Partida Rol por web

Mientras Bizcochito todavía está hablando ante la mirada desconcertada de los Paladines, llega un grupo de una docena de Legionarios de la Décimo Tercera Legión. Portan a un prisionero encadenado. A primera vista parece un elfo... pero luego se hace evidente de que no lo es... ¡Es un Eladrin!

La gente se queda boquiabierta y señala con el dedo. Los Eladrin son una raza casi legendaria y es muy raro verlos en estos tiempos en el Imperio, aunque históricamente se les considera los precursores del Imperio Kyraneano.

- "¡Abrid paso! ¡Apartáos ciudadanos!" -

Los soldados empujan levemente a los curiosos para mantenerlos a cierta distancia y entregan al prisionero Eladrin a los Esclavistas, que lo encierran en la Jaula contigua a la de Tapón.

Una señora, casi desmayada por la emoción exclama: - "¡Es un ángel!" - Señalando al prisionero Eladrin.

- "¡Esto es un ultraje que Bahamut no va a tolerar! ¡Esta mujer mediana nos ha dicho que mantenéis esclavizado a un Paladín! ¡Y ahora traéis ante nosotros a un sagrado Eladrin y lo encerráis en una sucia jaula! ¡Esto transciente lo meramente pecaminoso! ¡Es una abominación!" -

- "¿Qué está pasando aquí? ¿El qué es un ultraje? Este Eladrin fue capturado al salir de un Portal Roto situado dentro de los límites de esta provincia. No es ciudadano imperial, y por tanto puede ser legalmente esclavizado al entrar en territorio imperial. ¿No son las leyes así en todo el Imperio? Bueno, tal vez no lo sean en vuestra provincia, maese Paladín, pero ahora estás en el Escoriae y aquí rige la Lex Imperator común a todo el Imperio.

En cuanto al ex-luchador que nosotros conocemos como Tapón, tuvo mala fortuna en la Arena y su destino es el común al de muchos malos gladiadores que no acumulan más que derrotas.

Si afirmáis que es un Paladín y tenéis quejas sobre su situación, deberíais transmitírselas al Gobernador Endimión Paridae." -

- "¡Maldito seas soldado! ¡Esta es una afrenta intolerable contra mi honor! ¡Te desafío a un duelo!" -

- "Noble señor Paladín. No os equivoquéis. La Legión no carece de honor. La Decimo Tercera es garante y guardiana de la ley y el orden en toda la Provincia del Escoriae. Nos regimos por el imperio de la ley. Tenemos prohibido aceptar retos de ciudadanos imperiales, tan sólo de enemigos del imperio en tiempo de guerra y con autorización de nuestro comandante.

Ahora, insisto. Transmitid vuestras quejas por el canal adecuado, de lo contrario me veré obligado a arrestaros por escándalo público. No me pongáis en el compromiso de tener que tratar así a nobles invitados que gozan de la hospitalidad del propio Gobernador.

Como invitados además, y según los preceptos de la hospitalidad, os recuerdo la imposibilidad de que manchéis con un derramamiento de sangre el honor de vuestro anfitrión, el Gobernador Paridae." -

- "¡Insulto encima de ultraje! ¡Exijo ser vindicado!" -

- "En nombre de la Pax Imperialis, noble señor, deponed vuestra actitud beligerante y permitidnos a mis hombres y a mí que os demos escolta hasta el Palacio del Gobernador, donde todas vuestras quejas, incluso las que tengáis contra la Legión, serán escuchadas y atendidas." -

- "Respetamos la Pax Imperialis y las leyes de la hospitalidad, motivo por el que os acompañaremos a Palacio, pero sabed que no toleraremos ni una afrenta más." -

Los Paladines acompañan a los miembros de la Legión de vuelta al Palacio Imperial. Se marchan sin siquiera una palabra dirigida hacia Bizcochito o Tapón.

La multitud comienza a congregarse de nuevo, muchos curiosos miran hacia la Jaula donde está encerrado el Eladrín, al que muchos llaman el Angel.

 Bannor mira a la dama, encerrada en la jaula.

 - Estás herida? Mi nombre es Bannor, para servirla en lo que pueda.

Los finos dedos del eladrin entornan las barras de la jaula. A pesar de estar herido y atrapado el ser desprende un aura mágica y al verle uno casi espera que, de un momento a otro en su espalda vayan a desplegarse dos majestuosas alas.
Todo su cuerpo brilla bajo el sol, sus dorados ojos parecen gemas, su pelo, también dorado oro. Su piel brilla como si hubiese recibido un baño con oro fundido.
Todo su ser es belleza.

