Partida Rol por web

Tibalt y Daniel siguen expectantes, Russ pone cara de que la cosa no esta funcionando...

Pues bien queridos amigos, hasta aquí la historia no dejaría de ser la típica de dos caprichosos nobles haciendo esfuerzos por demostrar su hombría ¿verdad? Si no fuese por...

Aslaw hace un alto en el camino y apura su vaso de vino. Después mirando a Tibalt y Daniel fijamente a los ojos, continúa su historia.

Vereís queridos amigos toda esta absurda apuesta tiene un fin noble, quizá el más noble de los fines, el amor...

Si, si sé lo que me vaís a decir... ¿Aslaw enamorado? No puede ser... pero queridos amigos, lo es.

Detrás de esta apuesta hay una mujer, una mujer a la que realicé una promesa.

Ella me dijo que si la quería debería desprenderme de mis malos hábitos, empezando por mi afición al dinero y que si la quería debería demostrarlo, de hecho fue ella la que me puso en contacto con este noble (su hermano) y me pidió que hiciese esta titánica prueba.

Si conseguía gastarme el dinero antes que su hermano prometió darme su corazón (ya me entendeís amigos, jejejej).

Y, en serio, no hay hombre que pueda resistirse a ella.... pelo rojo como el fuego, ojos verdes como las esmeraldas y un cuerpo que haría temblar de envidia a cualquier diosa...

Os lo juro por lo más sagrado que.. uffffffffff me estremezco sólo con recordarla...

Y lo mejor de todo es que su padre es uno de los nobles más ricos del lugar.... Ahh claro...

No os he contado que no es de estos lares.... sino de más allá de los montes que simplemente atisbaís con vuestros ojos en una mañana soleada y clara.

Y ahí vendrá la segunda prueba... una vez me haya gastado todo el dinero tendré que iniciar un viaje hasta sus dominio, sólo con mi espada y mi caballo, sin dinero alguno para pedir su mano y casarme con ella.

Y aquí termina la historia queridos amigos, se que es absurda, se que incluso puede pareceros una mera patraña o un truco...

Pero de verdad pensaís que si mi buen amigo Russ hubiese hecho trampas con la intención de ganar dinero, no habríamos, por lo menos, recuperado lo perdido??? que no es poco..

Aslaw se quedó quieto mirando a sus compañeros de mesa...

Como no funciones creo que tendremos que salir por patas....

Daniel parece reflexionar sobre la historia, piensas que te ha creído. Tibalt pone cara agria:

- ¿Me estás diciendo que para acabar con los malos hábitos te ha obligado a entrar en una apuesta donde puedes jugar a las cartas? ¿¡Y que necesitas trampas para perder!?

- Tibalt, no seas así con el chaval... -le intenta parar Daniel.

- ¿Que no sea así? ¡Por favor! ¡Si esta mirando a la camarera cada vez que le sirve! Venga, ven conmigo a una joyería, que te voy a ayudar con tu apuesta...

Russ te hace una seña para salir: tal vez piense que si os vais tal y como esta la situación, evitaréis la pelea.

Querido amigo yo nunca he dicho que la vida sea fácil, ¿que culpa tengo yo de estar preso del amor?

No puedo acompañarte a esa joyería pero no dudes que la próxima vez que nos veamos seré un hombre casado.

Aslaw se levanta para el brazo sobre los hombros de Russ y ambos se dirigen a la puerta...

Salís fuera sin más contratiempos.

- Tío, ¿con que historia me sales? -dice medio riendo Russ, que al parecer ha olvidado que estaba enfadado contigo por los resultados de la partida.- Esta anécdota puede hacer furor en la fiesta Gilbert, jaja.

Cuando Russ se despide de ti, durante un segundo pareces ver a Daniel, uno de los jugadores, siguiéndote. Pero un instante después lo ves seguir su camino opuesto al tuyo...

Buenos hemos salido sin un rasguño y ya sabes Russ que el azar es como el amor, nunca sabes que te va a tocar... ajajjajaja

A la hora de despedirse de Russ, Aslaw ve a Daniel por el rabillo del ojo.

Esto me da mala espina, daré un rodeo antes de llegar a casa, no vaya a ser que este patán siga siguiéndome...

Durante ese breve intercambio de miradas adquieres la certeza de que Daniel tenía pensando seguirte, sin embargo al ser descubierto tan pronto ha preferido dejarlo estar. Aún así tomas precauciones adecuadas para volver a casa, y no reparas en que nadie te haya seguido.

