Partida Rol por web

KAIJUS (DM 02-2020)

1.2: iPÁNICO EN EL MONTE IKOMA!

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07/02/2020, 15:07
Hutan Raksasa

La Hútan Rakasa sintió la amenaza de los defoliantes avanzar.  ¡Era una afrenta!   Nodos de veneno avanzando.  Su polen e insectos detectaron a quienes lo llevaban.  Hijos descarriados de la naturaleza.   O en desequilibrio, porque una horda de conejos o venados era igual de defoliante, pero para eso la Gran Madre tenía a los coyotes y pumas.  

Y ahora, la Hútan lo haría ella misma.   Si la idea era contener el veneno, tenía que cerrar, sellar para siempre esas trompas por donde saldría.  En un movimiento súbito de troncos-vainas cual músculosos brazos rodeando los cañones de los tanques comenzó a hacerlos un nudo, cual musculoso hombre de circo, tratando de no dañar a los humanos en lo posible, pues, cualquier derrame les haría daño a ellos y a la Hútan.  Esa era la naturaleza de las cosas, eso era lo que quería evitar la Kaijú.   ¡DRRAACKK!!

 

- Tiradas (1)

Motivo: ¡aplastar!

Tirada: 3d6

Resultado: 3, 6, 4 (Suma: 13)

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07/02/2020, 21:03
Director

Gran Dolgoro, sí, se pueden comer pero huyen en todas direcciones. Necesitarás Agarrar con éxito...

Hutan Raksasa, destruyes varios vehículos pero los soldados empiezan a dispararte. Es cuestión de tiempo que saquen los lanzallamas. ¿Qué vas a hacer?

Notas de juego

Perdón por la brevedad pero hoy no puedo dedicar mucho tiempo a esto. 

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07/02/2020, 22:09
Gran Dolgoro

El olor que desprendía todo aquella conglomeración de liliputienses activó las glándulas salivales del enorme ser que ahora tenía medio cuerpo metido dentro del centro comercial, mientras el olor a frankfurt, hambuguesa y kebabs llenaban sus sentidos volviéndolo una enorme máquina de tragar

Con un movimiento característico de sacar la lengua y chuparse el labio, intentó coger a un grupo de aquellos seres que no paraban de hacer lucecitas intermitentes a través de una extraña piedra negra... los muy necios estaban haciéndole fotos al titán!! 

Con el hambre desatada en su estómago de dimensiones extragrandes, su zarpa cruzó el espacio que distaba de los paparazzi junto al puesto de hamburguesas, cerró los dedos rematados en garras del tamaño de un seiscientos, y con el chirrido del metal desgarrándose se llevó a los fotógrafos, el tendero y buena parte de la mampostería del lugar.

Con un gorgoteo de júbilo engulló su peculiar festín, notando que aquello le encantaba, mientras en el lugar donde estaba el chiringuito una explosión redujo las tiendas aledañas a escombros cuando el tubo del gas, que había quedado destrozado, se acercó a la llama de uno de los fogones que milagrosamente habían quedado encendidos

Molesto por aquel leve contratiempo, que le hizo arrugar el morro, gruñó haciendo que un brazo destrozado cayera de sus fauces, levantó su mole para mirar más allá... allí al fondo había un montón de colmenas como aquella... y estaba rico!

Así pues, con una nueva dirección, se dirigió hacia la ciudad con la clara intención de acumular comida para poder anidar... si había tanta comida como parecía, y las colmenas podían ser destruidas con esa facilidad, sería sencillo transfomar el entorno en un lugar idóneo

- Tiradas (1)

Motivo: agarrar

Tirada: 2d6

Resultado: 6(+1)=7 [4, 2]

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09/02/2020, 07:03
Hutan Raksasa

La Hutan Rakasa había doblado a fuerza bruta los cañones de los tanques.  Ya no más saldría de ahí el defoliante herbicida, nunca más. 

Ahora, la selva caminante se disponía a iniciar un rítmico cántico para que la dejaran pasar.  Algo que pensó que los impresionaría.  Bueno, no sabemos realmente lo que piensa una kaijú.  

Más el resultado no pudo estar más lejos de su intención.   

Apenas sus ritmos fueron escuchados por los soldados bajo sus cascos.  A nadie le dijeron nada, aunque años después, los estudiantes de las escuelas de Osaka los entenderían y converitirían en un rítmico taiko. 

Pocos son profetas en su tiempo.  Pocos. 

Los lanzallamas estaban listos, la pobre Kaijú sólo atinaba acelerar el ritmo de algo que nadie entendía.

 

- Tiradas (1)

Motivo: Rugir

Tirada: 2d6

Resultado: 6 [2, 4]

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10/02/2020, 11:34
Ejército

-iFuego a discrecion! iDerribad esa cosa!

Privados del herbicida, los soldados usaron las armas de fuego. Las balas de alto calibre rociaron la enorme mole de hojas y ramas arrancando astillas y destrozando tallos por doquier. No era como quemarla pero parecia que estaban causando daño.

