Partida Rol por web

El mediano había recibido un fuerte golpe tras el impacto de artillería. Al ver a esos enanos armados hasta los dientes surcando el espacio ya perdió las pocas esperanzas de estar en un lugar conocido. Estaba muy lejos de casa y eso le angustiaba.

-¡Vámonos maldita sea!

Viendo que mi mensaje ilusorio era ignorado por completo... hice como 03 y Alastor y salí por piernas de la sala destrozada. 

- Deberiamos seguir buscando la salida. No creo que sea buena idea ir hasta el puente... La Entidad Maestra podria estar alli, y dudo que podamos vencerle...

El grupo no se lo pensó dos veces y salió corriendo del lugar, cogiendo a bulto todo lo que les pareció interesante. Terminarían por descifrar el funcionamiento de los objetos, pero por el momento solo podían confiar en lo puesto y las espadas especiales de manufactura Azotamentes. Cuando empuñaban una de estas armas unos tentáculos, similares a los del antebrazo, se enlazaban y conectaban, de la misma forma que en el pasado se abrazaron para estabilizar a los compañeros caídos en su lucha contra el bocón barbotante.

Una vez establecida la conexión su portador podía proyectar su mente al arma e incrementar el daño de la espada corta con energía psiónica. Por suerte no se requería más de un minuto para sintonizarse con el objeto, los cuales se sentían como una prolongación de su cuerpo.*

Tras repartirse las armas siguieron con su travesía, con el objetivo de conseguir más aliados. Los nuevos compañeros estaban ahora heridos y a diferencia de ellos, no sanaban con tanta facilidad. Hacía falta tratar sus heridas o morirían fácilmente.

El grupo escuchó unos gritos en la lengua de los enanos y pequeñas explosiones. Guiados por el sonido se encontraron con cuatro enanos armados con hachas a una mano y artefactos que provocaban explosiones en la otra.

Estaban luchando contra dos criaturas aberrantes, que parecían cerebros con pico de pájaro y tentáculos. Uno de estos monstruos había aferrado un enano con sus brazos mientras que la víctima repetía otro disparo torpe a quemarropa para zafarse del abrazo no deseado.

-¡Más enanos de los Barba-Acero! ¡También son miembros de la Alianza! -Dijo Drik'tik, pero el entusiasmo le provocó una punzada de dolor.

El micónido, también herido, se prestó a ayudarle, dejando que se apoyara en él. Drik'tik no tuvo más que tragarse su orgullo y agradecer la ayuda.

-Nosotros nos quedaremos en la retaguardia. Si la cosa se complica usaré mis esporas para ganaros algo de tiempo.

Al huir de la sala rota, acabamos llegando a un combate entre esos enanos forrados de metal y unos monstruos aberrantes, Cerebros flotantes con picos y tentáculos... Material de pesadillas seguro. 

- Si los enanos han abordado la nave, seguro que tienen algun modo de irse después. Si los ayudamos, seguro que nos ayudan a escapar! - Dije mentalmente al grupo. - Intentamos sorprender esas cosas? O cargamos? - Pregunté al resto. Preferia hacer un intento sigiloso que no fuese tan desastroso como la vez anterior. 

-Los enanos están atacando esta nave y esta nave nos ha estado atacando desde el momento en que hemos despertado. Vamos a cortar tentáculos, amigo tifling -el mediano ya no sabía ni donde estaban ni si saldrían de esta con vida solo sabía que, de morir, quería hacerlo con sus compañeros.

Ghagha salió corriendo detrás de los demás, solo para encontrarse con más criaturas horribles.

—¡Más problemas! ¿Cuándo acabará esto?

Rápidamente se escondió junto al resto, para analizar la situación con ellos. Escuchó la conversación de Alastor y Morthos. 

—Estoy con Morthos, creo que deberíamos ir con cuidado. La última vez que asumimos que alguien nos ayudaría, pasó lo contrario. No podemos fiarnos — Miró a Gloder ayudando a Drik un poco más allá y bajó la voz para que no le oyeran:

—De prácticamente nadie.

03 se puso a cubierto al encontrar otro encuentro ante él, se resguardó a cubierto para apuntar con su... 03 miro sus manos vacías y comenzó a ver a su alrededor con expresión de sorpresa.

—Ehhh... Algunos de ustedes ha visto mi ballesta?

Le tendió la espada radiante, consciente de que en este combate poco podía hacer y que no era prudente empezar una pelea sin estar todos armados.

-Toma, cambié de opinión. Creo que esto te hace más falta a ti que a mi.

Mardak sabia que no podían seguir vagando y luchando por aquella nave en aquellas condiciones, por lo que en cuanto se toparon con los enanos, se detuvo al lado de Drik.

—Creo que hay que cerrar algunas de esas heridas. Déjame que te ayude. —Sin esperar a una respuesta, posó una mano en uno de los antebrazos del insectoide y acto seguido susurró unas pocas palabras apenas inteligibles. Cuando cayó, un leve brillo inundaba la palma de su mano, que obediente, saltó al malherido cuerpo del caballero, para, obediente, cerrar y sanar algunas de las heridas que le había provocado la explosión. Complacido, el bardo le dedicó una sonrisa y se volvió para evaluar el estado del resto de compañero—. Así mucho mejor! Creo que mis compañeros y yo necesitaremos de tu habilidad en este combate.

