Partida Rol por web

Calista miró a Tolomeo.

-Pertenece a un grupo de bandidos. Dice que el resto vendrán a atacarnos mañana por la mañana. -se giró de nuevo hacia el bandido. Volvió a esbozar una sonrisa de lado a lado de la cara- Zenbat etorriko zarete eta zein da eraso burubidea? -le preguntó en su idioma.

- Esanezkeo aske utziko nazazue ezta? -dice el haufmarsorman mirando en dirección a Karsein y luego al resto del grupo, visiblemente asustado- Hemendik pare bat legota muino bat gertuatzen da bidea. Maldaz baliatuz eingo deu erasoa. Ni ta beste sei gea. Baino netaz ez arduau eh! Askatutakon hemendik alde eingo det beala!

- Si os lo digo me dejaréis libre no? -dice el haufmarsorman mirando en dirección a Karsein y luego al resto del grupo, visiblemente asustado- De aqui a un par de leguas hay una colina que da al camino. Aprovecharemos la pendiente para atacar. Somos yo y otros seis. ¡Pero no os preocupéis por mi! ¡En cuanto me liberéis me alejare de aquí!

Calista negó con la cabeza.

-Te liberaré cuando comprobemos que lo que nos has dicho es cierto. Hasta entonces te quedarás con nosotros. -le contestó en su lengua.

Luego miró al resto del grupo.

-A un par de leguas más adelante del camino hay un montículo. Él y sus seis compañeros planeaban asaltarnos cuando pasáramos por allí mañana por la mañana. -les explicó- Por ahora deberíamos retenerle hasta que sepamos que lo que nos ha dicho es completamente veraz.

Calista negó con la cabeza.

- Esaten ari zarena egia dela frogatzen dugunean askatuko zaitugu. Ordura arte gurekin geratuko zara. -le contestó en su lengua.

Luego miró al resto del grupo.

- A un par de leguas más adelante del camino hay un montículo. Él y sus seis compañeros planeaban asaltarnos cuando pasáramos por allí mañana por la mañana. -les explicó- Por ahora deberíamos retenerle hasta que sepamos que lo que nos ha dicho es completamente veraz.

Si, como lo sospechaba.  Bueno, menos mal que están lejos. 

Pues si no llega su amigo de regreso hoy podrán sospechar que hubo problemas, y estarían más preparados o huirían, dependiendo de que tan giritos se sientan. 

¿Les pagamos una visita de una vez, o nos desviamos?

¿Qué opinas, Viggo? ¿Hay camino ruta alternativa para dejarlos esperando?

Viggo se mostró bastante sorprendido por el conocimiento del Arkés de Calista. El norteño se preguntaba si podría entender igual de bien a los habitantes de Hauffman, con los que incluso él tenía problemas para entenderse.

- Mász camino no hay -dijo Viggo pensativo- poder ir porr boszque norte, un día mász camino.

Calista negó la cabeza en desacuerdo.

-Eso no nos aseguraría que no tratarían de atacarnos más tarde. -dijo con el ceño fruncido- Yo voto por ir a por ellos ahora. Y si hace falta yo me ocupo de los seis. -agregó sonriendo orgullosa.

Luego pensó que quizá necesitaba algún otro argumento para convencerles, y tras un segundo en silencio volvió a hablar.

-Y si no nos ocupamos de ellos ahora... ¿quién sabe a qué otros viajeros podrían atacar? -dijo aunque le importaba un pimiento lo que le pasase a otros, y se le notaba. Ella solamente quería acción.

Bien Calista, yo no veo de noche pero te acompaño si crees que te sea de ayuda. -le dijo Tolomeo. 

Hacerlos que desistan de atacar viajeros es importante.  Saber porqué lo hacen también. 

¿Le puedes preguntar a nuestro huésped sus razones? ¿Hambre, oportunidad, resistencia, una combinación? 

-No te preocupes, yo podría encargarme de todo el grupo a la vez. -afirmó Calista con completa confianza al ofrecimiento de Tolomeo. Ya le imaginaba tratando de conversar alegremente con los bandidos, y no era algo que le hiciese especial ilusión.

De hecho, la siguiente pregunta del anciano confirmó sus sospechas, y Calista ya veía que iba a poner problemas por matar a aquellos bandidos sin más. ¿En serio necesitaban saber sus razones para matarlos? ¡Los bandidos son bandidos! ¡Qué se hubiesen buscado un trabajo! ¿Qué iban a hacer? ¿Dales una regañina? ¿Y creerles cuando afirmasen haber visto la luz? En fin...

-... Ahora le pregunto... -respondió la joven con algo de reticencia, asintiendo con la cabeza.

Miró de nuevo al bandido.

-¿Qué motivos os llevan a asaltar y matar a otras personas? -le preguntó en su lengua casi a desgana, pues le importaba un comino la respuesta- ¿Nos podrías guiar hasta vuestro campamento? -añadió después, más interesada.

-No te preocupes, yo podría encargarme de todo el grupo a la vez. -afirmó Calista con completa confianza al ofrecimiento de Tolomeo. Ya le imaginaba tratando de conversar alegremente con los bandidos, y no era algo que le hiciese especial ilusión.

