Partida Rol por web

Edna fue explicando al equipo cómo llegar a aquel edificio y no les llevó mucho tiempo colocarse en el tejado del mismo. Debían empezar desde ese punto, observando todos la situación de la mansión para entonces lanzarse a la boca del lobo. Se fueron turnando el rifle de francotirador para poder ver todo más de cerca:

La visión que tenían era, como poco, para ponerse nervioso. Aquello era una batalla campal y podían escuchar los disparos desde allí. Además, estaba claro que no era una batalla de dos bandos. Diversos grupos de pequeño tamaño armados se mataban entre ellos mientras todos intentaban entrar en la mansión y la propia guardia de los Luchesse defendía la mansión. No había rastro de Robert ni de su hijo, obviamente.

Entrar por el patio sin ser vistos era totalmente imposible, así que, efectivamente, sólo les quedaba la opción del paso subterráneo. Si Pamela creaba confusión con el rifle desde allí y Jane desde abajo, era bastante probable que nadie se diese cuenta hasta que estuviesen dentro de la mansión. Les sorprendió que la policía no hubiese hecho acto de presencia en el lugar, pero conociendo los contactos de Luchesse, era posible que todo el mundo en las cercanías estuviese comprado aquella noche para cerrar su bocaza... o sufrir represalias.

Jane tenía un pie clavado en la barandilla del techo, observando la batalla con una expresión de deseo y emoción. El fuego ardía en sus ojos y Pamela sintió algo desagradable en su estómago al sentirse en lo más profundo un poco identificada con esa sensación. Le recordaba a ella en sus peores momentos, aunque no la había visto todavía combatir de verdad.

- Me hubiera gustado estar ahí abajo contigo, Ben. - desenfundó una de sus dos pistolas y comprobó que todo estuviese correcto - Me debes un mano a mano, tenlo en cuenta. -

Al terminar la comprobación, se giró y se apoyó en la barandilla mientras miraba al trío de mercenarios, sonriente. - ¿Cómo queréis llevarlo a cabo? -

- Si observáis en la parte de atrás, hay como un recinto vallado con un antiguo recipiente de gas. Lo reconoceréis cuando estéis cerca por el cartel de Inflamable. Alli se encuentra la entrada al paso subterráneo. - aunque no se veía el cartel ni dónde se guardaba el gas, si que pudieron ver las vallas a lo lejos

Black Crow observó la valla a la que señalaba Edna y la conductora. Miró a su compañero y volvió la mirada a su objetivo.

-Está bien. Si conseguimos llegar hasta allí, estaremos seguros hasta nueva orden. Por algún casual.. ¿Eres bueno en combate silencioso?

Comentó a Benedict, sin siquiera girarse a mirarlo.

-Si una vez dentro conseguimos ropa de un guardia, creo que podré infiltrarme entre la gente sin llamar la atención. No se cómo trabajas tu, si prefieres simplemente ocultarte en las sombras, pero yo prefiero camuflarme, llegar hasta el libro, y si una vez haya cogido el libro tengo que abrirme paso pegando tiros, entonces ya veríamos de salir con ese plan. Pero hasta entonces, a ser posible prefiero conseguir una manera de vestirnos como ellos. Así que ese debería ser el plan.

Contó con los dedos mientras enumeraba.

-Uno, entramos en el paso subterráneo. Dos, encontramos y despachamos a los primeros guardias sin que disparen: De paso, tomamos sus radios, y así podremos saber si alguien sospecha de nosotros. Tres, una vez vestidos como ellos, hacemos un reconocimiento y tratamos de adivinar dónde se encuentra exactamente el libro. Cuatro... Elaboramos un plan de acción allí.

Luego miró de nuevo a Benedict y comentó, aún con gesto serio.

-¿Te parece bien?

-Mientras, nosotras esperaremos fuera, atentas por si necesitáis salir de allí rápidamente. -añadí, meditando un momento. No la teníamos todas con nosotros, pero si fallábamos, tendríamos que salir allí más rápido que a un gato al que pisas la cola.- Si necesitáis refuerzos, quizás podamos ayudaros, pero alguien tiene que quedarse a esperar a los demás por si el plan falla. Si descubren a la chica, se pondrán como locos a buscarnos, y tendremos que salir cagando leches.

En menos de cinco minutos, un motor rugió apareciendo por la calle en la que Wasp estaba esperando por el hacker. Había permanecido escondida en la oscuridad ante la escueta respuesta de Shark: 'En un santiamén.' Un deportivo descapotable de color azul eléctrico, muy vistoso y nada discreto, aceleró para comenzar a frenar bruscamente cuando se acercaba a su altura. Un giro de volante y un joven de pelo rubio sonrió desde el asiento del conductor, con el vehículo ya parado y un cigarrillo humeante en los labios.

 - Hola, preciosa, ¿te llevo? - preguntó él con sorna, mientras la miraba de arriba a abajo

-Se que te debo un mano a mano Jane- dije sonriendo y mirando de costado a la chica, mientras levantaba de costado la katana así como ella había preparado su arma - la última vez fue un empate, pero ya habrá tiempo para ello, si se trata de llamar la atención y dar un gran espectáculo esa es tu área-

Miré a Black Crow y perdí la sonrisa, asintiendo ante su primer pregunta.

