detrás del enemigo, sorprendiéndole, y destruyó a las naves base cylon con una andanada de sus misiles. Todas menos una, que se encargó de firmar el armisticio que nos ha dado cuarenta años de paz.

Hubo un silencio.

-Cuarenta años, que debemos agradecer al líder de nuestra flota. El almirante Nagala.

Hubo aplausos, y Stark sonreía. Nagala lo miró, pensando que era un viejo cabrón que disfrutaba con aquel espectáculo. En las filas anteriores, el comandante Adama intercambió una mirada con Saul Tigh, sonriendo. Ambos sabían que aquello no había sido el motivo. Adama había visto con sus propios ojos lo que los cylon tramaban en aquel planeta helado.

-Es por ello, que tengo el honor de otorgar a Nagala el mayor de nuestros galardones: la medalla al servicio distinguido.

Los aplausos se intensificaron, y Nagala caminó entonces hacia el podio, despacio. Sabía que todos le miraban en aquel momento, incluída su mujer, que ocupaba una silla de honor entre los familiares de los militares. Se puso frente a frente con Adar y se inclinó. Notó el peso de la medalla sobre su cuello, y estrechó su mano con una sonrisa políticamente medida.

Adar se retiró a un segundo plano, y el almirante se acercó al podio para hablar. La ovación fue mayúscula, y muy curiosa. En vez de gritar, los oficiales allí presentes comenzaron a patear el suelo y decir: "Nagala, Nagala, Nagala", alargando la palabra. Aquello le puso la carne de gallina, y levantó los brazos. Ahora si aplaudieron y gritaron.

El almirante reclamó entonces silencio, y comenzó su discurso:

-Cuarenta años nos separan de la muerte, la incertidumbre y la destrucción -dijo- Cuarenta largos años, que nos han hecho viejos.

Hubo algunas risas por aquello.

-Las nuevas generaciones, nos miran con desencanto, y solo algunos con admiración. Es ley de vida -hubo un silencio por esas palabras- Pero la misión de la flota colonial está por encima de cualquier veleidad. Es la libertad la que posibilita que cada ciudadano colonial tenga su opinión de nosotros.

Miró a los presentes.

-Pero esa libertad debe ser defendida. Por eso, la misión de la flota no es otra que DEFENDER la civilización colonial.

Señaló el cielo.

-Allí, en la oscuridad del espacio, aguarda un enemigo que nos odia, un enemigo que volverá algún día para exterminar a quien considera la raza de sus opresores. Nosotros creamos a los cylon, y no podemos desentendernos de ellos.

Tomó aire, como solía. Desvió la mirada hacia su esposa, la persona allí presente que le importaba más, con diferencia.

-Por eso, es necesario que los hombres y mujeres de la flota estemos preparados. Porque, por primera vez en la historia, la humanidad posee la tecnología necesaria para evitar su propia extinción. Por eso, en este día colonial, quisiera que demos el aplauso que se merecen todos aquellos que se visten cada mañana el uniforme de la flota y se dirigen hacia las estrellas para patrullar el insondable vacío del espacio.

Hubo aplausos, entonces varió su discurso, alzando la barbilla.

-Por la flota, y por las colonias. ¡Eso decimos todos!

Los asistentes comenzaron a repetir. Los militares lo hacían al unísono.

-¡Eso decimos todos!

Se apoyó en el podio.

-¡Eso decimos todos!

La multitud volvió a corear, esta vez más coordinamente.

-¡Eso decimos todos!

Nagala se llevó la mano al pecho.

-¡Eso decimos todos!

Ahora pudo ver claramente como el viejo Bill Adama decía aquellas palabras, junto a todos los allí presentes.

-¡Eso decimos todos!

Sonrió por los aplausos, y después de un largo rato, consiguió que se hiciera el silencio.

-Ahora, me gustaría hablar de uno de esos valientes jóvenes que han decidido seguir el ejemplo de sus mayores y vestir el uniforme.

