Partida Rol por web

La jovialidad repentina con la que se hablan Watanabe y Tsukihime solo consigue irritar un poco a Saki, que aún está algo sumergida en sus pensamientos. Aún así no tenía nada mejor que hacer, y no le iba a hacer ningún daño caminar un rato. 

- Bueno. - Dice intentando unirse al tono jovial, sin mucho éxito. - Pero yo no me hago responsable de ella. 

Dicho esto se levanta, y espera a que Watanabe la imite para comenzar a caminar a su lado. 

Por el camino, Youta recoge panfletos, Tsukihime mira con curiosidad a la gente y por lo general todos escuchan muchos trozos de conversaciones acerca de seguridad, de empresas, de publicidades...

Delante de un puestecito, como Saki esperaba, estaba Gorou. Puesto que ni Youta ni Saki querían arriesgarse a que los viera, dan un rodeo para no establecer contacto visual.

Es en un puestecito de la empresa "Secu-RE" donde Saki pone los ojos. En el puestecito hay una única chica, que tendría como mucho unos 30 años. Le recordaba mucho a alguien. Si solo tuviera el pelo rojo... Su pelo era castaño, y lo llevaba recogido en una coleta cortita. Aún así, el parecido a Atsuko era notable. Aunque no iba maquillada y vestida para atraer miradas de los chicos, si no de una manera bastante profesional. Además, esa mirada de superioridad de Atsuko tampoco la compartía. ¿Serían familiares?

Puesto que Saki estaba mirándola para entender por qué le recordaba tanto a Atsuko, la chica levanta la mirada y durante un instante mantienen contacto visual.

Ya era tarde.

"Eh, la chica de ahí. Ven, ven." - te grita desde su puesto.

"Genial... No es suficiente con que me recuerde a Atsuko, que encima tendré que tragarme su publicidad por mi falta de disimulo... Aunque, ¿A que viene el llamarme directamente? ¿Que es esto? ¿Un mercadillo?"

Cualquier persona con un mínimo de educación respondía a la llamada de alguien, pero el hecho de que ese alguien te llamara de forma tan directa, en medio de la multitud, y con el objetivo de publicitar algo requería de un cierto descaro. 

Saki mira a su alrededor para asegurarse de que es realmente a ella a quien le está llamando la atención. Al comprobar que no hay otras personas en la dirección de la mirada de la mujer, utiliza la táctica más básica para evitar errores. Pone cara de extrañada y se señala, mirando a la mujer. 

La chica vuelve a señalar a Saki y mueve ligeramente el dedo para señalar también a Watanabe y luego asiente. Estaba confirmado.

- Eh, quizá quiera ofrecernos prácticas en Secu-RE. Vamos. - y comienza a caminar hacia el puesto.

A Wanatabe no parecía importarle nada más que sus prácticas ese día.

"Desde luego que está emprendedor hoy..." Saki se encoge de hombros, y avanza siguiendo a Watanabe. "Bueno, al menos hablará él..." 

- ¡Buenos días! - os dice con una sonrisa radiante - Debo suponer que sois estudiantes de aquí.

Os tiende un papel a cada uno. A Tsukihime no, pese a que estaba visible. Por fin, para variar, alguien que no la veía. El papel es un contacto para la empresa Secu-RE. Dirección, teléfono, mail de recursos humanos... y un claro texto que decía que buscaban empleados.

- Me llamo Akari, y vengo en nombre de la empresa Secu-RE. Es una empresa nueva formada por mentes emprendedoras que se dedica a realizar auditorías de seguridad en establecimientos de muchos tipos, tanto públicos como privados. Actualmente estamos buscando gente joven para nuestra plantilla, especialmente las del sector de la seguridad. ¿Es posible que estéis interesados?

Youta se gira un momento sonriente hacia Saki, y luego se gira para hablar de nuevo con Akari.

- Sí. De hecho, me gustaría realizar las prácticas de...

Sin dejarle terminar, Akari dice:

- ¡Perfecto! En la hoja tenéis mail, número de teléfono, dirección... podéis llamar y os dirán un día y hora para venir a hacer una entrevista. Pero estáis de suerte, no hay mucha competencia últimamente.

Sin duda, estaba hablando en plural. Watanabe parecía aturdido. La energía y velocidad de habla de la chica le intimidaban.

Detrás suyo se escuchó una voz. La voz que menos ganas de escuchar tenía Saki.