Dos semanas después estás delante de la concurrida mansión Gilbert.

Tus amigos al final han optado por vestimentas de colores tradicionales, dos llevan camisa azul y además de ti hay otro de rojo. Tras el saludo de rigor entráis en el salón principal: aún falta la mayoría de los invitados, pero no tardarán en venir; además, las copas se sirven ya, así que algunos solo ven ventajas en llegar los primeros...
Por suerte (o no) no puedes presentar tus respetos a Lydia, una de las hijas Gilbert, porque la familia aún no esta presente.

¡¡¡Vamos amigos!!! ¡¡¡Empieza la fiesta!!!

Aslaw se encuentra en su salsa. Coge una copa y se pasea por el lugar, con la cabeza bien alta y una sonrisa en sus labios.

Quiere que todo el mundo le vea y que sepan que Aslaw ¡¡¡ha vuelto!!!

Este vino es excelente ¿no pensais lo mismo?

- Bah, ¡todos los vinos son iguales! -comenta Alex antes de llevarse más a la boca.

En seguida la sala se llena con los invitados que esperaban fuera. Ves a Héctor por ahí, que te saluda brevemente con la cabeza. Antes de que os deis cuenta los anfitriones están ante vosotros: nunca habíais visto que fueran ellos y no los invitados quienes os buscaran para saludaros, tal vez sea una nueva moda... El matrimonio os saluda cortesmente y una de sus hijas comienza a bromear delante vuestra cuando aparece Lydia adelantándose a su presentación:

- Oh, vaya, quienes tenemos aquí. Si son los conocidos animadoras de fiestas... No me gusta que os mezcléis mucho con mis padres y mis hermanas y hermanos, ya sabéis, tenemos una reputación que mantener. Pero os saludo: Jack el duendecillo, Russ el bravucón, Aslaw... -su presentación ha ido creciendo en odio hasta llegar a ti, y se ha parado a pesar de que faltan dos de tus amigos por presentar. Todos contienen la respiración y te miran: los Gilbert porque no saben de que va el asunto y por una parte temen por su reputación de anfitriones pero por otra quieren saber que esta pasando; tus amigos porque saben que la cosa va contigo y esperan que salves la situación... o no, y tengan una historia para flirtear esta noche.

- Mi queria Lydia, veo que sigues tan guapa como siempre y que estás de un humor excelente. Ni yo mismo habría acertado mejor con los motes de mis amigos.

Creeme mi bella dama que la reputación de tu familia será mantenida y guardada con tanto celo como las rosas de cristal frágil, fabricadas por los artesanos del norte...

Espero y deseo que me concedas el primer baile, donde sin duda podremos charlar con calma y sosiego mientras nuestros pies danzan al son de este espectáculo tan maravilloso que tu familia nos ha brindado...

No obstante y mientras esperamos, quizá podría acompañarte a por algo de beber ¿si?

Mientras habla, Aslaw habla con cariño y dulzura a Lydia, intentando hacerla ver que vienen como invitados y que van a comportarse y estar a la altura de la fiesta.

Cuando la invita a bailar y a ir a por algo de beber su tono es sosegado y pausado, pero haciendo entrever a Lydia que tienen que hablar en privado...

- ¿En mitad de nuestras presentaciones a los invitados? Veo que tus modales siguen sin mejorar...

Y se marcha, aunque crees entrever que esta ligeramente menos enfadada que al principio. Tal vez luego acepte tu invitación... Dada la situación, sus hermanas y hermano os saludan rápidamente y se marchan. A tu lado tus compañeros empiezan a dejar de aguantarse la risa, incluso Alex silba.

- ¡Guau! ¿Nos tienes que contar algo, Aslaw a secas? -te pregunta Jack.

- Ten cuidado con estas cosas, como los Gilbert te tomen manía... -añade Will.

Ohh vamos... no hay mucho que contar... ya sabeís como son las mujeres... la cortejas levemente y se creen con derecho a reprocharte que mires a otras... no es para tanto ¿verdad?

Aunque hay que reconocer que por Lydia dejaría de jugar un par de manos o tres a las cartas.

Aslaw apura su copa de vino y de dirige a por una copa nueva y rebosante del rojo licor.....

¡¡¡Vamos chicos, mezclémonos entre los invitados!!!

