Partida Rol por web

Bajáis un corto tramo de escalones y os adentráis en el penumbroso interior de la cantina. EL aire fresco del establecimiento alivia la fatiga causada por el calor del abrasador Tatooine. El camarero, un devoriano, deja lo que está haciendo y os observa detenidamente con sus intimidantes facciones de demonio. Al fondo veis un escenario sobre el que danza una twi´lek al son del hilo musical. Hay varios reservados alineados en las paredes del local, y la zona central de la cantina esta repleta de mesas y sillas dispersas. Varios de los clientes  se giran en sus asientos para miraros.

Las únicas salidas que veis, aparte de la entrada, son lo que parece un cubículo de almacenaje en una esquina y la salida del escenario, que se abre justo detrás de la bailarina. Sobre vuestras cabezas hay un entramado de travesaños gruesos y pesados que sustentan el techo abovedado del establecimiento. Sólo tenéis unos instantes para ocultaros antes de que lleguen los matones de Teemo.

Al entrar en el local los sensores térmicos me indican que la temperatura ha bajado respecto al exterior siendo agradable para los estándares orgánicos. Mis sistemas de visionado se adaptan al instante también a la baja luminosidad respecto a la luz diurna de las polvorientas y calurosas calles de Mos Shuuta. Estaba convencido que si había alguna posibilidad de escapar de nuestros perseguidores es en este oscuro lugar.

- A-Aquí podremos pa-pasar desapercividos entre to-toda esta gente - les digo usando el tono más bajo de mi metalizada voz a mis compañeros. - ¡Bu-buscad un sitio y esconderos!

Observo al gigante wookie y sospecho que no le será fácil ocultar su abultado cuerpo pero me consta que se resuelve bien en los conflictos por lo que no me preocupa. Ni la ágil twi’lek ni el carismático humano. Ambos tienen recursos para salir ilesos de esta amenazante situación. Aquí quien tiene seguramente más a perder soy yo pues no estoy programado para herir sino para curar y además los orgánicos no suelen tener demasiados miramientos con los droides y menos con los insurrectos. Así que analizo rápidamente las diferentes probabilidades de ser encontrado en cualquiera de los posibles lugares que ofrece la cantina y escojo la más... protectora.

Al entrar, internamente agradezco la frescura del lugar. Mi mente comienza a trabajar rápidamente, poniendo atención a todos los detalles del lugar, que me podrían hacer pasar desapercibida de nuestros perseguidores.

El droide dice algo a mi lado, mas yo no presto atención, mientras pongo en práctica mi habilidad de percepción. En este lugar debe haber un punto perfecto para poder camuflarme entre los presentes y espero poder encontrarlo.

Sintió un escalofrío escalar su espalda por el contraste de temperatura, que sinceramente, agradecía. Sonaba la música en la cantina y Pash movió la cabeza al ritmo de la misma un instante, siguiendo con la barbilla los movimientos de la twi'lek que bailaba sobre el escenario del fondo.

Con lo bien que estaríamos aquí pasando el rato y nos tienen que perseguir esos malnacidos!

El camarero dejó todo de lado para fijarse en ellos, así que le saludó con un gesto contenido y respetuoso, queriendo mostrar que eran buena gente que no quiere problemas. Je...

Era momento de evaluar la situación porque no tardarían en llegar los aguafiestas. Se le ocurrió montar cierto alboroto en el mejor de los sentidos, para poner a todos en pie y dificultar la visión a sus perseguidores mientras se escabullían por detrás del escenario si es que había una salida, o quedar como unos idiotas al encontrar un muro, pero sus compañeros habían corrido como liebres y ya se habían posicionado, así que descartó esa opción, no les iba a dejar tirados.

Mira que listo! Observó al droide con orgullo, asintiendo con la cabeza ante su decisión de ocultarse en el cubículo con segurata demoníaco incluido.

Oskara también había encontrado su lugar en las mesas frente al escenario. Pena que había decidido sentarse lejos, habría sido divertido ver cómo petrificaba con la mirada a algún incauto con una mala propuesta en un día aún peor.

Quedaban él y Low, al que no conocía mucho así que no podía predecir qué haría. De todos modos no creía que importase demasiado. Esconderse un individuo solo aún, pero ¿cuatro? La única duda que tenía era a cuál descubrirían primero. Una vez localizado los demás acudirían en su ayuda revelando su posición. Pero qué narices! No iba a quejarse por un poco de emoción!