Carraspeó.

-Este joven, ha demostrado a pesar de su edad una capacidad sobresaliente. Este joven, llegó a su estrella de combate como jefe de seguridad, y salvó a todos sus compañeros de la catástrofe cuando se incendiaron los depósitos de tilio cerca de los motores. Él fue el primero, no solo en coordinar la extinción del fuego, sino en correr junto a los mecánicos para sellar los mamparos y empuñar la manguera.

Tomó aire.

-Este joven, demostró su talento y aptitudes a bordo de su estrella de combate en mil y una situaciones de riesgo, y salió airoso de la prueba. Por eso, tengo el honor de presentarles al teniente-coronel más joven de la historia de las colonias. Anton Ferdinan.

Hubo aplausos para Ferdinan. Nagala le miró con una leve sonrisa, esperando a que subiera al podio. Una vez allí, tomó una cajita con sus insignias de cuello, y abriéndola, se la ofreció.

-Vístalas con orgullo. Se las merece -dijo.

Estrechó su mano y esperó a su respuesta. Después, le dijo al oído:

-Nunca olvides que si llegas al mando, tú no serás tú, sino no lo que se espera que seas. Porque tú también eres un héroe de las colonias.

Miró sus ojos. Los ojos nunca envejecen, se conservan eternamente jóvenes. Alguien, dentro de mucho tiempo, miraría aquellos ojos y estrecharía la mano de Ferdinan como ahora él estrechaba la suya. Estaba convencido de ello.

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Nagala volvió a hablar entonces.

-Escúcheme bien, hijo -dijo a Ferdinan- El cómo y el por qué no importan ahora. Está usted al mando de su estrella de combate.

Reflexionó un momento antes de seguir.

-Quiero que intenten pasar a manual algunas de sus naves. Mientras, quiero que tracen dos saltos. El primero, lo realizarán cuando la masa de raiders cylon esté sobre nosotros. Quiero que salte al lugar donde pueda hacer más daño al enemigo, y que le de su merecido antes de que pueda reaccionar. Tenga cuidado, y desconecte la red en los sistemas. Tendrán que manejarlo todo en manual, para que las tostadoras no puedan anularles.

Tomo aire, como era habitual en él cuando iba a decir algo importante.

-El segundo salto, hijo, será fuera de esta zona de combate.

Hubo un silencio.

-Usted tiene otra misión, ya que su estrella de combate seguirá luchando donde pueda hacer más daño. Busque al almirante Ryan y la 5ª flota, y únase a él.

Se anticipó a su reacción.

-Lo se, lo se. Se que quiere luchar aquí, pero nosotros no tenemos escapatoria. Usted todavía puede defender a las colonias de un modo mejor que este vano sacrificio.

Respiró hondo.

-Usted llevará a Ryan la orden, mi última órden. Una guerra de guerrillas contra los cylon, atacando donde puedan hacerles más daño. Usted, y todos los que luchen con usted, será la última esperanza de los supervivientes del holocausto -acarició el comunicador- Tiene sus órdenes, coronel Ferdinan.

Aquello suponía un ascenso inmediato.

-¿Las ha entendido?

Bracket da un respingo cuando su monitor comienza a anunciar que, por fin, el fuego estelar es bidireccional y la flota colonial está respondiendo al ataque cylon.

- Seis de nuestras estrellas de combate y al menos dos escuadrones de escolta han conseguido devolver el fuego a los cylon. Parece que Nagala está intentando crear una linea de defensa con esas naves, pero los cylon siguen llevando las de ganar. Al menos siete naves enemigas están atacando a plena potencia sobre esa linea y no sé si podrán resistir mucho tiempo. La BS Perséfone está en estado muy grave y necesitará ayuda pronto o acabará destruida... señor, Bracket baja aquí su tono de voz, no me considero el hombre más valiente de la flota, pero esa gente nos necesita...

