Partida Rol por web

"Ehhh, hola Saki. ¿Cómo va todo? Te llamaba porque creímos que estaría bien contactar con alguien de la reunión, y eres la más implicada sin duda."

Tras alguna muestra de Saki respecto a que está de acuerdo con ello, Kyoya sigue hablando.

"Puesto que ya no podemos confiar en Mei, ¿qué crees que tendríamos que hacer ahora? Ponerle el nombre a los Arcanos era un paso, pero realmente no me veo teniendo una agradable conversación con mi Arcano. ¿Se te ocurre por dónde empezar? Akito y yo estamos algo perdidos en el tema... aunque bueno, ayer montamos ambos en Ayoik. Es un pasote. A ver si algún día lo pruebas también."

"¿Que piensa que es esto? ¿Un tutorial? Aunque la culpa es mía... Por presentar lo del nombre como el "primer paso"..." Entonces Saki desvió sus pensamientos a otro tema. "¿Cuanto le habrá costado a Akito aceptar la sugerencia de Kyoya de llamarme? Desde luego no creo que lo haya propuesto él..." 

Cuando Saki se da cuenta de que esta tardando en responder, habla algo más nerviosa: 

- ¿P-por donde empezar? Esto... - "¿Como fue con Tsukihime?" - Bueno... Creo que aunque no lo digan con palabras vuestros arcanos tienen sus formas de comunicar sus emociones, al menos Ayoik... Preguntadle a él a donde quiere ir o que quiere hacer, quizás entonces lo entenderéis mejor. El caso de Tsukihime fue más claro... Ella es más lanzada para esto... Quizás tengáis que forzarlo un poco con vuestros arcanos. 

Saki ya no sabía por donde continuar y tampoco se podía pasar mucho tiempo fuera de su puesto por una llamada. La lastima era que sus consejos eran más para Ayoik que para la espada... ¿Pero como diantres se sabe lo que quiere una espada? Desde luego al pobre Kyoya le había tocado uno de los arcanos más raros.   

"Vale... entiendo..."

Cuando Saki termina de hablar, Kyoya dice:

"Debí imaginarlo. Realmente tuviste suerte con Tsukihime, al poder hablar en nuestro propio idioma y tal. Supongo que con otros Arcanos no será tan fácil. Pero eso de las emociones tiene sentido. Creo que cuando mi espada se mueve de un lado para otro es porque siente algo. O siento algo. No sé. Quizá deba intentar comunicarme con ella entonces."

- Si... - Saki no sabe por donde seguir, no es como si estuviera acostumbrada a hablar con Kyoya. - Bueno, esto... Lo siento, pero tengo que volver a mi puesto, ya me contarás como ha ido... Por el grupo del chat. Hasta luego. 

Dicho esto y tras que se despida Kyoya, Saki cuelga el teléfono y vuelve a entrar en la biblioteca, va directa su sitio y se sienta. 

¿Como era posible que una conversación tan corta la agotara tanto? La culpa era suya, era el papel que había querido asumir, pero detestaba no tener respuestas claras a sus preguntas... Sobretodo después de como se había puesto Akito el otro día. Sentía una especie de rabia y vergüenza, pero que al mismo tiempo no podía liberar en esos momentos debido a la simpatía de Kyoya. Cual sería la gran carga que pesaba sobre él... Que hacía que se sintiera con una espada en la cabeza todo el tiempo...

"Bueno, ya lo ira descubriendo solo... Haré solo lo que este en mi mano, tengo otros problemas en mente como para encargarme solamente de uno." 

Cuando Saki entra de nuevo, Lylia ya no se encuentra en la entrada. Parece ser que ya ha ido a la sala de estudio.

Encojo los hombros ante la situación. Me voy a la sala de estudio, pero antes paso a buscar los libros sobre el tarot que me ha recomendado Saki. 

Saki observa a la nada apoyada en el mostrador, pensativa. 

"Dime, Tsukihime, ¿Crees que Lylia ha intentado algo más con su arcano? Se mostró bastante ausente durante la reunión... Yo pensaba que sería de las que más intervinieran por como es, y por lo que pasó la noche anterior a la reunión... Pero no parecía muy dispuesta a ponerle un nombre a la niebla. Me pregunto que es lo que pasó ese día cuando la siguió..." 

