Partida Rol por web

Escuché en silencio las palabras de Bilis, Caraculo y Petaculos y a pesar de que sabía que tenían razón, no lograba sentirme mejor..

Las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos, pero me aparté de mis compañeros y de los instructores con el fin de que no me vieran o de que lo hicieran lo menos posible, necesitaba desahogarme un poco y esa era la única forma que tenía de hacerlo. Me senté en el suelo, en una esquina y hundí mi rostro sobre mis rodillas.

Dora, tienen razón, matar o morir y no tienes más opciones aunque las que tengas sean una mierda..

Un nuevo combate, una nueva muerte. Bajo mi espada.

Desde que comenzó el torneo, la esperanza de no matar a mis contrincantes bailaba en mi corazón. Pero el bautismo de muerte ha llegado y con él, ha desparecido la peregrina ilusión de que el pueblo salvara a sus campeones derrotagos con la virtud de su clemencia. Pero los humanos libres siempre desean más. Más sangre, más dolor, más muerte. Ajenas. Y sus depravados corazones hallan alegría, diversión y solaz en nuestro sufrimiento y destrucción.

Y a pesar de todo, he tenido suerte. Conozco mi poder y sus limitaciones. Conocía el poder de mi adversario y el peligro de sus ataques. Y aun cuando las estadísticas jugaban en mi contra, aun cuando daba casi por perdido este combate, he vencido. Sí, la instrucción, el entrenamiento personalizado, las largas horas de agotadores ejercicios, las pocas horas de sueño, las privaciones, me han fortalecido, me han hecho más duro. Y he observado, estudiado y analizado los movimientos, las defensas y contraataques, las añagazas y triquiñuelas de todos y cada uno de los gladiadores de la Arena. Sus evoluciones en la misma, sus estrategias, sus armas. Y para bien, ello me ha servido. Hoy me ha servido.

Recuperado apenas de mi último combate, pisé una vez el foso para enfrentarme a mi destino. Mi adversario, quizás aún cansado por su anterior batalla, quizás afectado por la impresionante derrota del buque insignia de su escuela, el gigantesco dracónido conocido como Marronoso, apenas estuvo en espíritu en una lid en la que nos jugábamos nuestro paso a la final y nuestra vida. Una vez más. O quizá, simplemente, hizo caso a lo que cualquiera pensaría. Que su victoria resultaría poco complicada. 

Pero el orgullo corre por mis venas y no puedo ni sé arrojar mi espada sin ofrecer todo cuanto tengo. Sé que puedo morir. Estoy dispuesto a ese sacrificio, pero no sin haber peleado hasta derramar la última gota de sangre de mi cuerpo en la empresa. La victoria al igual que la derrota deben estar inspiradas siempre en el honor, en la dignidad.

Y ahora reposo, una vez más, en nuestras dependencias, mientras entono una vez más una oración a Kord por el alma de aquel cuya vida segué. No estoy orgulloso de ello y todo mi ser sufre por ello. Porque sé que aunque es la primera vez, no será la última salvo si muero en mi próximo enfrentamiento. Kord, apiádate de todos nosotros.

Me acerco a mis compañeros. El mediano está exultante tras su impresionante victoria. Le felicito.

- Enhorabuena, mediano. Te espera un duro combate, contra la diminuta hembra arquera. Solo espero que tu fortaleza, agilidad e inteligencia te basten para superar la dura prueba que te aguarda, aun cuando tu victoria suponga tener que enfrentarme a ti en la Gran Final. Si llega ese momento, debes saber que me sentiré orgulloso de batirme contigo y que si debo caer bajo tu espada me sentiré aliviado al saber que es la de un compañero.

El enano aún continúa en la camilla, con el gran huevo adornando su frente y Grumcha a su lado.

