Partida Rol por web

Ve asustado como el pelo de Frankyse erizaba y se estaba preparando para saltar del vehículo, y eso solo podía significar una cosa, que Zendaestaba en un peligro inminente. Realizo unos sortilegios básico y una armadura de luz empezó a rodear al gran felino.

Kosj aprovecha que los caballos no son aún conscientes del peligro que los espera delante por lo que el carro comienza a acelerase lentamente y avanza unos cuántos metros hacia Zenda. A medida que se van acercando van viendo mejor la criatura que se abalanza sobre su compañera. 

Zenda no se quedará para descubrir si la criatura sólo quiere un abrazo, rápidamente intenta retroceder, un giro sobre su eje y una vuelta rodando sobre el árido suelo del desierto le permiten escapar de un zarpazo del monstruo gigante. 

El vehículo ya casi está acelerado, el impacto será terrible sobre la criatura y podría traer daños al carro, pero Kosj se ve segado por la emoción del momento y permanece a la expectativa del caos. 

Instantáneamente, al ver que su presa escapa, el escorpión se acelera extremadamente rápido contra la maga sacudiendo su aguijón contra ella. Negro es el color que se forma alrededor de la herida de la pobre Zenda que siente como el veneno se escurre por su cuerpo desde su omoplato hacía el resto del cuerpo debilitándola.

Agito las riendas de los caballos, mientras babeo ante la emoción de guiar el carro por mí mismo y por fin a la velocidad deseada. Por supuesto sin perder mi objetivo de vista... ¿Salvar a Zenda?

- Arre!!!! Arree!!!! Criatura del infierno vas a morir!! Zenda vamos a salvarte no te preocupes nonono!!!!

Aun con la fuerte tormenta soplando, los poderosos músculos del extraño felino le da la fuerza suficiente para lanzarse en una carga sobre el escorpión e intentar darle una esperanza es escapatoria a Zenda.
De un prodigioso salto, lanza sus garras y sus dentellada intentando herir a la criatura.

Marcus baja del carro junto a Zenda - no te privas ¿eh? - comenta tratando de distraer su mente del dolor que le debe estar provocando el veneno.

Entonando una breve plegaria pidiendo el favor de Erastil para esta batalla. Marcus usa los poderes de su dios tratando de evitarle a Zenda otro impacto de ese aguijón. Al cabo de un momento se encuentra escudada por la fe inquebrantable de Marcus en su dios.

Zenda gruñó al sentir cómo el aguijón le laceraba la espalda. Ardía como si le hubiera dejado una brasa adherida en la herida, pero por fortuna no la había atravesado de parte a parte, como había temido al ver el enorme apéndice por primera vez. Y de algún modo se las había arrglado para llegar junto al carro, y sus compañeros se unían al combate contra el monstruo. El felino parecía todo garras y dientes, tratando de abrirse camino sobre la dura coraza del escorpión, y Marcus, que saltaba del carro junto a ella, la protegía con uno de sus hechizos.

La herida no iba a dejar de dolerle, y no le cabía duda de que el veneno del monstruo estaba corriendo ya por sus arterias, tratando de paralizar sus órganos. No se sentía con suficientes fuerzas como para atravesar el caparazón del animal, pero con suerte, se las arreglaría para entreternlo mientras los demás acaban con él. Zenda se dio la vuelta y se abalanzó sobre el escorpión, saltando de un pie a otro, girando sobre sí misma y tazando inofensivas estelas en el aire con su cimitarra.

Se mueve al lado de Kosy ve como la tormenta de arena azota afuera. Mira con miedo a este - Yo no salgo de aquí, mas vale que pares ya el carro.
Poco podría hacer afuera, y menos lanzar una piedra de su fiel honda hacia el pedazo escorpion. Conjuro un pequeño orbe de ácido, y lo lanzo hacia el monstruoso ser.

Shade, que se había preparado para entrar en combate, disparó varias bolas de ácido en dirección al gran insecto al cual se enfrentaba Zenda. Su intención era la de hacer el máximo daño posible y asi, proteger a la chica. Se dio cuenta de que, si salía del carro, tendría serios problemas con el viento, y decidió quedarse a resguardo junto con el otro gnomo, Halungalom.

Kosj no dudó y arremetió contra el bicho gigante. Los caballos pasaron por arriba del bicho generándole gran daño, aunque ésto no fue gratis, una de las pinzas del escorpión logro abrir un gran tajo en el costado del cuerpo de uno de los caballos que lo pisoteo. Acto seguido Franky arremetió contra la criatura con la furia de un león, una zarpa fue bloqueada, pero con la otra hirió una de las patas del bicho y con un mordisco y un rápido giro del cuello le termino de arrancar el apéndice. Un fluido negro y espeso chorreo de la pata arrancada bañando la arena del desierto con sangre.