-No puedo camuflarme, los Luchesse conocen mi aspecto, pero mantenerme en las sombras y cuidarte tu espalda si te vas a hacer pasar por uno de ellos, una vez tengamos el libro no importará quien se ponga en nuestro camino, saldremos matando a todos-

Luego de eso abrí el comunicador para hablarle a Edna

-Vemos el vallado, iremos hacía allí en cuanto nuestras compañeras comiencen a disparar- miré a Pamela y fruncí el ceño- si descubren a la chica nada los guiará hacía nosotros, es solo una hacker, salvo que la hagan hablar, aunque dudo que quieran interrogar a alguien en medio de un tiroteo, por otro lado contamos con el auto de Jane, un deportivo así nos dará mucha distancia en caso de persecución-

Su carruaje había llegado, y en él, venía montado su príncipe, Waps lo vio llegar, y le regaló apenas una sonrisa, la chica  caminó hacia el auto y dejó atrás su bolso y se montó en el auto, agarrando de la nuca al hombre y atrayéndolo a su boca para darle un fogoso y casi indecoroso beso en la boca, jugando con su lengua y juntando su delgado cuerpo al cuerpo de él. Se va separando, lentamente y vuelve a su asiento, y busca su bolso para sacar su computadora.

- este es asunto,  tenemos que entrar a la mansión, debemos sacar el libro, pero nos han engañado, Luchesse tenía espías con el que me contrato,  ahora, debo tener acceso a la intranet de la  mansión, desactivar los mecanismos de seguridad, meter a dos personas y que hagan el trabajo - lleva su rostro hacia él - pero con los que trabajo, son una manga de descerebrados, que sólo conseguirán morir- Waps lleva su mano al intercomunicador, para hablar con el resto.

- si quieren se dan una vuelta y recogen algunas balas, pero no hagan nada hasta que no reciban noticias de mí, entraré a la intranet de la mansión y les allanaré el  camino, no les pido que confien en mí, pero necesito terminar esta misión - les dice a los chicos - si... al amanecer no han recibido noticias de mí, pues, bueno, los vendré a penar en las noches - una pequeña broma de la chica, Corta la comunicación pero puede oirlos.

- luego de terminar, quiero coger contigo - busca un cigarrillo y lo lleva a sus labios para darle una gran bocanada.

Por el comunicador sonó la voz de Ben, diciendo: "Vemos el vallado, iremos hacía allí en cuanto nuestras compañeras comiencen a disparar"

Antes de que Edna respondiera, la voz de Wasp apareció también: "- si quieren se dan una vuelta y recogen algunas balas, pero no hagan nada hasta que no reciban noticias de mí, entraré a la intranet de la mansión y les allanaré el  camino, no les pido que confien en mí, pero necesito terminar esta misión. Si... al amanecer no han recibido noticias de mí, pues, bueno, los vendré a penar en las noches."

Shark alzó la ceja mientras Wasp hablaba, claramente sorprendido por el plan de la hacker. Se encogió de hombros, conforme, mientras ella hablaba por el comunicador. - Cuando terminemos, te haré gritar... - dijo recolocándose las gafas de sol que llevaba (aún en la oscuridad, pues tenía un problema de fotosensibilidad) y pisó el acelerador para dirigirse hacia la mansión, conduciendo a una sola mano mientras la otra recorría de arriba a abajo la pierna de Wasp.

-No se si quiero esperar a la niña.

Comentó a Benedict, un tanto confuso. Había probado ser bastante inutil, aquella chiquilla, hasta ahora.

-¿Crees que tiene alguna posibilidad de sacar algo bueno antes de que la maten? Porque yo entraría y saldría cuanto antes posible, antes de que la cosa empeore.

-No sé, ¿no deberíamos darle un mínimo voto de confianza? No demasiado. Quizás consiga algo. -dije, aunque no muy convencida. La verdad, yo era la primera en pensar que a aquella cría había que lanzarla cuesta abajo por una montaña a una escuela de señoritas para que aprendiese algo de utilidad. Pero lo que hiciera aquella cría no era asunto mío a menos que me manchase los zapatos.- Pero de todos modos, si la caga, tendréis refuerzos desde fuera... Es un consuelo... Pequeño. Sólo recemos a cualquiera de los dioses que sea que estén jugando allá arriba para que no acabemos con el duodeno lleno de munición del 48.

Jane miró con expresión rara al grupo, claramente sin entender puesto que ella no escuchaba la voz de Wasp, pero en cuanto Black Crow comenzó a hablar se hizo una ligera idea de qué trataba todo aquello. Su primera opinión fue escupir al suelo con desprecio.

