Partida Rol por web

Sean todos bienvenido al cuarto y último combate del día del Interstellar Tournament!!!! El segundo combate de la tarde enfrenta al el invencible Rey Elefante contra Yio 1... el robot.

Empieza el combate y se enciende el programa de eliminación v.1 de Yio 1.

Me chasco el cuello de un lado a otro, los nudillos izquierdos contra los derechos...

Yio 1 se acerca con paso firme hacia el Rey Elefante que parece inmóvil. ¿Le está esperando? De pronto una secuencia de beeps suenan y YIO 1 de un salto se lanza hacia su oponente, pero el Rey lo esquiva sin mucha dificultad. Al caer Yio 1 ha agrietado parte del suelo pero el Rey Elefante no tiene ni un solo rasguño...

Menos mal que he esquivado ese golpe...un poco más lento de lo que esperaba. Aprovechando que está clavado en la lona le lanzo un puñetazo en toda la cara. ¡¡CRACK!!  Esa máscara está realmente dura casi me he hecho yo más daño que él.

Veo a Yio1 dar un par de paso hacía mi en una postura ofensiva, no lo dudo ni un momento y vuelvo a atacar, trabajare sus costillas a base de patadas pero dá un paso para atrás en el momento justo y no llego a alcanzarle.

El Rey Elefante había quedado cerca del alcance de Yio 1. El robot extendió sus manos sobre su cuello hasta dejarle sin aliento. Sus rodillas flaqueaban aunque con una increible fuerza pudo quitarse las robóticas manos de su cuello.

Tras separarme de mi rival, le hago un presa a la altura de los hombros, ya que el golpe anterior no resultó muy efectivo intento buscar su punto débil...

Al ver el el poco interés que está poniendo mi rival me dirijo a él - Ey Yio no necesito un sparring!

-Dime ¿por qué no vas rindiendo e? - Me muestro totalmente confiado.

- No eres tan duro como parecías eh? - Entonces sigo desgastándole con un nuevo puñetazo en la máscara, intentando descubrir lo que hay debajo. - ¿Qué esperas, que te mate?

Yio 1 no mostraba ningún tipo de expresividad, ni dolor... pero sin duda algo fallaba en su mecanismo pues apenas se movía...

Totalmente confiado fallo lo que creía que iba a ser el golpe definitivo. - Je exceso de confianza.