Partida Rol por web

Popova avanzó por el lecho marino hacia su destino. Sus movimientos eran lentos y pesados, pero firmes. Avanzar lo más rápidamente posible. Alcanzar el destino cuanto antes. Pasó por delante del ventanal de la sala de comunicaciones. Estaba vacía aunque su puerta estaba abierta y una de las sillas contra una esquina reflejaba que alguien la había apartado, quizás para buscar posibles víctimas ocultas bajo la mesa.

Continuó su avance alejándose cuanto antes de la zona visible. Debía rodear la sala de reuniones¹ y los laboratorios principales2. Desde donde ahora estaba, a medio camino entre la sala de comunicaciones y el área de reuniones, vio a uno de los invasores a través de la cristalera de esa última sala. Estaba revisando el lugar pero, por suerte, miraba hacia el interior de la misma. Era un tipo alto, de complexión atlética, que se movía de forma segura. Tenía pinta de ser un mercenario curtido, cosa que tampoco le sorprendió. Ningún equipo de novatos podría asaltar una base a varios kilómetros por debajo de la superficie. No había ningún emblema en sus ropas de kevlar negro e iba armado con un subfusil que mantenía apuntando las zonas muertas de la enorme mesa central de la sala. Entonces Popova vio otro movimiento. Al otro lado de la mesa se ocultaba uno de los científicos de la base, Erich, un chaval holandés de unos veinte años, que había llegado allí con un espectacular curriculum y una beca internacional.

- В пизде Erich!  - /V pizde Erich/

A Marya le caía bien Erich. Mejor que ninguno de los demás científicos de la estación. El joven le parecía tan infantil como inteligente, y agradable. Al segundo día de llegar a la base, el holandés había intentando torpemente acercarse a la rusa sin éxito. Pero pese a rechazarle, ella no podía evitar ni disimular que le agradase el interés. Solían acabar las jornadas jugando a las cartas por la noches en el salón tras la cena común. 

- Ana, Doctorra, ¿me recibís? - usó el comunicador inmediatamente. Sin embargo, no cambió el paso. Se planteó rápidamente si tendría algún efecto positivo el intentar llamar la atención del intruso pero desdeñó la idea automáticamente y mantuvo el mismo ritmo determinada hacia la 505. 

- ¿Me recibís? Intruso en la sala de reunión. Mercenarrio, arrmado con un subfusil, va protegido y ... -  paró un momento antes de continuar - ¿De verdad serán seguras las comunicaciones? - .... y Erich está en la sala. Aún no le ha visto. Сукин сын /Sukin syn/

¿De que hablaba? ¿Se refería a gente manipulando aquello o a algún bicho marino? ¿Y que se suponía que quería que ella hiciera si había alguien afuera? ¿A caso que hiciera escándalo dentro implicaba algo fuera? Demasiadas preguntas sin respuesta y ella solo sabía que debían actuar con cuidado.

Sin perder tiempo y en voz baja comenzó a informar - he derribado a uno, tomaré su comunicador para saber que se cuece en sus filas, no seas temeraria. Bedoin entra de una puñetera vez en la sala de comunicaciones y alerta a la superficie ¿te crees que van a esperar pacientemente cuando se den cuenta en dos o tres minutos que les falta un mercenario? Si en principio creen que puede tener problemas técnicos con la comunicación, eso durará poco.

Ana tomó con cuidado el pinganillo del soldado caído mientras seguía presionando su garganta por instinto, con la intención de escuchar lo que decían, acababan de cortar la comunicación por lo que esperaba disponer de unos minutos de margen. Su próximo objetivo era la sala central, desde allí tendría bastantes opciones para armar su siguiente movimiento, que al parecer debía incluir alguna distracción. Que fácil debía sonar para quien no estaba allí mismo, no era a ella a quien matarían...

Popova seguía su ruta lenta pero segura, rodeando el módulo de reuniones. Por suerte para ella el mercenario que estaba en el interior se encontraba de espaldas y así seguía mientras agarraba atrapaba al pobre Erich. Éste, por su parte, no tenía ojos más que para el fusil con el que el otro le apuntaba a la cara. El invasor empujó con un movimiento violento al chaval hacia la puerta del módulo y la técnico no pudo reprimir un suspiro de alivio al ver que estaban tomando rehenes en lugar de disparar a matar. Nadie se percató de ella cuando cruzó por el lecho marino bordeando los laboratorios principales.

