Partida Rol por web

Invierno infernal

Prologo: La Isla de los huesos

Cargando editor
29/12/2019, 17:11
Narrador

La isla, poco más que un islote, en realidad, era pequeña y chata. Sus orillas, desnudas por la marea baja, se deshilaban en la bruma que la fría mañana había dejado atrás. Eso daba una impresión de paisaje irreal, como si aquella porción de tierra neblinosa fuese parte misma del cielo y del agua. Las nubes eran pesadas y oscuras, y lloviznaban nieve casi líquida sobre la laguna veneciana. Hacía mucho frío aquel invierno de mil doscientos dos.

Una porción de tierra, ésta, cuyo nombre iba que ni pintado a tu presente incierto: isla de los huesos, lugar elegido como osario por los habitantes de Venecia para despejar, de unos años acá, sus atestados cementerios. Las huellas estaban por todas partes. Entre la hierba húmeda, el barro y la tierra removida, a poco que se fijara uno, veía asomar restos de huesos y calaveras.

Estabas tirado en la escarcha del suelo, envuelto en tu capa mojada. Tus ojos sólo miraban a lo lejos, hacia el sur, donde la laguna se abría al mar Adriático. Con la esperanza de divisar, antes de que fuera demasiado tarde, una manchita blanca en el horizonte: la vela de la embarcación que debía sacarte de allí, llevándote a un lugar seguro antes de que el Dux y sus sabuesos, que escudriñaban airados las calles y canales de la serenísima, decidieran buscar en los pequeños islotes de la laguna y cayeran encima como perros rabiosos. Y según las Tradiciones, no les faltaba motivo. En cualquier caso, ya era sobrado milagro que estuvieses allí, temblando de frío en aquel islote. Tus ojos se apartaron por un momento del espeso y negro mar volviendo hacia las escasas luces de la Venecia ¿Conseguiría él, tu chiquillo, tu pecado, también escapar de los sabuesos del Dux?

Todo había empezado días antes en las atestadas calles de la Serenísima, cuando contra toda Tradición había decidido abrazar a un chiquillo. La Tradición indicaba que tenías que pedir permiso al vampiro más antiguo de la ciudad, al Dux Narses, pero tu naturaleza inconformista no atendía a las rígidas Tradiciones de los Antiguos. ¿Quién iba a enterrarse en mitad del caos de la cruzada, las calles estaban llenas de gente, había cruzados de todas partes? ¿Quién podría fijarse en un nuevo vampiro?   

Notas de juego

La idea para el prólogo es la siguiente: contar a modo de recuerdos como transgrediste la tradición abrazando a un chichillo, la posterior huida y búsqueda de la nueva identidad, y la posterior huida hasta el islote de los huesos donde tu criado te recogerá en una galera para seguir el rumbo de las naves cruzadas y así huir en la confusión de tantas naves. Algo rápido, tampoco muy extenso.

Si no te gusta este inicio, coméntamelo y cambiamos las cosas.

La introducción es una modificación del inicio de la novela de Arturo Pérez Reverte, “El puente de los asesinos”

 

Cargando editor
30/12/2019, 20:25
Rinaldo di Bonavilla

-Rinaldo di Bonavilla. Susurro Rico sentado junto a la orilla cerca de un pequeño fuego. Ese nombre no era extraño para él. Se había hecho llamar así en el pasado.

Miro el arcón junto a él con el emblema del señorío de Bonavilla grabado y recordó.

Afuera de Udine 37 años antes.

Escondido en los bosques Rico acecha en las sombras junto a otros esperando para emboscar a un grupo de caballeros que escoltan un carromato. La batalla se decide rápido debido a la superioridad numérica de los asaltantes y al factor sorpresa.

En el reparto del botín Rico reclama un arcón. Solo ese objeto parece tener ya valor por si mismo, pero cuando encuentra la llave colgada del cuello de uno de los cadáveres elegantemente vestido el hombre se maravilla con lo que contiene. Documentos, joyas, ropas... Y un sello nobiliario que reconoció al instante, el señorío de Bonavilla.

Rico aviva el fuego para que sea más fácil de encontrar en aquel mar de huesos. Mientras observaba el movimiento de las llamas recordó como había llegado a aquella situación.

