Cloacas, autentico espíritu de lo civilizado. ¿Por donde entrar?
El ladrón apuro su copa de un trago y se levanta de un salto.
-Bueno, tampoco me queda casi oro -Da unos golpecitos al saquete que robo por la calle -Esperemos que el tal Galbarro ese tenga más riquezas que promesas. ¡A las cloacas! -Se para un segundo pensativo y se mira su flamante ropa nueva -Bah, tampoco me gusta mucho, esta ropa es demasiado finolis, casi parezco un sodomita.
Cuando se dirige a la puerta, coge la botella de licor para el camino, se gira al criado, le guiña un ojo, chasquea la lengua y le dice -¡Nos volveremos a ver, pelao!
- euh, bueno, realmente me puedo imaginar que colector usó para adentrarse en las cloacas, pero no se si usaría ese exactamente.
De pronto parece recordar algo, y vuelve a entrar en el estudio encaramándose en una de las librerías - cuando pasábamos por encima, siempre me lo señalaba indicándome que desde ahí se podría acceder a la vieja red de cloacas de la ciudad, - frustrado por no encontrar lo que busca, deja la librería y empieza a rebuscar en los cajones de la mesa, - lo cual era un peligro, decía, pues cualquiera sin miedo a ensuciarse los zapatos, podría acceder a muchas mansiones privadas de la alta nobleza, - resignado, cierra el último cajón con fuerza. -¡Maldita sea!, debe habérselos llevado con él.- Se sienta en la silla y os explica, - mi señor tenía un buen montón de papeles con planos y esquemas de las cloacas, recopilados de aquí y allá.
Se levanta súbitamente y mirándoos encoge los hombros y dice, - bueno, pues tendré que enseñaros donde se encuentra ese colector personalmente.
Cualquier ayuda es poca y será bien recibida.
Vamos entonces!
-Necesitaremos antorchas, supongo que eso si nos lo puedes proporcionar -le comento- Y ahora bajemos, seguro que ha dejado huelas por todos lados, el barro o lo que sea que hay en ese suelo debe ser blando y húmedo...
- ¿Antorchas?, - dice, - eso son palos con fuego ¿no?. - Alza una ceja a modo de interrogación. - Podemos llevarnos algunas lamparas de aceite de las habitaciones.
Tras pertrecharos de manera conveniente, salís de la casa acompañando al sirviente, hacia el oeste, callejeando por la parte más acaudalada de la ciudad. Poco a poco las calles se van ensanchando convirtiéndose en avenidas, y las tiendas y comercios desaparecen hasta que lo único que se distinguen son los muros o vallas de las distintas mansiones que pueblan la zona. En lo alto destacan las torres del palacio del gobernador
El sol se encuentra alto, y vuestros estómagos, rugen pues la hora de comer ha pasado ya.
En un momento dado, el sirviente, se detiene un momento en un cruce y señala al suelo. - Este es el colector. Según hablaba mi señor, esta parte de la ciudad fue la menos dañada por el terremoto*, y por eso se conserva parte del entramado original de túneles de alcantarillado.
Sigue andando por otra calle aledaña, - la entrada es por ahí. Obviamente no vamos a ponernos a romper, una pieza del suelo a plena luz del día en una de las partes más vigiladas de la ciudad.
Tras andar un centenar de metros llegáis a un parque vallado, cuya puerta abierta invita a pasear a los que lo deseen. Bastantes parejas deambulan por los cuidados jardines agarrados de la mano. No tardáis en llegar a una zona donde los árboles son más altos, proyectando agradecidas sombras para soportar el calor. Algún que otro gemido sale de entre los espesos arbustos. Siguiendo un sendero, llegáis a una vieja y destartalada cabaña de mantenimiento del parque. Aquí sin duda los jardineros guardaban los pertrechos para cuidar los setos, aunque actualmente parece estar en deshuso, dado el número de zarzas y enredaderas que pueblan sus paredes. Una vieja y oxidada cadena cierra la puerta con un pesado candado.
- ¡Mirad!,- dice el mayordomo, al tiempo que observa en todas direcciones por si alguien os estuviera viendo. Señala el candado, sobre el que una segunda mirada desvela, roto, y colocado de nuevo para aparentar que nada ocurrió.