- El chico ha sido apresado. El mercenario se lo lleva con él, pero no le ha hecho daño.¹

El intercomunicador le devolvió la voz de Rodriguez:

- he derribado a uno, tomaré su comunicador para saber que se cuece en sus filas, no seas temeraria. Bedoin entra de una puñetera vez en la sala de comunicaciones y alerta a la superficie ¿te crees que van a esperar pacientemente cuando se den cuenta en dos o tres minutos que les falta un mercenario? Si en principio creen que puede tener problemas técnicos con la comunicación, eso durará poco.

Mientras escuchaba esta frase por fin pudo ver, pasado el módulo del laboratorio principal, la parte externa del 505. Los ventanales estaban, como siempre, cerrados por planchas metálicas. En las ocasiones que había salido al exterior a realizar reparaciones siempre le había sorprendido el hermetismo de ese módulo. Ahora, mientras alcanzaba por fin la zona de control externo, le pareció una suerte que allí no pudiera verla nadie desde el interior. Claro que ella no sabía tampoco que sucedía dentro.

- Señal de auxilio enviada.- se escuchó la voz nasal de Bedouin. Al parecer había llegado a la sala de comunicaciones.

Bedoin se asomó por el pasillo tras ella:

- Oh, dios mío... ¿está...? - no fue capaz de completar la frase al ver al individuo sobre el cual mantenía Rodriguez la bota.

Siguiendo las instrucciones el hombre se deslizó hacia la sala de comunicaciones, cerrando tras él la puerta de seguridad. Todo un valiente, sin duda. A Rodriguez sólo le quedaba la esperanza de que cumpliera al menos su parte de la misión.

La voz de Popova se escuchó por el comunicador de nuevo:

- Ana, Doctorra, ¿me recibís? ¿Me recibís? Intruso en la sala de reunión. Mercenarrio, arrmado con un subfusil, va protegido y ... -  paró un momento antes de continuar - .... y Erich está en la sala. Aún no le ha visto. Сукин сын /Sukin syn/

Rodriguez se puso el otro comunicador, el del asaltante, en la otra oreja. Escuchó la voz de alguien con un marcado acento alemán.

- He encontrado a otro en la sala de reuniones. Es un chaval, de los científicos.

Parece que eso confirmaba lo que sucedía porque Popova corroboró:

- El chico ha sido apresado. El mercenario se lo lleva con él, pero no le ha hecho daño.

O sea que había uno en la sala de reuniones deshaciendo su camino. Rodriguez avanzó entre las cajas para alcanzar el pasillo que comunicaba con el módulo central.

En la sala central había un tipo vigilando el área. Se apostaba en el centro controlando todo el perímetro desde una posición aventajada. Había varias cajas y material amontonado por el amplio espacio de la sala, pero el tipo estaba separado de todo. Eso hacía que no tuviera cobertura a mano pero, a su vez, le garantizaba una línea de visión clara de los pasillos. Por suerte para Rodriguez justo en ese momento parecía que el otro se aproximaba desde la sala de reuniones, por lo que la atención del individuo se dirigió un breve instante hacia ese pasillo¹.

- Señal de auxilio enviada.- se escuchó la voz nasal de Bedouin por los comunicadores. Al menos había cumplido su parte.

Prefería esperar a que el hombre se llevara a Erich a donde fuera que los llevaran para reunirlos, además prefería no tener que encarar a dos - los veo -[ dijo en voz baja aprestando el comunicador - dejaré que pase de largo, eso nos dirá donde reúnen al personal y me dará una oportunidad de atacar en solitario al vigilante de la sala. Confirmarme una cosa, que tipo de cobertura necesitas, ¿tengo que hacer ruido o puedo avanzar poco a poco? También puedo mandar falsa información por su comunicador, pero soy una pésima actriz.

Observaba resguardada por las cajas de la sala los movimientos de aquellos tipos - el que ha cogido a Erich, juraría que es alemán, doctora ¿alguna idea de sus intenciones? - si descubría sus intenciones tal vez las pudiera usar en su contra. ¿No podían haber escogido otra década para actuar y dejarle jubilarse tranquila? No, tenían que escoger darle una última aventura en la que se jugaba todo, se preguntaba si lecostaría mucho abrirse camino, y dejarlo libre por tanto para la doctora.

- ¡Brrava Ana! - había caído uno. No contaba con ello Popova, Ana le parecía una persona capaz pero hasta ese momento no había tenido que verla en acción. Y Bedoin había pedido auxilio. Ahora no podía fallar ella. 

Vamos Marya, esto no puede llevar mucho...

Extrajo sin dificultad la placa que cubría el panel con un destornillador que llevaba acoplado el traje y dejó al descubierto los controles. Su intención inicial era aislar la zona pero no olvidaba las palabras de la doctora respecto a iniciar la secuencia de destrucción. 

