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Karjian, Cuentos de un Mundo Extraño (+18)

El Cuento de Sygurd y Walder

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20/08/2019, 10:10
HorelK

5 de enero.

Kaixan Dhun.

Clima: agradable.

Horario: por la Mañana.

Pasaron años, quizá incluso décadas desde que decidiste llegar a ese lugar, la tan extraña y temida nave de aquellos seres alienígenas que habían decidido arraigarse en Karjian como su nuevo hogar.

Los ghubiz son seres callados, misteriosos, pero de un conocimiento arcano que incluso las hadas deberían de admirar, esto es debido a que toda su vida se ve arraigada en la magia, su tecnología, sus costumbres y su motivo de seguir en pie es básicamente mediante ella.

Los tiempos actuales están sumidos en una completa tensión nunca antes palpada.

Los enanos enemistados con sus vecinos los ahobs, los balam en guerra contra los lupinos, los humanos ganando cada vez más terreno en el ámbito político internacional, los elfos apagándose lentamente en su propia burbuja, las hadas casi extintas y los nephilims encerrados en la que hoy en día podría considerarse como tu hogar.

Habías oído sobre la enemistad forjada entre tus hermanos de raza y sus hasta hace poco compañeros, los ahobs, quienes, a pesar de seguir viviendo en el mismo territorio, se han entremezclado en una maraña de conflictos internos que dieron espacio a problemas raciales (out: imagina que los enanos son como los estadounidenses y los ahobs como mexicanos, están en un mismo territorio pero entre los dos se odian a pesar de necesitarse mutuamente).

Sin embargo, estabas demasiado lejos de casa para poder preocuparte de lleno en ese tipo de problemas, ya que te habías enterado no hacía mucho que te han designado un compañero de habitación, un humano, uno que debías guiar dentro de la nave ya que nunca la había pisado.

 

La infraestructura en general de Kaixan Dhun es simplemente maravillosa, el casco exterior da la verdadera sensación de ser una ciudad que flota incesante sobre el suelo, mas adentro se puede percibir que es un edificio de proporciones gigantescas, lo suficientemente grande como para albergar a toda Egartana Sky.

La nave cuenta con varios pisos, ocho en total, cada uno enfocado a una tarea, una ciencia a ser enseñada o aprendida tras cada una de sus puertas, tienen habitaciones para los estudiantes, para los magos maestros, bibliotecas varias, comedores y un patio de tal enormidad que se necesita todo el piso superior para acogerlo.

Tu conocías todos esos pisos casi como la palma de tu mano, el piso superior esta al aire libre, cuenta con vegetación de todo tipo, fuentes con agua que las riegan e incluso algunos animales viven en dicho lugar debido al gran espacio y a la variedad de plantas.

El segundo piso es el lugar prohibido para todo aquel que no pertenezca a la raza de los ghubiz´uq, cualquier intruso es rápidamente expulsado del mismo y poco se sabe del lugar, aunque tu sabías que es una suerte de lugar de reuniones, dormitorios para estos seres, oficinas e incluso habías oído sobre una especie de laboratorio donde ahí centran sus investigaciones.

El tercer piso por su parte es casi igual de prohibido como el anterior, en este lugar se reúnen grandes archimagos de toda Karjian junto a los ghubiz para concretar alianzas o pactar intercambios de estudiantes con algunas de las pocas escuelas exteriores que aún quedan en pie.

El cuarto piso es el lugar exclusivo de los estudiantes de elite, es decir, una zona enfocada a habitaciones con dormitorios privados, es donde por lo general son albergados los nephilim reclutados, aunque también es una zona donde los maestros se quedan para reposar durante las noches.

El quinto piso es una zona de aprendizaje, todos los alumnos acuden a la misma para expandir sus conocimientos arcanos y donde expertos de todas las razas imparten clases.

El sexto piso está enfocado a las bibliotecas, a los laboratorios de pociones, a los talleres de investigación y es donde se encuentra tu lugar de trabajo.

El séptimo y último piso es donde te encuentras tu junto a muchas otras criaturas de razas variopintas, que llegaron a la ciudad por invitación o por otro tipo de trato, es decir, algunos son refugiados, otros simplemente son viajeros que lograron el favor de algún ghubiz y otros más son personales de limpieza y mantenimiento de la ciudad.

Por lo que te era normal ver rostros nuevos todos los días.