- ¿La niñata quiere meterse sola ahí dentro? ¿Quién se cree, Solid Snake? - bufó rodando los ojos y cruzándose de brazos. Wasp parecía haberle dado donde dolía, porque estaba realmente resentida - A mi me da igual. Teniendo en cuenta la cantidad de grupos distintos que debe haber intentando entrar, una hacker más pillada intentando entrar no debería ser un problema para nosotros... salvo que la cojan y hable. Pero estoy de acuerdo con Benedict... dudo que hagan interrogatorios en un momento como éste. -

El mercenario la llevó pasada la mansión, aproximadamente a una manzana de distancia. No dejaban de escuchar tiros, gritos y demás alboroto causado por la batalla, pero el rubio no parecía preocuparse en absoluto de ello. Dejó el coche en una especie de parque, junto a un árbol grande, mientras bajaba y le hacía un gesto a Wasp para que le siguiera.

Se colocó en la parte de atrás, abriendo el maletero con una sonrisa divertida. - ¿Qué desea tomar hoy, milady? - Temperance no era una joven de armas tomar, pero allí tenía un arsenal variopinto: varios fusiles de asalto, pistolas semiautomáticas y automáticas, un rifle de francotirador (desmontado), dos escopetas (una de raíl y otra recortada), un subfusil MP5, varias granadas y dos cargas de C4 - El caballero tomará un SIG553, una recortada y cuatro granadas, así como su inseparable Desert Eagle. -

Cogió las armas que había dicho y se armó para la batalla. Eso sí, sin protección. Shark era un temerario y, de algún modo, se libraba siempre de recibir un tiro en el pecho, pero Wasp tenía claro que el día que recibiera una bala no lo contaría nunca más. Shark no esperaba que Wasp cogiera mucho más allá de una pistola o algo así, pero quería fardar de arsenal frente a la hacker. - Vamos el ala este de la mansión, ¿vale? Yo iré delante abriendo camino y tú me cubres los laterales y el tejado, por si acaso. Si me matan será tu culpa, estás avisada. - 

Wasp vio el estado en que estaba todo, nada de lo que hiciera podría ayudar, y se cruzó de brazos, mirando el armamento que había, los tarados del otro grupo no pensaron en lo que había que hacer, y habían entrado tontas ya  locas, nada de lo que ella pudiera hacer serviría,  ni tampoco le era motivante.

- vámosnos -Wasp volvió al auto - ya no es asunto mio, a mi me contrataron como hackers, no como mercenaria y ni tengo interés en serlo o salvar los traseros de esos idiotas - se metió al auto, y cerró la puerta esperando que Shark la siguiera.

Toque el comunicador.

-Wasp, no vamos a esperar hasta el mediodía, para esa hora pueden haber pasado muchas cosas, las personas se están matando y combatiendo todas AHORA pueden ser hábiles pero las municiones se acaban, si eres tan buena hacker y vas a acceder a la intranet de la mansión entonces deberías poder hacerlo en cuestión de minutos, y sin importar el entorno, así que tienes 20 minutos y considerame generoso- dije cortando la comunicación y mirando a mis compañeros.

-20 minutos... Es demasiado tiempo.

Comentó, imparcial, a aquel otro hombre.

-A cada minuto que pasa nos arriesgamos a que todo se complique mas y mas. Estoy seguro de que lo sabes.

Dicho lo mismo volvió a mirar al resto.

-Debemos colocarnos. Por ahora solo podemos posicionarnos para la incursión y ocupar los puestos pertinentes.

Sacó una de las dos Colt que portaba y se aseguró de tener el cargador lleno. Una vez hecho, realizó el mismo procedimiento con la otra.

Cuando Wasp se acercó al auto, Shark la miró alzando los hombros, sin comprender el repentino cambio de opinión de la hacker. - ¡Eh! ¿Se te ha ido la cabeza o qué? - se acercó hasta el coche, apoyándose en la puerta cerrada para mirar de cerca a Wasp - ¿Vas a rajarte ahora? Tú misma has dicho que Luchesse tiene información sobre ti, ¿qué clase de hacker eres que permite que los demás tengan inteligencia sobre ella? -

El mercenario puso una mueca de molestia, como si estuviese decepcionado. - Además, me parece muy fuerte que vayas a dejar de lado la oportunidad de meter la zarpa en la red privada de un mafioso de tal calibre. Números de cuenta, contactos y datos sobre los miembros, vete tú a saber qué secretos ocultos... ¿y te vas por que se ha armado un poco de jaleo? - lanzó un suspiro resignado, poniendo un dedo en la barbilla de la chica y robándole un fugaz beso - Deja que yo entre primero: nadie te verá. Y si lo consigo, prométeme que nuestro siguiente polvo será al que más te habrás entregado en toda tu vida. -

Edna parecía estar callada al otro lado de la línea, posiblemente confundida o sin mucho que decir: al fin y al cabo, en esa situación poco podía ayudar hasta que alguien estuviera dentro de la casa. Jane, por otro lado, sacó una pitillera de un bolsillo de la chaqueta de cuero y se encendió un cigarro rápido. - Veo bien lo de ir al lío. Yo me pondré lo más cerca de la mansión y en cuanto deis el aviso, comenzaré el show. - dijo con suficiencia