Partida Rol por web

Así que quedarnos a morir en un jardín en el que no pasa nada o arriesgar nuestras vidas en el juego que quisiese esa cosa para volver a casa. Volver implicaba tener que aguantar las miradas de decepción de mis padres, escuchar los éxitos de mis hermanos mientras estos me miraban con la oveja negra y aparte aquí tenía a Hana. Y aún así algo bullía en mi interior, al fin y al cabo era un Anderson. Podía ser el menos brillante de ellos pero nunca nos rendíamos, la recompensa de todo esto era estúpida pero tenía que demostrarme algo a mi mismo. Además no podía arrastrar a Hana a morir sin más, por lo que hago un acopio de fuerzas y miro a la chica que aprieta mi mano como un ancla para volver a sonreírla.

- Jugaremos, pero aún no me has dicho para que es esta pulsera.- contesto a KingDice, a saber lo que nos esperaba adelante pero esto no era solo por mí...

-Jugare ¿Pero tampoco nos has dicho las reglas del juego? - realice la observación, mientras me preparaba para afrontar todo lo que podía salir, era obvio que no solo vería personajes de cuphead o Dragon Age, este mundo podría tener un sinfín de posibilidades de acción, si me basaba a mi condición humana esto iba a ser demasiado corto.

-Dadín, eres todo un loquillo- tuve que admitir, estábamos atrapados y sin muchas opciones –  Bien y cuando empezamos dadito, ¿Cuál es el primer objetivo?

Soy Lucas- Hace una mueca de dolor al notar el cuchillo y se mira el dedo unos segundos para después chuparlo- Pues sí. Sí que sangramos. Podemos morir, pero también curarnos como si fuera el mundo real.

Mira al Rey Dado y se encoge de hombros ante su discurso del alma - No sé quién es, pero sí sé que quiere infundir temor y miedo en los corazones de los débiles.- Escucha la descripción del Rey Dado sobre lo que es Jumanji y la oferta que hace a todo y sonríe de medio lado.

Deduzco entonces, que habrá gente, personas como nosotros, que han decidido quedarse a vivir aquí. Y nosotros los veremos como PNJs que interactúan con nosotros; o puede que incluso sean nuestros enemigos.

¡Claro que jugaré! Va a ser divertido ver la verdadera naturaleza de los que me han tildado de un "ser terrible" al ver como interactúan con otros que estén atrapados aquí -Lanza una carcajada sonora. 

No podía negar que había sido mi propia decisión darle a ese botón, pero en ningún momento me habían advertido específicamente que tendría que apostar mi alma para jugar. Eso es algo que normalmente se debería saber antes de firmar cualquier tipo de contrato, pero estaba claro que no había ninguna forma de salir. Y quedarse... En realidad no sonaba tan peligroso, aunque si era como la vida real, tendríamos que buscar comida y refugio y tampoco conocía ese juego para saber si el mundo era realmente tan caótico. 

Miro a Scott que me sonríe, esperando que él tome su decisión, sin saber yo la mía todavía. Le miro sorprendida cuando decide jugar tan rápido, y no puedo evitar sonreír. Si no fuese por los juegos no nos habríamos conocido, así que tal vez necesitemos un juego para seguir estándolo. Por lo menos en esta situación. Así que asiento a las palabras de Scott y espero que el caradado responda a las preguntas de los demás.

Observó como Katherine cortaba el dedo de Lucas, sí sangraba, que esperaba, habían sido absorbidos por una pantalla de ordenador y esa criatura acababa de confirmrar que eramos nosotros mismos, no se que esperaba. Lo que le seguía desconcertando eran las marcas del brazo y esa pulsera de la que todos hablaban, miraba su muñeca intentando averiguar para que sería, giró la pulsera por si veía algo en ella, la levantó para ver si había alguna inscripción en la parte de abajo, ¿se encenderá si aceptamos jugar?, o será alguna especie de GPS para que el que ha hecho esto sepa en todo momento donde estamos de su "juego". fué su último pensamiento.

Escuchó atento lo que decían los demás, sin decir nada, quería saber antes de hablar, y sobre todo saber que haría Katherine. Siendo tan charlatán como era siempre, estaba demasiado serio como para sonreír algo inusual en el. Todo era demasiado extraño, y la gente que estaba allí era más extraña aún, parecían aceptar todo. 

Como el sospechaba el llevar la esposa puesta iba a hacer que se alejaran un poco de el, algo bueno y malo al mismo tiempo pero no importante al 100%. Fue a decirle algo a los que estaban hablando con el recién aparecido pero cerró la boca y solo chasqueó la lengua negando con la cabeza levemente.

Por el rabillo del ojo, pudo observar lo que la agente federal y los otros dos chicos hacían, vio la sangre que le revolvió el estómago y causó nauseas - Tal vez ésta fuese una forma de volver a estar juntos Mario - pensó para sí misma.