Es una especie de barrio bajo donde cada habitación es una vivienda aparte, nunca antes habías tenido compañero alguno dentro de la tuya, pero cuando se veían atiborrados de personas como era actualmente el caso, por vez primera te habían asignado uno, un humano, de buen parecer que llego hasta tu vivienda con equipaje.

Un par de ghubiz lo escoltaban y lo colocan frente a tu puerta esperando que tú le ayudes a ubicarse mejor.

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20/08/2019, 10:10
HorelK

5 de enero.

Kaixan Dhun.

Clima: agradable.

Horario: por la Mañana.

Los tiempos actuales están sumidos en una completa tensión nunca antes palpada.

Los enanos enemistados con sus vecinos los ahobs, los balam en guerra contra los lupinos, los humanos ganando cada vez más terreno en el ámbito político internacional, los elfos apagándose lentamente en su propia burbuja, las hadas casi extintas y los nephilims encerrados en la extraña nave que había llegado a Karjian no hace más de un par de siglos.

Por lo que el hecho de que te hayan seguido hasta al cansancio, no pareciendo eso un reclutamiento, sino una especie de cacería disfrazada con buenas intenciones, te había extrañado de sobremanera.

Los pulpos (out: es un término peyorativo contra los aliens, nunca lo uses frente a ellos) estaban realmente interesados en tus capacidades mentales, al parecer, nunca habían visto a un humano con ese don tan particular, aseverando que lo más probable es que seas el único de tu especie.

Por lo que lograron llevarte hasta su extraña nave que hoy en día funcionaba como una gran escuela de magia para todas las personas que pudieran pagar sus costosas mensualidades o para aquellos que nacieron bajo la marca natural de pertenecer a ciertas razas de elite.

Llegar a la nave consiste en una travesía un tanto…particular.

Se debe escalar por unas montañas de altitud regular, generalmente valiéndose de caballos u otras monturas igual o más agiles, hasta cierto punto donde las mismas encuentran refugio en una suerte de taberna enfocada a los viajeros que desean pasar luego a la ciudad flotante.

A partir de dicha taberna, se debe caminar por un pasaje rocoso que va en ascenso hasta una arista que sobresale de la montaña, ya ahí, se atraviesa un puente el cual finalmente da acceso a la nave.

Sin embargo, este es uno de los muchos accesos que tiene aquella escuela, el acceso más “comercial” por decirlo de alguna manera.

La infraestructura en general es simplemente maravillosa, el casco exterior da la verdadera sensación de ser una ciudad que flota incesante sobre el suelo, mas adentro se puede percibir que es un edificio de proporciones gigantescas, lo suficientemente grande como para albergar a toda Egartana Sky.

La nave cuenta con varios pisos, ocho en total, cada uno enfocado a una tarea, una ciencia a ser enseñada o aprendida tras cada una de sus puertas, tienen habitaciones para los estudiantes, para los magos maestros, bibliotecas varias, comedores y un patio de tal enormidad que se necesita todo el piso superior para acogerlo.

Al ser un humano, al no pagar nada y al ser un sujeto de estudio, los ghubiz que te habían escoltado, decidieron asignarte un compañero de cuarto el cual resulta ser un enano forjarunas, otro ser bastante particular que al parecer ya era un residente del lugar.

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20/08/2019, 23:26
Walder

No sé si me debería sentir halagado o frustrado, pero he acabado en la nave de los "pulpos" por la constante insistencia. Imagino que debemos compartir ciertos rasgos que le fascinan, probablemente y no me equivoque, me consideren el humano más interesante de Ergatana Sky...

Pero yo sólo quería un retiro espiritual, una vida alejada de problemas y recuperar a mi familia a golpe de monedas, para trasladarlos a un entorno mejor. Y trato de convenerme, de que quizás lo que pueda aprender de esta gente, me sea útil para cumplir mi sueño... aunqué siempre me pregunto a qué precio.

Quizás si podamos colaborar para que todos seamos felices... pero eso ya lo decidiré cuando entienda mejor a qué juegan.

Dejando a un lado esos pensamientos, creo que la mayoría me deben confundir con un hechicero, por mis ropajes, mi bastón y mi intelecto, por no hablar de mi belleza y don de gentes, que podría inspirar a los bardos más profundos. Ni miento ni desmiento, que piensen lo que quieran.

Aunque he notado miradas de envidia de aquellos que saben que yo no pago. Debo andarme al tanto con esa gente, incluso las moscas pueden ser peligrosas en manada.

