Partida Rol por web

Legionario de había levantado algo animado después de su victoria, quería aprovechar para subir de rango pero no estaba seguro de que pudiera hacerlo donde se encontraba ahora, que era una ciudad de donde él no procedía, no obstante tenía alguna esperanza de lograrlo, pues aún quedaban días para el regreso.

Esa mañana cuando estaba aseándose se le acercó  tipo la mar de extraño el cual le informó de que el Gran Maestro quería verle, un remolino de preguntas acudieron a la mente de Legionario, pero este mientras hacía caso omiso al individuo acababa de asearse, una vez acabado se dirigió con voz firme...

- Está bien, y como supongo que no me dirás el por que y el para que, mejor no te lo pregunto verdad?

Se puso la vestimenta que le estaba permitido y se dispuso a seguir al personaje que le había interrumpido el aseo...

El Ayudante Solón conduce a Legionario hasta el despacho del Gran Maestro Dosus en la Escuela.

El Gran Maestro es colosal y tiene un porte intimidatorio, no en vano su anchura de hombros casi duplica a la de Legionario.

- "Siéntate, Legionario. He sido informado por un empleado del Gladiator's Digest de que ya cumples sobradamente los requisitos para tu ascenso a la categoría de Gorgojo. Si tu entrenamiento para Gorgojo ha sido completado estoy más que dispuesto a presentarte ante la Organización de la Arena de Malatea el próximo día de la Sangre para tu ascenso.

Debes saber que esta semana va a ser de Desafíos. Puedes desafiar a quien quieras, pero si desafiaras a muerte a un luchador de los Tigres de Malatea y vencieras, me gustaría proponerte que te unieses al Halcón Negro como luchador titular y Liberto.

Además de tu libertad, ahora eres Siervo, te ofrecería un contrato con ganancias para ti al 70%, una cláusula de rescisión de 4000 monedas de oro, una duración de 15 Jornadas y un incentivo en metálico de 1000 piezas de oro." -

- El Ayudante Solón se ha llevado a Legionario al Despacho del Gran Maestro Dosus, por lo que los demás no sabéis de qué están hablando.

Al entrar en el despacho del gran maestro y verle con su porte, Legionario se sintió como pocas veces intimidado por aquel hombre, no obstante intentaba no aparentar esa sensación y tomó asiento enseguida cuando este le invitó a hacerlo...

Sentado escuchaba las palabras que estaba esperando oír desde hacía mucho tiempo, ansiaba conseguir el ser liberto, pero lo que le proponía era seguir luchando durante 15 jornadas, eso tal vez fuera demasiado, aunque por optar quizá no tendría la oportunidad de una ocasión así...

Estaba ansioso por aceptar, pero era consiente que debía meditarlo con calma...

- Tengo completado el entrenamiento y agradecería mucho la opción de que me presentaras a la organización para el ascenso, no se si desafiaré a nadie esta semana, puesto que estoy seguro de que algunos querrán hacerlo por honor o por venganza en lo ocurrido hace unos días en la arena, así que seguramente esperaré a ver quien me desafía y como ocurren los acontecimientos, la oferta que me estás dando es apetecible y bien a aceptaría, pero deberíamos negociar ciertos puntos.

- Es bien seguro que con mi unión al Halcón Negro, esta aumentaría sus ingresos y su popularidad, pues de seguro que daré mas de una victoria, así que se lo valioso que puedo llegar a ser para una escuela de esas características, y dime, podemos llegar quizá a un acuerdo que complazca a ambas partes?

Legionario se quedó mirando al intimidante maestro no estab aseguro de como actuaría este, pero estaba casi seguro de que podría conseguir mejores condisiones, además sentía algo extraño, sentía que estba como abandonando a sus compañeros de la otra escuela, y eso sin saber muy bien por que le martirizaba en parte...