- He sobrevivido, amigos, aunque mi adversario ha muerto - hay serena tristeza en mi voz -. Que Kord le guíe en su viaje. Grumcha, me temo que necesitaré una vez más de tus cuidados clericales y ya es mucho lo que te debo. Dime, buena sacerdotisa, ¿puedes obrar una vez más tu milagro sanador y restañar mis heridas?

el tiempo pasaba en ocasiones despacio y pausado, en otras, las imagenes de mis pensamientos cubrían mi cabeza, no sentía, no veía... no escuchaba....  Sentado sobre el suelo, con las piernas cruzadas, mis manos sosteniendo mi cabeza, yo no estaba cansado, ni mucho menos herido, la pelea había sido rapida, sangrante, sanguinaría. Una alegría más para el público, una pena más para mí, pues aunque en la arena ruja, aquí sentado, maullo...

Yo quiero salir, ser libre... pero primero debo sobrevivir, y si para ello tengo que matar, por Avandra que lo haré.

De nuevo, los luchadores que sobrevivimos estamos otra vez, sentados en estas cloacas, esperando nuestra muerte, o matando para no morir, pero ahora mi camino y destino es morir, lucharé contra el gigante, contra el largarto, contra el estandarte amarillo.. no puedo hacer otra cosa, que esperar a que Avandra guie mi arma...

la rutina de los vestuarios se rompe, y con ella, mi tranquilidad y mis decisiones... el tal manager se interesaba por mí, pero... si yo quería la libertad, si yo quería vivir tranquilo, yo no quería luchar... ahora me ofrecen una... una vida de gladiador... imposible.

Imposible.... era imposible, pero con esas habladurías, mi turno llega...

ahora lucho contra el gigante azul, esto es mi fin, me tamo la cara con ambas manos, estaba nervioso, pues una paliza era una paliza, y el daño siempre se queda hecho...

Salgo a la arena, en frente ya se encontraba el gigante reptil, el publico era ensordecedor, hago una mueca de resignamiento, y comienzo a correr, el largarto tambien lo hace, para mi sorpresa, él no se dririge hacia mí, y comienza a dar vueltas, yo tambien mantengo la distancia, hasta que él carga, calcula mal, y se queda a mi merced.

Erano y Reo*, veremos si la historia se repite. Él estaba a mi merced, salto para golpearle, el impacto estaba asegurado, pero el enorme lagarto evita el golpe, aún así, Marronoso sigue a mi merced, y lanzo un ataque ya preparado, esta vez impacta donde yo quería, el daño producido parece ser brutal.

Ahora le toca a él, lanza un ataque, que me impacta, el dolor es tremendo, él seguía haciendome sufir, pues ya estaba escupiendo fuego, esta vez falla, pero de nuevo un ataque venía hacia mí... gracias a Avandra el ataque no me da de pleno, pero me impacta con el filo, y recibo daño. Ahora me tocaba a mí, su último ataque lo dejaba en una mala posición... me concentro, observo la situación... me agacho, y me impulso hacia arriba con la palma de la mano, la daga raja las escamas del enorme lagarto, y este cae al suelo, un segundo después, mis pies tocan el suelo, me quedo agachado mirando al suelo, escuchando los gritos, era increible, era grandioso...

El público perdona a su mejor guerrero, y yo me voy rapidamente hacia los oscuras cloacas.

Allí, me encuentro a los enanos, y a lagartija preparado para su combate, cuando llego, mi cuerpo se derrumba, y agradezco las felicitaciones del lagarto.

-suerte-mascullo, pero las heridas, no me dejaban hacer gran cosa, me dirigo a la enana-Bella, se que tu poder no es ilimitado, pero ¿podrías curarme las heridas mas graves, para poder seguir luchando?-digo con voz ronca, y visiblemente herido.

.

Sabía que tendría que volver a aguantarte iguana parlante - digo con una sonrisa cuando vuelve Lagartija victorioso - No voy a poder deshacerme de ti y por lo visto nuestros destinos se han cruzado y enroscado más que los pelos de mi culo. Buen combate y no flaquees por haber quitado una vida, recuerda que aquí no te dejan elegir, solo obedecer, no te lamentes por ello - le digo al luchador dracónido desde la camilla.

Mi vista se vuelve hacia el mediano que contra todo pronostico ha vencido a quien me derrotó dos veces sin esfuerzo - Bien hecho Champiñón, sabía que eras un fiero adversario, me alegro de tu victoria y también me alegro de que el gigante siga vivo, puede que tenga alguna ocasión de patearle el culo en un futuro. Eres bueno mediano, pronto conseguirás la libertad, ahora te queda el más difícil de todos. Esa mediana y su arco a la que le favorece la organización desde el primer combate.. espero que no te jodan con más trampas y más juego sucio.