Por eso, trato de comprender un poco mejor mi entorno, empezando por la persona que han asignado a mi habitación (o a mí a la suya mejor dicho). Es un enano, eso me llama la atención, no esperaba ver a uno por aquí, quizás nos podamos llevar bien, ante este ambiente tan extraño:

-Me pregunto cómo se deben vivir aquí las tormentas. Soy Walder -le ofrezco la mano, junto a una sonrisa- y me temo que tu nuevo compañero de habitación, si te sirve de consuelo, no ronco por las noches.

 

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21/08/2019, 13:47
Sygurd Runargéntea

Años, quizá décadas, ¿quién lleva la cuenta? Tanto da. La cuestión es que yo, Sygurd Runargéntea, Enano forjarunas, me estoy convirtiendo en un mago. Uno de verdad. Mi abanico de hechizos es tal que impresiona incluso a los ghubiz (a veces). Fallo, claro, en la potencia de los mismos, pero sólo es cuestión de tiempo que lo consiga. Tengo los conocimientos, el resto es entrenar la potencia...

Los ghubiz son extraños a la par que hospitalarios. Llego en sus instalaciones tal cantidad de tiempo que cuesta pensar en qué les pueda estar aportando a ellos para merecer tal dispendio. Y pese a todo sigo disponiendo de mi cuarto, de comida y de acceso a sus libros y profesores.

Pero finalmente ha pasado algo, algo que corta mis rutinas y amenaza mi tranquila y enriquecedora existencia: me han asignado un compañero de cuarto. Y es un humano. Tal vez hubiera preferido un enano, pero siendo como soy un paria entre los míos tal vez sea mejor así. E incluso sé hablar su idioma.

─Bienvenido a Kaixan Dhun, Walder ─comenzó el enano a la vez que estrechaba la mano del humano─. Soy Sygurd Runargéntea y no te preocupes por los ronquidos, yo sí lo hago, jajaja. Ven conmigo, te enseñaré esto...

La siguiente hora la pasa haciendo de guía al recién llegado, explicándole a grandes rasgos lo que haya en la nave alienígena:

Su cuarto, ninguna maravilla ni en cuanto a espacio ni en cuanto a comodidades, es suficiente para dos, una pequeña vivienda en sí misma. Está ubicado en la séptima planta, la inferior, donde compartimos espacio con criaturas de lo más variopinto, llegados a la ciudad por invitación u otros tratos (refugiados, viajeros que consiguieron el favor de algún ghubiz, personal de limpieza o mantenimiento...).

Sobre ésta, el sexto piso, se dedica a bibliotecas, laboratorios de pociones, talleres de investigación y donde está mi lugar de trabajo.

El quinto piso es la zona de aprendizaje, donde he pasado innumerables horas atendiendo a clases.

El cuarto piso es lugar exclusivo de los estudiantes de élite, en general los "privilegiados" nephilim, además de los maestros. Obviamente yo no soy uno de ellos. Ni Walder.

El tercer piso es de acceso restringido, destinado a las reuniones de grandes archimagos de toda karjian junto a los ghubiz para concretar alianzas o pactar intercambios de estudianes con las pocas escuelas de magia exteriores que aún quedan en pie.

El segundo piso está prohibido, es sólo para los ghubiz'uq y se cuentas cosas bastante escabrosas de los que han osado intentar adentrarse en él. Mejor ni intentarlo. Dicen que ahí descansan los ghubiz, donde trabajan y donde investigan.

El primer piso, contra todo pronóstico, es una especie de gigantesco jardín al aire libre, con vegetación de todo tipo, fuentes con agua para el riego de la vegetación e incluso algún animal. Es como un bosquecillo, pero a cientos de metros sobre el suelo...

─Y eso es todo de momento. ¿Preguntas?

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21/08/2019, 18:45
Walder

El buen humor del enano me resulta congagioso y logra arrancarme una risa con lo de los ronquidos, por lo que estrecho la mano con fuerza y convicción, dando a entender que me siento a gusto.

No se hace esperar que me enseña la nave, con un recorrido bastante intenso de cada sección, me siento maravillado por la complejidad de la nave, desde fuera parecía menos. Lo cierto es que eso me da curiosidad, y yo sé que mi debilidad es el exceso de curiosidad y poner las normas patas arriba.

Del cuarto al segundo piso, siento cierto interés, me pregunto si yo tengo acceso al cuarto, pero lo comprobaré más adelante. El que más curiosidad me da sin duda es el segundo, que está terminantemente prohibido. Y aunque no hago señales de ello, mi mente viaja hacia ese piso.