- Vaya, vaya. ¿A quién tenemos aquí? Watabane... Fukano... ¡y mi queridísima hermana!

Había que reconocer que hacía buen teatro.

- ¿Pero, hermana mía, no te cansarás de intentar engañar a gente con una empresa que nunca va a funcionar? ¿Por qué sigues intentándolo?

"No, definitivamente esto no me sorprende..." 

Saki estaba algo aturdida ante la energía de la mujer, pero la aparición de Atsuko había hecho que su aturdimiento se convirtiera en mala leche. Definitivamente no era el mejor día de Saki, si Atsuko se ponía especialmente molesta, no tendría piedad. Aunque se pusiera molesta o no, no dejaría pasar la oportunidad de incordiarla un poco...

"Solo porque me ha interrumpido, no porque le tenga un oído especial ni nada por el estilo..." 

Piensa Saki para si, en tono irónico. 

De todas formas era mejor no dar baza en un conflicto hasta no conocer la versión de las dos partes. Así que se mantiene callada, con una cara de desconcierto algo más exagerada de lo que debería. 

- La empresa va bien. Que no me creas a mi puedo entenderlo, pero papá también te lo dijo. ¿O es que no entiendes que una nueva empresa no tenga que tener beneficios desde el principio? ¿No te han enseñado eso en las clases de economía?

Gestión de empresa... mal profesor, peor asignatura. Fue una de las asignaturas más odiadas por toda la gente de la clase, aunque alguna cosa se podía sacar de bueno. Por ejemplo, lo que decía Akari. Mientras la amortización fuera positiva al final... Pero Saki recordó entonces cómo hacía los ejercicios grupales Atsuko. Con sus tetas.

- Y por eso estáis tan desesperados para encontrar personal, ¿no? Por favor, hermanita, no me hagas reir. Ja, ¡jajajaja!

Suerte que había bastante follón entre los diferentes puestos y casi nadie se dio cuenta de la escena, porque el volumen se elevaba poco a poco.

Saki estaba enfurecida, pero aquella parecía una discusión recurrente... Si intervenía tendría todas las de perder por el simple hecho de no saber de que estaban hablando. Así que lo mejor era salir de allí antes de tener que saltar, sobretodo con tanta gente alrededor. Saki ya había tenido suficiente con una escenita esa semana. 

- Gracias por la información. - Dice mirando a Akari. - Cuanto tenga tiempo llamaré para informarme mejor, aquí hay demasiado ruido molesto. - Y entonces mira de reojo a Atsuko, esperando a que ella se diera cuenta de que lo hacía. Tras eso, le dedica una sonrisa a Akari. - Suerte.

Y entonces con un gesto de cabeza le indica a Watanabe que se alejen del lugar. Se marchan a paso tranquilo. 

Cuando te marchas, cruzas una mirada con Atsuko. Sonríe con satisfacción. Esa zorra.

Al marcharos, la discusión aumenta de volumen, y agradecéis estar ya lejos de ahí.

- Siempre me había preguntado por qué Atsuko estaba en esta carrera, si no le pega nada. ¡Y resulta ser cosa de familia! ¿Sabes? Quizá hago las prácticas ahí. Y me encargaré personalmente de que Atsuko se entere.

Y quién sonríe con satisfacción esta vez es Watanabe.

De nuevo Saki se queda estupefacta ante la energía de Watanabe. 

"En serio, ¿Que se ha tomado hoy? Porque me encantaría probarlo..." 

Pero no le podía referir directamente ese cambio de humor como algo en plan: Solías ser un aburrido, ¿Que pasa hoy?

Así que Saki decide asumir que simplemente Watanabe ha tomado con fuerzas las riendas de su vida. Quizás su arcano le estaba aconsejando... Saki mira un momento a Watanabe, a punto de hablar, pero luego aparta la mirada. 

"No, ya he decidido que basta de arcanos..." 

Saki tenía curiosidad, pero no tenía ningún sentido preguntarle a Watanabe si su progreso era responsabilidad de su arcano. Al fin y al cabo un arcano no hacía nada, el arcano eres tu y tu eres el que tenías que cambiar... 

De todas formas Saki no podía dejar el silencio incómodo en el aire. 

- Yo quizás me lo piense, también por joder a Atsuko por supuesto, aunque quizás es más entretenido comenzar si conozco a alguien allí. - Le dedica una sonrisa a Watanabe. 