Hasta que llegaron los lanzallamas. El combustible inflamable rocio las piernas de Hutan Raksasa prendiendole fuego como si fuera un bosque virgen. El rugido ritmico de la bestia se convirtio en algo mucho mas desesperado.

-iPodemos con el! iSeguid presionando!

Hutan Raksasa, te llevas uno de daño (por lo menos, no pueden usar el herbicida), uno de Furia y tu siguiente accion sera Bloquear (Proeza de Fuerza).

- Tiradas (1)

Motivo: Reaccion

Tirada: 1d6

Resultado: 6 [6]

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10/02/2020, 11:39
Director

El Gran Dolgoro entro en Osaka por la periferia. Se trataba de una zona residencial encantadora, una zona de clase media ideal para criar a tus hijos lejos de la contaminacion y el ruido del centro. 

En ese momento, las escuelas se habian abierto y los niños corrian en bandada por las calles.

La atmosfera urbana resultaba extraña y opresiva. Ademas del olor de la contaminacion, podia sentirse un zumbido de fondo, como el aletear de muchas pequeñas alas. En el horizonte, cerca de la costa, podia notarse una nube negra y opresiva que parecia moverse bajo el sol de mediodia.

Tambien podia sentir una llamada, algo sutil, que parecia provenir de un enorme edificio de acero y cristal que se alzaba a lo lejos hacia el oeste.

En el cielo, otro escuadron de aviones se acercaba rapidamente hacia su posicion.

Parece que los de la Fuerza Aerea no te van a dejar en paz. ¿Que vas a hacer?

 

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10/02/2020, 15:17
Gran Dolgoro

Y allí estaba, ante un mar de pequeñas colmenas que precedían a los nidos de mayor tamaño de aquellos seres; si se dejaba guiar por lo que dictaba la naturaleza, los machos dominantes estarían en el centro de aquel conglomerado, justo en las colmenas más grandes. Si estaban los que lideraban a aquellos seres seguro que también tendrían allí un amplio depósito de alimentos con los que mantenerse

Una hilo de baba cayó, pesadamente, sobre un coche recién lavado aquella mañana cuya alarma, activada por las vibraciones de los pesados pasos del reptil mastodóntico, había dejado de sonar hacía apenas unos segundos. La baba, un goterón de casi cien quilos de peso, hizo que el coche se abollara ostensiblemente mientras su dueño, corriendo como alma que lleva el diablo, se encontraba ya a varias manzanas de distancia

Con un bufido por sus ollares el Gran Dolgoro inició su avance a través del mar de pequeños nidos en dirección al centro cuando, de repente, se detuvo en seco y olisqueó el aire... en la lejanía las siluetas de nuevos seres alados como los que lo habían atacado no hacía mucho se dibujaban contra las nubes mientras que aquel sonido insistente le hizo vislumbrar una peculiar nube en la distancia.

Ya se iba a encarar contra los próximos seres alados cuando aquello le llegó a su bulbo raquídeo. Era una sensación, casi una llamada, que tironeaba de él hacia una enorme colmena como la que acababa de examinar... ¿qué era aquello que le impelía a avanzar en su dirección?

Echando una ojeada a los seres alados tomó una decisión, aceleraría el paso en un intento de dejarlos atrás, buscando acercarse a la fuente de aquella insistente llamada.

Empleando toda la potencia de sus enormes patas, la criatura empezó a avanzar por el lugar repleto de seres y pequeñas colonias, dejando un rastro de devastación sin precedentes: sus pisotones aplastaban vehículos y personas sin miramientos, así como árboles y casas unifamiliares. Sus zarpas, al alzarse para un nuevo paso, golpeaban todo lo que que estaba en las inmediaciones lanzándolo varios metros más allá mientras que su cola, que se movía de lado a lado para mantener el equilibrio en su rápido avance, devastaba todo lo que sus pies no habían asolado

En uno de esos pasos quiso la desventura que un camión de gasoil se cruzara en su camino siendo lanzado con violencia, sin que el animal se diera cuenta, contra una estación de servicio cercana. La brutal explosión, casi tan alta como el kaiju, devastó tres manzanas enteras a la redonda mientras el rey de los reptiles, ajeno a aquella destrucción, siguió avanzando mientras el fuego se extendía a sus espaldas.

Ante él, al fin, se hallaba la enorme estructura que lo había impulsado a acercarse a toda prisa...

- Tiradas (1)

Motivo: zancada, hacia el edificio de cristal

Tirada: 2d6

Resultado: 6(+1)=7 [1, 5]

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10/02/2020, 17:15
Hutan Raksasa
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Motivo: Bloquear

Tirada: 2d6

Resultado: 10 [5, 5]

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11/02/2020, 11:13
Director

Notas de juego

Gran Dolgoro, te adentras en Osaka. Te cambio de escena. 

Hutan Raksasa no ha podido postear. Lo dejaremos de momento luchando contra los soldados...

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11/02/2020, 12:11
Hutan Raksasa

 

La Hutan Rakasa sintió la furia del fuego sobre sus raíces. 

¡Golpeó!   ¡Latigueó!  Arrastró de los pies, enredando como lazo de cazador a aquellos soldados que portaban los flamígeros aparatos. 