- "Recuerda que la avaricia rompió el saco, Legionario. Te estoy ofreciendo unas condiciones infinitamente mejores de las que disfrutas actualmente. La única variación que puedo hacer a mi propuesta es la siguiente: incluimos el Permiso de Residencia en Malatea, una pequeña vivienda en propiedad en lugar del incentivo de mil monedas, y la plena ciudadanía de Malatea tras tu primera victoria como luchador del Halcón Negro." -

La verdad es que la cosa pintaba muy bien, era lo que quería además en esa ciudad nadie conocía el porqué había sido destinado a la arena, podría empezar una nueva vida, podría intentar comenzar de nuevo, era algo que estaba pensando desde hacía ya un tiempo...

Asintiendo con la cabeza habló con confianza pero sin brusquedad.

- Es cierto que la oferta es muy buena en las condiciones que me encuentro ahora, también es cierto que no tardaría en lograr la categoría de liberto, pero su oferta es muy generosa y he de tomarla en consideración, de aceptarla implicarían algunos cambios en mi vida y por ello he de recapacitar, sino le importa me gustaría meditarlo y responderle esta noche, cree que me puede dar ese tiempo para tener las ideas claras?

- "Tómate el tiempo que necesites, Legionario. Además, ten en cuenta a que esta propuesta está condicionada a que consigas una victoria el próximo día de la Sangre en la Arena." -

Legionario asiente con la cabeza mientras se levanta.

 - Deacuerdo, entonces recibirás una respuesta después de conseguir ese objetivo... Hace una pausa... Entonces, me propondrás para ascender a gorgojo el próximo día de la Sangre, sería beneficioso para cumplir con las espectativas.

- "Cuenta con ello." -

Legionario asiente y se dispone a volver donde se encontraban sus compañeros, necesitaba reflexionar sobre lo ocurrido y las oportunidades que estos echos acarreaban, debía tomar una decisión, pero tenía tiempo para decidirse.

Ha pasado la primera noche tras nuestro combate. El humano se alzó victorioso en la víspera, pero no podemos lamentarnos. Nuestro grupo ha sobrevivido y se ha alzado en conjunto con un triunfo sobre las fuerzas de Malatea que nuestros anfitriones probablemente no esperaban. Una risa sarcástica brota inesperada de mi garganta ante el recuerdo de mis dos víctimas y todo mi cuerpo se resiente. Dolor, maldito y bendito dolor. De un lado nos hace sufrir. De otro nos hace saber que seguimos vivos.

Mi silenciosa reflexión se ve interrumpida por la llegada de un tiefling que busca al humano. Pronto empiezan, murmuro en voz baja. Me incorporo del lecho y veo marchar a nuestro compañero. Me giro levemente hacia el enano que parece estar tan maltrecho como yo pero consciente.

- Enano, ¿qué tal estás? - le pregunto consciente de su estado -. Pronto mejorarás, si es que alguien se molesta en llamar a un curandero. Aunque nuestros amigos parecen estar más interesados en el humano que en nuestra recuperación. Pronto comienzan a mover sus fichas y conociendo como conocemos la naturaleza de esta ciudad, tentarán al legionario. Probablemente, esta sea su hora de demostrar lo que vale.

Después de una larga charla Legionario vuelve donde se encontraban sus compañeros de ciudad y lucha, al llegar nota la mirada de Lagartija y en ella ve que el sabe de antemano que le han propuesto alguna cosa, Legionario asiente con la cabeza afirmando los pensamientos de este, pues estaba seguro de que era eso lo que pensaba, al llegar junto a sus compañeros analiza la situación de estos en cuanto heridas se refiere.

 - Como os encontráis hoy, van sanando esas heridas? - Se sentía con la necesidad de explicarles lo que le habían ofrecido, y no sabía muy bien el por que, pero no acababa de decidirse, primero debía saber como se encontraban...

- Sí, sanan pero a un ritmo endiabladamente lento. Espero que quienes se han hecho cargo de nuestro alojamiento también se hagan cargo de nuestras curaciones. O eso, o no llegaremos a nuestro próximo combate en condiciones de pelear como corresponde. Aunque visto lo de ayer, tal vez prefieran vernos mermados de fuerzas para así poder obtener alguna victoria. Oh sí, quizá piensen que si estamos cojitrancos y doblados por el dolor, tal vez tengan una oportunidad - señalo con tono divertido -. Mmm, qué bien nos vendría ahora la buena de Grumcha.