- ¿Trampas? Seguro que sí. ¿O acaso a alguien le sorprendería? No sé por qué pero hay quien está empecinado en que la escuela azul gane. Y que un finalista sea ya amarillo, y que el otro también pueda llegar a serlo no creo que forme parte de la idea de triunfo fácil que tenían previsto. Que la hembra cuente con más flechas de las correspondientes ya es malo, pero puede que ni siquiera eso sea suficiente para asegurar su triunfo sobre el mediano. Me apuesto los rizos de tu feo culo enano, que harán lo imposible para que en el siguiente combate del mediano las cosas se le pongan más feas aún. ¿Recordáis la fiera que dijeron habían cazado y que estaba en la Arena? Tal vez alguna mente calenturienta haya pensado en dar más emoción a los combates.

Eso es tan seguro como que tu cerebro tiene el tamaño de una nuez - digo asintiendo a las palabras de Lagartija - E igual que pasó con el reo en el primer combate, la bestia sin duda en este caso ira a merendarse a Champiñón mientras la mediana les cose a flechazos y nuestro pequeño bocadito se defiende como puede de las mandíbulas de esa cosa - digo casi escupiendo las palabras ante la idea en la que me ha hecho pensar Lagartija.

-creo que dejé claras mis habilidades como combatiente, si una bestia me ataca, yo le golpearé con más fuerza, y bueno, que den algo de emoción a los combates no esta nada mal, pues ella no sufrió daño alguno cuando luchó contra el elfo, y yo si, tengo desventaja.

El ultimo combate de cuartos se ha terminado, la puerta se abre y entra Champiñon. Herido de su combate me mira, el me necesita ahora y no le puedo fallar. Como puede caminar bien lo llevo a una de las camillas y lo tumbo. El cierra los ojos por el esfuerzo y por la expresion de su cara siento que su dolor es profundo.

Con cuidado me siento a su lado Ya estoy contigo, en un momento te encontraras mucho mejor. Mis manos se situan en su pecho y cierro los ojos. Un haz de luz comienza a brotar de mis manos cubriendo a todo el mediano y como siempre un par de segundos son suficientes esta vez. Ahora descansa todo lo que puedas....la semifinal y tal vez la final te esperan pequeño hombrecito.

La puerta de nuestra sala de descanso se abre de par en par. Llaman a Lagartija. El, sin dudarlo, echa a andar hacia su destino pero rapido me dirijo hacia el, parandome a un paso suyo, cortando en seco su camino hacia la puerta abierta esperandolo. Sin dudarlo le doy un abrazo Cuidate y que tu dios y el mio te acompañen en este nuevo combate. No tardes en volver...

Veo como la puerta se cierra y con el giro de la llave en la puerta se aseguran que no vayamos muy lejos los que nos quedamos dentro esperando el resultado de ese combate de semifinales. Me vuelvo junto con el enano. El pequeño mediano se encuentra mucho mejor y esta tumbado en la camilla, dormido o pensativo.

Me concentro en Lagartija y dirijo una plegaria por el a Moradin. Estoy segura de que esta vez Moradin no dejara solo a Heresunge. Es la primera vez que mis oraciones son realizadas con el verdadero nombre de mi compañero.

Durante lo que parece una eternidad el combate discurre y termina. Babosa ha guardado silencio durante todo este rato, supongo que no habra querido romper mi concentracion. Abro los ojos solo cuando la maldita puerta se abre y veo entrar a Heresunge. Una sonrisa aparece en mi cara Me alegra verte aqui de nuevo! Sabia que volverias!

Mi mirada se ensombrece cuando se acerca y lo veo mas de cerca Ven aqui Heresunge estas herido...mal herido! Oh Moradin! Me levanto de la cama, acercandome a el. Le agarro las dos garras con mis manos y cierro los ojos. Su curacion tiene que ser fuerte, la necesita rapido porque dentro de poco lo llamaran para la final, asi que me concentro con todas mis fuerzas...y la luz empieza a fluir de mis manos rodeando a Heresungen por completo de cabeza a pies, durante un poco mas de tiempo.