- Aislarré la zona 505. Ser como blini comido - dijo por el comunicador - ¿Podéis ver si accedieron? ¿Necesarria destrucción? Puerta no deberría poder abrirrse ya. 

Popova se detuvo un momento intentando escuchar si algo se movía en el 505. No lo parecía. Así que comenzó a teclear la secuencia de desacoplamiento del módulo.

- Los veo - le dijo mientras tanto Rodriguez a través del comunicador  - dejaré que pase de largo, eso nos dirá donde reúnen al personal y me dará una oportunidad de atacar en solitario al vigilante de la sala. Confirmarme una cosa, que tipo de cobertura necesitas, ¿tengo que hacer ruido o puedo avanzar poco a poco? También puedo mandar falsa información por su comunicador, pero soy una pésima actriz.

Los paneles de luces externos indicaban que el protocolo de desanclaje se ponía en marcha. Se oyeron los característicos sonidos de los brazos mecánicos liberando su presa mientras una puerta metálica se cerraba presurizando el pasillo. Popova estaba satisfecha de como iba la cosa.

Hasta que vio la luz de emergencia que indicaba que una carga explosiva se había activado. ¡Ella no había tocado nada! Entonces comprendió lo que iba a pasar y retrocedió demasiado lentamente.

La explosión submarina, unida a la descompresión de la sala, fue devastadora. Por suerte la rusa había logrado retroceder lo suficiente como para no estar pegada a la estructura. Eso no impidió, sin embargo, que saliese despedida empujada por la onda expansiva. ¡Habían activado la maniobra de autodestrucción desde la superficie!

Por suerte el exoesqueleto era muy resistente. Todavía confundida por el efecto de la explosión Popova intentaba recuperarse y ponerse en pie. Estaba a varias decenas de metros de la estación pero desde su posición podía ver como el módulo 505 había quedado reducido a nada. ¡Si no lo hubiera desconectado habría causado la descompresión de toda la base! Aún así había un riesgo inherente de que semejante explosión hubiera afectado a la estructura. No estaba todavía lo suficientemente lejos como para considerarse un área de seguridad.

- ¡Brrava Ana! - sentenció por el comunicador Popova, para a continuación añadir - Aislarré la zona 505. Ser como blini comido¿Podéis ver si accedieron? ¿Necesarria destrucción? Puerta no deberría poder abrirrse ya. 

Mientras escuchaba a su compañera Rodriguez vio como el asaltante que llevaba a Eric se dirigía hacia el módulo de entrada1. El otro asintió y habló por el comunicador.

- Hemos cazado a otro.- oyó que decía a través del comunicador de los asaltantes - Jan ¿has encontrado a más? ¿están los módulos de evacuación en su sitio?

Y en ese momento, antes de que nada más sucediese o la doctora Mellows contestase a la pregunta de Rodriguez una tremenda explosión sacudió toda la base. Totalmente desprevenidos todos cayeron al suelo: los asaltantes, Eric y la propia Ana. Las luces parpadearon un momento y luego se apagaron. Se oyeron gritos en diversos lugares. Las luces rojas de emergencia se encendieron mientras una aullante alarma advertía del peligro de descompresión de toda la base. ¿Qué infiernos había pasado? ¿Había decidido Popova volar por su cuenta y riesgo el módulo 505 sin separarlo de la base?

Aquella explosión no era normal, dudaba que Popova decidiese explotar la 505, Ana solo pudo pensar de un intento de destruir aquella base por completo.

Tomó el comunicador enemigo y amigo y los presionó al unísono - ¿se puede saber que pretendéis? ¿¡A CASO VUESTRA INTENCIÓN ES CARGAROS TODA LA BASE!? - Rodriguez comenzó a correr a la sala de descompresión, tenían que subir a un minisub a toda prisa.

Soltó el botón del comunicador izquierdo (enemigo) y siguió hablando mientras corría - Bedoin, sal de esa sala evacuamos, van a explotar la base, doctora prepare el minisub, Popova, confirma si has activado la destrucción, si crees que intentan llevarse el módulo y destruir el resto, haz lo posible por destrozar la unidad.

Faltaba información, la explosión ¿era amiga o enemiga? En su huida solo podía pensar en que si el lugar iba a explotar la sección 505 no fuera excepción.

- Дерьмо! - /Der'mo!/ - Bueno, hecho, hecho. Ya no marcha atrrás - les dijo Popova con dificultades mientras se incorporaba - Doctorra, sea lo que hubierra en la 505 ahorra es cosa de calamarres. No he podido evitarr.