- ¿Quedarnos o salir? - tampoco es que una gran vida le esperase fuera de aquel mundo surrealista, recordaba a los japoneses mirándola y babeando, y no solo a ellos, tenía una amplia cartera de clientes a los cuales colgaría de un poste cerca del mar para que observaran el atardecer mientras se ahorcaban con su propio peso, y Mario no iba a regresar, nunca, pero la idea de quedarse por el resto de su existencia en este lugar tampoco la llamaba la atención en exceso.

Observaba como el resto de los presentes se iban apuntando y apostando sus almas en el juego de caradado - ¿podría reproducirse este ser? - absorta en sus pensamientos - tal vez debería haber ido con Didina, ella le habría propuesto una nueva oportunidad de salir de toda aquella mierda en la que se había metido, una nueva vida en el sur de España donde llevaba a cabo su investigación en unos campos de olivos cercanos a una ciudad costera, un cambio de aires, un nuevo ser.

- ¡Eh, Caradado! - Dijo directamente al extraño personaje - Yo también iré a jugar - continúo mientras le guiñaba un ojo de forma picaresca, aún de brazos cruzados y a una distancia prudente del personaje.

- Eso no nos deja muchas opciones... -objeté sardónicamente ante la diatriba de aquella abominación, pero acto seguido, una insondable tristeza se apoderó de mi- ¿Pero... qué más da? Mi alma quedó destrozada hace ya muchos años...

- Dime, extraña criatura, ¿De verdad pretendes que yo participe en tu juego de gladiadores? ¿Tú me has visto bien? Me levanto cuatro veces cada noche para ir a mear... Debéis tener un extraño y retorcido sentido del humor para reíros así de un viejo que tiene ya un pie en la tumba...
 

¿Jumnaji?Debía estar en una maldita pesadilla.

Katherine respira profundamente tratando de poner en orden sus pensamientos y entender lo que está pasando,aunque al parecer da igual lo que piensen o hagan,si quieren salir de allí deben jugar a ese jueguecito ¿Jumanji?

-"Juguemos pues"-mira al niño-"¿Alguno conoce el juego?"-se vuelve hacia Gary y tira de él para que se acerque-"¿Lo conoces?"-le pregunta en voz baja con una velada amenaza en el tono

El hombre entonces hizo un gesto para que todos le siguierais y se dirigió hacia la puerta donde había aparecido antes. Al seguirle todos llegasteis a un pasillo interior con muchas puertas a todos lados y al fondo se podía ver unas puertas dobles. Mientras caminabais detrás de él, el hombre seguía hablando.

-Lo de las pulseras... ¿Acaso jugando al poker muestras tus cartas a tus rivales? Mejor que lo descubráis vosotros.- Después ignoró por completo la pregunta de Mathew para contestar la de Ivo.- Si no quieres participar está bien. Es como ganar una apuesta de blackjack nada más te reparten las cartas. Aunque es más emocionante ganar la partida con algo de ingenio, una victoria es una victoria. Si quieres abandonar puedes entrar en cualquiera de estas habitaciones y esperar tu muerte.

Finalmente llegasteis hasta el final del pasillo, a esas puertas dobles. El hombre entonces, poniendo sus manos en ambas manos, las abrió de par en par haciendo que por un momento la luz que había en el interior os cegara sin poder ver lo que había allí. Cuando vuestros ojos se acondicionaron mejor, os encontrasteis con una escena que desde luego no encajaba con lo que habías visto hasta ahora.

Una sala de casino llena de tragaperras y mesas de juegos os esperaba al otro lado. Y en todo el ambiente se podía escuchar una canción para amenizar la estancia.

-¡Bienvenidos a mi casino!

- En tal caso... -comenté encogiéndome de hombros y haciendo el amago de seguir a la criatura.

- Malditas luces... -gemí internamente mientras parpadeaba varias veces con el objeto de acostumbrarme a tan desproporcionada iluminación- Maldita música...

Bastante fastidiado por el radical cambio experimentado por nuestro entorno, me centré en observar lo que me rodeaba intentando dejar de lado el desagrado que aquellos lugares me producían. 

Miro con desconfianza cada aparato, cada mesa y cada ruleta, me hubiera sentido mas comodo en otro lugar que este sitio -Rayos por que no fue la taberna de Wow o una de los espacios anexo de cualquier juego- un largo suspiro de preocupación – en pocas palabras estamos en la boca del lobo, donde tienes las de ganar.

-Así que como empezamos en Jumanji Dadín- dije mientras observaba el casino, en cuphead el diablo mandaba a recoger almas, pero según dadito esto era otro juego, uno del que no sabía nada.