Calles de Venecia 6 meses antes.

Una pareja se movía a tropicones por las calles de Venecia. El hombre parecía ebrio, la mujer mantenía sin esfuerzo a ambos en equilibrio mientras avanzan. En las sombras alguien les sigue preocupado. Rico conoce aquel hombre, lo considera un amigo. También sabe quien esa mujer... Ilva Corso, una vampiresa.

La mujer apenas puede contener el ansia, se ve en su rostro va a dejar salir a la bestia. Empuja al hombre a un rincón oscuro y se lanza a su cuello. Rico espera, quizá solo se sacie un poco, quiere pensar, pero no. Ilva bebe de el hombre esta dejarlo casi seco y solo se detiene cuando Rico atraviesa su corazón.

Tranquilo amigo, le dice al hombre. No te dejare morir, pero será peor... Seras uno de nosotros.

En el horizonte aún no se divisaba el barco de Lando y Rico comenzaba a impacientarse. Miró a su alrededor a los huesos que le rodeaban, pensó si su chiquillo y amigo Giordano Troilo.

 

Refugio de Rico 3 horas antes.

La noche había empezado como cualquier otra, pero Rico no tardo mucho en enterarse de la noticia que corría en las calles. El Dux Narses había declarado caza de sangre contra él y su chiquillo. Ilva Corso escapado y había corrido a él para contarle todo.

Su chiquillo y él se separaron durante la persecución por las murallas y acordaron reunirse en el refugio, pero no llegaba y Rico se temió lo peor. Decidido a no dejarse atrapar arrastro un pesado arcón con un blasón grabado1 y lo abrió con la llave que colgaba en su cuello. Cambio sus ropas por otras limpias y elegantes con el mismo blasón bordado y se aseguro que tenia todo lo necesario para tomar su nueva identidad. Después lo cerro, colgó la llave a su cuello y salio arrastrado sus últimos 35 años en Venecia.

Ya como Rinaldo di Bonavilla, Rico no tardo en contrar quien lo trasportara a él y a sus pertenencias a la isla de los huesos.

Rinaldo di Bonavilla miro el bote que lo había traído hasta ahí y al pobre incauto que creyendo en sus promesas había encontrado la muerte. Pálido y sin una gota de vida le devolvía la mirada al vampiro. -No me mires así. Te dije que te recompensaría. Yo siempre cumplo.  Rinaldo arrojo una moneda al bote y lo empujo mar adentro, poco tardo en perderse en la negrura de la noche.

Notas de juego

1

Perdón si se hizo largo, trate de no enrollarme demasiado.

Cargando editor
03/01/2020, 22:09
Narrador

A medida que pasaba el tiempo ibas recordando detalles de esos fatídicos días. Ilva Corso no era realmente el nombre de la vampiresa, era una gitana que en realidad se llamarse Ioana Munteanu. La vampiresa huyo de la ciudad cuando vio las consecuencias de su ansia, ella en realidad no había contradicho las tradiciones, solo iba a matar a un mortal, a un humano del montón. Pero comprendió la terrible situación que había generado su ansia y por ello había huido de la ciudad.

Tampoco sabias si Piero había sobrevivido, solo sabias que había huido del refugio y había corrido en dirección contraria que tú por la calle. Aun puedes ver la cara de Guillermo Aliprando, el lugarteniente de Narse, el perro de presa del Dux, riéndose mientras salía en persecución de Piero.

Justo cuando comenzabas a perder la esperanza una destartalada galera mercantil paro cerca de la isla. Conocías el barco, no era el barco de la guardia del Dux, era el barco de Lando de Calvenzano. Los marineros botaron una pequeña chalupa que se acercó hasta la isla de los huesos.

Cargando editor
03/01/2020, 22:13
Lando de Calvenzano

Varios marineros saltaron a tierra para conducir la chalupa a un lugar más seguro, entre ellos salto un hombre más fornido y de abundante barba. Buenas noches tenga usted mi señor Rico Garzoni. ¿Qué vestiduras trae usted, o tengo que tratarle de vuecencia? Dijo el capitán de barco con una amplia sonrisa al ver tu nuevo atuendo y el cofre. ¿Qué viaje tenemos previsto? Tengo la barriga de la Innocente ragazza llena de carne en salazon. Dijo señalando la galera mercante de 30 remos que esperaba zarpar. Zara sería un buen sitio. Los cruzados se dirigen a la ciudad como perros de presa, después del combate estarán hambrientos.

