Partida Rol por web

Aun un poco mareado por el balanceo al bajar con la cuerda, me dirijo a la cónsola de mandos para ver si soy capaz de abrir la compuerta.

- Vamos, la libertad está tan cerca...- digo a media voz. Empiezo a teclear, intentando averiguar el código de apertura. - ¿Esto... no hay la unidad R2 cerca?

Arvel comenzó a ponerse nervioso, a ese ritmo no saldrían de allí. - Dejad de hacer tiempo, Shanks sal pitando no hay tiempo comenzad a bajar todos aunque sea peligroso o esos blasters nos van a freír. Vienen al menos 12 por el nivel nuestro así que esos no os pueden pillar a medio camino de bajada!- Mientras decía eso se preparaba para recibir al robot.- Vamos! bajad si hace falta más de uno pero hacedlo ya! - Su voz nerviosa indicaba que realmente estaban al borde de ser rodeados

Reaccionas rápidamente y disparas sobre el único soldado al que aún no le habías impactado evitando de esa manera que pueda dispararte. Los soldados están sorprendidos por la intensidad de tus disparos y nervisos los oyes gritarse instrucciones y órdenes. Temes que puedan usar alguna granada.

Las instrucciones de Dan-Vid son muy claras y Arkonat asiente conforme. Shanks había delatado su posición y logrado concentrar el fuego sobre él para daros tiempo. Ahora era él quien lo necesitaba así que a la orden del enano dejáis de retener la cuerda sin soltarla. Metros de cuerdan empiezan a discurrir rápidamente entre vuestras manos. La calculadora mirada del cazarrecompensas contempla la cuerda que queda a medida que ésta va desapareciendo. La preocupación de Arkonat crece exponencialmente y lucha contra el impulso de sujetar la cuerda mientras escucha el grito de la caída del droide.

- ¡Ahora! - ordena Dan-Vid. Apretáis las manos sujetando con toda vuestra fuerza y evitáis que Decero siga cayendo. La cuerda se tensa y cruje. Esperáis que los nudos aguanten y que Arvel y Jack puedan ayudar al droide. Los gritos de Decero llegan hasta vosotros pero cuando miráis hacia abajo comprováis que han logrado recogerlo. Enseguida notáis que la cuerda queda suelta de nuevo.

A oscuras Jack intenta manipular el terminal para lograr dar con la apertura de las dobles puertas pero se pierde entre las decenas de opciones y submenús que el sistema ofrece.

- wuoooooooohhhhhh!!!!!! - pitaba sonoramente Decero cuando empezó a caer. Algo les había pasado a los de arriba: o se les había escurrido la cuerda o, peor aún, se había partido o desanudado. Arvel mira atónito el terrible hecho: el droide caía al vacío gritando y haciendo aspavientos desesperados.

- ¡Jack, ven y sujétame! ¡YAA! - grita el piloto abriendo los brazos y estirándose para intentar agarrar a Decero.

- ¡No podré, NO PODRÉ! - responde sonoramente el jedi corriendo hacia su compañero y cazando al vuelo la mano izquierda del piloto quien queda suspendido encima del pozo sólo aguantado por los pies y Jack.

Milagrosamente la cuerda se vuelve a tensar justo en el momento en el que el droide llega hasta Arvel parando la caída. Arvel consigue sujetar uno de los brazos de Decero.

- ¡Estira Jack, lo tengo! - le ordena el piloto a Jack quien logra atraer hasta el piso tanto al piloto como al droide. El jedi estaba convencido, segundos antes, que los tres iban a caer irremediablemente. Afortunadamente no ha sido así.

Utilizando su mini-sierra eléctrica, R2-D0 corta el cordaje y se libera de sus ataduras.

- Tururiru ruri ffufufiiiuu prouf prouf tipiti!! - exclama con desagrado el droide mientras enfoca alternativamente a los dos humanos pidiendo una explicación. Los primeros soldados aparecen al final del túnel al otro lado del pozo lo que les hace percatarse de su peligrosa situación.

La cosa se estaba complicando cada vez más pero al menos D0 ya estaba abajo junto con Arvel y Jack aunque por lo que decían por la radio la cosa tampoco estaba fácil abajo.
Pero ahora quien lo tenía dificil era Shanks que todavía tenía a los 4 soldados y me parecía ver como uno de ellos se preparaba una granada.
Shanks ya nos había dado mucho tiempo así que era hora de que le cubriese la retirada.
Aunque me daba cuenta que no me daría tiempo para coger el rifle y disparar antes que el soldado lo hiciese a Shanks, quizás sí me diese para disparar al que preparaba la granada así que me centré en él.
-Arkonat tendrás que bajar por tu cuenta yo tengo que cubrir a Shanks.
-Shanks, ven que te cubro.

- ¡Bufff, por poco! - exclamo mientras recupero el aliento tras evitar que el droide y Arvel cayeran por el pozo. Pero el descanso dura bien poco. Se acercan soldados y tenemos que proseguir la búsqueda de la nave que nos sacará de esta mina tan peligrosa. Medito rápidamente los siguientes pasos. Pienso en Holly, ella sabría que hacer, a mi estas situaciones nunca se me han dado bien y no se muy bien como actuar. Me faltan sus agallas y su coraje. - DeCero - digo al droide - Sé que sólo haces caso a Arkonat, pero necesitamos de tu ayuda. Tenemos que abrir esas puertas, la nave que nos espera está ahí detrás y necesitamos llegar a ella lo antes posible. Acto seguido desenfundo mi bláster, me tumbo en el suelo para ofrecer un blanco más difícil y apunto hacia los soldados que van llegando. - Arvel, tendremos que entretener a esos mequetrefes cabezas-huecas, como dice iaio Clint, para dar tiempo al droide para que abra las puertas y a los demás que bajen de arriba. ¡Somos su única esperanza!