-El segundo toma el mando.

Greko está encantado de ver que todo el mundo está respondiendo al 200% de sus capacidades. Son los mejores.

-¡Eso es! Estais respondiendo como debeis. ¡SOMOS COLONIAL! - grita Allan para que la moral no decaiga en ningún momento -Emer, siga así, necesitamos el máximo de la potencia de fuego, y cinco baterías son mejor que ninguna. Necesitamos propulsión, si no somos capaz de movernos no podremos alinearnos con el resto de la flota. Y el FTL es muy necesario si queremos sorprender a las tostadoras. Emer, es usted la mejor, si no no estaría aquí, quiero la propulsión y el FTL operativos en cuanto sea posible. Es usted capaz de planificar saltos, ¿verdad?

Allan escucha a Bracket y se gira hacia él

-Bracket, distancia a la Perséfone y distancia a la estrella de combate Cylon más cercana.

A pesar de todo Allan está disfrutando, sabe que está trabajando con los mejores y eso es una gozada para él, el CIC funciona como una perfecta máquina engrasada.

- La Perséfone está a 4 clicks, junto con el resto de la linea defensiva de Nagala, el grueso de las estrellas de combate cylon están a unos 7 cliks, señor...

-Muy bien, coloquémonos en esa línea defensiva y protejamos a la Perséfone. Quiero todas las baterías disponibles preparadas para fuego defensivo, no tenemos suficiente potencia como para atacar, pero tal vez como defensa supongamos algo.

-Emer, quiero un informe del estado de la nave cada vez que cambie algo, y por el amor de los Dioses, espero que eso sea pronto y en positivo. Necesitamos poder movernos más rápido y más potencia de fuego.

Al escuchar lo que dice el XO Ferdinan alza una mano y niega la orden con la cabeza. Al parecer hay otros planes para ellos.

Desde su sitio, junto al Comandante Conner y otros altos cargos militares Anton observabço el discurso de Nagala.

-Ahora, me gustaría hablar de uno de esos valientes jóvenes que han decidido seguir el ejemplo de sus mayores y vestir el uniforme.

Nagala carraspeó. A Anton le dio un vuelco el estómago. Ahora era su momento pero no era facil saborearlo cuando las tripas quieres salirse por la boca.

-Este joven, ha demostrado a pesar de su edad una capacidad sobresaliente. Este joven, llegó a su estrella de combate como jefe de seguridad, y salvó a todos sus compañeros de la catástrofe cuando se incendiaron los depósitos de tilio cerca de los motores. Él fue el primero, no solo en coordinar la extinción del fuego, sino en correr junto a los mecánicos para sellar los mamparos y empuñar la manguera.

La pausa dramática se le hizo interminable.

-Este joven, demostró su talento y aptitudes a bordo de su estrella de combate en mil y una situaciones de riesgo, y salió airoso de la prueba. Por eso, tengo el honor de presentarles al teniente-coronel más joven de la historia de las colonias. Anton Ferdinan.

La multitud aplaudió al joven. Nagala le miró con una leve sonrisa, esperando a que subiera al podio. Una vez allí, tomó una cajita con sus insignias de cuello, y abriéndola, se la ofreció.

-Vístalas con orgullo. Se las merece -dijo y estrechó su mano con firmeza.

-Es un honor recibirlas de un héroe como usted Almirante. Solo aspiro a llegar a ser la mitad de valiente que todos los que combatieron contra el mayor enemigo de la humanidad.- le respondio Ferdinan

 Después, el Almirante le dijo al oído:

-Nunca olvides que si llegas al mando, tú no serás tú, sino no lo que se espera que seas. Porque tú también eres un héroe de las colonias.