Abro los ojos y mi dirijo a el Ahora tumbate y descansa, todo lo que aproveches antes del combate es poco.

Mientras que se dirige a la cama escucho sus palabras acercas de las trampas de la organizacion y mi mirada se ensombrece...temiendo por el y quizas tambien por Champiñon si tienen que luchar juntos esa final.

El poder de la deidad enana, alivia mi sufrimiento,  y me regala vitalidad, esto, acompañado de mi fuerza de voluntad y energia, me dejan bien recuperado.

- Champiñón gana Fama (Total +4 en Detritus) y 1 punto de Gloria. Pasa a la Final.

Mañana del segundo día de la Sangre, mes de Erathis, Año 4480

"Al fin un cambio de aires, aunque el destino que nos espera no será para todos lo que esperamos.

La gente celebra nuestro paso, pero no es por quienes somos, sino por lo que representamos. Diversión y sangre. Somos meros juguetes de nuestra sociedad. Juguetes que un día fuimos maltratados y se nos sentenció a ser uno de tantos juguetes rotos, muestra del fracaso de esta sociedad anquilosada y estratificada cruelmente.

La entrada en el circo se nos abre como el principio de nuestra salida... y, realmente, será nuestra salida de esta vida de una u otra manera.

Quizás debería haber puesto más empeño, quizás debería haber intentado aprovechar la oportunidad que se nos proporcionaron para preparar este día, pero, de la misma manera que aquella noche me dejé llevar por el vino y aquella sucia ramera, mi voluntad ha vuelto a flaquear, sintiendo el abandono inherente a mi personalidad. Ya es tarde para arrepentirse.

Aquella prueba de arco pudo ser un punto de inflexión, aquella prueba en la que fui superado por aquel elfo arrogante y estirado. Eso no me ayudó en mi decisión de salir del pozo, de levantar cabeza.

Las trompetas suenan y el gentío aclama exhacerbado pidiendo lucha. La bárbara, compañera nuestra en estos últimos momento, acaba de caer a manos de una tiefling que no ha tenido compasíon más allá de evitar que le ajusticiaran a ella si se hubiera dejado llevar. Unos segundo de silencio y oración por el alma de 'Princesita'.

Mi turno, ¿ya me toca?, bien, así se desvelarán los designios de los dioses sobre mi futuro. Un haz de luz que ilumine mi resurgir. Mi contrincante es un tipo feo, pero con pinta de malencarado, peligroso y zafio, eso seguro.

Ahora que salto a la arena puedo ver más de cerca a los componentes de la escuela rival... ¿quién es ese? Hay un elfo que se da un aire a... ¡no puede ser!, no creo en las casualidades, pero sí en los designios divinos, y puede que los dioses hayan sido misericordiosos con mis súplicas. Eso es mala señal, esto no me gusta, es como el último deseo de un sentenciado a muerte.

Ja, ja. Parece que va a ser disputado el duelo, pero le voy cogiendo el truco a mi rival. Si la cosa sigue así, podré salir bien parado. Aún cuando me está dando más de lo que me gustaría, le estoy propinando un buen correctivo ...

... ya lo tengo a mi merced. Me está costando más de la cuenta pero, después de tanto intercambio de golpes, parece que es mío. Voy a acabar como le gusta al público, volcándome plenamente en el que espero que sea el último ataque.

¡Agh!, maldición, malditos pícaros. Caigo sin remisión ante una de sus triquiñuelas. Sólo ruego porque el público entone el cántico que mis oídos no pueden oir... Perdóname madre, pero creo que al fin lo he conseguido..."

El sol reflejaba en la la arena del coliseo, danzando en millares de tonalidades que bailaban en los charcos de oscura sangre anaranjada. La mirada difusa y tambaleante no permitía al tieflin fijar su atención en nada, apenas con las fuerzas suficientes para tenerse en pie.

El combate había sido bastante rápido, si bien las fuerzas nunca parecieron parejas.