Y en su rostro, oculta bajo su melena caida, una sonrisa cruel, mezquina y despiadada.

Quién iba a decir que aquel portal era un retrete por el que hechar los despojos de la creación... y que yo iba a caer por el.

- Pues menuda mierda, si que me han hecho mucho caso, pero no se de qué me extraño a nadie le importa una mierda nadie en este maldito lugar.. - Murmuro por lo bajo. Me paro unos instantes a observar al ser que acaban de dejar en la jaula, nunca había visto uno así, pero si su final era también la arena, que siendo lo extraño que era, daría mucho espectáculo, lo lamento por él.

Me vuelvo a encaminar hasta la celda de Bannor, sin haber conseguido nada.

- Lo siento, lo he intentado, pero me parece que aquí.. cada uno va a lo suyo, y es realmente triste.

- El resto del día transcurre sin que ocurra nada de particular. Se forma una muchedumbre de curiosos que se acercan a ver al exótico Eladrin. Muchos reconocen a Bizcochito y la aplauden o le piden autógrafos. Unos cuantos se permiten la osadía de tocarle el pelo como si fuera una niña pequeña humana...

- El esclavista le ofrece a Bizcochito un descuento por el esclavo Tapón, por ser ella se lo rebaja de 100 a 75 piezas de oro. "Descuento por celebridad" lo llama.

- Finalmente, viendo que los Paladines no regresan, Bizcochito regresa a la posada. No hay noticias tampoco de Champi, al parecer sigue inconsciente.

SEGUNDO OCASO DE BANE 4480:

POR LA MAÑANA.

A la mañana siguiente, diez Paladines y sus escuderos se pasan por el Mercado de Esclavos.

- "Os he reconocido, vos sois Lord Bromson. Vuestra historia es ya famosa en la Orden. El terrible coste de elegir el honor de la familia por encima del deber hacia la Orden. Muchos en la Orden considerarían que ya os habéis degradado bastante a vos mismo, que vuestra penitencia ha sido lo bastante exigente para los dictados del honor.

Hemos pedido al Gobernador vuestra libertad. Nos la ha concedido a cambio de que cumplamos una arriesgada misión: enfrentarnos al Necroliche en su guarida cerca de las Ruinas Malditas del norte.

Si no os volvemos a ver, esperemos que las cosas os vayan mejor en el futuro. Adios, Lord." -

Sin esperar respuesta, los Paladines y sus escuderos hacen girar sus monturas y se alejan del Mercado de Esclavos.

Un pequeño grupo de Legionarios han llegado al Mercado de Esclavos detrás de los Paladines. El Decurión entrega una bolsa llena de monedas al Esclavista.

- "¡En nombre del Gobernador, abrid la Jaula de Tapón, rápido." -

El Esclavista se apresura a obedecer, la Jaula de Tapón es abierta y él es liberado de sus grilletes y cadenas.

El Decurión le tiende a Tapón un pergamino enrrollado y cerrado con un vistoso sello de lacre.

- "Esta es tu Carta de Liberto, Tapón. Se te ha concedido la libertad, pero nada más. No tienes permiso para abandonar la ciudad, pero tampoco se te ha concedido oficialmente el Permiso de Residencia, ni, desde luego, la Ciudadanía.

Disfruta de tu libertad." -

CHAMPIÑÓN:

- Nuevo intento de recuperar la consciencia: Tirada de Aguante a dificultad 15.

 Bannor sale de la jaula, tomando el pergamino entre las manos, mirándolo con suspicacia. Luego alza la mirada viendo a la lejanía  a los paladines seguidos de sus leales escuderos partir en busca de su destino. Luego mira hacia el cielo, dirigiendo los ojos hacia el cegador sol, para cerrarlos y sentir en su rostro la caricia de este.

 Ahora vuelvo a ser liberto, pero no se me permite salir de la ciudad ni se me permite resdir en ella, que leyes más necias. Los humanos están predestinados a perderse en el caos...

 Sin más, con su camisa azul, manchada por la suciedad, el enano se encamina fuera del recinto d elos esclavos. Avanzando por las calles regunta por el templo de Pelor y se encamna hacia él.

TAPON:

- Un anciano te explica que en la ciudad no hay templo dedicado específicamente a Pelor, sino que en su lugar está el Templo de los Mil Dioses, donde se rinde culto a todos los dioses adorados por el hombre. Te da las explicaciones para llegar hasta allí.