Partida Rol por web

VESTIBULO DEL GREMIO DE CAZARECOMPENSAS:

- "Pues últimamente es la Líder de Caza Kara Strauss quien se está encargando de las admisiones de nuevos miembros. Vitias está demasiado viejo y Moloch demasiado ocupado, supongo." -

Aunque tan sólo me había respondido a medias a mi pregunta mostré una sonrisa cortés a modo de agradecimiento para después despedirme:

- Bien, entonces mañana me pasaré por aquí a ver si la puedo localizar. No le entretengo más, que tenga buenas noches y gracias por todo. - Digo despidiéndome para después abandonar la casa del Gremio.

Me dirijo hacia la posada, ya va siendo hora de cenar y mi estómago así me lo estaba diciendo, aunque la idea de volver a tener que cenar sola no es que me agradara de sobremanera..

 Bannor asiente.

 - Gracias, servicial novel.- Dice con una sonrisa.- Que paseís buena noche.

 Tras eso el paladín se va otra vez a los bancos. Se sienta en uno de ellos, se siente fatigado, hambriento y sucio. Pero honrado y alegre de poder ser libre para servir de nuevo al Padre Radiante. Se dispone a pasar a noche en vela, rezando, agradeciendo al padre la oportunidad que le ha brindado permitiendole salir de las arenaas habiendo conservado sus creencias y cordura, a parte de la vida.

- Lagartija llega ante las Puertas del Gremio, que están cerradas.

- Las calles cercanas parecen desiertas a estas horas.

Maldiciendo mi mala suerte al ver las puertas cerradas, estoy a punto de volverme en dirección a mi casa. En un último arrebato, me acerco a los batientes y golpeo con mi garra hecha un puño. Quizá haya alguien.

CALLE ANTE EL GREMIO DE CAZARECOMPENSAS:

Las puertas se abren pasado un rato.

- "¿Y ahora quién demonios es a estas horas?" -

La puerta se abre sorpresivamente cuando estaba a punto de retirarme. En el quicio distingo a Hastegaar, el torpe portaantorchas del gremio.

- Hola Hastegaar. Me alegra ver que te has recuperado de tus heridas. Por un casual, ¿está Kara?

PUERTAS DEL GREMIO DE CAZARECOMPENSAS:

- "Kara está de cacería, dijo algo de ir a cazar un oso. Ayer al mediodía me envió a buscarte. Estuve en tu casa, pero allí no había nadie. Espero que no te importa que entrara. ¿Has visto a Bizcochito? Se acaba de marchar, parece que quiere entrar en el Gremio también. Me ha estado haciendo preguntas." -

La frustración alcanza cotas inimaginables y una oleada de rabia me sacude.

- ¡Mierda! - exclamo -. ¡Joder! Tenía que pasar esto también.

Durante unos segundos, guardo silencio, andando arriba y abajo frente a la puerta del gremio.

- Lo siento, Hastegaar, pero estoy un tanto fuera de mí. Confiaba en llegar a tiempo pero... hace demasiado poco que he recuperado la consciencia tras mi último combate en la Arena. He venido lo antes posible, pero veo que ya es demasiado tarde. Y no, no me importa que hayas entrado en mi casa. Y no, no he visto a Bizcochito. En fin, gracias por la información. Dile a Kara que pasé por aquí y que lamento que no pudiera contar conmigo. Tal vez, la próxima vez.

PUERTAS DEL GREMIO DE CAZARECOMPENAS:

- "Buenas noches, Lagartija. Ah, se me olvidaba. Kara le habló de ti a Vitius, nuestro bibliotecario, y hoy el viejo ha preguntado por ti. Pero mejor que vengas a verle mañana pues ahora seguro que está durmiendo." -

- Está bien, Hastegaar. Mañana me pasaré por aquí. Que pases una buena noche - digo antes de volverme y dirigirme a mi casa, con un humor bastante sombrío.

CAE LA NOCHE EN DETRITUS:

TAPON:

- Descansas en un banco en el Templo.