Cuando escuché aquella órden de Dan-Vid, asentí. No era momento de pararse a pensar (y menos de rodar como una bola de carne, como tenía pensado hacer). Por ello tomé la cuerda enganchadaen la parte superior y me dispuse a descender. Preferiría no mirar al fondo, pero el refulgir del fondo del pozo hacía rememorar el fuego y la lava. Al menos tenía la certeza de que Decero había sido sujeto, ¡menos mal! ¡Esperaba que no me diera un chispazo con alguno de sus brazos retráctiles como consecuencia!

¡De acuerdo! -asentí a Dan-Vid-, ¡Venid en cuanto podáis! -les dije mientras ya agarraba la cuerda-.

El descenso de mis compañeros transcurre lentamente, realmente no se cuánto tiempo podre aguantar en esta posición el ataque de los soldados de asalto, pero de momento no iba mal la cosa, los mantenía a raya.
Por el comunicador escucho que la situación en el nivel inferior no es mucho mejor, parece que se aproximan muchos imperiales.
Tengo que dejar fuera de combate rápidamente a estos soldados para descender con un poco de seguridad. Giro el rifle hacia uno de los soldados que alcance en mi primer ataque, sé que un disparo es relativamente fácil que lo aguanten pero posiblemente un segundo no. Una vez lo tengo enfilado abro fuego.
 

Arvel casi sufre un ataque al corazón, aquella experiencia le había quitado años de vida sin dudarlo. Aún con el corazón acelerado más que cuando su nave sufrió un impacto en uno de los motores principales cuando era perseguido por un destructor imperial mientras intentaban arreglar el hiperpropulsor para hacer el salto estelar. Aún así nunca se había sentido tan al borde del vacío como en aquella ocasión tendido sobre sus pies agarrado a un droide y ayudado por un jedi a subir del pozo con lava al fondo. - Maldita sea hay que salir de aquí. DeCero abre las compuertas o cuando el resto bajen no podremos abrir las puertas a tiempo, las necesitamos bien abiertas. - Arvel coge su arma y comienza a apuntar, deberían ganar tiempo para que el resto bajara y que los disparos se concentraran en ellos en vez de en sus compañeros bajando.

- Ya vienen, intentaremos distraerlos y atraer sus disparos, pero debéis bajar rápido vienen demasiados y no hay mucha cobertura precisamente, si os atrapan bajando las cuerdas será demasiado peligroso! - Su voz denotaba nerviosismo, aun tenía el corazón a tope debido a la experiencia de sujetar a un droide por encima de un pozo de lava.
 

Una gota de sudor cae por mi frente. No me gustan los enfrentamientos, de hecho en casi toda mi vida ha sido la tónica general: evitar cualquier confrontación. Por eso me fui de casa...

Meneo la cabeza, como en un intento para quitarme esos pensamientos de mi cabeza.

Céntrate Jack, ahora mismo hay vidas que dependen de ti. No lo fastidies como haces siempre.

El alto ithoriano comienza a descender con precaución por la cuerda preparada por Dan-Vid mientras éste se prepara para cubrir a Shanks. El pirata con su habitual puntería acierta a uno de los soldados heridos dejándolo fuera de combate. El único soldado indemne dispara sobre Shanks. Dan-Vid logra acabar con otro de los soldados diezmando las fuerzas enemigas.

Veis un par de luces en movimiento detrás de los soldados y cuando estan a punto de aparecen los posibles soldados se apagan sus linternas.

Mapa de situación:                                       http://pyromancers.com/media/view/main.swf?round_id=174786

Jack se estira en el suelo y os preparáis para intercambiar disparos en cuanto aparezcan los soldados. Decero se gira para mirar hacia donde apuntáis y descubre las luces de las linternas y los primeros soldados. - wuoh wuoh fiu-í! - exclama asustado el droide mientras hace un giro y medio y se dirige hacia la consola.

Mapa de situación:                                       http://pyromancers.com/media/view/main.swf?round_id=174783

De pronto, vuelves a notar la presencia de tu antepasado.

- Querido Jacky, recuerda: "No hay emoción; hay paz. No hay ignorancia; hay conocimiento. No hay pasión; hay serenidad. No hay muerte; está la Fuerza." No dejes que tus sentimientos controlen tus actos. Aprende y estarás en comunión con la Fuerza... y conmigo.

Ves a Dan-Vid preprararse para ayudar a Shanks y cubrirte. Te gustaría poder ayudarlos pero sabrían cuidarse. Además el tiempo corrían en vuestra contra. Rápidamente te agarras a la cuerda que había preparado el enano y comienzas a descender. Miras hacia abajo y es en ese preciso momento en que tu consciencia aparece: decenas de metros de caída libre sobre un enorme lago de magma volcánica y sólamente tus manos y tres cuerdas empalmadas evitan el fatal desenlace. Desciendes mientras rezas a la Madre Jungla que te proteja. Cuando llegas a la altura del primer nudo oyes cómo cruje peligrosamente. Lo inspeccionas un momento antes de continuar pero te parece bien reforzado así que sigues descendiendo. Los efluvios metálicos de la lava comienzan a marearte ligeramente. Sabes que las altas concentraciones de azufre en suspensión de ese lugar pueden provocar mareos e incluso la pérdida de consciencia. Así que intentas respirar lentamente y bajar más rápido.