Cargando editor
04/01/2020, 23:10
Rinaldo di Bonavilla

-Buenas noches Londo, mi buen amigo. Te esperaba con ansia. Le sonrió. - Me confundes con otro. Mi nombre es Rinaldo di Bonavilla, tu nuevo señor. Rico murió en Venecia.

- Te lo explicare todo de camino a Zara. Ese arcón viene conmigo. Subirlo al barco. Miro una ultima vez a Venecia. - Partamos raudos nada nos ata ya a este lugar.

Cargando editor
05/01/2020, 15:52
Lando de Calvenzano

Como ordene su Signor Rinaldo, su camarote esta listos. Dijo el capitán interpretando una cómica reverencia.

¡Ya habéis odio marineros de agua dulce, cargar el cofre del Signor! Nos unimos a la cruzada, vamos a ser hombres santos, vamos a Zara. Grito a voz en cuello Lando.

Los marineros se apresuraron a cargar el cofre en la pequeña chalupa. Duranete vuestra breve charla, la galera había iniciado la maniobra de viraje para encarar una de los múltiples pasos por el Lido, el conjunto de islas que separaban la laguna del mar.

En la cubierta de la Innocente ragazza miraste una última vez hacia el norte, hacia la Serenísima ciudad de Venecia. La ciudad apenas era una figura negra recortada entre la niebla solo un par de faros ayudaban a distinguir alguna de sus figuras más destacadas. ¿Sería esta la última vez que vieras la ciudad que tantas alegrías y penas te había dado?  

Notas de juego

Puedes añadir un post (o más) para cerrar el prólogo, tampoco es necesario que añadas nada más. Si no añades nada más indícamelo para abrir la siguiente escena que ya será en Zara.

Si quieres puedes narrar el viaje, pero eso es a tu gusto.

Cargando editor
05/01/2020, 23:00
Rinaldo di Bonavilla

El camarote no era nada ostentoso. Las comodidades mínimas para permanecer en el durante el día. El bueno de Londo había dispuesto un "regalo". Una joven amordazada y atada a una de las vigas del barco. Había cierta belleza en ese rostro duro. Su mirada no reflejaba miedo, era odio.

Rinaldo había saciado su hambre con el pescador. Ella estaba de momento a salvo. -Soy el barón de Bonavilla, Rinaldo es mi nombre. No te asustes no te haré daño, igual que tu soy prisionero de estos canallas. Mintió para tranquilizarla.

-"Zara aun esta a varios días de viaje" -Si tenemos que estar aquí encerrados, hablemos ¿Como te llamas?. Retiro la mordaza de la boca. No importaba que gritara, en aquel barco nadie la ayudaría y en el mar nadie acudiría en su auxilio. Ella no grito.

La conversación fluyo, hora tras hora, día tras día. Finalmente Zara se divisaba en el horizonte, como así le hizo saber Londo.

-Mi buena amiga Jennefer has hecho de este viaje un placer, pero nuestros caminos se separan aquí. Aunque... Siempre ira parte de ti conmigo. En ese momento el barón se lanza al cuello de la joven. Primero encuentra resistencia, pero luego la joven se entrega.

No tenia intención de matarla. Después de alimentarse sé la entregaría a Londo. Quizá los marines quisieran divertirse, a él ya le había servido.

 

 

Notas de juego

Sigamos con la historia ;)

Cargando editor
15/01/2020, 22:41
Narrador

La galera recorrió rápidamente el brazo de mar entre Venecia y Zara, casi todo el recorrido tuvo que realizarse a fuerza humana, remando, ya que el viento era casi inexistente en esa época del año.

Una vez a la vista de la ciudad, la galera permaneció retenida durante por los Cruzados y los Venecianos. Estos interpusieron un férreo sitio a la ciudad, impidiendo que los barcos se acercara a la ciudad, por su parte Zara también había dispuesto sus defensas cerrando el puerto con una gran cadena de hierro. Lando decidí atracar el barco en una rada cercana a la espera de que la batalla se decidiera.