Además no sabia nada de mis compañeros, como organizar una party sin saber en que eran buenos, la chica de las armas podría ser la mejor oportunidad de una buena formación ofensiva, e incluso el tipo lanza piedras sería una opción su pensamiento es frívolo pero no se aleja de lo que se necesita en un objetivo -Como sea me las apañare- dije finalmente para no seguir pensando en el asunto.

Mi mente mostraba bastantes escenarios posibles, uno más terrible que el otro, pero el saber que no estaba solo en esa locura videojueguíl* me hacía sentir un poco mejor. Aunque el cara de dado no nos explicó nada, sobre el tatuaje o la pulsera, eso solo quería decir esas cosas eran mucho más importantes de lo que podríamos pensar. El tatuaje podría ser algún tipo de energía, como esos powerups que se usan para atacar más fuerte o algo así. El brazalete… ¿una llave? Para pasar de lugar o una forma de arma. También pudiera ser una forma de grillete. Eso era lo más probable.

-Bueno, no esta tan mal de momento- la musiquilla y las muchas máquinas tragamonedas me calmaron bastante, era lo más normal que había visto desde que caí en ese extraño sitio. Mathew parecía bastante confiado en sus habilidades. Desearía tener esa confianza, no solo en un juego en el que te apuestas tu alma, sino en la vida en general-. Tienes un bonito casino-  con la mirada recorrí el lugar con gesto aprobador, aunque mi conocimiento de casinos era algo pobre-. ¿Aquí es donde tendremos que jugarnos las almas?

Observaba el casino cuando la voz de Katherine le sacó de sus pensamientos, había pensado en que lo de jugarse el alma, era algo irrelevante, pero por qué los habían elegido a ellos para jugar, y quien había maquinado este tipo de experimento con ellos, parecía que Katherine estaba algo desorientada así que posiblemente no fuera alguna maquinación del FBI.

Miró a su compañera de grillete y le sonrió levemente, no por que su respuesta fuera a ser ingeniosa ni nada por el estilo, simplemente le salió. Negó con la cabeza y bajo la voz . - Pueden ser muchos, algún Casino Royale, alguno online donde jugar al poker, algo estilo GTA y solo haya mafiosos dentro, ahí su sonrisa si se volvió picara, no tendrás tantas esposas si es este ultimo.

 Los demás también parecían perdidos con todo esto. - Ey, Hola, dijo algo más alto de lo normal para llamar la atención de los presentes, su mirada fue de uno en uno de los que estaban allí omitiendo a los NPC, y sobre todo al guía, -No se si os habréis dado cuanta pero, estáis metidos en un sitio en el que no sabéis nada, con gente que no conocéis de nada, aunque algunos ya se conozcan de otra cosa virtual, señalo a Scott y Hana, - Y lo más probable es que tengamos que jugar juntos lo que queda de aventura por así decirlo, ¿que tal si al menos nos presentamos todos?

Esperó un segundo antes de continuar. -Por qué todos estamos aquí por lo mismo, hicimos click en el botoncito ¿verdad?.

Lucas enarca ambas cejas al ver donde llevan las puertas dobles. No se esperaba para nada un casino. Después se encoge de hombros, un gesto habitual en él.

Si he de jugarme mi alma en un lugar de juego, preferiría hacerlo al black jack. Influye menos el azar.

Luego presta atención a lo que dice el esposado a la agente del FBI

Muy bien, empieza tú. Somos todo oídos. - Le dice ampliando una sonrisa sardónica.

O demonios,estamos aquí sin saber que hacer apostando nuestras vidas en unos juegos de azar tengo una pésima suerte,pero siendo el caso por que no traernos aquí primero en ves de llevarnos dentro de otro videojuego.

Ya no en que está pensando kingDice.

Mientras seguimos al hombre dado, no puedo evitar fijarme en todas las puertas que hay en el pasillo que cruzamos. Casi me dan ganas de abrir alguna por curiosidad, pero me contengo al oír lo de abandonar. Si Scott está decidido a jugar, no voy a ser yo la que acepte rendirse tan rápido. Además, si se trata de videojuegos, creo que nosotros tenemos ventaja respecto a algunos de los adultos. "Al fin y al cabo, ¿de dónde iban a sacar 5 horas diarias para pasarlas enfrentándose a dioses y monstruos?"

Y es por esto que me siento algo decepcionada al entrar en lo que parece un casino. Estos lugares por lo general están hechos para llevarse el mayor beneficio, por no mencionar que la mayoría son juegos donde influye el azar o las ganas que tengan de quitarte tus ganancias. Por no mencionar que el simple hecho de estar aquí me hace sentir mal... Mi padre me deja jugar a lo que quiera, "siempre y cuando no acabe siendo en casinos". Y sin apostar. Y aquí estoy, apostando mi alma en un casino... 