Observando más atentamente, se perciben rastros recientes de que la puerta largo tiempo cerrada, fue abierta recientemente. - Mi señor decía que aquí se encuentra una entrada de mantenimiento al antiguo alcantarillado, según sus papeles (nunca lo probamos), un túnel debía llevar desde aquí hasta el colector de antes.- Enfatiza la frase señalando en linea recta en dirección al colector sobre el que pasasteis hace unos minutos.
* Hace como un centenar de años, Kordava fue arrasada por un terremoto y el posterior fuego.
Miro al rededor durante el camino para ver si alguien nos sigue. Si no es así. Cuando termina de hablar digo:
Entonces nosotros ir ahora. Si Aluino volver tu decir nosotros ir a buscarle.
Tu saber que guardia haber en la casa?
Alguna defensa más, magia, animales?...
Gracias.
Y antes de irme le pregunto
Cómo tu llamar?
Motivo: percepción + ladrón
Tirada: 2d6
Dificultad: 8+
Resultado: 8 (Exito)
Ignorar al chino y la armadura... ambos son de atrezzo
Camino despacio hacia la caseta y me apoyo de espaldas en ella cerca de la puerta y les digo:
-Cuando digáis la abro y nos colamos todos rápidamente...
Pues habrá que andarse con ojo, porque si han cogido a tu señor, como temes, probablemente la entrada ya no serán tan desconocida ni tan segura para quien intente utilizarla...
Si es imperativo Irving, es ignoraD
Tienes razón Vsogul... Imperdonable...
Dunkel se acerca silbando y haciendose el despistado a la puerta, examina el candado de reojo y si no ve nada raro en los alrededores o dentro de la cabaña, intenta forzar el candado.
Motivo: Vigilar que no hay moros en la costa (ladron)
Tirada: 2d6
Dificultad: 8+
Resultado: 7(+2)=9 (Exito)
Motivo: Forzar candado (ladron)
Tirada: 2d6
Dificultad: 8+
Resultado: 9(+2)=11 (Exito)
Qué estás haciendo con el candado?... Lo quieres de recuerdo? Déjalo como estaba anda...
Dunkel, el candado está roto...
Cio:
"- ¡Mirad!,- dice el mayordomo, al tiempo que observa en todas direcciones por si alguien os estuviera viendo. Señala el candado, sobre el que una segunda mirada desvela, roto, y colocado de nuevo para aparentar que nada ocurrió."
Efectivamente, el candado fue forzado torpemente no hace mucho, y puesto de nuevo en su lugar, observáis además que la cadena ni siquiera cierra la puerta, es decir, que podéis abrir y cerrar la puerta desde dentro sin tocar el candado.
Así pues, tras comprobar que nadie está mirando abrís la puerta, y entráis dentro de la cabaña.
Apenas hay luz en el interior, por lo que encendéis una de las lamparas. Aparte de algunas herramientas de jardinería oxidadas, sacos con tierra, mucho polvo y muchas telarañas, nada más os llama la atención.
Os percatáis sin problema de que en una esquina de la cabaña, las herramientas, y los sacos fueron apartados, dejando a la vista una pesada trampilla metálica en el suelo.
Haced todos una tirada de Percepción, más cazador o bárbaro.
Percepción + Cazador = 3
Tirada 5 + 2 = 7
Total: 10
Motivo: Percepción Cazador
Tirada: 3d6
Resultado: 5, 2, 2
Motivo: percepción
Tirada: 2d6
Dificultad: 8+
Resultado: 3 (Fracaso)
Motivo: PERC
Tirada: 2d6
Dificultad: 8+
Resultado: 7(+4)=11 (Exito)
Entré en la cabaña sin fijarme en nada en especial...
Motivo: Percepción
Tirada: 2d6
Dificultad: 8+
Resultado: 6(+1)=7 (Fracaso)
Mirad, parece que Aluino decidió hacerse unas antorchas caseras antes de bajar por esta trampilla.
Digo a la vez que señalo varias herramientas, rastrillos, azadas, cuyos palos ya no están o se han roto, además de sacos rasgados...