Partida Rol por web

AULA DE MÚSICA

La mujer le sonrió solemne. -Ciertamente. Pobres chicos, tan jóvenes, tan efímeros. Esto va a arrastrarse todo el semestre como una losa, pero saldremos adelante. Pobre Karter...

AULA DE MÚSICA

-Frau Muller Möller...- Dijo el Sheriff en la puerta del aula.

AULA DE MÚSICA

La mujer parpadeó un par de veces hasta que se dio cuenta de que lo que quería decir el Sheriff era que ella ya no pintaba nada allí. Suspiró y se marchó en dirección al pasillo por el que Candy se escaqueaba dirección a la cafetería. Por suerte para la joven, la directora aún caminaba con bastón y alcanzó la esquina que Candy había doblado solo un momento antes después de que la chica hubiese cruzado las puertas de la cafetería.

AULA DE MÚSICA

-Candy, candy,... vas a comerte el mundo.- Dijo la "mujer" con una sonrisa.

CAFETERÍA

Candy llegó a la cafetería donde los primeros alumnos ya formaban una cola para hacerse con café y algún bollo. Doris, la cocinera, parecía tener un buen día, o al menos un día "no malo".

CAFETERÍA

La pelirroja entró a la cafetería con aparente entusiasmo, aunque tras unos metros fue reduciendo sus pasos y echó la vista atras, y a los lados, fijándose en quienes estaban por allí o si entraba algún compañero más, quizá. Suspiró más relajada al ver aquel ambiente y se dirigió hacia el mostrador donde la cocinera Doris atendía a sus compañeros.

Se saltó la cola y fue hasta cualquiera de los que estaban al frente, de los primeros, porque hacer cola no le apetecía salvo si no quedaba otra- Al final encontré la cartera así que invito yo ¿Has pedido ya lo mío? -preguntó con desenvoltura a quien tuviera la fortuna de llevarse un aperitivo gratis, si le seguía el juego.

De una forma u otra se iría con su refresco de cola y un dulce de chocolate a cualquiera de las mesas que estuviesen todavía libres, si las habia, si no le valdría cualquiera donde tuviera algún conocido, algo que por su ritmo de vida no era complicado, a muchos los conocía de clubes y fiestas, aunque no muy profundamente.

Seguía siendo la misma chica de siempre, al menos su actitud simpática y su "discreto" vestuario no habían variado desde el año pasado (link referencia), entreteniéndose con sus redes sociales en el movil, sumergida en relaciones superficiales o, si surgía la oportunidad, enterándose de lo último.

PASILLOS -> CAFETERÍA

Dorian se dirigía hacía clase cuando no pudo evitar pensar en todo lo acontecido la noche anterior, en gran parte porque no conseguía entender todo lo ocurrido aunque el dolor de cabeza por cortesía de Roland no ayudaba a olvidar lo sucedido, lo que combinado con el exceso de alcohol de la noche anterior le obligó a detenerse en uno de los bancos de los muchos pasillos del instituto, estaba mirando el móvil mientras esperaba a ver si mejoraba un poco cuando la voz de la megafonía anunció algo que ya sabía, pero un escalofrío recorrió su cuerpo, la realidad volvia a golpearle, y ya estaba cansado de llevarse golpes por todos lados. Deveraux se levantó de la silla, tal vez demasiado rápido, porque notó un mareo que se mezclo con la resaca y se quedó inmovil breves instantes, después comenzó a moverse, ni siquiera sabía muy bien a donde iba. Mientras caminaba por los pasillos le pareció escuchar un grito del aula de arte, parecía ser Al, se acercó y miró dentro del aula intentando no molestar para ver al matón del colegio machacando la mesa, se quedó pensativo un instante y decidió seguir su camino hacia... ya lo sabría cuando estuviera allí.