Pash optó por sentarse discretamente en un reservado. Escogió el segundo que había entrando a mano derecha. Pensó que no se veía desde la entrada quién había allí sentado y los matones de Teemo avanzarían lo suficiente hacia el centro antes de que él pudiese entrar en su campo de visión, pero él sí les distinguiría. Además desde allí podía controlar las posiciones de sus compañeros y las mesas no le estorbaban.

Cuando estuvo acomodado del modo que creyó pasaría más desapercibido, discretamente sacó su arma. Apoyó su pistola blaster sobre su pierna derecha y la mantuvo con la mano firme en el gatillo. Apuntaría con él a sus perseguidores, siguiéndolos como dianas vivientes, dispuesto a disparar en cualquier momento.

El extremo calor de Tatooine y la huida de los matones me asfixia. Con suerte en la cantina les daremos esquinazo. Pienso mientras sigo a mis compañeros dentro del edificio mientras hecho un último vistazo hacia atrás intentando calcular cuanto tiempo tenemos de ventaja. Justo antes de entrar veo como giran en una esquina de otro edificio al otro lado de la calle, a unos 100 metros y por suerte una caravana de enormes banthas se cruzan entremedias ocultando nuestra entrada en la cantina. Eso nos da algo tiempo, pero no tardaran en llegar. El fresco aire del garito recorre mi peludo cuerpo y automáticamente abro la boca para que mi refrigeración sea más rápida.

El camarero y varios clientes se han girado al entrar nosotros, pero parece que no les llamamos la atención lo suficientes y siguen con sus cosas. La música resuena en todo el local y en el escenario una twi´lek danza al ritmo de esta. No es momento de disfrutar del show. Hecho un vistazo rápido a la sala, buscando un sitio donde esconderme como ya hace el droide dirigiéndose hacia una especie de almacén. Oskara también se pierde entre las mesas centrales, ella seguramente pase desapercibida, pero yo, un peludo y gigante wookie, imposible. No hay tiempo que perder y avanzo hacia los cubículos del lateral derecho, que parecen los más escondidos.

Al dar el primer paso, me doy cuenta que Pash ha pensado lo mismo y avanzamos juntos, pero él se para en el segundo reservado. - Huuguughghg. - Con un ligero gruñido le deseo suerte sin parar de andar. Mi idea es ir más adelante, que parecen algo más grandes y así poder ocultar mis casi 2 metros y medio de largo y peludo cuerpo.

Al llegar al siguiente reservado, compruebo que esta ocupado por tres humanos en un estado de embriaguez exagerado. El paso hasta el fondo del cubículo esta bloqueado por unos de los humanos que se encuentra medio tirado encima de la mesa y en el otro lado otro se tambalea animando a la bailarina. El tercero está dormido en la pared del fondo. Salto por encima de la mesa con tan mala suerte que al apoyarme en la mesa, resbalo con la bebida que está esparcida por ella y caigo de bruces al asiento y mis piernas golpean al tio dormido.

Me escabullo entre la multitud para encontrar ese lugar perfecto donde podré esconderme de nuestros perseguidores. Me dirijo al grupo de mesas que está frente al escenario y me siento en la silla que da la espalda a los reservados, en la mesa del centro, que me da una visión de la entrada de la cantina. Mi mente comienza a trabajar rápidamente; la visión de mi posición debería quedar obstruida por el resto de asistentes en el lugar; el piloto se había sentado en uno de los reservados, desde mi ubicación podría brindar fuego de cobertura en caso de que las cosas se encendieran un poco; al droide no lo podía ver desde mi lugar, mas esperaba que estuviera listo para actuar en caso de ser necesario; el wookiee permanecía en la entrada todavía, aunque no dudaba de que él estaría preparado para enfrentar a la escoria de Teemo. Me senté y, de manera disimulada bajo la mesa, saqué mi blaster y la hice reposar sobre mi pierna derecha.

Durante unos pocos segundos mi mente se dio un descanso y me centré en la música. Las bailarinas que se movían al son; “Carne fresca para la carroña” pensé al mirar los cuerpos de mis hermanas. Mi suerte era algo distinta, era una cazarrecompensas y estaba lista para enfrentarme a los que se interpusieran en mi camino.

Mis pensamientos volvieron a mi misión y me preparé para hacer frente a lo que fuera.

El cubículo de almacenaje tiene una cerradura de seguridad. Calculo... (décimas de segundo) _{Probable usuario del cubículo: el camarero. El barman es un devaroniano. Especie orgánica cuyo planeta natal es Devaron. Los devaronianos son una especie de humanoides inteligentes, con dos piernas, un torso, una sola cabeza, dos brazos con manos, dedos y un pulgar oponible como el de los humanos. Nuevo argumento: posible contraseña en un idioma conocido. Los más usuales en Tatooine son hutt, básico, jawés, tusken, bocce... Su idioma nativo es el devaronés... Guardo este resultado. Nuevo argumento: Grasa y suciedad en el local. Las teclas del panel de seguridad estan todas sucias exceptuando los símbolos de A-H-I-T-V. De todas las posibles combinaciones destaca VIHAT que en devaronés significa CANTINA}... Fin del cálculo.