Zenda parece no tener miedo a la muerte, aún habiendo recibido un gran daño y saber que el veneno recorre sus venas utiliza la defensa que Marcus le provee tras una corta oración a Erastil, y avanzan en posición defensiva contra la criatura, tratando de llamar su atención.

Halun utiliza su magia, tras gesticular y pronunciar la palabra de activación en un tono grave una bola de ácido se dispara de sus manos, el ácido hace daño, pero no lo suficiente como para generar reacción en el bicho. Shade intenta usar el mismo hechizo, pero la velocidad del viento le impide apuntar con precisión, los disparos son errados.

Chorreando sangre de una pata el escorpión contraataca. Un zarpazo es esquivado por el animal, y el otro revota en el escudo mágico que su compañero utilizó en Franky. Tras fallar el escorpión golpetea sus pinzas alzadas, debería ser una señal de furia. Al ver que el felino resiste se vuelve de nuevo contra Zenda e intenta penetrarla con su aguijón otra vez, un rápido giro hace que la maga salga ilesa del ataque.

MAPA

Tras el feroz ataque del escorpión, solo le queda arremeter de nuevo con todos sus ataques hasta que caiga el ser. Se mueve lentamente sin perder de vista su múltiples ojos, para conseguir una posición mas ventajosa tanto para el como para sus aliados. Las garras chocan contra el duro caparazón, y solo el mordisco logra alcanzar su objetivo

Marcus murmura unas palabras haciendo que su mano empiece a iluminarse con una potente luz blanca - Gracias Erastil por tus dones - comenta mientras da un paso hacia Zenda - la verdad es que no se como no tiene una colección mayor de cicatrices - comenta elogiando el valor de su compañera mientras toca su espalda sanando parte de sus heridas.

- Sooooo, para paraparaparparparya malditoscaballitosinfernalesvamossoloasidounaheriditadenadacorrecorrecorredigo para sooooo sooooo!!!- digo a toda prisa mientras pasamos por encima del escopión intentando aplastarlo, tirando de las riendas hacia atrás para parar a los caballos como me había enseñado Zenda algunos días atrás. 

Mientras sacaba una daga por si al escorpión le diera por volverse contra el pobre gnomo, Shade disparó un nuevo orbe de ácido con intención de finalizar cuanto antes aquel combate. Estaba demostrado que el ácido estaba haciendo daño a la criatura.

Zenda era cada vez más consciente del creciente peso de la cimitarra en su mano, de la ballesta colgando de su espalda, y de las propias ropas que revolteaban a su alrededor. Pero especialmente del peso de su propio cuerpo, de tal modo que parecía que la propia fuerza que la mantenía unida al suelo era cada vez más intensa. El conjuro de Marcus había alaviado el dolo de la herida, pero no había cerrado el desagüe por el que se le escapan las fuerzas. Afortunadamente, no parecía que fuera a tener que mantenerse en pie mucho tiempo; la coraza de la criatura estaba resquebrajada por varios puntos, que rezumaban un icor pastoso y desagradable.

De nuevo, se concentró en atraer la atención del enorme escorpión y tratar de salir viva de sus ataques. Los demás parecían estar dañándolo lo suficiente como para hacerlo caer de un momento a otro.

Mientras Franky entretiene al bicharraco y le propina un buen mordisco arrancando otra de sus extremidades, Kosj aprovecha para seguir pisoteando al escorpión con todo el carro. El carro se sacudió violentamente mientras los gnomos hacían lo posible por no caer del carro. Las cuatro ruedas derechas del vehículo pasaron por encima del animal, pegándolo al suelo y abriendo una fea brecha en su exoesqueleto. 

Marcus no tarda en asistir a Zenda, quién distrae al escorpión, que al darse vuelta agonizando para tratar de reclamar a su presa herida da la espalda a los gnomos, permitiendo que sus rayos mágicos penetren fácilmente dentro de sus heridas y tras un sacudón el escorpión se desparrama por el suelo. Sangre y un hedor a quemado por el ácido lanzado.

El cuerpo del escorpión queda tirado en el suelo, inerte, igual que Zenda, quien cae arrodillada al no poder soportar su propio peso. La respiración se le complica y tras toser tapándose con la mano nota sangre en sus dedos que ha salido de su boca. 

- Uff, la bestia esa además de grande parecía tener un caparazón muy fuerte. Zenda querida, descansa aquí - dice Marcus sentandose al lado y poniendole algo blandito que le haga de almohada. - Si alguien está herido que no se aleje mucho de mi... Erastil, sana las heridas de estos intrepidos aventureros que han tenido un tropiezo con un terrible animal salvaje.