¿Sería tan descabellado? Saki estaba muy a gusto en la biblioteca, pero era consciente de que seguir ahí no le iba a garantizar ningún futuro. Quizás si Watanabe le contagiaba algo de su entusiasmo, podría dar el paso... Aunque eso significara dejar cosas atrás. Saki no podía evitar pensar que si dejaba la biblioteca se vería menos con Lylia, pero al mismo tiempo tampoco vería tanto a Akito, y eso era un punto a favor. Ni siquiera era necesario decirle donde iba a trabajar. 

La idea cada vez parecía más verosímil en la cabeza de Saki. Quizás no por las oportunidades de conseguir experiencia laboral, pero había un factor de peso que la motivaba a ello por encima de todo. Un cambio de aires. Quizás un cambio de aires era lo único que necesitaba... Comenzar de zero en otro lugar y abandonar su monotonía. Además, la empresa parecía haber salido de la nada hace poco... Tampoco deberían ser muy exigentes. 

Una emoción desconocida comenzó a crecer en el interior de Saki. 

- Eso sería genial. Prefiero estar con alguien conocido. Aunque tengo entendido que al poco tiempo de comenzar a trabajar comienzas a forjar lazos con tus compañeros. Viendo los trabajos grupales de la uni se me hace imposible de imaginar...

Tenéis una charla bastante trivial acerca de los trabajos de la uni, las prácticas de empresa... nada serio.

- Eh Saki, ¿te apetece ir a algún otro sitio a comer que no sea la cafetería? Aún es pronto, así que tenemos tiempo de pillar el bus.

Saki se lo piensa, algo recelosa. Estaba dispuesta a cambiar, si... Pero con ciertos limites, ¿No? Ya le gustaba la comida que había en la cafetería, no estaba segura de que arriesgarse a probar otro sitio fuera una opción muy atractiva. Aunque tampoco era plan de cortarle el rollo a Watanabe ahora que andaba tan animado.

Por otro lado, se moría de ganas de largarse de allí, ese día además la cafetería estaría llena de gente. 

Saki opta por la opción más segura de respuesta... 

- Bueno... - Dice, sin mostrar toda la seguridad que le gustaría. - ¿Conoces algún sitio?

- Hace poco fui a un restaurante familiar con Lylia y parecía que había un buen menú.

Tras un par de segundos, como si recapacitara sobre lo que ha dicho, se apresura a decir:

- Fui con ella porque teníamos hambre, un venía un olor a gofres buenísimo. Estuvimos un buen rato allí, ella se durmió, y hasta que no se despertó no nos fuimos. Y no sé por qué te cuento todo esto. Je.

Había hablado rápido. Más de lo normal, como si quisiera dejar de hablar de ello. Cosa estúpida, pues fue el mismo Watanabe el que empezó.

- ¿Y la besaste?

Una de esas magníficas sonrisas de Tsukihime acompañaba a la pregunta. Maldición. A veces hablaba más de la cuenta. Youta estaba paralizado tras la pregunta. No sabía qué contestar.

Saki también estaba paralizada, en parte por la pregunta indecorosa de Tsukihime, pero en otra parte estaba pensativa. Quizás el ir a comer con alguien no significará nada más, pero el quedarse dormido con ese alguien requería de mucha confianza. ¿Desde cuando eran tan amigos Lylia y Watanabe? Desde luego se había perdido muchas cosas... O quizás Lylia estaba muy cansada ese día y no pudo evitarlo, ¿Pero que podría hacer para que se cansara tanto? 

¿Y si no fuera algo físico? ¿Y si hubiera algo más? Solo conocía a un arcano que "dormía" a la gente, y Watanabe no había mencionado a Satoshi, no se habría olvidado de ese detalle ¿No? A no ser que no lo conociera... 

En todo caso, por la reacción de Watanabe, parecía evidente que para él había significado algo más. O al menos había hablado de la anécdota con una cierta alegría, indicativo de que seguramente le había gustado esa escena. No era una sorpresa que Tsukihime hubiera aprovechado la ocasión para lanzar una de sus pullas... 

"No te pases..." Se puede ver como Saki le lanza una mirada asesina a Tsukihime. 

Intentar arreglarlo sería un desastre, el mal ya estaba hecho, así que Saki decide que la mejor opción es desviar el tema por otro camino. 

- ¿Lylia se quedó dormida? - Dice Saki, realmente extrañada.