Al poco llegó a la cafeteria, no es que tuviera hambre, pero si que pensó que le vendría bien algo para asentar el estomago, porque el vino todavía le repetia y le daba arcadas. Al entrar vió a Candy sentada en una de las mesas de la cafeteria, así que se acercó hacia uno de los geeks de la cola - Eh zorra, pillame un café sólo y llevamelo a la mesa donde está la pelirroja aquella, NO LA CAGUES - añadió en un tono amenzante y con una mirada que penetraba hasta su alma, acto seguido se giró y se dirigió a sentarse junto a Candy - Hola zorra ¿como lo llevas? - le dijo en un tono rutinario, como tratando de normalizar el día de hoy.

AULA DE HISTORIA

Matías sintió un escalofrío en la espalda mientras bostezaba. Había llegado a su casa un poco antes de amanecer y no había podido cazar casi nada de sueño.

No se mostró demasiado sorprendido cuando escuchó el anuncio en el altavoz, pero sí bajó la cabeza ante la situación, con un dejo de tristeza. Escuchó a la profesora y asintió ligeramente como asimiliando sus palabras de manera tácita, y se preguntó qué debería hacer a continuación.

En el pupitre de adelante de él escuchó a Carlos hacer una pregunta un poco mal formulada. Recordó que había escuhado algo acerca del muchacho en los pasillos el día anterior. Parecía que estaba repitiento el año porque tenía problemas con el inglés, pero no sabía más que eso.

Le tocó el hombo con suavidad -Anunció que... bueno, que una compañera falleció anoche. Kelly Langford... ¿La conocías?- le respondió en español, esperando que el muchacho no se ofendiera.

Alzó la vista de la pantalla para sonreir a su compañero de teatro- Ey, Dori -y guardó el teléfono movil. Estaba enganchada a las redes sociales, pero siempre prefería tratar con la gente en persona, para instagram ya habría tiempo. Arrimó su silla a la del chico arrastrándola con los talones y se recostó sobre el codo en la mesa, inclinándose para verle mejor, con un dedo sobre su barbilla para que dejase la cabeza quieta- Creía que vendrías con un ojo morado pero traes hasta buena cara -era un decir. Retiró la mano y volvió a reacomodarse cruzando las piernas- Y yo que me había estado preparando el papel de enfermera...

Había llegado de manos vacías así que acercó el plato con el dulce antes de agarrar ella misma otro trozo para si- Chocolate, lo cura casi todo -volvió a sonreirle. Le apetecía pasar unos minutos con alguien como él; ni tan desconocido, ni tan cercano- Anoche te divertiste, eres bastante mono cuando te emborrachas ¿Resaca? -la pelirroja por su parte estaba bien, no como una rosa, había bebido y fumado lo suyo, pero ya estaba acostumbrada a ese ritmo de vida.

Deveraux levantó la cabeza y miro a Candy con una ligera cara de enfado - Candace, que te he dicho de llamarme Dori? - añadió resaltando el nombre de la pelirroja para remarcar que no es el único que no usa el nombre. Escuchó o trató de escuchar lo que Candy le decía pero sentía el constante martilleo en la cabeza, estaba claro que hasta no tener el café no iba a ser persona, candy le ofreció chocolate, pero no le apetecia en absoluto - No, ahora me traen el café - se quedó un momento en silencio como si no supiera que va detrás de eso - Emm, gracias - añadió como si nu supiera agradecer algo - No, no tengo resaca, sólo me quiero morir ¿que cojones pasó ayer? ¿Y que le pasó a la zo...- se detuvo antes de acabar la palabra que iba a decir - ¿Que le paso a Kelly? - dijo mientras echaba un vistazo al chaval al que le habia pedido, exigido un café.

Se encogió de hombros en un gesto inocente pero a la vez con una sonrisa pícara, iba a seguir llamándole Dori igual, no es que a ella le molestara lo de zorra o lo que hiciera con su nombre, y tenía la teoría de que en el fondo le gustaba aquel tira y afloja, porque un poquito masoca si que debía ser para ir a la sombra de Danny, o igual era ella la que no terminaba de verle la diversión a la reina de Daring.

