Partida Rol por web

-Y si hubieran muerto todos no se oiría nada, cómo ahora- responde Michelle con aparente frialdad y tranquilidad, aunque enseguida arruga la nariz y la frente con desagrado ante esa idea. Aún así es cierto, están tardando más de lo esperado teniendo en cuenta la cantidad de armas de las que disponían.
-Igualmente no lo hago por mí- aclara tras unos segundos, echando un vistazo al interior del autobús donde la incertidumbre y los nervios se incrementan con cada minuto sin noticias del resto.

Empieza a bajar las escaleras, deteniéndose en ellas y girándose bastante sorprendida por el ofrecimiento de John.
-¿Estás seguro...?- pregunta claramente extrañada, pues se le veía en su lugar y relativamente a gusto en el asiento del conductor, pero después de todo ella no es nadie para juzgar.
-Está bien, supongo que Randall puede encargarse del autobús. Intenta no hacer mucho ruido y pégate a mi culo- tras decir esto compone una sonrisa burlona y empieza a caminar algo encogida sobre sí misma y a paso rápido.

Asiento con firmeza a su pregunta y son una sonrisa alargada mientras giro levemente el cuello ante el último comentario. No me lo digas dos veces.

 - Tranquila, creeras que soy tu sombra. - Las llaves del autobus estaban en el contacto y el motor en ralenti, hice un gesto afable a Randall, sé que cuidará bien de la hojalata, le había cogido un cariño al autocar y aunque siempre odie ser el chofer de nadie, en esta ocasión me había alegrado de poder haber hecho algo por los demás, y porqué no, también por mi seguridad.

  Bajo las escaleras tranquilamente, mirando al frente y disimuladamente el trasero de Hudson. ¡eh eh eh, para el carro, no seas grosero John, es una dama! A medida que desciendo, y una vez fuera, toda aquella seguridad falsa, aquel sentimiento de estar en el único lugar donde no podrían hacerme daño desaparece y...me siento bien, francamente bien, pues junto a ello también se ha ido la responsabilidad del manejo de aquel trasto. No puedo evitar apartar mi vista y contemplar la chapa del autocar, con varios disparos, aunque prefería lo que me ofrecían mis ojos justo antes. Acabé por negar para mi mismo y dar un golpe al aire con la mano, como si le quitase importancia, después salí detrás de la guarda a buen ritmo. Soy una persona de buen ver, tengo una complexión voluminosa, pero nunca me vi gordo, simplemente soy bastante ancho de hombros y no demasiado alto. Quizás no pudiese correr la maratón, pero tenía fuerza y resistencia, además, siempre se me había dado de fabula esconderme y andar en sigilo, seguramente producto de mis escapadas de adolescente, mis huidas del casero y de mi hábito a ocultarme de mis jefes cuando algo ha salido mal.

 - Vamos allá. - Sentencié para después guardar silencio. No me separaría de ella. Me sentía bastante seguro a su espalda, por algún motivo.

Michelle y White, bajo la ya no tan intensa lluvia, entran al centro de visitantes...

Observo impotente como dos mas deciden ir hacia el complejo... Están locos... No sabemos lo que les ha ocurrido a los otros y lo que no podemos hacer es ir por parejas, si tuvieramos alguna especie de radio o walkie, para poder comunicarnos, así es ir a ciegas...

Le comento en susurros a Lucrecia que continúa a mi lado. Miro por la ventana del autocar, siento un escalofrío por mi espalda... Se van yendo y nos estamos quedando aquí, solos, expuestos a cualquier ataque... Respiro profundamente dándome cuenta de que empiezo a hiperventilar.

Veo a Annie y vuelvo junto a ella eh, eh, tranquila, vas a salir de esta, seguro. Ven conmigo, creo que debemos avandonar por el momento el autobus, el centro de visitantes parece mas seguro, al menos ya no hay disparos...alli te podras relajar, vamos...apoyate en mi.

 Lucrecia ayuda a Simon en trasladar a Annie.

 - Espero que no nos estemos equivocando.

Mi abuela tenia un dicho...Tanto pensó la rana si saltaba a la siguiente hoja de la charca que se ahogó. Simon esgrime una sonrisa.

Yo tampoco lo se, lo unico que es que por desgracia no podemos estar mucho tiempo parados, no al menos hasta que conozcamos la localizacion de los dinos y la cantidad de los que estan fuera de los lugares habilitados, vemos si podemos reestablecer la energia o cosas por el estilo.

Al escuchar el dicho de la abuela de Simon no puedo evitar echarme a reir... Ayyy!! Exclamo llevándome una mano a la zona de las costillas. Siento como se me vuelven a humedecer los ojos, pestañeo rápidamente para evitar volver a ponerme a llorar. Si, supongo que tienes razón. Pero... Sabrán los demás que estamos dentro? Ya es buena idea separarnos tanto? Comento mientras me levanto del asiento ayudada por los dos... Gracias...