Finalmente nos detenemos y el enano me hace la pregunta:

-Ante todo, te agradezco mucho la guía, si puedo hacer algo por ti no dudes en consultarme, ya que vamos a ser compañeros de habitación, también me gustaría que poco a poco seamos amigos. -le dedico una sonrisa- pero dime, si no te importa, ¿cuál es tu papel en la nave? ¿Eres un visitante? ¿Un estudiante? -por el tono de voz, revelo cierta sorpresa, especialmente porque lo que menos te esperas, por sus tendencias, es ver a un enano. Aunque trato de que no resulte ofensivo.

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23/08/2019, 13:53
Sygurd Runargéntea

─No hay de qué Walder, no hay de qué. ¿Mi papel en la nave, dices? Bueno, llegué casi como un refugiado, pero ya entonces sabía hacer un tipo de magia, la rúnica, que los ghubiz no conocían lo suficiente. Conseguí que me dejasen acceder a la nave a cambio de trabajar para ellos, de manera que supongo que se podría decir que trabajo para ellos a cambio de alojamiento, comida y adiestramiento arcano. Estoy intentando convertirme en un buen mago, pero nunca hubiera pensado que podría llevarme tantísimo tiempo. Me se muchos hechizos, muchos, de verdad, pero lo que me falta es mejorar mi potencia. Tal vez me haya estancado ya, no lo sé... ─reflexionó el enano en voz alta.

El enano era de una edad difícil de adivinar para un humano: era calvo, no presentaba canas en su oscura y frondosa barba y no lucía demasiadas arrugas así que, ¿cuántos años podría tener? ¿30? ¿40? ¿80? ¿Qué sabe un humano de la forma de envejecer de los enanos?

─Y tú, ¿cómo has acabado aquí? ¿Querías estudiar magia? ¿Vienes a servir? ¿Te han ofrecido refugio?

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23/08/2019, 21:32
Walder

-Vaya, admito que nunca he visualizado a los enanos como artífices de magia, pero lo cierto es que eres el primero al que conozco, así que me dejo llevar por los tópicos, espero no haberte ofendido al preguntarte. ¿La magia rúnica decias? Me suena haber leido algo de palabras que se activan al leerlas, aunque la verdad es que de eso no entiendo mucho.

Muestro un poco de incomodidad al mostrarme ignorante al respecto, quizás por el deseo insconciente de no querer parecer tonto. Me siento un poco aliviado cuando me pregunta cual es mi papel. Por lo menos me sirve para cambiar de pensamientos.

-Pues ni a servir, ni a estudiar, ni refugiado... -le dedico una sonrisa- Creo que represento una anomalía histórica, tengo una capacidad para usar el cerebro y lograr cosas con el poder mental.  No con reglas arcanas, sino por mi simple voluntad. Algo muy extraño, y como creo que desean saber más de mí, y especialmente debemos compartir algunas similitudes, fui invitado una y otra vez a subirme a la nave.

Lanzo un suspiro.

-Hasta el punto del acoso me temo, así que decidí concederles la oportunidad de seducirme en la nave para que puedan observarme de cerca, y de paso ver si así acabado el protocolo puedo reanudar mi vida. Seguramente querrán tontear conmigo sobre cosas que podrian enseñarme y eso, pero yo no soy mago ni lo pretendo. Mis únicos límites son mi propia fortaleza mental. Aunque... -sonrío cómplice al enano- ... la visita por la nave me ha llamado la atención, así que mi curiosidad empieza a tomar su propio rumbo, y es probable que el plan de nuestros anfitriones haya funcionado a fin de cuentas.

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25/08/2019, 15:04
HorelK

Año 1001 de la Segunda Vida.

Cuando el mundo estaba al borde de la completa destrucción por parte de las fuerzas del caos, los últimos regentes de todas las naciones, tuvieron que acudir a la ayuda de aquellos seres que habían condenado a estar encerrados en los cielos donde eran vigilados celosamente.

Los Ghubiz´uq, extrañas criaturas que llegaron a Karjian sobre una nave tan colosal que se asemejaba a una gran ciudad flotante, recibieron con completa calma a los reyes elfos, humanos, enanos, a los consejeros balam y ahobs para en su hogar que hasta ese momento no era otra cosa que una prisión de la cual tenían terminantemente prohibido escapar.

Los seres del espacio, escucharon atentamente a aquellos hombres y mujeres cuya desesperación fue tal que no tuvieron otra opción que acudir a los tentaculares seres, a quienes tanto temían.