Saki frunció el ceño. Para lo extrovertida que era Lylia a veces, ultimamente estaba mucho más silenciosa... Se notaba que le estaba afectando el tema de los arcanos. ¿Pero iba para bien o para mal?

Tsukihime estaba sentada en el mostrador, de cara a la entrada, como de costumbre.

- Quién sabe. Es normal que en una situación así una chica de su edad, o incluso de la tuya, cambie drásticamente. ¿O quizá su Arcano ya le dio una carta del tarot? Lo primero que hiciste tú cuando te di la tuya fue buscar información sobre esa carta.

En ese momento, entra un hombre por la puerta. Normalmente es extraño que no haya nadie, porque es una biblioteca grande y con buen material. En cambio hoy era raro el hecho de que viniera alguien, porque nunca venía nadie. Y además, se trataba de quien se trataba.

Gorou, el hombre que fue a darles una charla a la clase de Saki apareció por la puerta de la biblioteca, mirando de un lado a otro del edificio con curiosidad, como si nunca hubiera estado en ninguna biblioteca.

Al ver el mostrador, se acerca con paso decidido y, cuando está algo más cerca, dice:

- Buenas tardes chicas. JAJAJAJA.

Su risa esa sonora y sin razón de ser. Ese hombre no sabía que en una biblioteca no podía hacer eso, y tampoco se había molestado en leerlo en la entrada.

- Me gustaría tomar prestado un libro. Se titula "El método COCOMO: Bases para la economía de un proyecto".

Tras esas palabras que fueron capaces de sacarle un escalofrío a Saki, Gorou saca un fajo de billetes que tenía preparado, atado con una goma, y lo planta sonoramente en el mostrador.

- Por cierto chica, tu cara me suena. - dice mirando a Saki.

Lylia entra a la sala de estudio con un libro sobre el tarot. Parte de la información ya la conocía de antes, pero con la nueva información sobre los Arcanos habían cosas que tenían bastante más sentido.

Unos 10 minutos después de entrar y comenzar a leer, una sonora risa llega desde la entrada. De vez en cuando había gente que no respetaba las normas, sea de bibliotecas, sea de parques públicos o sea de escuelas. Pero lo más raro era escuchar una voz desconocida en la biblioteca.

Levanto la cabeza y intento fijarme a traves del cristal de la sala de estudio quien esta haciendo ese alboroto.

Parece un hombre trajeado, algo rellenito y de aspecto feliz. No le conoces de nada. Unos segundos después, el hombre se mueve hacia delante, supones que hacia el mostrador donde está Saki, y desaparece de tu vista.

La teoría de Tsukihime casi pasa inadvertida tras la aparición de Gorou. Saki se queda paralizada varios segundos observando a ese personaje, que es como mínimo excéntrico.

"Esperaba no volver a ver a este loco..." A pesar de lo incomoda que se siente Saki intenta aparentar una sonrisa de bienvenida, bien entrenada para su puesto de trabajo. "Un momento, ¿Ha dichos chicas?" Saki mira alrededor, pero no tiene tiempo de pensar en ello demasiado antes de que Gotou se acerque. 

Cuando se le acerca, algo dentro le dice que va a hacerle una pregunta que no va a saber contestar bien.

Cuando Gotou le hace la primera pregunta, Saki hace el movimiento para girarse y consultarlo en el ordenador, pero se queda parada cuando le hace la segunda. Algo nerviosa responde:

- Si, bueno... No solo a mi... Vino a hacer una charla a la universidad, en una clase a la que asisto. 

Tras eso se pone a buscar el libro en el ordenador, esperando a que el hombre no le de muchas más vueltas al tema. 

"Espero que no se acuerde lo suficiente de mí..."

- Sí... creo que te recuerdo...

Saki se queda paralizada unos instantes.

- Rika Tomoe, ¿cierto? Sabía que eras tú. JAJAJAJA. - se gira a Tsukihime sin dar tiempo a corregirle - Lo siento chica, de ti no me acuerdo.

Tsukihime se gira hacia Saki con los ojos como platos. Parece que ni ella se lo esperaba.