Dientes había llevado la iniciativa desde el primer momento, esperando su oportunidad, aguardando para repetir la táctica que le permitió salir con vida de la anterior eliminatoria. Pero el horrendo ser que tenía por rival tenía planes propios. El humano ni siquiera parecía capaz de sostener con mano firme su gladius, si bien Dientes sabía que si había llegado hasta ahí debía ser por algo.

Las provocaciones del tieflin no engañaron al gladiador conocido como Caraculo, que observando con celo a su rival avanzó poco a poco.Finalemnte, ambos se encontraron, y el tieflin se lanzó con todo lo que tenía. Su golpe sirvió una vez más para aturdir a su adversario, un revés con la hoja del gladius estampado contra la caara de Caraculo, que le hizo bajar la guardia.Dientes tan sólo tenía que apuñalarlo y el combate estaría resuelto.

Sin embargo,la providencia quiso que el humano se apartara en el último instante de la trayectoria de su arma asesina, y Dientes quedó desequilibrado por su fallo. A partir de ese instante ya nada fue bien. Aunque el tieflin embestía una y otra vez, su rival no sólo paraba sus golpes,sino que hallaba el modo de devolverselos uno tras otro. Apenas un minuto o dos después, el tieflin necesitaba recuperar el resuello. Diversas heridas jalonaban la roja piel del semidemonio, quien, no obstante, no se rendía.

Y entonces, Caraculo retrocedió. Dientes no estaba muy seguro de porqué lo hizo, pero no desprovechó la inesperada ventaja. Una tras otra sus embestidas arrinconaron al humano hasta casi la verja de su escuela. Los recuerdos del combate previo animaban al tieflin, y la propia masa rugiente que era el público comenzó a increpar al cobarde humano.

Pero todo fue en vano.El horroroso Caraculo era rápido, y el tieflin no logró acabar con él. En una serie de rápidas fintas, el gladiador de la Escuela Azul acabó con la resistencia del tieflin, que, sin embargo, logró asestar un último y doloroso revés al rival,antes de caer presa de la pérdida de sangre.

Dientes seguía observando la luz del sol. Resultaba curioso que allí,en el postrer momento de su cierta muerte, se fijara en esos detalles. El gobernador escuchó al enfervorecido público, y dictó sentencia. La hoja atravesó la garganta de Dientes desde atrás. El público aulló. Y así, sonriendo por ver la luz del sol una vez más, acabó la vida de un tieflin cuyo único delito fue ser de otra especie. Solo un pensamiento horadó la oscuridad que se cernía sobre él.

Vuelvo a ser libre...

Me extraña que Champiñon y Lagartija tengan que salir por la misma puerta y cuando estoy reparado en eso escucho en que va a consistir el siguiente combate.
Lentamente me dirijo a una de las ventanas, me subo en el taburete que hay debajo de ella y me asomo. Desde alli no los veo a ellos pero veo como se levanta la puerta por la que sale su nuevo contrincante....

-Varian...ese bicho es muy grande...

Estan contando que el que se quede segundo es el que sera libre ¿Porque el segundo? Varian no lo entiendo. Van a tener que luchar como uno solo para poder vencer a ese lobo, me alegro de que sean dos de la misma Escuela los que estan luchando juntos. Se que lucharan bien...lo presiento, pero ese lobo no me gusta. Ven a verlo Varian!