Quedó sorprendido con la habilidades de Mardak. Se separó del micónido y examinó su cuerpo, en las zonas donde antes habían heridas.

-¡Impresionante! De haberte conocido a tiempo quizás no habría llegado a perder un brazo. Es como si no me hubiera pasado nada. -Luego retiró la empuñadura y encendió la espada radiante cuando el Sujeto03 iba a tomar el arma.

-¡Lo siento mi señor, por lo visto vuelvo a la batalla!

Estudié un poco la situacion, habia uno de los cerebros aguileños flotantes que parecia bastante rodeado. Si lo conseguia asustar, huiria entre 3 enanos y ellos podrian darle para el pelo... Solo tenia que conseguir que saliera bien. Esperaba que la suerte me acompañase esta vez. 

03 tomo la espada láser con algo de incomodidad de luchar cuerpo a cuerpo, miro a todos con algo de desagrado..

—Alguno quiere atacar a uno de los enanos desde aquí?

Drik'tik lo apartó de él, pues ya tenia el arma en uso.

-Le repito, camarada, que la voy a usar YO. -Luego miró al resto de prisioneros.

-¿Que le ocurre a vuestro compañero? ¿Le dañaron el cerebro cuando le pusieron ese implante? Además, yo creía que íbamos a ayudar a la Alianza ¿Es consciente que los malos son los bichos con tentáculos?

-Entre los enanos y los bichos con tentáculos elijo a los enanos. Ellos han atacado esta nave y por tanto odiarán tant a los que la llevan como nosotros. -el mediano alza su la lanza ígnea lista para el combate.

-Calmaos, decidamos nuestro primer movimiento y hagánoslo bien esta vez, todos juntos.

Ghagha se sentía inseguro. No quería cometer más errores. Quería salir y la cosa se ponía cada vez más peligrosa. Agarró su hacha con fuerza.

-¿Alguna idea?

Al escuchar a sus compañeros, Mardka dedujo que, como ya había pasado con anterioridad, que o alguien ponía algo de cordura y orden o aquel combate tampoco iba a salir bien, y de nuevo, iban a desaprovechar al ventaja de la sorpresa. Quizás por ello, o porque era algo innato, eso no lo sabía, evaluó a los contendientes de la sala y luego a sus compañeros, y antes de que ninguno hiciera nada, se dirigió a ellos dispuesto a organizarlos.

—Esta vez no podemos permitirnos ir a lo loco. Tenemos que aprovechas la ventaja que nos proporciona la sorpresa para ayudar a esos enanos —dijo, mientras atraía la atención de todos con sus palabras—. Creo que lo mejor será centrar nuestros esfuerzos en la criatura que está más cerca, esa —continuó, señalando al monstruo con pico de pájaro situado más al sur (B)—. Si hacemos eso, y los enanos nos ven, la lógica hará que ellos centren sus ataques en la otra criatura, lo que nos dará, a ambos grupos, una ventaja numérica y de fuerza. —Sin haber concluido aún, el bardo se descolgó el laúd, preparándose para utilizarlo—. Primero me encargaré de debilitar a esas cosas, luego Nº03 será el primero en atacar con su ballesta. Esa será la señal para que Ghagha, Alastor y Drik se lancen a por esa cosa cuerpo a cuerpo. Morthos, bueno, tu haz uso de tus poderes como mejor convenga, ya sea ayudando a uno u otro grupo y Gloder, —Mardak miró al miconido, sin saber cuales podían ser sus virtudes en el combate—, lo que puedas hacer estará bien. Pero lo más importante, hay que evitar que ninguno se enfrente solo a una de esas cosas. No sabemos que pueden hacer con esos tentáculos, pero me da que no será nada bueno, así que hay que ayudarse entre todos.

Sin más que añadir, y esperando que fuera suficiente para que aquel combate fuera más sencillo de superar, el bardo rasgó las cuerda de su laúd, permitiendo que una tenue y casi imperceptible melodía surgiera de él, expandiéndose hacia la sala en busca se aquellos a los que influenciar. Con una ligera sonrisa, el joven miró al sujeto nº03 y con un cabeceo le señaló a su objetivo. —Todo tuyo, haz que esa ballesta fría a esa cosa!

Mardak puso orden entre sus compañeros. Recordaba demasiado bien lo ocurrido en la ultima desastrosa emboscada y el factor sorpresa no era algo que se debiera desaprovechar. Consciente de ello lanzó su conjuro de bardo sobre los cerebros tentaculares, confundiendo solo a uno de ellos.

De la oscuridad del techo descendió un tercer monstruo aberrante, que se había mantenido oculto hasta el momento, pero que no consiguió sorprender a nadie del grupo pues ya estaban todos con los nervios a flor de piel y esperaban que cualquier cosa hostil les asaltara. La aparición de nuevo grell era la menor de las sorpresas hasta la fecha, pero igualmente una molestia que les bloqueaba el paso.

-¿Por qué será que esto ya no me sorprende? ¡Aparta aberración! -Cuando vio aparecer otra de estas monstruosidades tentaculares el insectoide trazó un amplio arco frente a él, ahuyentado los tentáculos de la criatura. Lo único que consiguió fueron unas pequeñas quemaduras. Un daño bastante insignificante para la fama que Drik dijo que tenía como esgrimista.