Tras el breve incidente la fiesta empieza a animarse: las copas se evaporan en vuestras manos y cada vez os vais estimulando más (y no habéis comenzado precisamente inhibidos...). Logras ver como Russ recibe un bofetón en la cara después de hablar con una mujer, y luego te explica entre risas y lloros que se trata de una chica con la que estuvo a punto de compartir lecho y que no había reconocido. Will es el que mejor aguanta el tipo, mientras Alex y Jack están intentando impresionar a unos solteronas con sus (pobres) conocimientos de astronomía.
Mientras un bardo empieza a tocar y cantar, Jack y tú os unís a una partida de cartas ya que en esta al parecer van a participar mujeres y os tienta la idea de saber como funcionará. Entre la explicación de las reglas y los cotilleos de las chicas (Sarubia atacará Karia, Willem ha dejado embarazada a una plebeya, la pobreza de los Varian ha empezado a ser preocupante...) la cosa apenas avanza. Poco antes de empezar los bailes Lydia y una de sus hermanas se colocan cerca de ti, aunque no sabes si están interesadas en que les concedáis el primer baile o en entablar conversación con unos caballeros cercanos a los que no dejan de mirar.
Las chicas en la mesa empiezan a comentar la historia de los sucesos recientes en la cercana aldea de Valtir, hablando de una maldición de una muchacha traicionada por amor, cuando de repente oyes a Daniel a tus espaldas:

- Jejeje, ¿has oído eso, señor Aslaw? ¡¡JA JA JA!! ¡Que oportunidad tan grande para ganarse el... hip... afecto de su dama! ¿Que s... si no esta aventura, solucionar... hip... una maldición de amor para mostrarle a tu caramelito lo bueno que te has hecho? ¡Acaso, jia, algo mejor que demostrar ser valiente y estar dispuesto a dar tu vida! ¡Hurra!

No hace falta fijarse mucho en su cara para estar seguro de que no te esta jugando una mala pasada de forma consciente: simplemente esta muy borracho y apenas se tiene en pie. Pero sus gritos han calado entre los asistentes a la fiesta que te rodean: los que lo han escuchado se giran y te miran, provocando una reacción incluso más embarazosa que la del principio de la fiesta. Lydia y su hermana también te miran con curiosidad...

Al otro lado del salón, van a empezar los bailes.

Queridos amigos, aunque mi amigo está borracho, no carece de razón.

Un noble no se caracteriza sólo por sus buenos modales y por su vestimenta sino también por su valentía.

Aslaw se levanta de la mesa, y se acerca a Lydia mirandola a los ojos fijamente...

Quizá es muy cierto que mis modales, muchas veces, dejan mucho que desear, pero soy valiente como el que más y si Lydia acepta bailar el primer baile conmigo...

¡¡¡Vive DIOS que iré a esa aldea y acabaré con la maldición!!!

Jurarlo por mi honor a muchos o hará reir así que... lo juro por todos los aquí presentes...

Aslaw coge con delicadeza la mano de Lydia y la besa, tal y como se establece en los modales de la corte.

¿Que me dices Lydia, aceptar bailar conmigo?

Lydia se ruboriza considerablemente:

- S... ¡Si, acepto!

Jack se ha quedado totalmente paralizado desde que hablara Daniel por primera vez, y éste a su vez sigue gritando:

- ¡Oh, cuan valiente hombre tenemos aquí! ¡HIP! Yo he tenido el honor de compartir mesa para jugar una partida...

Dejáis ese rincón de la sala para ir a la zona de bailes. Aunque no hay ojos realmente atentos para ver bailar a los demás, lo cierto es que una de las hijas Gilbert y un bailarín como tú llamáis la atención.

- Espero que estaba vez sigas siendo un caballero cuando se te pase la borrachera... -te susurra Lydia.

Con los modales de un digno caballero de la corte, Aslaw coge a Lidya y empieza a danzar al son de la música.

No cabe duda de que Aslaw pretende ofrecerle a la bella dama el mejor baile que jamás allá tenido.

Posando levemente sus labios en el oido de Lidia, Aslaw dice:

Mi querida Lydia, ¿que te hace suponer que estoy borracho? Si así fuera estariamos "bailando" en otro sitio, quizá el jardín... pero como ves estamos bailando (y muy bien, por cierto) delante de todos tus invitados.

Iré a ese pueblo, acabaré con la maldición y después volveré para robarte un beso en el jardín mi bella Lydia...