Partida Rol por web

La tensión de tantas horas huyendo, corriendo, sudando, yendo de un lado a otro y perdiendo por momentos el control, causa efecto sobre la vejiga del anciano, que decide salir a aliviarse, poniéndose a miccionar en la rueda trasera derecha del autobus.

El grupo ya lleva un buen rato trabajando, y Viktor "descargaba" tranquilamente, y todo lo que habíais oido era algún rugido muy lejano, además de los otros sonidos típicos de la jungla del siglo XX.

Mientras los expertos trabajan, el resto se sentia ya más cómodo en el aeródromo, e incluso algunos habian salido a estirar las piernas.

Es al cabo de veinte minutos cuando empezáis a escuchar, cada vez más claro y cerca, unas pisadas pesadas y tranquilas. A juzgar por el ritmo, hay más de un sea-lo-que-sea, y vienen desde la jungla situada detrás de la caseta de control.

-Esto no me gusta nada... tendríamos que ponernos a cubierto, algo grande se acerca.

Esquema de la situación

   John miró a donald mientras trabajaban, faltaba poco, pero aún necesitarían algo más de tiempo. Le hizo un gesto con la cabeza para que se acercase a Kenneth a ver que estaba ocurriendo, él, por su parte sólo alzaría timidamente la cabeza enarcando las cejas para mirar a un lado y a otro, al frente, sintiendo aquella sacudida...

  Serán las tuberias...un escape de gas...si...algo...¿algo relacionado con la planta geotérmica? claro...

 Se dijo tratando de trabajar más rápido, parandose cada pocos segundos para tratar de descubrir la fuente y la dirección de aquellos temblores de tierra, a sabiendas de que lo que pensaba lo hacía para tranquilizarse y que posiblementemente se tratase de un gigantesco carnivoro que buscaba amargarnos el día o...simplemente desayunar.

  Tenía las manos llenas de grasa y se limpiaba el sudor de la frente con el antebrazo. Ahora si que iban contrareloj..instintivamente buscó con la mirada a Michelle, esperando que estuviese bien.

Michelle observa a Kenneth y le asiente con decisión y la mirada impregnada de preocupación.
-Vamos, vamos, todos lo habéis oído... ¡a la torre!- apremia a todos los presentes mientras prepara nuevamente el potente VR1 apoyado en su hombro... pero por desgracia ya sólo le quedan cinco balas y su pistola será menos que insuficiente contra cualquier otro dinosaurio. En momentos así se haría creyente para rezar no quedarse sin balas.

Se dirige al pequeño edificio dando algún empujón para apremiar a los más lentos pero no llega a meterse dentro, cierra la puerta y se mantiene apoyada en una de las paredes de la caseta, asomándose por la esquina de la que proceden los rugidos y sonidos para intentar sorprender a alguna de esas bestias mientras se deja caer hasta apoyar una rodilla en el suelo.

Ya podrían toparse con algún herbívoro para variar...

El grupo corre a refugiarse en la caseta. Suficientemente fogueados estaban ya hasta el más inocente de ellos como para no saber cuándo hay que moverse a toda velocidad, y ese era uno de esos casos. En el segundo piso de la caseta, Kenneth montaba también su propia vigilancia con el AK listo, oculto tras una persiana.

Los pasos se hicieron más y más audibles, pero seguían caminando tranquilos, incluso parece que se paraban de tanto en cuanto, pero se acercaban inexorablemente.

Dos dinosaurios de diez metros pasaron por delante de la caseta, como si pretendien cruzar el aeródromo, uno delante y otro siguiendo al que iba al frente.
Eran dos Parasaurolophus, unos herbívoros bastante tranquilos, aunque solían ir en grupos algo más grandes. Estos dos debieron perderse de su manada, y ahora paseaban tranquilamente por Jurassic Park. Al fin y al cabo, pocos dinosaurios les molestarían...

-Míralos.... Dice sonriendo Son Parasaurolophus, y son herbívoros. Nunca los habia visto tan de cerca... al menos tan mayorcitos, hehehe.... Cuando son crías, hacen un gruñidito que... Mira al resto Está bien... no me enrollo...

-Vale, herbívoros, pero son agresivos?

-Creo que no.... Mira a Simons ¿Simons..?

-No, no, para nada. Si no se les molesta no son peligrosos. Es más, en una ocasión un guarda se acercó a tres metros de la manada. Aunque... este par parecen perdidos, las manadas suelen ser de unos diez, así que si están separados de su grupo podrían estar susceptibles.

De nuevo se oye a Tim por la radio.

¿Sois vosotros? ¿Sois realmente vosotros los que habéis aparcado delante?

Michelle deja escapar el aire que estaba conteniendo con un hondo suspiro, y al final incluso se le escapa una pequeña carcajada mientras los Parasaurolophus se aproximan. No es una experta en dinosaurios, y ni siquiera sabría pronunciar ese nombre, pero ha oído hablar de ellos e incluso los ha visto en sus propias manadas así que se limita a apartarse dejándoles paso y adentrándose nuevamente en la garita de comunicaciones.