Miro al humano.

- Y tú, ¿qué tal estás? - pregunto sin tratar de disimular el doble sentido de mis palabras.

Legionario sonríe ante la ironía del reptil, hacia tiempo que no sonreía, pero las cosas empezaban a tomar un rumbo, y eso afectaba a su estado de ánimo, notó en la pregunta que le hacía el doble sentido y decidió que no tenía por que ocultarlo, puesto que ya se lo imaginaba...

- Como habrás deducido, me han echo una oferta para quedarme en esta ciudad como liberto, con un contrato de ganancias del 70% y una cláusula de 4000 mo, una duración de 15 jornadas y un incentivo de 1000 mo, esto siempre y cuando derrote a uno de los Tigres de Maletea, la tentación es grande y busco la oportunidad pero tengo que pensarlo bien, no las tengo todas conmigo...

Escucho al humano que habla en voz lo suficientemente baja como para que solo yo pueda oirlo. Asiento lentamente ante lo que dice.

- No es una mala oferta. De hecho, es buena. Dependiendo de lo que quieras. Pero si quieres un consejo, no te precipites en tu decisión. Probablemente, las otras escuelas también te hagan una oferta. E incluso, los Capas Rojas de Detritus te la hagan cuando tengan conocimiento de tu reciente victoria, aunque quizá prefieras dejar atrás esa ciudad. Apenas han transcurrido veinticuatro horas desde tu triunfo y mira, ya te ofertan contratos más que jugosos. Pero aún quedan peleas y bien sabes cómo pueden cambiar las cosas en poco tiempo. No te precipites y juega bien tus cartas. Pero la decisión última será tuya, para bien y para mal. Solo espero que sea la más adecuada para ti - señalo con una sonrisa. 

Legionario asiente agradecido por las palabras del reptil.

 - No me precipitaré, de echo hasta que no cumpla el objetivo de derrotar a uno de los de la escuela de los Tigres la oferta no es válida, de momento se han comprometido a presentarme  a la organización para ascender a gorgojo y eso es un paso adelante, deberé encontrar a un buen maestro para que me ayude a mejorar mis habilidades pues estoy seguro de que en los desafíos seré uno de los objetivos, hay mucho rencor y rabia por lo acontecido y el logro que realizamos...

- Por otro lado, no es que me sienta agradecido a mi ciudad después de lo que han echo conmigo, pero ahí están mis raíces, y algo me dice que no he de dejarlas de lado, no se como explicarlo es una sensación extraña, por consiguiente no dejaré perder la oportunidad de lograr ser liberto.

Sin saber muy bien porque podía hablar con el reptilo en confianza casi ciega, era otra sensación que nunca había experimentado y no estab del todo seguro de que le acabase de gustar, pero finalmente se sentía bien después de comentar sus pequeñas dudas.

- No olvides que es la oferta de los Halcones, quienes parecen tener un especial encono hacia los Tigres por lo que comentas - murmuro pensativo -. Por ello tal vez que exijan  esa victoria sobre uno de sus adversarios. Me sorprendería que no tuvieras una nueva propuesta por parte de alguna de las otras escuelas malateanas. Pero tiempo al tiempo.

Observo con ojo crítico al humano tratando de descifrar el verdadero sentido de sus palabras. ¿Qué ha hecho la ciudad de Detritus con él? Si me atengo a los datos proporcionados por la prensa, fue condenado por un crimen, condena de la que salvó gracias a la intervención de la Escuela Amarilla que lo adquirió como esclavo. Ahora bien, ¿era cierto cuanto se afirmaba? Especular no me gusta, ni siquiera prejuzgar. Y el humano, a pesar de su pertenecer a una raza que eslaviza y somete al resto, es ahora alguien que comparte nuestra propia suerte. Preguntar me parece lo más lógico aunque quizá no sea lo más prudente. Sin embargo, las dudas y la sospecha infundada es más peligrosa que la verdad.