CHAMPIÑÓN:

- Sigues inconsciente, en el Templo.

LAGARTIJA:

- Descansas esta noche en tu casa. Hogar, dulce hogar.

ANGEL:

- Una dura jornada, muchos curiosos, pero a doscientas monedas ningún comprador.

BIZCOCHITO:

- Estás durmiendo en la posada. Al menos es una cama y con sábanas razonablemente limpias.

SEGUNDA RIQUEZA DE BANE 4480:

POR LA MAÑANA.

A pesar de todo, la noche ha transcurrido en medio de un profundo y reparador sueño. Mi humor ha mejorado notablemente y pienso que, en realidad, es lo mejor que me podía haber pasado. En mi estado de ayer, intentar ayudar en una cacería... probablemente, hubiera sido más un estorbo que una ayuda.

Me levanto sin pereza alguna, pero esta semana de inactividad ha pasado factura. Aprovecho los primeros rayos para hacer algo de ejercicio dentro de casa. Estiramientos, flexiones, simple calentamiento. Tras un desayuno frugal, salgo al exterior y me encamino hacia el gremio. Tengo curiosidad por saber cómo será el tal Vitius y qué es lo que querrá de mí.

En pocos minutos, me encuentro frente a la puerta del gremio en una especie de repetición de lo ocurrido unas pocas horas antes.

VESTIBULO DEL GREMIO DE CAZARECOMPENSAS:

- "Ah, Lagartija, eres tú. El viejo se despertó temprano esta mañana. Cuando le he llevado el desayuno le dije que vendrías a verle. Está en la biblioteca, primer piso, pasillo de la izquierda, al fondo." -

- Gracias Hastegaar. Oye, lamento lo de anoche. Debería haberme dado cuenta que no eran horas para pasarme por aquí, pero... Bueno, da igual. Iré ahora a ver al viejo. Kara me habló de él y tengo curiosidad por conocerle - digo antes de tomar la dirección que me a indicado.

Lagartija sube al piso de arriba y se encamina a la Biblioteca, donde ve a un anciano inclinado sobre un pergamino mientras moja distraídamente pastas en el té.

La visión del anciano, leyendo y mojando sus pastas de forma distraída, provoca una sonrisa en mí. Concentrado como está, no se ha percatado de mi presencia, y por un segundo siento la tentación de dar media vuelta para no interrumpir ese momento que reconozco tan bien. El placer del erudito o del curioso, el del ser con hambre de conocimientos que se sumerge entre las letras y olvida todo lo demás porque, en definitiva, no lo necesita. Sin embargo, recuerdo que es él quien desea verme, de modo que carraspeo ligeramente para hacer notar mi presencia.

- Buenos días, señor Vitias. Soy Herens... Lagartija. Me dijeron que quería usted verme.

BIBLIOTECA DEL GREMIO DE CAZARECOMPENSAS:

El anciano se sobresalta y una pasta mojada con té cae sobre el pergamino que estaba leyendo.

- "¡Lagartija! ¿Eres tú? Me avergüenza reconocer que no he ido nunca a verte luchar en la Arena, pero Kara me ha hablado de ti y de tus movimientos y estrategias durante los combates. Siempre me he sentido fascinado por tu raza, vuestra historia, vuestro elevado sentido del honor, vuestras hazañas bélicas... Os considero admirables." -

Mi sonrisa se vuelve más amplia al ver la reacción del anciano. Me aproximo a él, y recojo la pasta caída sobre el pergamino para dejarla en el platillo próximo. La mancha de humedad es clara y, probablemente, deje marca.

- No debe avergonzarse por no ir a la Arena, señor Vitias. Es más, le diré que íntimamente me alegra que no lo haga - señalo enigmáticamente -. Y sus palabras... es usted muy amable, aunque no sé si somos merecedores de tal admiración. Aunque no negaré que son agrdables de escuchar, especialmente viniendo de un humano. Normalmente, no suelen ser tan generosos en su visión acerca de otras razas.