Con el escorpión muerto, la urgencia abandonó el cuerpo de Zenda. La cimitarra se resbaló de sus dedos, y sus rodillas se doblaron bajo el preso de su propio cuerpo, haciéndola caer sobre sus cuatro extremedidades. Un espasmo de tos sacudió su pecho débilmente, y la arena bajo su boca se tiñó, por un instante, antes de que el impetuoso vendabal se la llevara, con el rojo de la sangre. Marcus la ayudó a recostarse y se dedicó a trabajar en la herida de su espalda.

—Cuando era pequieña —susurró Zenda con voz apenas audible en medio de la tormenta—, me encontré un goblin herido durante un pasheo, me lo llievé a casa, lo curé y lo eshcondí en mi cuarto varios días, hassta que mi aya lo encontró y tritó de matarla. Dieberíais tener eso en cuenta antesh de deharme mieterme en líos sin shupervisión.

El recuerdo pintó una dolorosa sonrisa en su rostro. Una vez más sobreviviría, pero algún día, algún día se toparía con una situación de la que no pudiera salir indemne.

Mientras Kosj volvía a toda prisa con el carro y los dos gnomos Marcus ayudaba a Zenda recostándola y presionando de forma de sacar el veneno por la herida a la vez que limpiaba el pinchazo con pedazos de tela de sus ropas. 

Como con una dosis muy fuerte de pesh Zenda sentía como la fuerza le volvía, los latidos recuperaban su ritmo igual que su respiración. Al terminar de recordar la historia del goblin mascota y reír al cruzársele la idea de que no le había llegado a poner nombre se pudo levantar y agradecerle a Marcus la ayuda. Luego recogió la cimitarra del suelo, la arena no debía erosionar el filo ni se debía ingresar a la funda pues la rayaría. 

Marcus pudo entonces respirar tranquilo y en un susurro darle las gracias a Erastil por vivir otro día.

- Sooooo, soooo, soooo!!! ¿¿¿He dichosoomalditosanimalesdelinfiernoquereispararya??? - Kosj tiraba fuertemente de las riendas... aunque parecía que no lo suficiente pues los caballos hacían caso omiso al pequeño draconiano, finalmente tras unos cuantos metros más, los que le parecieron a los caballos el carromato acabo parándose- Bienbienbien, sisisi, buenoschicos muy buenos sisisi- reconocía el pequeño hinchando su pecho de orgullo. 

A duras penas consiguió convencer a los animales de que empezasen a moverse hacia la derecha, un poco hacia detrás, otros poco más y finalmente pudo dar la vuelta sin demasiados importunios.

Conforme se iba acercando a Zenda y a Marcus comenzó a parlotear como si nadie hubiese visto lo acontecido - ¿Habeís visto eso?? ¿Lo habeís visto?¿He Zenda, Zenda lo has visto? Sisisisi, ¿ha que ha sido increíble? Sisisisi, no me locreoniKosj nonono, buah!!! Brutal, ha sido completamente brutal!!!- siguió hablando mientras se bajaba ágilmente del enorme carromato - Lo hemos echo trizas sisisi, ¿quien no confiaba en mí como conductor? Sisisisi- el draconiano miró a todos con los ojos entrecerrados como echándole en cara a todo el grupo que dudaran de sus aptitudes - Oye Zenda, levántate, ¿no me vas a dar la enorabuena ni nada? ¿Acaso no lo has visto? O Marcus dejala tranquila lo único que necesita es un poco de aire fresco a mi también me está matandoeste odioso sol, sisisi, nonono, no es bueno nononono... ¿Y habeís visto como crujía? Era espeluznante sisisi... Ha sido increíblecuandolocuenteenmicuevanoselovanacreer nonono, Guauh!! Solo por esto hasta a merecido la pena estar bajo el sol todas estas horas sisisi...- Kosj siguió parloteando hasta que creyó oportuno, y luego un poco más...- 

- Dios mío!! He tenido un idea increíble- dijo al ver a Shade intentar succionar veneno del escorpión- Bueno eso nosotroslohacíamosdepequeños con los escorpionesclaro que estos eranmuchomuchomuchomuchomuchomuchomás pequeños por supuesto, pero bueno la cosa, la idea,¿ y si le arrancamos el caparazón?, parecía muy duro sisisisi- el kobold se acercó a la enorme criatura y sacó uno de sus pequeños cuchillos y por una de las partes agrietadas comenzó a cortar y a hacer palanca poco a poco para sacarle las bandas de durísima quitina que poseía el enorme insecto.