El hombre esposado a la supuesta agente del FBI empieza a hablarnos a todos y, como un resorte, me suelto de la mano de Scott en cuanto nos señala, bajando la cabeza avergonzada. "¿Hemos llamado demasiado la atención? ¿Nos han estado mirado todo el rato o sólo él?" Ni siquiera me había dado cuenta cuando me había abrazado, pero ahora que recuerdo la situación empiezo a notar la cara ardiendo, pensando en las miradas y en los comentarios que habrán podido hacer sobre nosotros. "¿Presentarnos? ¿Justo ahora?" No, no puedo, no puedo presentarme, no voy a levantar la cabeza, no... ¿No había que jugar a algo? Miro al cara dado de reojo, esperando que responda de una vez a lo que sea y cambie el centro de atención.

Ya pero en el poker ambos jugadores tienen cartas...

Es lo que pienso sin atreverme a contestarle por miedo a su reacción mientras le seguimos por un pasillo lleno de puertas que prefiero ignorar, por ahora solo me preocupaba más el dado por lo que no le quito ojo de encima hasta que el fogonazo me ciega.

Una vez voy recuperando la vista una cancioncilla empieza a sonar - así que la mano derecha del diablo.- El maldito ni se molestaba en esconder su naturaleza lo más mínimo mientras nos presentaba orgulloso su casino. Aunque todo esto pierde algo de importancia cuando el hombre esposado habla y hace que Hana me suelte la mano avergonzada, la verdad es que hasta ahora habíamos entrado en nuestra pequeña burbuja y no me había dado cuenta de que todos nos estaban viendo. En un intento de mantener la compostura le contesto de manera algo seca.

- Es lo que estábamos haciendo mientras algunos se escondían y otros lanzaban piedras...- acto seguido esas palabras salen de mi boca me quedo algo sorprendido de mi mismo y no puedo evitar avergonzarme aún más.- Lo siento... me llamo Scott- añado apartando la mirada. Con lo que me fijo que Hana está incluso más nerviosa, por lo que terminó poniéndome delante de ella para que nadie la pueda mirar - y la que me acompaña es Hana.

El niño gordo y friki seguí ignorando sus preguntas así que Katherine suspiró y decidió no insistir.Nunca se le habían dado muy bien los niños y por ironías de la vida ahora estaba rodeada de ellos.¿Qué se hablaba con unos adolescentes?Por suerte aquí sólo tenían que hablar de cómo salir de ese maldito lugar al que el extraño ser llamaba Jumanji

Parpadea varias veces al ver el casino buscando de manera mecánica todas las mesas y los tipos que solían hacer trampas en sitios así.Oh sí,habían tenido que vigilar algún sitio de esos por algún pez gordo demasiado aficionado al Black Jack ¿qué pintaba un casino en aquel lugar y qué tenía que ver con demonios y grietas?

Escucha sin prestar demasiada atención a las palabras de Gary ocupada como está en estudiar el lugar y al personaje pero sus cejas se elevan un poco ante el comentario de Lucas antes de lanzar una carcajada divertida con el comentario del niño que al parecer está enamorado de la chica por internet¿De verdad se creen que algo así funciona?Críos

-"Cuidado,Oldman,por aquí sacan rápido las uñas"-le dice con una sonrisa sardónica ante la respuesta de Scott-"Encantada, chicos"-les dice a ellos

-Dadito es el mejor esbirro del diablo en el juego de Cuphead- dije ante los presentes mientras esperaba respuesta del personaje – sin embargo, este juego donde nos encontramos es desconocido para mí- me encogí de hombros, a veces podía ser muy distraído, pero no en el caso de los juegos.

-Nunca oí hablar de Jumanji, ¿Eso es lo emocionante?, atrapado en un juego nuevo, para demostrar mis habilidades de conocedor de videojuegos- para este punto me sentía orgulloso de mis 9 horas de juego diarios, aunque eso había implicado 0 popularidad escolar, que más daba si tenía a mis seguidores por Twitch  y Youtube.

-Pero tampoco se preocupen, a menos que Jumanji sea con DarkSoul en ese caso si te mueres, bye bye a todo tu avance-mi rostro tomo una actitud sombría – pero si trabajamos juntos no hay nada que no se puede hacer, claro siempre y cuando no estemos en equipos rivales, en todo caso pido disculpas si tengo que matarlos, realmente me sentiría algo mal – volví a sonreir ampliamente -Pero tranquilos ese no es el caso aun, que si es con nuestros cuerpos actuales lo mas seguro es que ella termine ganando- dije señalando a la mujer que de verdad tenía armas.

-Y pues bueno supongo que Dadito, tiene algo mas que decir no es así- observe al personaje, lo odiaba, pero también lo admiraba pocos jefes me había costado en vencerlo, incluso el diablo había tenido patrones de ataques muy predecibles, pero por ahora se podría decir que mi ansiedad para saber que era Jumanji y como funcionaba era muy notoria.