Partida Rol por web

todo tiene su ventaja, personalmente creo que a la hora de la batalla real, debés tener un arma predilecta, y si es el hacha, pues que sea el hacha!  

Tras un momento pensando, mirando el espectáculo, me doy vuelta y digo a James: te diré una cosa, si mañana ganas la prueba, te conseguiré la mejor hacha de toda Calwasín, y te la regalaré

-¡Ganaré! -declaró- ¡Que lo sepan todos los aqui presentes! ¡Mañana será el día!

James dedicó una mirada de feroz competitividad a sus hermanos. Luego se reclinó en su asiento y se dedicó a distenderse en aquel descanso, y pese a que intentó deducir a ojo un posible ganador para la proxima contienda no logro mucho, ya que todos estaban parejos según él. Entre ellos, según él claro.

Tras aquella conversación, los 5 estuvieron muy animados y entretenidos, hasta que pasados todos los espectáculos, fue hora de la final del día.

Íleo y Erkebrand fueron a buscar sus monturas y armas, y se presentaron en la arena.
la cantidad de gente ya era superflua, y los gritos ensordecedores, tras un anuncio de los jueces, dieron comienzo la batalla.

Hermanos, padre no alcanzan a comprender la alegría que siente mi corazón ahora que estamos todos juntos, victoriosos y derrotados, padre e hijos, su majestad, caballeros del reino.

Ian apoyaba a sus hermanos, algo triste y se notaba en su semblante el no ser uno de los actores de la final del torneo hecho en honor de ellos. Finalmente, se levantó y gritó con toda su fuerza - Buena suerte hermanos, que el todopoderoso os proteja!! - acto seguido, procedió a sentarse en las gradas para compartir una buena justa junto a su padre y demás participantes del torneo

Erkebrand da un abrazo a Ileo antes de la contienda. Preferiria no tener que enfrentarme a vos, hermano, pero tomarlo como un juego. Como cuando de pequeños nos dabamos palos...Intentare no haceros mucho daño, como entonces, dijo guiñando un ojo en señal de broma.

Padre...hermanos, dijo dirigiendoles una pequeña reverencia, si me disculpais he de derribar a mi oponente de su caballo. termino dirigiendo una mirada complice a Ileo.

Erkebrand se va hacia el caballo algo decepcionado. Gane quien gane la justa tendra sabor amargo para el. Estuvo tentado a abandonar y retirarse, mas no era su estilo. Siempre presto a combatir y retirarse era algo que no entraba entre su vocabulario.

Asi fue que subio sobre Tornado, ajusto su casco y bajo la visera. A la señal de lanzada avanzo frenando un poco a su caballo, queria apuntar al escudo de su hermano y asi evitar provocarle daño alguno, por lo que requeria de una velocidad mas lenta para poder puntar mejor. Bajo su lanza hacia el escudo de su hermano deseando que fuese el unico punto de impacto.

Una sonrisa brota de mi rostro, una sonrisa un poco miedosa, pues son bastante evidentes los nervios que se sienten en cada palabra del caballero frente al hecho de enfrentarse a su hermano y más cuando él ha visto como combato y yo no gozo del mismo beneficio.

Tras la largada, consigue impactar en el escudo de Ileo. La lanza salta astillada por los aires sin siquiera derribar a su oponente. Se alegro al ver que conseguio impactar donde deseaba y que Ileo no sufriese herida alguna. En el momento de cruzarse para volver a nsus posiciones, quitandose el casco le dice: Parece que habeis mejorado con los años, hermano, jaja.

Dandole con los talones a Tornado, avanzo de nuevo a la posicion inicial. Vuelve a ponerse el casco. Su  ayudante le da una nueva lanza y a la señal, cabalga en las mismas condiciones que antes, un poco mas despacio con Tornado, pero mas seguro de impactar donde desea.

Buen golpe, pero falta mucho para que me derribes hermano, ahora es mi turno.

La lanza impacto sobre su pecho astillandose y empujando al caballero de su montura. Un habil movimiento de Ileo, que en el ultimo momento desvio su lanza y desconcerto a Erkebrand le valio para pillarle desprevenido y hacerle caer. Una astilla encontro el camino entre las ranuras de la armadura y se incrusto en el hombro del novel caballero.

Poco a poco se levanto del suelo con ayuda de su sirviente. Se puso en pie y vociferando se quito el casco y lo estrello contra el suelo. ¡Joder! fueron laspalabras que salieron de su boca. Se giro inmediatamente y poso su mirada en su hermano, tras lo cual comenzo a reir decontroladamente. Se acerco a Ileo que aun segui sobre su caballo y comento: Pense que aun tenias la fuerza de una dama, pero me equivoque, hermano. Mis mas humildes felicitaciones. Me tendreis que enseñar ese ultimo movimiento que me ha desconcertado y que tan eficaz ha resultado ser. Le comenta con una sonrisa en la boca y le estrecha la mano. Aqui teneis a vuestro campeon de la justa. Grita para que todos los aldeanos y demas asistentes aplaudan y vitoreen al vencedor. Tras lo cual se aleja hacia la tienda del medico a ver si puede quitarle la astilla del hombro.

Me muestro emocionado, y no puedo contener fuertes exclamaciones al ver la batalla, que resulto corta, pero intensa.

La gente grita vitoriando el nombre del campeón del día: Íleo Íleo!

