El Eladrín negó con la cabeza.
Solo desafiaré mirando al rostro de mi adversario. Recordó a la enana aceptando el desafio para luego rezarcirse de su propia palabra. Y como veo que aquí no funciona así seguiré entrenando aquí hasta que algún día realmente pueda entrenar como un mago, hasta entonces que me desafien ellos. Si me quieren tanto como yo a ellos debería de llegarme uno o varios desafíos.
- "Señor Pularr, han llegado ya los desafíos de la Escuela Amarilla y los invitados del Halcón Negro." -
- "Vaya, mucho me temo, Petaculos, que te lo has pensado demasiado. Tus desafíos deberán de esperar a otra ocasión." -
- "Hum, por lo que veo, tanto Follaniños como Bilis te desafían a Exhibición. Por Ranking te enfrentarás primero contra Follaniños. Como desafiado puedes, si quieres, proponer un nivel de desafío mayor." -
Nota: Los desafíos se publicaron en el Fumadero el 12/10/2009, 13:56. Después de ese momento debe considerarse el plazo para presentar más desafíos como completamente expirado. Se siente.
- El resto del día transcurre entre duros entrenamientos.
SEGUNDA RIQUEZA DE TIAMAT:
POR LA MAÑANA.
Angel se levanta como todos los días y se pone a entrenar, parece más concienzado que otros días. Si el asunto de los entrenamientos aún le preocupa, ya no lo demuestra.
- "Angel, a ti te ha desafiado Humos, de la Escuela del Halcón Negro. A juzgar como derrotó la semana pasada a Petaculos, diría que es un oponente fuerte y peligroso." -
El Eladrín se retiró su fino y plateado pelo tras la nuca, en una coleta. Tenía todo el rostro sudado y el pelo le molestaba, observó a Pularr mientras este le hablaba.
Si el ser retado le produjo alguna alegría o le molestó su rostro no transmitió nada. Angel parecía atenderse solo a lo práctico.
¿Que me podrías decir de el?¿Usa magia o armas?
- "Es un mago humano. Por lo que vimos la semana pasada, juraría que usa magia tradicional. Además, parece que se le dan bien los conjuros de hielo." -
Tras las palabras de Pularr el Eladrín asintió, quizás a este o quizás a si mismo.
Al momento seguía entrenando con el mismo ímpetu aunque mentalmente estaba repasando todos sus conjuros.
- ¿Me han desafiado los dos? - Estaba bastante sorprendido.
Supongo que ni la armadura ni la espada me han convertido en un rival fuerte. Me pregunto si sobreviviré... Al menos... los del banco no se molestarán.
- Pularr... ¿crees que podré luchar contra el elfo con la espada y la daga, y contra Bilis cambiar la espada por dos dagas?
- "No creo que nadie ponga inconveniente, Petaculos. Además, en los combates de Exhibición al público le gusta que los luchadores cambien de armas." -
- Sea entonces. Quizá no consiga ganar ninguno de los dos combates, pero con las dagas quizá pueda sorprender a Bilis.
- El resto del día va transcurriendo tranquilamente.
Angel, en uno de los descansos observa al elfo, no entendía porque se les encerraba a luchar y luego se les privaba de sus mejores habilidades.
¿Porque no te dejan usar el arco? Yo no puedo entrenar mi magia pero al menos puedo usarla en combate. No entiendo en que piensan esas subcriaturas... si quieren espectáculo deberían dejar luchar a cada cual en su elemento.
Tras preguntarle se sentó en una silla mientras se secaba el sudor que le perlaba la frente. Bien podría estar esperando una respuesta o respondiendose el mismo a una pregunta retórica...
Bien podía ser la primera vez que el Eladrin me hablaba como un ser medio normal, lo cual me sorprendió y me alegró, también pillándome un poco fuera de banda.
- Pues... Yo tampoco lo entiendo. Supongo que su idea de su diversión es vernos sufrir, y sin nuestras armas sufrimos más. Lo de la magia sí que es raro, curiosamente no les suele gustar en esta ciudad, y aún así no solo no os la restringen a los magos, encima pagaban por ti una cantidad enorme.
- Por cierto, ten cuidado con la magia del humano. Otras veces puedo esquivarla sin problemas, pero sus ataques de hielo son de otro tipo.
"Si no hubiera sido por ese maldito mago..."
- "Angel, lo has entendido mal. Lo que tienes prohibido es usar la magia contra el personal del Circo. Nada impide que la uses contra un monigote de entrenamiento hecho de metal. La Arena es bastante amplia, con tal de que no causes incendios o desperfectos en las instalaciones, puedes entrenar con tu magia. Eso sí, si causas problemas o destrozos, entonces tendremos que ponerte las muñequeras antimagia. ¿Entendido?" -
SEGUNDA SANGRE DE TIAMAT:
POR LA MAÑANA TEMPRANO.
Angel se levantó radiante y se dirigió directo a los maniquis de entrenamiento. No podía entrenar su maldición de brujo sobre un objeto inanimado pero si podía probar su conjuro de fuego.
Lo lanzó sin inmutarse y el maniquí vibró sobre si mismo tras recibir el impacto, apunto estuvo la base de salirse del suelo pero no lo hizo, el maniquí quedó exactamente como estaba solo que humeando.
Bién, al menos era un principio, también la información que le había dado el elfo era muy preciada y podía servirle de ayuda.