Tecleo los símbolos VIHAT e inmediatamente la portezuela del cubículo se desbloquea. Antes de meterme en su interior localizo a mis compañeros orgánicos: Pash discretamente ubicado en uno de los reservados, Oskara estratégicamente entre los clientes de las mesas centrales y Lowhhrick ... ¿parlamentando con tres lugareños del reservado del fondo? Descarto cualquier valoración y me meto dentro del cubículo... como si fuera una de mis funciones en la taberna.

Segundos después de ocultaros entra por la puerta un pequeño grupo de cuatro matones gamorreanos. Probablemente os suenen de haberlos visto dando alguna paliza a algún viejo compañero, o a desconocidos en la taberna de Teemo por el simple hecho de disfrutarlo.

Los parroquianos de la taberna se quedan mirando a los recién llegados y no tardan en mirar hacia otro lado tratando de encontrar a quien pueden estar buscando. El tabernero detiene su protocolo de limpieza de vasos unos segundos y agacha la cabeza negando unos segundos para seguir con la siguiente pieza de vajilla.

Son seres de rostro porcino; y podéis ver como portan pesados garrotes. Son sin duda los matones de Teemo, Lowhhrick puede cerciorarse que eran sus perseguidores. Sus ojillos saltones parpadean para adaptarse a la penumbra mientras examinan el local con detenimiento. Uno de ellos emite un chillido agudo señalando con el garrote hacia vosotros...

Prontamente entran a la cantina 4 gamorreanos ataviados con sendos garrotes. Sus rostros porcinos se me hacen familiares; en alguna ocasión he visto a los de su clase estar golpeando, a veces hasta la muerte, a algún desafortunado que se les cruzaba en el camino.

Los ojos de los gamorreanos escrutaban el lugar intentando encontrarnos. Hasta el momento sus esfuerzos habían sido infructuosos y no fueron conscientes de mi presencia en el lugar, hasta que se encontraron de bruces con la primera descarga de plasma que solté con mi blaster.

- Me encanta el olor de la carne cuando recibe uno de mis disparos. Huele a victoria – digo a los gamorreanos que giran al escuchar el estruendo, mientras el primero de ellos cae muerto al piso.

Tras entrar en el cubículo de almacenaje aparecen por la puerta los cuatro guardias que nos persiguen. Soy muy consciente que no debo dejar que me atrapen pues estos gamorreanos no son precisamente amables con los droides. Así que agacho todo lo posible dentro de mi escondite y manipulo nerviosamente el bláster ligero que minutos antes uno de mis compañeros me dió para ponerlo en modo aturdir tal como me enseñaron. 

Cuando observo qué es lo que ocurre en la cantina veo que el gamorreano más cercano me ha visto pero el resto no. Un rápido cálculo vaticina un terrible desenlace con una probabilidad media así que me adentro todo lo que puedo dentro del cubículo dispuesto a disparar por mi libertad si alguno de los guardias intenta detenerme.

Apretó los ojos con fuerza durante tan solo un segundo.

Menuda escandalera!

Apretó los labios reteniendo cualquier sonido, pero sus hombros se movían agitados por la risa muda. ¿Qué podía estar haciendo Low? Aquel golpe había sonado como uno de los buenos. ¡Apostaba que se había dado un buen ostión! De buen grado se habría asomado para ver la situación, pero la inmediatez con la que esperaba ver aparecer a los secuaces le mantuvo sentado. 

Tan solo un segundo antes el wookie le había deseado suerte y Pash le había correspondido con otro gesto llevando sus dedos índice y corazón a su sien derecha para luego impulsarlos hacia delante en un ademán cómplice.

Bah, seguro que está bien. Pero si había alguien más ya no digo nada.

Pash miraba al camarero y eso le indicó el momento exacto en el que aparecieron los aguafiestas. El devoriano dejó de hacer sus cosas durante un instante, al igual que había hecho cuando fueron ellos quienes entraron. Evidentemente, al poco asomaron cuatro cabezas poco agraciadas, escudriñando a la multitud. 

¡Joder! Oskara fue tan rápida que el pobre infeliz no debió ni verlo venir. Uno de los gamorreanos se desplomó en el acto, quedando estirado cual alfombra. 

¡Pues sí que empezamos fuerte! ¡Y yo no voy a ser menos! 