¡¿PERo QUe....?!

Poco a poco, entre latigazo vegetal y tronido, las flamas se fueron apagando, una a una las lanzallamas, como velas del cumpleaños de un general de la Fuerza G que van blinqueando lejos de su existencia. 

Hasta que sólo se oyó el quejido de los soldado en medio de un selva que, de tan densa, estaba oscura. 

La Selva Improbable, sintiéndose libre de amenaza, se dispuso a avanzar hacia donde había detectado que venía aquel químico que hacía que el bosque del Monte Ikoma estuviera dormido.  

Una selva no se puede reproducir sin estar d*e*s*p*i*e*r*t*a su contraparte, su compañera. 

 

Notas de juego

Usando el 10 de bloquear.

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12/02/2020, 11:50
Hutan Raksasa

 

La Hútan Rakasa, al ver bloqueada la acción de los lanzallamas, avanzó hacia aquella huerta de árboles transgénicos en la base del Monte Ikoma, justo a las orillas de Osaka.  

Ahí se detuvo, molesta por la tergiversación de la naturaleza.   A esos procesos de cambio había que darles tiempo, no forzarlos.  

Así que decidió que ahí sería su primera reproducción.   Echó raíz, echó flor, hechó fruto y semilla.   Si no la quitaban de su sitio, en un rato dejaría al lugar convertido en una selva, y su primera reproducción habría ocurrido! 

¡Los tambores de taiko de su madera resonaron! 

 

- Tiradas (1)

Motivo: zancada

Tirada: 2d6

Resultado: 4 [2, 2]

Notas de juego

* Usaría ahorita o después su movimiento:   Echar raíces: ganas +2 Armadura cuando clavas tus raíces en el suelo pero no puedes moverte de ese punto mientras lo hagas.

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12/02/2020, 18:59
Ejército

Raíces gruesas como tentáculos penetraron la tierra en busca de nutrientes. Hutan Raksasa empezó a emitir ingentes cantidades de polen. 

-¿Qué diablos es eso?

El que hablaba era el dueño de la plantación. 

-¿Cree que tiene que ver con ese Espécimen V de Gokuhara?

-Maldita sea, no lo sé. Él hablaba de modificar genéticamente abejas para incrementar la producción pero esto... esto... ¡esto no es nuestro!

A lo lejos, varios jeeps del ejército se aproximaban rápidamente.

 

Notas de juego

Logras reproducirte. Curas un punto de vida y descríbelo. De momento, estás a salvo  pero el Ejército se aproxima. ¿Te forzarán a cambiar de lugar?¿Qué haces?

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13/02/2020, 07:07
Hutan Raksasa

 

La selva prosperó en instantes; lo que sin efecto kaijú hubiera tomado décadas, ahora sólo tomo minutos.

Los troncos quemados de la Hútan se empezaron a regenerar, reverdecer.  El estar sembrando y criando una selva, compleja, bellísima, biodiversa, sobre lo que otrora fuera una plantación de árboles idénticos, genéticamente modificados, fue todo un éxito.   Veía, sentía, como comenzaban a crecer renuevos sobre renuevos, hoja sobre tallo, fruto sobre flor.  Y en medio de la tierra, para cuando el monte Ikoma lo necesitara de nuevo, quedó plantada la semilla diminuta pero esperanzadora de una futura Hutan Rakasa. 

Que ojalá no se necesite nunca, pues las nuevas generaciones serán más sabias que las presentes y no dañarán tanto. 

Dicho esto,    -por un monje shintoista que cuidaba el templo del monte Ikoma-    la Hútan Rakasa tenía que continuar. 

Dos cosas la llamaron.  La polución andante estaba destruyendo la costa, y avanzaba al centro de la ciudad.  Se lo dijeron las gaviotas y las grullas.  ¡Debía detenerla!

Por otro lado, había más selvas que sembrar.  En las "zonas ecológicas" de Osaka, y en la nueva tierra aperturada por la yunta más grande jamás vista este siglo.

Ya su compa el dragón-sin-fuego estaba limpiando el terreno donde debía reemerger la naturaleza.  Y ella seguiría sus pasos, resembrando vida. 

¿A donde ir primero?  

¿Primero?, ¡a detener la contaminación!

Se movió de lugar, no porque llegara el ejército, sino porque la lucha la llamaba, los niños y niñas del futuro la llamaban.  Destruía caminos y puentes a su paso, inexorable, hacia el centro. 

¿Querían una Osaka mitad parque, mitad edificios?  Si.    Bien, entre ella y Dolgoro, se las darían.   Sin querer queriendo. 

- Tiradas (1)

Motivo: zancada

Tirada: 2d6

Resultado: 9 [5, 4]

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13/02/2020, 17:59
Director

Hutan Raksasa, abandonas la zona dejando un rastro de destruccion a tu paso pero un monton de plantas polinizadas. Te diriges a la otra escena. Podras postear alli a partir de ahora.

Notas de juego

De Nuevo, perdon por la brevedad. Dia loco en el curro.