De hecho, la siguiente pregunta del anciano confirmó sus sospechas, y Calista ya veía que iba a poner problemas por matar a aquellos bandidos sin más. ¿En serio necesitaban saber sus razones para matarlos? ¡Los bandidos son bandidos! ¡Qué se hubiesen buscado un trabajo! ¿Qué iban a hacer? ¿Dales una regañina? ¿Y creerles cuando afirmasen haber visto la luz? En fin...

-... Ahora le pregunto... -respondió la joven con algo de reticencia, asintiendo con la cabeza.

Miró de nuevo al bandido.

- Zergatik ari zarete kideak lapurtzen eta akabatzen? -le preguntó en su lengua casi a desgana, pues le importaba un comino la respuesta- Zuen izkutalekura arte eraman gaitzakezu? -añadió después, más interesada.

Al escuchar a Tolomeo preguntar por la razón de robar y asaltar de los ladrones y salteadores Viggo no pudo más que echarse a reír:

- Hahahahahahahaha -carcajeó sonoramente- robarr vfida faczil viejo. Haufmarsormen durrosz y fuertesz. Posziblemente hombresz szin clan. No honor para ellosz.

El bandido parecía sorprendido por la pregunta de Calista, puso cara de tener que pensar la respuesta y dijo sin mucho convencimiento:

- Ba... etzekiat... gu indartsuk gaittuk ta bidaiarik ez... indartsunantzako da ohorea!! -dijo pareciendo haber encontrado la respuesta y con las siguiente pregunta hasta se le iluminaron los ojos- Bai! Bai oixe! Eamango zaittuztet! Baño truken gertuatzen geanen aske utziko nazue. Ados?

El bandido parecía sorprendido por la pregunta de Calista, puso cara de tener que pensar la respuesta y dijo sin mucho convencimiento:

- Pues... no se... nosotros somos fuertes y los viajeros no... ¡y el mas fuerte se lleva la gloria!  -dijo pareciendo haber encontrado la respuesta y con las siguiente pregunta hasta se le iluminaron los ojos- ¡Sí! ¡Claro que sí! ¡Os llevo al campamento! Pero a cambio me liberaréis cuando nos acerquemos. ¿De acuerdo?

Tras la respuesta emocionada del hombre, una gran sonrisa se dibujó en la cara de la joven.

-Es un buen motivo. -le respondió en su lengua mientras asentía- Y un buen trato. Tú nos guías a ellos y yo te liberaré. Aceptamos. -agregó mientras le alargaba la mano hacia el hombre.

Tras la respuesta emocionada del hombre, una gran sonrisa se dibujó en la cara de la joven.

- Arrazoi ona da. -le respondió en su lengua mientras asentía- Eta hitzarmen ona ere. Zuk zure kideengana eramaten gaitzazu eta guk aske utziko zaitugu. Ados.  -agregó mientras le alargaba la mano hacia el hombre.

El norteño parecía contento con el trato y se puso en pie, despacio y con cuidado, como para no enfadar a la bestia con cuernos y parecía dispuesto a emprender el camino cuanto antes.

- Ba goaz? -hizo haciendo un gesto con la mano como para que lo siguieran.

-Solo roban en los caminos porque pueden. Se sienten en el derecho de hacerlo por haberse encontrado con viajeros débiles. -dijo Calista al grupo- Es hora de demostrarles qué le ocurre a la gente con ése pensamiento cuando se encuentran frente a alguien más fuerte que ellos. -le señaló- Él nos guiará hasta su campamento. Si alguien quiere venir, que así sea, pero no os pongáis en medio de mi y ellos o puede que os termine haciendo daño sin querer.

Sin esperar respuesta, comenzó a caminar tras el bandido.

     Si antes me sentía perdido, en cuanto empieza aquella conversación tan natural entre nuestra compañera el bandido  solo logro girar la cabeza de un lado al otro buscando leer los labios o siquiera ver si alguna palabra se repetía para entender el contexto. Lo bueno de todo esto... es que la muchacha tuvo la amabilidad de traducirnos gran parte de lo que se estaba hablando.

       Lo mismo que el Abuelo señorita Hardford... se me da un poco mal esta oscuridad, pero cuenta con mi apoyo si van a ir contra el grupo de Bandidos - mientras rebuscaba en mi tienda mis botas gruesas en caso de tengamos que pasar por algún terreno muy irregular y una vez puestas, salgo a alcanzar a la muchacha que llevaba un par de metros ya recorridos.

Habría que ofrecerles un clan entonces, Viggo, para que recuperen el honor. 

Dar una salida es mejor que cercenarla.   Propondré eso, un clan para los separados, en el monasterio.

Siguió a Calista, red en mano. 

Entre los monjes hay una tradición al defender los caminos o los templos. -Les dijo al avanzar.-  Pregúntale quién entre ellos, además de él mismo, valdría la pena salvar de la muerte.  El de alma más buena.  Para que tenga una oportunidad de redimir sus pasos, defender a su familia, o arrepentirse del dolor causado.  ¿Quien prometería y cumpliría esa vida de reparación?   A ese le ofrecería mi respaldo para que entrara de monje.