El piloto no se consideraba un asesino, pero claro, aquello era cuestión de vida o muerte. Además su conciencia se sintió oportunamente aliviada cuando creyó haber visto a esos tipos dando una paliza a alguien en el pasado. Eso, bueno, le quitaba drama al asunto, era como si se lo merecieran un poco. 

Apuntó con su pistola blaster que ya tenía preparada y lista para disparar. Eligió como objetivo al que tenía más cerca y le abatió de un disparo en la cabeza.

El parroquiano sobre el que he aterrizado empieza a protestary con razón mientras su amigo que miraba a la twi´lek se empieza a reir hasta casi caerse de su asiento. Pero un sonido de blaster acalla a los dos mientras intentan esconderse bajo la mesa.

La fiesta ha empezado y yo no puedo quedarme atrás. Cuando consigo levantarme veo caer a uno de los matones por otro disparo de blaster que ha salido del cubículo donde se había escondido Pash. En el suelo, el cuerpo inerte de otro de los matones me indica que Oskara fue la primera en disparar con una puntería digna de su fama.

Con un rúgido gutural me lanzo al ataque mientras blando mi majestuosa arma que silba cortando el aire, pero el maldito gamorreano contra el que me dirijo se da cuenta que una enorme mata de pelos se dirige hacia él y consigue esquivar mi ataque dando un simple paso a un lado.

Humillación. Es lo que siento ahora al ver el triste desenlace de mi ataque.

Cuando el primero de los gamorreanos cae fulminado por el directo disparo de Oskara los tres restantes sueltan un grito gutural; que se ve silenciado de nuevo por otro de sus compañeros que cae con el disparo de Pash. Enfurecido, el que se encuentra más cerca de Oskara se lanza a la carrera, dando un salto, apoyándose en una de las mesas para abalanzarse sobre la twi`lek y golpeándola con su porra en el hombro izquierdo con una impresionante fuerza, hasta el punto de casi hacerla caer.

Por su parte Lowhhrick a trabado combate con el gamorreano restante, aunque parece ser bastante diestro pues logra esquivarlo sin demasiados problemas, para lanzar un contraataque directo a la cabeza del wookie. Éste, con un rápido movimiento de su vibrohacha logra desviarlo. Sorprendo, ser porcino parece que toma una postura defensiva ante un posible nuevo ataque de Lowhhrick.

Luego de que mi blaster lograra abatir al primer gamorreano, el piloto se vio entusiasmado y atacó al segundo de ellos, logrando que el número de gamorreanos se redujera a la mitad. Ver a 2 de nuestros perseguidores ya en el suelo, me hizo sentir algo segura, aunque pagué mi error rápidamente.

Solo vi una masa de carne muy grande que caía sobre mí, mas no pude reaccionar a tiempo. En una fracción de segundos estaba con mi rodilla izquierda en tierra y sintiendo el dolor que me provocó la porra en mi hombro izquierdo. Por el rabillo del ojo ,vi como el wookiee estaba en combate con el otro gamorreano que seguía vivo.

Me incorporé para alejarme a distancia corta de mi atacante y me parapeté contra una mesa que se había dado vuelta en el jaleo. Tomé mi blaster rápidamente y solté una descarga dirigida al gamorreano que aún sostenía el garrote. El infeliz gamorreano cayó al piso gracias a mi fiel blaster, mientras mi rostro formaba una extraña mueca de dolor y triunfo.

Arqueó una ceja tan sorprendido como orgulloso cuando abatió al gamorreano. Lowhhrich se lanzó contra el tercero pero éste ya estaba sobre aviso y logró esquivarle. El cuarto se lanzó contra Oskara, grave error. A estas alturas todos en la taberna sabían cómo se las gastaban, y no era para menos. Los habían fulminado sin más y ahora solo quedaba uno. 

¿Eh? Le pareció escuchar la voz del droide hablando con el camarero pero confiaba que estaba bien. Siguió con su mirada fija en el enemigo que quedaba en pie. No podía perderlo de vista. Debía concentrarse bien porque el gamorreano y Low estaban muy cerca el uno del otro y no quería herir a su compañero. Apuntó y aguardó el momento oportuno. Cuando vio la línea de un tiro limpio disparó logrando herirle de gravedad, pero sin acabar con él. Sonrió de medio lado esperando la reaccion del wookie.

El ataque del matón con el que me enfrento esta cerca de darme, pero en el último momento consigo interponer mi arma y desviarlo. Detrás mía, escucho un golpe seco y veo como Oskara parece caer, pero rápidamente se recompone y dando un salto hacia atrás con una agilidad pasmosa, consigue alejarse del asqueroso gamorreano lo suficiente para acto seguido matarlo de un certero disparo.