Alzó las cejas cuando casi llama zorra a Kelly, sonriéndose con cierto humor negro que no creía que tuviera al recordar aquel regalo tan extraño y atrevido que compró para ella. Aquello la entristeció, ya no podría dárselo, ni tampoco las gracias por todo lo que la había ayudado- Le estás preguntando a la que iba colocada y borracha... Sólo oí los gritos, creo que la encontraron en la orilla, la sacaron del mar y estaba muerta. No fuí capaz de acercarme a verla pero era ella.

Se revolvió como con un escalofrío por el cuerpo al pensar en el funeral, en si el ataud estaría abierto o cerrado, si el cuerpo se habría hinchado por el agua, aunque no tenía idea de si eso sería así para el poco tiempo que debió estar- ¿Erais cercanos, Kelly y tú?

AULA DE ARTE

La mujer asintió a las palabras del matón. Fue hacia una de las estanterías y tomo un par de jarrones birriosos que alguien había modelado como parte de un trabajo de alfarería creativa. Le dio uno a Al. -Toma hijo. Mete en el jarrón toda tu ira, toda tu frustración, todo tu odio, todo lo que arde en tu alma.... exacto... que desborde, no te guardes nada.

Miró al chico a los ojos. -A la de tres. Una, dos,...TRES.- La mujer arrojó el suyo contra el suelo haciéndolo añicos mientras daba un sonoro grito. Los pedazos se extendieron por el suelo de medio aula. Valeria suspiró dándole una patada a uno de ellos.

El resto de alumnos miraban a Al y a la profesora con cara de circunstancias. Aquel día la mujer había logrado batir su propio récord, una vez más.

Valeria volvió a la pizarra y escribió una palabra con trazos grandes:

catarsis

-¿Qué sería del arte sin catarsis? La semana que viene hablaremos de la catarsis como fuente de inspiración y del hecho artístico como terapia. Ya habéis oído, a tomar café todos hasta que os llamen los fascistas a declarar.

Tras dar por concluida la clase, la mujer abrió el cajón del profesor, buscó su paquete de cigarrillos y se dirigió a la ventana

No hay ningun efecto sobrenatural implicado. A tu discreción queda si romper un jarron dando gritos ayuda a Al de alguna manera o es una guilipollez

CAFETERÍA

Charles se acercó a la mesa de Candy y Dorian con el café del popular y el suyo propio al que Candy le había invitado (Sí, había hecho la cola de nuevo después de estar él ya atendido) También traía una cestita de galletas.

-Tú café... ¿Estáis hablando de Kelly?- preguntó en un tono que daba a entender que el tema le interesaba. Por su lenguaje corporal estaba claro que quería sentarse con ellos. De hecho, pensaba que tenia todo el derecho del mundo tras ayudar a ambos a saltarse la fila. Pero le faltaba la decisión para hacerlo directamente.

PISCINA

Nadie acudió a la piscina. Holly que buscaba la catarsis de la que Valeria hablaba en surcar el agua y Arthur que parecía querer iniciar una conversación estaban solos.

AULA DE HISTORIA

Carlos abrió los ojos sorprendidísimo. -¿Kelly está muerta? ¿En serio? ¡¿Por qué no me lo ha dicho nadie?!- El chico se mostró totalmente dolido. -Ayer intente invitarla a tomar algo después del discurso de la directora, pero salio corriendo sin responderme. y cuando se acabó no la vi. ¿Crees que pudiera estar ya en problemas?- El chico por fin veía la única explicación posible a que Kelly no hubiese caído a sus pies ante sus talentos de donjuán. Tenía que estar siendo perseguida por la mafia rusa o algo así. -Si me hubiese dicho algo, la habría protegido.- Pensó en voz alta. Aunque, en el fondo, no le gustaba tanto como para meterse en líos serios por ella.