La búsqueda en el ordenador ha devuelto un libro. Parece el que busca. Con el software de la biblioteca Saki sabe hasta en qué estantería está. Pero el fajo de billetes de Gorou seguía sobre el mostrador.

Saki se vuelve a fijar en el fajo, pero aparta la vista rápidamente. Entonces vuelve a mirar a Gorou, ignorando el dinero. 

- Bueno... - "Si no recuerda mi nombre, mejor, no pienso negarselo ni afirmarselo." - Tenemos el libro, pero... No es necesario que me pague por él. - Dice volviendo a echar una ojeada rápida al fajo de billetes. - P-pero si se lo quiere llevar prestado tendría que ser socio de la biblioteca... ¿Tiene usted un carnet? Si no lo tiene le puedo dar uno provisional, pero tendrá que rellenar un formulario de registro. 

Las palabras de Saki eran sistematica y ensayas, pero su mente estaba en otro lugar en ese momento. 

"Definitivamente puede ver a Tsukihime... ¿Pero Tsukihime se puede mostrar a gente sin arcano? O acaso él..." 

"Todo el mundo tiene Arcano..."

Tsukihime se lo estaba transmitiendo mentalmente a Saki.

"Pero entonces, todo el mundo podría verme. ¿Por qué él puede?"

- Oh, claro. Por supuesto. ¿En qué estaría pensando?

Gorou se guarda el fajo de billetes de nuevo y toma el formulario que le tiende Saki.

Con un boli de color plateado que saca del bolsillo que tiene en la pechera de la camisa, Gorou escribe sus datos en el formulario. Finalmente, lo entrega y Saki le da a cambio la tarjeta provisional, tras escribir unas cuantas cosas en el ordenador.

Algo así de vez en cuando le recordaba lo que era trabajar. Muy de vez en cuando...

Finalmente Saki, le indica donde puede encontrar el libro y Gorou se marcha feliz hacia esa zona.

Saki respira tranquila. 

"Al final no ha sido nada..." Pero entonces vuelve a pensar en el hecho de que pudiera verlas a ambas. "Se que es una tontería que lo pregunte... ¿Pero tu tienes idea de si te puedes mostrar a gente sin arcano? Aunque realmente Mei dijo una vez que era posible que todos tuvieran uno... Bah, si que es una tontería de pregunta." 

Mientras Saki dejaba pasar el rato sin hacer nada se acordó de otra cosa y rebuscó en su cartera. Dentro estaba la tarjeta de ese hombre. 

"Ese lugar debe ser más raro que la Fábrica de Chocolate..." Buscó la mirada a Gorou, solo para asegurarse que no andaba por allí y volvió a mirar la tarjeta. "Desde luego no me espero trabajar para alguien como él... Quizás desde fuera parece divertido, pero creo que ese hombre tiene algún problema grave con el dinero." 

- Quizá su Arcano sea el dinero... por culpa de un trauma... provocado por el Monopoly. Te lo digo yo, ese juego cuesta amistades.

Dejando de lado los comentarios "chistosos" de Tsukihime, que el Arcano de alguien fuera el dinero era... extraño. Era un concepto muy abstracto incluso para tratarse de un Arcano. Pero después de todo lo visto, nada podría extrañarle.

- Por cierto Saki, voy a hablar con exactitud. No puedo aparecerme a gente sin Arcano, pero me sigue pareciendo acertada la idea de Mei de que todo el mundo tiene Arcano. Solo puedo mostrarme a aquellas personas cuyo Arcano está activo.

Tras decir eso, deja pasar un par de segundos, y luego sigue hablando:

- Además... ¿crees que al nacer, un bebé tiene Arcano?. ¿Crees que la persona más feliz del mundo tiene un Arcano? Aunque a veces te lo parezca, recuerda que "Arcano" no es un sinónimo de "Problema".

"Yo creo que todos tenemos problemas. La persona más feliz no existe... E incluso un bebé tiene problemas, aunque sean los más elementales. ¿O acaso el miedo o el hambre no es un problema? Un arcano esta ahí para facilitar lo que nos falta, sea cual sea el tipo de problema." Entonces miró a Tsukihime y hizo un movimiento de conformidad con los hombros. "O quizás hablo demasiado y me falta un poco más de experiencia en el tema. Tampoco es como si quisiera convertirme en una segunda Mei..."