Todavía recuerdas la noche del 23 de noviembre, trece días después de la llegada del ejercito cristiano la ciudad había caído esa misma mañana. Muchos de los edificios aun ardían, los barcos del puerto habían sido hundidos y el agua cercana a los muelles se había teñido de rosa debido a la sangre de los muertos. Varias galeras venecianas se alineaban cerca de los muelles cargado las escasas riquezas de la ciudad como parte del pago de los Cruzados.

Cargando editor
15/01/2020, 22:46
Lando de Calvenzano

¿Quieres esperar una noche más en la seguridad del barco? Pregunto Lando apoyado sobre la borda de la galera. Los saqueos y las violaciones se prolongarán durante toda la noche. El olor en la galera era insoportable, los marineros no se lavaban y la chusma, los remeros forzosos, aun olían peor; pero Lando tenía razón, la galera era segura.

Cargando editor
16/01/2020, 16:43
Rinaldo di Bonavilla

-Tu siempre tan considerado. Sonrio. - Acepto tu hospitalidad una noche más. La ciudad esta demasiado revuelta alguien como yo atraería los problemas. Se planta frente a Lando y mostró su indumentaria.

Rinaldo miraba la ciudad arder. Lamentándose por no encontrarse frene a Venecia.

Cargando editor
16/01/2020, 22:48
Narrador

Lando asintió. Esa noche pudiste ver el horro de la guerra desde la seguridad de la galera. Pudiste ver como los caballeros de cristos arrastraban mujeres por el suelo mientras les rasgaban los vestidos, como cortaban los dedos de los muertos para quedarse con sus anillos o como ahogaban a los niños en la playa para no tener que oír sus llantos. ¿Realmente los humanos no eran también monstruos?

A la noche siguiente el ambiente se había calmado notoriamente. Los grandes nobles que capitaneaban la cruzada consiguieron apaciguar los ánimos y restaurar, hasta cierto punto, el daño causado. Los fuegos se habían apagado, pero muchas de las casas se habían derruido; los muertos se habían enterrado cristianamente, pero el vacío de los hombres nunca se llenaría; y el oro robados no se había repuesto. Hombres armados patrullaban las calles para evitar tumultos o enfrentamientos. Los nobles esperaban que el invierno enfriara los ánimos y los corazones.

Lanzo preparo la chalupa para arribar a la orilla, ese día tenía pensado empezar sus transacciones comerciales.

Cargando editor
17/01/2020, 11:01
Rinaldo di Bonavilla

El espectáculo visto desde la cubierta había cumplido. Rinaldo sabia bien que la naturaleza humana podía llevar a actos más aterradoras que los perpetrados por los de especie. La oscuridad engullía a todos por igual.

Ya en la chalupa Rinaldo miro una ultima vez al barco a donde esperaba volver antes del amanecer. Solo había cogido lo que creía imprescindible para interpretar su papel. Quería ver como respiraba la ciudad e interesarse por esos grandes nobles que mandaban a los cruzados.

Cargando editor
28/01/2020, 22:30
Narrador

Al día siguiente el capitán preparo una pequeña chalupa para acercarte a la costa. Según te comento, esa misma mañana ya había bajado con sus hombres a comerciar al puerto. Al parecer los grandes nobles que encabezaban la cruzada había optado por crear patrullas en busca de los alborotadores y los criminales, estableciendo un toque de queda.  

La chalupa proporcionada por el capitán iba manejada solamente por los marineros estrictamente necesarios. Tampoco esperarían en la playa, regresarían a buscarte justo antes del amanecer. El capitán no quería correr riesgos innecesarios con el toque de queda y solo accedió a ello después de una generosa propina.

https://k61.kn3.net/taringa/1/4/2/4/2/0/06/desbrozado/550x825_4D5.jpg

Los marineros bogaron rápidamente hasta una zona de la costa tranquila, sin nadie a la vista, desde la playa llegaste a la ciudad sin problemas.

Notas de juego

Fin del prólogo.