Ambos se miraron a los ojos y durante un instante reinó el silencio. Anton pudo ver las décadas de sabiduría reflejadas en los sabios ojos de Nagala. En ese momento su cuerpo se tranquilizó un poco y con paso firme se dirigió a donde hace un instante había estado el Almirante, que se mantuvo a tan solo un paso de él.

-Gentes de Picon, compañeros- dijo dirigiendo la mirada a los militares que habían asistido a la celebración.- No puedo decir más que desde hoy, tal y como he hecho hasta ahora, dedicaré todo mi esfuerzo y dedicación al servicio de las Doce Colonias. Cuando salí de la academia juré protegerlas con mi vida y eso haré, si es necesario, llegado el día.- tomó aire, miro un instante a su espalda, al Almirante Nagala y después volvió a mirar al frente.- Y cuando llegue ese día, que los Dioses del Kobol estén con nosotros. ¡Eso decimos todos!

La multitud, como había hecho un instante antes cuando Nagala dijo estas mismas palabras respondió al unísono.

Cuando llegue ese día...

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-¡Entendido Señor!- respondió enérgico Ferdinan- Estamos trabajando en reparar los sistemas de salto afectados Señor, espero que tengamos capacidad de salto FTL cuando llegue el momento. Que los Dioses del Kobol estén con usted y su flota, Señor.

Esperó la respuesta del Almirante antes de colgar el comunicador y volverse hacia sus hombres.

-¡Ordenes del Almirante Supremo!- dice Ferdinan en el instante en el que cuelga el comunicador. Se gira entonces a Sinead.- Ahora mismo nuestra máxima prioridad es recuperar el control de salto FTL para cumplir las órdenes. Ponga a ello a todos los hombres que sea necesario. ¡Máxima prioridad!- repite. Y después se dirige a todos los técnicos del CIC.- ¡Y desconecten todos los sistemas de la red! Así es como los Cylons han saboteado los equipos. ¡Todo en manual!

Vuelve entonces a la consola de mapas con Greko.

-Nagala nos ordena esperar a que los Cylon estén sobre la primera flota. En ese momento nuestro deber es saltar a la retaguardía del ataque Cylon y atacar desde allí para producir el mayor daño posible en sus filas.- le explica. La maniobra que les ha ordenado Nagala es exactamente la misma que él utilizó, años antes, contra los Cylons. El joven Anton solo puede esperar que de tan buen resultado como aquella vez, aunque se teme que no será así.- Después tendremos que volver a saltar, tenemos órdenes de unirnos a Ryan para seguir con la lucha y comunicarle las últimas órdenes del Almirante. ¿Está claro?

Podeis calcular -cualquiera de los dos- saltos FTL; Pero sin ayudas eléctronicas de ningún tipo y haciendolo en manual, la única forma de que lo trazeis a tiempo es hacerlo los dos juntos - En la Consola de Bracket-

Motores al 40% y subiendo.

Teneis listas las 3 Lanzaderas de Misiles Termonucleares Aire-Aire ; Aunque el Jefé de esasección te informa que sin ayudas eléctronicas o estais a distancia de bocajarro o no asegura un 100% de puntería.

Holmerg, Hie Kon Te y los últimos 5 Cruceros se han unido a la línea Almirante!

Apenas un segundo después

Perséfone acaba de emitir un código Omega señor! ¡Abandonan la nave! - por los informes que puedes ver su estado es totalmente crítico, está a punto de explotar-

Dejas de oir las palabras de Scorpia...que resuenan como un eco, alejado y débil...Las 10 Naves Base Cylon se centran ahora en Coddington y Libris Almirante!

Solo oyes la voz de Stark diciendo, maquinalmente. 1 minuto para el impacto de su línea de Cazas contra la línea Almirante.

Perséfone -Estrella de Combate- emite un código omega; Abandonan la nave.

Hie Kon te, Holmerg y todos los cruceros que quedan se han unido a la línea disparando con todo lo que tienen para crear una zona de exlusión  contra -ahora sí- las 10 Naves Cylon.