Las lágrimas fluían por mi cara tras la charla con mis compañeros, sabía que ellos tenían razón, pero mi mente aún se negaba a tener que matar así a la gente. Necesitaba más tiempo para adaptarme a esta forma de vida, en la que cada día estabas tan cerca de vivir como de morir..
Al menos, pude alegrarme d que Bilis siguiera entre nosotros, a pesar de que odio la magia, es una buena compañera y la echaría de menos a pesar de ser tan reservada.. pero estando como estamos, tampoco es tan extraño su comportamiento..
Salí a la arena de nuevo, con mi arco, como siempre, pero el ver a quién tenía que enfrentarme esta vez me heló la sangre, dejándome paralizada y casi sin poder respirar.. – No, mi primo no por favor.. – Fue todo lo que llegué a pensar antes de ver como comenzaba a acercarse a mí con la daga en la mano. Ya sabía que esa daga era mortífera en sus manos, tan sólo podía mantener la esperanza en que yo tuviera mejor puntería con las flechas..
La verdad, es que no fui así y el combate, en resumen, fue bastante lamentable, al menos mi actuación en él. De las seis flechas que lancé tan sólo consiguió una impactar en él, mientras su daba no erraba y me provocaba más heridas cada vez.
Recuerdo vagamente como mi primo me habló en mitad del combate, pero no quise responderle, no podía, era superior a mis fuerzas saber que podría ser su verdugo o que mi propio primero podría ser el mío..
Al final, no pude soportar sus continuos ataques y caí al suelo más cerca de la muerte que de la vida. Todo se nubló y tan sólo pude escuchar los gritos de la gente pidiendo que se me permitiera vivir. Al menos llegaré a ver un nuevo día que es lo único que me importaba, a parte de que mi primo conservara su vida – Fue todo lo que me dio tiempo a pensar antes de caer inconsciente debido a mi mal estado.



¿Lobo?... ¿Han sacado a la bestia? - pregunto a Grumcha cuando escucho sus palabras. Me incorporo de nuevo en la camilla y me dejo caer de esta para ir junto a la enana y asomarme a ver que es lo que dice sobre esa bestia. No se exactamente de que habla, pero sus palabras me intranquilizan. Lagartija y Champiñón iban a matarse.. fallé en mi pronostico para Champi pero la mediana seguía viva. No habría problema en que uno de estos dos venciese, contaban con el favor del público y casi seguro saldrían vivos, pero esa bestia de la que habla Grumcha era una putada.

Déjame ver - digo con voz seria poniéndome a su lado, mi mano en su hombro, intentando no dejar ver mi preocupación por mis dos compañeros y sobre todo para no ponerla a ella nerviosa.

 Bannor presenciócon temor para Dora como se desarrollaba el combate.

 Cuando los esclavos latrajeron de vuelta a la zona norte, Bannor se cercó a ella para atender su maltrecho cuerpo.

 - Tranquila pequeña, ahora descansa y no temas más, no de momento pequeña.- Dice con palabras tranquilizadoras.

Dejo que Varian mire por la ventana mientras lo observo detenidamente de cerca.
-Varian, esta lucha no puede ser como las anteriores. Esta va a ser a muerte directamente. Ese lobo no entiende que quiere el publico. Solo va a matar...¿verdad Varian?

El sigue mirando por la ventana, tal vez para no contestarme...

-Pensaba que seria una lucha limpia entre Champiñon y Lagartija, uno seria el ganador y el publico perdonaria al otro, porque son buenos luchadores y a la gente le ha gustado como han luchado antes...y querrian verlos luchar mas en la arena. Estaba casi segura que habia sido una suerte que ellos dos se enfrentaran en la final, ahora...tengo miedo de que sean ellos dos los que estan sobre la arena. No me gusta ese lobo.

Pongo mi mano sobre la de Varian... Espero que Moradin salga a la arena con ellos una vez mas esta tarde... En mi mente comienzo a recitar una oraciones a mi dios, esta vez la proteccion pedida es para dos de mis compañeros, para dos almas que buscan la libertad frente a un animal salvaje.

Observo el panorama - "No puedo dejar que se preocupe tanto" - pongo mi mano bajo su barbilla para levantarsela y poder mirar a sus ojos directamente - Escúchame Grumcha. Va a ser una lucha distinta, pero Lagartija y Champiñón son listos, mucho más listos que esa bestia que actúa por instinto.

Es una final y solo uno puede salir de ahí vencedor, pero no quiere decir que el otro vaya a morir. Saben luchar y ambos se unirán contra esa bestia. Pueden aprovecharse y flanquearla, Lagartija aguanta bien, se defenderá y la entretendrá, así Champi podrá alcanzar sus puntos vitales para eliminarla, después tendrán que luchar entre ellos para ver quien es el vencedor... van a volver ambos, estoy seguro y no debes temer nada... Moradin ni siquiera tendrá que velar por ellos esta vez.