¡Tengo que acabar con el mío ya! Pienso mientras mi adversario y yo luchamos en una danza mortal. La maldita mole verduzca con cara porcina es diestra en el combate hasta que de repente, un fogonazo de bláster impacta en su costado haciendo que de su húmedo y babeante morro salga un chillido de dolor que parece paralizarlo. Aprovechando el momento, levanto mi arma y la bajo con todas mis fuerzas mientras grito salvajemente. El filo vibrante de mi hacha se hunde en la carne cortando como si de mantequilla desde su hombro hasta casi la cintura, la sangre oscura salpica hacia todos lados y un olor nauseabundo empieza a llenar el establecimiento.

De una patada desengancho mi arma del cuerpo inerte de mi adversario y lo veo caer al suelo mientras poco a poco voy relajándome sabiendo que estos matones ya no podrán molestarnos más. 

El último de los gamorreanos cae al suelo. Tras el combate la taberna queda unos segundos en silencio, podéis ver como los clientes que se habían escondido van saliendo y un tímido aplauso precede a alguna que otra risa. El camarero devoriano también aplaude, y tras retirar alguno de los sesos que quedaban por encima de la barra sale de la misma cediendo el paso primero al droide y se dirige a vosotros.

- Los matones de Teemo no son especialmente bienvenidos aquí, es raro que salgan del palacio del Hutt, y cuando aparecen es solo para causar problemas. - Coloca bien unas de las sillas y levanta una mesa - Me llevará un rato limpiar este desastre, pero merece la pena ver a esos cerdos ahí tirados.

Habla sin miedo a que ninguno de los presentes le escuche, de hecho casi todos han vuelto a sus conversaciones. La música de fondo no ha dejado de sonar en ningún momento y la bailarina retoma su erótico baile.

- Supongo que estáis buscando la manera de largaros de este planeta lo antes posible. Bien, la buena noticia es que sé de buena tinta que en estos momentos hay un carguero atracado en el muelle Aurek. La mala es que su capitán, Trex, es socio del Hutt y no os dejará subir a bordo de su nave por las buenas. La otra mala es noticia es que la razón por la que se que aún sigue en el muelle es que se le ha averiado el módulo de arranque del reactor de hipermateria; y no podrá despegar hasta que se le instale uno nuevo.

Mientras habla no deja de hacer cosas, se va tras la barra y saca un cubo y una fregona y comienza a limpiar los restos de sangre y partes de cuerpo que hay por el local.

- Seguro que Vorn, el chatarrero, tiene alguno en su desguace. - Se detiene y os mira a los cuatro - Y ahora, si no os importa, preferiría que os fuerais antes de que vengan más matones de Teemo y me destrocen del todo la cantina.

Computamos la información que nos brinda el amable devaroniano. Para ser un droide creo que estoy hábilmente programado para interrelacionarme con los orgánicos y gracias a mi intervención hemos encontrado un aliado que nos puede haber dado con la resultante para salir de este incandescente mundo.

Mientras está hablando el camarero aprecio un extraño comportamiento de Oskara. Interpreto que le duele su hombro izquierdo y me acerco para ayudarla.

- ¡Quietoo! - me susurra con ese tono que usan los orgánicos para subrayar la órden. Pero mi programación me impide no ayudar a ningún herido y menos si es una compañera. Así que levanto un brazo a modo de introducción para expresar mis sanas intenciones.

- ¿Qué parte de “estate quieto” no has entendido Vex? - me increpa por lo bajini para no interrumpir la interesante información del devaroniano. Pero mis circuitos estaban como locos analizando los gestos de incomodidad de la twi'lek. Sin duda se trataba de una fuerte luxación en el hombro cuya curación es sencilla pero dolorosa. Así que espero mi momento.

- ¡Mu-muchas gracias señor camarero por la in-información que nos ha facilitado! No se pre-preocupe que nos vamos ya. Sería desagradecido im-importunarlo por más tiempo. - le digo agradecido al devaroniano y a continuación saco 50 créditos. - Acepte este dinero para pa-pagar parte de los destrozos que hemos originado. - y en cuanto le entrego el dinero me giro hacia mis compañeros.

En un microsegundo cojo a Oskara de los hombros con fuerza y le coloco bien el izquierdo con un movimiento firme y certero gracias a centenares de luxaciones como esa que ya he tratado a decenas de gladiadores y soldados de Teemo. Lo mejor es ese movimiento seco y directo. Doloroso pero reparador.

- ¿Va-vamos a visitar al chatarrero?