Se incorporó e intentó entender a través del agua enturbiecida y con la ayuda de su foco si la estructura podía haberse visto afectada. Decidió acercarse para comprobarlo de cerca. Mientras se acercaba empezó a razonar. 

Es imposible, lo hice bien. Seguro que la destrucción del módulo no se ha iniciado desde el panel. Si no hubiésemos desensamblado el módulo... todos kaput. Somos totalmente prescindibles. 

- Ana, no coberrtura aún. Voy a comprobarr que la estructurra no esté dañada para ver si merrece pena intentar salir de esta pecerra. 

Popova avanzó impasible hacia el espacio que ocupaba el 505. Cualquier otro quizás se quedase bloqueado para tomar una decisión pero la rusa era un persona, sobre todo, eficiente. Y además la seguridad de sus compañeros dependía de lo que hubiera sucedido en aquel pasillo.

De pronto recibió un mensaje urgente de Rodriguez:

- ¿se puede saber que pretendéis? ¿¡A CASO VUESTRA INTENCIÓN ES CARGAROS TODA LA BASE!? -

A continuación, como si estuviera hablando en otra emisión, volvió a hablar:

- Bedoin, sal de esa sala evacuamos, van a explotar la base, doctora prepare el minisub, Popova, confirma si has activado la destrucción, si crees que intentan llevarse el módulo y destruir el resto, haz lo posible por destrozar la unidad.

Su voz sonaba entrecortada: estaba corriendo mientras hablaba.

Popova acababa de llegar a la zona donde estaba el 505. Allí, como bien había dicho, sólo quedaban escombros para los calamares. A través de uno de los ventanales de los pasillos pudo ver a dos individuos pertenecientes al equipo de asalto que miraban desconcertados el punto que unía el 505, ahora sellado, con el resto de la base. Al mirar a través de la cristalera vieron el exoesqueleto y la señalaron, aunque evidentemente no podían hacer nada para llegar hasta ella desde allí.

Desde donde estaba la rusa comprobó que el sistema de la compuerta parecía haber aguantado a la explosión. Si quería examinarlo con detalle debería perder algún tiempo pero, por lo que había dicho Rodriguez, parecía haber una evacuación en curso.

- Estoy en el minisub. Rodriguez o Bedoin: encárguense de que el otro minisub no pueda ser utilizado. ¿Cómo vamos a recoger a Popova? ¡Con el exoesqueleto no puede subirse aquí!

Mientras regresaba a la carrera por el almacén principal Rodriguez escuchaba las respuestas de sus compañeros:

- Дерьмо! - /Der'mo!/ - Bueno, hecho, hecho. Ya no marcha atrrás - les dijo Popova con una voz que implicaba un esfuerzo físico - Doctorra, sea lo que hubierra en la 505 ahorra es cosa de calamarres. No he podido evitarr. Ana, no coberrtura aún. Voy a comprobarr que la estructurra no esté dañada para ver si merrece pena intentar salir de esta pecerra. 

Mientras cruzaba por el almacén vio que Bedoin salía apresuradamente de la sala de comunicaciones:

- ¡Han mandado la señal desde la superficie! ¡La explosión la han provocado desde arriba!

Todo era un caos, una locura. Mientras alcanzaban el pasillo hacia la sala de descompresión oyó a Mellows:

- Estoy en el minisub. Rodriguez o Bedoin: encárguense de que el otro minisub no pueda ser utilizado. ¿Cómo vamos a recoger a Popova? ¡Con el exoesqueleto no puede subirse aquí!

Una voz en alemán informó por el comunicador de los asaltantes:

- Atención: esta frecuencia no es segura. Pasad a la alternativa.

- ¡No he sido yo! - contestó enérgica Popova - Yo desacoplo módulo y explosión es automática. 

La intención inicial de Popova era asegurar la integridad de la base antes de regresar, pero visto que la destrucción de la misma estaba ya decidida por quién sabe quién, el valor que la rusa le daba a su vida ganaba enteros comparado con sus obligaciones contractuales.

- ¡Vuelvo a sala de descompresión! - dijo al tiempo que se giraba. La maniobra de mover el exoesqueleto 180 grados fue fluída como si fuese un animal acuático. Casi parecía que una corriente de agua favorecía el movimiento. De cara a los laboratorios, Popova comenzó a caminar a mayor ritmo que antes, sin preocuparse por ser vista, por ser escuchada o por si en su dirección pisaba algún crustaceo despistado - ¡Llego! ¡Ya llego! ¡Esperra!