- No necesitas responderme; de hecho, puedes obviar lo que voy a preguntarte pero, ¿qué ocurrió realmente en Detritus? ¿Era cierto lo que comentó la prensa local? No pretendo juzgarte, pero Detritus ya te acusó y te condenó. Ahora bien, ¿sucedió tal y como se dijo? No niego que me sorprendería que así fuera. Parece... tan alejado de lo propio a la esencia de la Legión. Ahora que he conocido a esa milicia, sus valores, su código, su actuación... y que te he conocido a ti, en el campo de batalla, no sé, se me hace extraño que seas un... asesino.

Mi última palabra la modulo de la forma más neutra posible, pero encierra en sí toda una declaración. Como gladiadores somos, en ocasiones, ejecutores. Yo mismo soy la mano que ha puesto fin a la vida de dos seres en la Arena. A veces, la línea que separa la inocencia de la culpabilidad es demasiado fina y aletoria.

HArold abrió los ojos al escuchar las palabras preocupadas del dracónido. Psché... si obviamos el agujero sangrante que es mi orgullo, creo que el resto de heridas están curando razonablemente bien. Una lástima que Bella no nos acompañara...

Legionario entró en escena mientras Harold se incorporaba con alguna dificultad, pero lográndolo finalmente. Los ojos inyectados en sangre del enano revelaaban que los había forzado hasta límites nada apropiados durante su convalecencia, como sugerían los tres tomos que se hallaban diseminados por el suelo junto al jergón. Había anotaciones incluso en el suelo mismo, probablemente porque hasta esntonces Muñón no había conseguido salir de la "cama".

Legionario... ¿qué ha ocurrido? preguntó al recién llegado Hace tiempo que no te veo pasar por delante de la celda...

La cara de Legionario se torno seria inmediatamente al escuchar mencionar aquella situación que le toco vivir por infortunio, lo recordaba vagamente, pues solo tenía flashes de lo que ocurrió, pero sabía lo que había echo y sabía que habían sido sus propias manos las que se mancharon con toda aquella sangre, pero también sabía que no fue del todo culpa suya, en la mente tenía los rostros de aquellas personas que perecieron, pero sobretodo la de la persona que lo causó....

- No he de esconderme de nada... Si, te diré que si, acabé con aquellas vidas, pero no fue por el simple echo de matar, estaba enajenado... Sinceramente no se que pasó de verdad, solo recuerdo vagamente algunos detalles...-Esperó unos instantes mientras escogía las palabras, no sabía que hacer, si mentirle o decirle  la verdad...  - Recuerdo estar divirtiéndome en la taberna como solía hacer, entonces vivía de maravilla, pocas batallas teníamos por ese tiempo, un soldado me ofreció algo novedoso, decía que era lo mejor que le había llegado a las manos, y no tardé en probarlo, lo que recuerdo después es ver todo bañado de sangre, mis manos, mi cuerpo, las paredes del local, los cuerpos inertes en el suelo y la cara de los presente con un terror en los ojos como no había visto jamás, me llevaban preso, y apenas sabía el porqué, después en el juicio me enteré... No quiero que pienses que me siento como una víctima, pues los hechos están ahí, pero la gente ahora...

En mitad de la frase se siente interrumpido por Muñon, el cual parece reaccionar y pregunta a Legionario por su ausencia... este mira al reptil un instante y después se digna a contestar...

- Me han echo una buena oferta para que m quede....

La cara seria de Legionario mientras hablaba con Lagartija cambió a alivio al sentirse interrumpido por Muñon, al parecer estaría hablando de algo que no le gustaba o no quería hablar, enseguida se giró para contestar al que interrumpía y el cuerpo en si de Legionario se relajaba, parecía que había estado en tensión.

- Me han echo una buena oferta para que me quede....