-Falsa alarma, por una vez...- sonríe a los presentes a pesar de hacerlo de forma cansada y ayuda a los encargados de intentar restablecer algo de energía con el material hasta que suena la radio.
-Si se trata de un jeep con cuatro hombres y una mujer ataviados con uniformes y vestuario del parque sí, son ellos- responde con cierta frialdad ya que los otros no pueden retransmitir con su radio medio averiada.

   John no estaba asustado, aunque la imagen encogía el corazón, era simplemente arrebatador contemplar criaturas como aquellas, puede que no le hubiese pasado antes con los más pequeños, o con la gigantesca t-rex, pero no había tenido tiempo para pararse a contemplar algo que rozaba la perfección, su piel, sus colores, su magnitud era...irreal, como si se encontrasen dentro de un mundo de fantasía. Sin poder inmpedirlo, poco a poco fue separando los labios, con sorpresa, anonadado...

   Son preciosas...

 Su cresta, en la cabeza, su pico similar al de una ave, pero mucho más impresionante, parecía increible que no fuesen una amenaza directa. Eran sólo dos, pero eran dos individuos magnificos, almenos eso le pareció a White, que dedicó unos segundos, podriamos decir incluso minutos a contemplarlas, esperando que emitiesen algún sonido caracteristico de su especie, observando sus movimientos, el brillo de sus ojos...contemplando que..algo extinto hace millones de años, había cobrado vida y estaba frente a él. Había tenido ocasión de probar los jeep eléctricos en el parque, se encargaba de eso, y seguir rutas turisticas en Nublar sobre ellos, pero jamás, había estado tan cerca de unas como aquellas...

   Un escalofrio recorrió su cuerpo y los pelos de sus brazos se ponían ligeramente de punta, ahora entendía lo que siempre decía Hammond a las visitas...comprendía porqué lo había hecho...pero...los genios siempre tienen un pero...

    Me giro a Simons y susurro, no quiero alterar a los dinosaurios y tampoco a la gente que está con nosotros. Él es el experto, el sabrá responderme..

 - No...¿no atraeran a los carnivoros?

Simons se rasca el cogote un segundo, pensando.

Bueno, no tendría porqué. En el Parque hay pocos dinosaurios que cazasen herbívoros como el parasaurolophus. Se me ocurren el Baryonyx, que creo que habían tres, y las dos T-Rex, que ahora solo queda una. El Metriacanthosaurus, que habían otras tres, también podría, pero no contra dos
Hace una pausa un segundo, moviendo la mirada de un lado a otro varias veces, y los dedos índice y pulgar de la mano derecha en la barbilla.

No, no, es poco probable que ningún dinosaurio les ataque.

Harmonie suspira y se sienta en una silla, admirando a los dinosaurios desde la ventana. Al menos estos eran herbívoros...

Kenneth se relaja y se apoya en la barandilla del segundo piso, con el arma al hombro. Una de las dinosaurias se yergue un momento para mirarle, mientras pasa, y está a su altura. Kenneth se echa un poco atrás, un par de pasos, y finalmente se levanta las gafas de sol, mirando directamente a la dinosauria a los ojos un momento.

La otra Parasaurolophus cotillea el autocar unos instantes, y después mira por la ventana. Con un bramido, avisa a la que estaba mirando a Kenneth, y entran en la pista de aterrizaje, propiamente dicha, olfateando el aire con toda tranquilidad.

- Bueno, esperemos a que pasen, si están cerca puede que intimiden a los dinosaurios más pequeños, ¿no? - Dijo tratando de ser optimista, sabía más bien poco del comportamiento de los dinosaurios. La noticia de que aún quedaba una Rex y otros depredadores de gran tamaño fue como un puñetazo en la cara, pero lo encajó bien, perdió la sonrisa unos segundos hasta que inhundó sus pensamientos con trabajo.

- El problema estaba en transformar la corriente continua en corriente alterna, afortunadamente es así y no alrevés. todas las baterias, las de los coches por ejemplo, las pilas normales de las radios, funcionan con corriente continua. El problema reside en que la antena trabaja con alterna. La alterna...- trató de explicar de forma sencilla, no sabía si a alguien le interesaba aquello. Mientras...miraba a los dinosaurios...era agradable después de todo...pero necesitaba tener la mente ocupada. - es la que encontramos por ejemplo en la instalación eléctrica de la casa, en un enchufe de toda la vida. Aquí no tenemos de eso porque no hay energía, pero con la batería...no teníamos potencia suficiente, afortunadamente son de 1,5. si llegan a ser de 1,2 estariamos jodidos. sólo tengo que conectarlas en serie y conectarlas a su vez a la antena. Si todo sale bien, salvo algún chispazo, tendremos energía suficiente para transmitir un rato...será mejor no abusar.

 Había desmontado todo el jeep, afortunadamente el ordenador de abordo había salvado el día, tenía su propia fuente de alimentación y un buen número de dispositivos para conseguir alternar la corriente continua. Sólo necesitaban un poquito más de tiempo.

  ¿Cómo le ira a Donald...?

 Decidí acercarme hasta él para ver si se las estaba apañando.

Tim no tardó en volver a hablar

-Son ellos, ya estamos reunidos. -Dejó una breve pausa- Gracias, después de todo.