-Carlos, encantado.- Dijo el chico ofreciéndole la mano. -¿Nuevo aquí? ¿De donde vienes? ¿Eres de España, no? ¿Vamos a tomar un café?- El chico acababa de encontrar al fin a alguien con quien podría socializar. Hasta ahora las únicas personas que hablaban español eran Danielle y Kelly. El nuevo curso podría ser más interesante de lo esperado.

BAÑO DE LOS CHICOS

Al ver a Jesse pasar directo al cuarto de baño, uno de los chicos del pasillo decidió seguirlo y ver que se cocía. Cualquier excusa era buena para putear al comeplantas y, si estaba llorando, hacerle llorar más. Los motivos psicológicos de aquel tipo eran complejos. Implicaban, entre otras cosas, una falta total de autoestima, un mal ejemplo recibido por parte de su hermano mayor e inseguridad sobre su propio cuerpo. En conjunto, y visto desde la cómoda perspectiva de quien no sufría su bullying, era más una victima que otra cosa.

Cuando su manaza casi había rozado el picaporte de la puerta del baño, Wyatt dobló la esquina.

BAÑO DE LOS CHICOS

-¡Ey! ¿Estás sordo? te acaban de llamar al aula de música.- Mintió con total descaro.

Una vez la amenaza desapareció el chico entró en busca de su mejor amigo.

-Ey Jesse, ¿estás bien? ¿Puedo hacer algo?

PISCINA

Holly estaba tan concentrada intentando vaciar su mente de todo lo ocurrido que pareció ignorar su entorno sin darse cuenta, con una bocanada de aire lograba cruzar 3 veces la piscina de extremo a extremo, incluso mejorando su rendimiento normal de nado, si alguien la estuviera cronometrando se daría cuenta de aquel detalle.

Cuando volvía de retorno al lado que daba a la entra diviso la silueta de alguien y se detuvo, observo a Arthur en silencio como intentando recordar si lo había llamado o mas bien pensando si el estaba en la playa la noche anterior, pero no supo responder a su duda.

-Hola Arthur, ¿que tal?- se sumergió para acomodar su cabello y luego nado hacia la escalera donde cerca del borde había dejado una toalla. -¿Llevas mucho tiempo ahi?, disculpa si no te vi antes, estaba con la cabeza en otro sitio- salio del agua y comenzó a secarse con la toalla, Arthur pudo notar lo tonificado que tenia el cuerpo Holly, con lineas musculares definidas y bien entrenadas, aunque claro, sin perder el toque femenino, si llegar a parecerse a las fisicoculturistas mujeres.

-¿Quieres nadar un rato?... sirve para relajarte, después de todo lo que ha ocurrido todos necesitamos un momento de tranquilidad- comento con cierto desanimo, aun le afectaba lo de Kelly y no saber nada de Roland aun.

Cuando finalmente Holly se detuvo primero se quedó en silencio mientras me miraba, eso era algo raro la verdad, pero cuando finalmente respondió y fue hasta las escaleras me encogí de hombros, y luego caminé hacia las escaleras a unos pasos de distancia de esta. -Pues no hay mucho que contar... Estaba por allí, supe lo de Kelly y pensaba que la piscina estaría vacía, pero parece que no. Y descuida, llevo poco aquí, y por cierto si que es impresionante lo rápido que na...- Pero entonces me quedé callado apenas la vi saliendo del agua, mientras empezaba a ver su figura bien definida, algo que sin duda me pareció sexy, pero al notar que me había quedado callado por esto rápidamente volví a hablar. -S-Si si, que estabas nadando muy rápido, parecías como si esto fuera tu elemento.-

Luego al notar la forma en la que hablaba mi expresión fue una de tristeza y preocupación por así decirlo, con una ligera mueca mientras me acercaba y con un tacto delicado llevé mi mano a su hombro. -Hey, tranquila... ¿Que tal si nos sentamos un rato y hablamos? Siempre es bueno tener a alguien con quien desahogarse con estas cosas.-