Cierto es que fue una jugada completamente arriesgada, puesto que, hasta ese momento, los magos al servicio de las coronas, no estaban bien capacitados para percibir las energías caóticas que provenían de la Dimensión de Fuego.

Sin embargo, contra todo pronóstico, los ghubiz´uq decidieron ayudar a las fuerzas karjianas solicitando a cambio su libertad para poder obrar la magia a la que hicieron renunciar.

Algunos no estaban de acuerdo, pero en vista de que los dragones no se detendrían ante nada ni nadie, no tuvieron otra cosa que aceptar a regañadientes y fue así como aquellos seres duchos en las artes arcanas como solo las hadas podrían ser capaces de igualar, se unieron a una batalla a la cual ofrecieron un contrapeso en la balanza que se inclinaba notoriamente a las fuerzas de la Dimensión del Fuego.

Fue entonces, así como surgieron las escuelas arcanas dentro de la ciudad flotante, donde los magos podrían aprender y mejorar aún más sus capacidades mágicas para entonces así enfrentarse a los agentes del Caos.

Esto claramente no agrado a Puudban U'i Tsainka, el general dracónido quien raudamente poso sus ojos sobre la ciudad flotante a la cual decidió atacar con varios de sus agentes.

Sin embargo, los ghubiz´uq no eran un hueso duro de roer, fueron capaces no solamente de eliminar a casi todos sus atacantes, sino que su misma ciudad casi no se vio afectada por los feroces ataques de los dragones a quienes hasta ese momento eran considerados invencibles.

Solo una marca de las garras del mismo Puudban, permanecieron por los anales de la historia, como un recordatorio del poder y la fuerza de un general dragón por primera vez derrotado.

Notas de juego

Historia que Sygurd deberia saber debido al tiempo que lleva en el lugar.

Los dragones estan extintos por cierto, fueron derrotados gracias a los magos que salieron de esta nave, por eso se los trata con tanto respeto.

Cada mago que salga de este lugar con el debido reconocimiento (certificado de Kaixan Dhun), es rapidamente contratado en casi cualquier ciudad para cualquier tipo de tareas dentro de la misma.

En cambio las otras escuelas magicas no cuentan con ese respaldo por parte de las naciones, un mago puede aprender magia en cualquier escuela...si, pero le costara ser reconocido y conseguir un puesto estable.

La Marca de Puudban se encuentra entre el sexto y segundo piso, o sea, al costado de la nave, son las marcas de tres garras que si bien dañaron levemente el casco exterior, no lograron penetrarla.

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26/08/2019, 22:21
Sygurd Runargéntea

─Elemento de estudio, pues. Como si fueras un libro arcano, tiene su gracia. Bueno, a lo mejor no. La posibilidad de que tú acabes en una mesa de disección es mucho más elevada que la mía. Jejeje, ejejejeje. Es broma, es broma. Aunque, bueno, estamos hablando de los que consiguieron llevar a la extinción a la raza de los dragones en Karjian... Naaaaah. No, seguro que no. ─por desgracia toda broma tiene siempre un poso de verdad y el sugerir una posibilidad y luego decir que no existe tal posibilidad difícilmente consigue que no te lo plantees. El tono de broma de la conversación decayó varios enteros.

Cruzo los brazos y frunzo el ceño para, a continuación, estudiar la alta (al menos para mi) figura de Walder.

─Espero que no se te ocurra ninguna tontería. Llevo bastantes años aquí y los humanos tenéis fama de "liarla". Les he pillado cierto cariño a los cabeza-de-calamar, ¿vale? Y la gente en serio que desaparece si se aventura donde no debe en esta nave. Me caes bien y ya me había hecho a la idea de compartir habitación...

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28/08/2019, 19:13
Walder

La broma del enano me hace sonreir levemente, mientras pienso en ello. Admito que esa idea se me había pasado por la cabeza, incluso a la inversa, coger yo a uno de ellos para entenderme mejor. En cualquier caso si quiero aspirar a una vida normal, debo evitar tales tentaciones.

Asiento al enano con conformidad sobre buscarme lios:

-Los humanos solemos diverger por muchas direcciones, lo admito, pero te aseseguro que no pretendo causarte problema alguno. Yo también me he hecho a la idea de tener un amigo por aquí. doy unas palmadas recuperando el tono alegre de antes- Bueno, ¿y cual es la rutina? ¿Qué nos toca?