Me paro y me acerco en dirección a la gente, que calla esperando mis palabras. Un silencio abrumador envuelve la escena, que rompo en una aclamación llena de orgullo paternal:

Sir Íleo Berengal es el campeón de las Justas a caballo!, alabado sea el señor que nos brindó tan grande caballero!

Luego miro a Erkebrand, en una mirada que demuestra el orgullo que siento por él también, como demostrando que no me defraudó en lo más mínimo. La gente grita eufórica, y no es para menos, el atardecer ya está sobre nosotros, y ya es hora de terminar el dia. Doy unos pasos adelante, y la gente calla nuevamente

Terminó por hoy señores, me dirijo al público pero mañana continúa! mañana habrá, en honor de mis radiantes caballeros, combates con espada y escudo, uno contra uno! ahora descansad todos, que mañana será otro gran día!

Dicho esto me retiro, profundamente emosionado. Y los guardias d ela ciudad comienzan a dispersar a la gente para que valla a sus casas.

Termina el día, comen todos juntos, incluidos los caballeros invitados. Todos pasan muy buena velada, a pesar de la soberbia de Humberland y el fanatismo de Piet. Una vez saciados, (y algo pasados de vino), van a sus aposentos a dormir.

Tal como el día anterior, se levantan y se dirigen a la zona del torneo. Se celebra una nueva seremonia inaugural del día, y se permite a ustedes cuatro elegir contrincante.

Ian no pudo aguardar más, el combate en espadas siempre fue lo que más le gustó de las justas y estaba ansioso por empezar, especialmente tras sus fallos del día anterior, buscaba demostrar ahora que era igual de digno que sus hermanos al título de caballero, así que muy temprano se alistó y partió a la arena donde esperaba ansioso a uno de sus contrincantes, la emoción no era oculta en su rostro para nada

James fue despertado a una hora prudencial para que pudiera alistarse en pos del torneo. Claro que el verle justo antes de ser despertado hubiese sido una carcajada matinal para el observador, ya que estaba despatarrado en la cama y practicamente babeando la almohada...alguien con insomnio envidiaría lo profundo de su descanso. Al levantarse se rascó la hombría y se apresuró de forma patosa a estar presentable para dirigirse al torneo.

Tras descansar en la tienda del medico y serle eliminada la astilla, se aproxima a ver como entregan el galardon a su hermano y vuelve a felicitarle. El dia continua distendido y alegre, festejando las tan ansiadas fiestas en su honor. Una vez alcanzada la noche, Erkebrand abandona para ir a descansar. Entra en su alcoba y de desviste. Se quita el cinto con la espada y el jubon. Posteriormente se arrodilla y comienza a orar. Tras unos momentos en silencio y oracion procede a descansar.

La noche le trae bellos sueños y amargos recuerdos. Soñaba que ganaba la justa contra un dragon. Ensartaba con una rapida maniobra la lanza en el pecho del monstruo y acababa con su vida y se proclamaba vencedor de la justa. Los sueños extraños son, y aunque los dragones no eixsten, y si exitiesen, no participarian en justas, fue lo que acontecio durante su encuentro con Morfeo.

El alba despunto en el horizonte y Erkebrand se levanto y preparo. Se vistio y lavo la cara, se enfundo su nueva espada, no sin antes tocarla y admirarla lentamente. Un frugal desayuno para no tener el estomago pesado y se dirigio junto con sus hermanos a participar en el segundo dia de festejos. La lucha a espada y escudo se desarrollaria a lo largo de la jornada.

Escucho paciente junto con sus hermanos las normas y leyes a cumplir durante el torneo y espero paciente su turno.

Ian ya estaba más que listo para empezar el segundo día, quería ante todo impresionar a su padre y a sus hermanos, y más importante aún, quería auto-impresionarse y saberse digno del título de caballero - Sir Piet - se acercó a aquel noble que había nombrado e hizo una reverencia frente a él - Sería para mí un verdadero honor enfrentaros en combate de espada y escudo mi señor, por supuesto os advierto, no espereís ninguna facilidad por parte mía así como se que vos no tendrás ninguna misericordia en el combate contra mí, así que os aceptaís el reto, me gustaría que toda esta genta disfrutara del mejor combate de espadas del cual se hablará por miles de años - Aún con su cabeza agachada y su cuerpo ligeramente inclinado en señal de respeto a su noble oponente, Ian esperó paciéntemente la respuesta de Sir Piet para iniciar el combate de espadas que había estado esperando

Un color rojo ardiente sube por mi cuello, color que Íleo ya había visto, y respondo emocionado, algo exagerado y gracioso

Sín duda que haremos un gran combate mi señor!, se hablará de nosotros por siglos, y los criados nos venerarán como a dioses! no esperes derrotarme fácilmente, pues soy un gran espadachín, o preguntale a mi mujer - este comentario puso un tanto incómodos a los presentes, ya que no se entendió si se refería a que la mujer sabe lo bien que combate, o si ella se tuvo que defender de su espada - vamos pues, a la arena, y demos el correspondiente espectáculo en nombre de Dios!

Todo lo dije presa de un calor visible, con grandes movimientos tetrales, era la caricatura de un caballero.

Algunas personas no pudieron contener la risa, ganandose unos buenos improperios por parte de Piet, y se hubieran ganado la muerte bajo su espada si no hubiera intervenido Yvennus, con los soldados para tranquilizarlo, y luego lo llevaron a la arena.