Partida Rol por web

Pero no estaba liada también con un pez gordo?

Así que vuestra misión consistirá primero en matar a uno de los cabecillas de una de las células, y la segunda misión será secuestrar a su hija, que sabéis que se acuesta con el jefazo de la mafia china.

 En la sinopsis pone esto.

Shadow ahuyento a los pocos supervivientes, despegándonos el ya bastante despejado camino, para ir hacia arriba y acabar con Fu Manchu. Me dirigí ahora ya sin mas pausas arriba iba acabar con esto ahora. Abrí la puerta por la que había visto que había salido Fu Manchu y me dispuse a volarle la cabeza de una vez por todas. ¡SI TE ENTREGAS AHORA TE PROMETO QUE NO TE DOLERÁ!... Mucho.- Grite sin mucha creerme que funcionara esa treta.-Espero que el jodido chino no haya tenido tiempo de huir.

Miró a su amiga.- No necesito escapar, necesito que les digas a tus compañeros que abandonen la misión, no quiero que muera mi padre, ni que me torturéis...- Ves a la chica bastante preocupada, a la vez que desconfiada. Los hombres están apuntando ahora sus armas contra ti. Se palpa una gran tensión.- No ando metida en ningún lío, simplemente sigo los pasos de mi padre.- dice convencida de sus creencias.

Subes arriba, hacia donde vienen los ruídos. Al final, tras subir un par de plantas sales a una especie de azotea muy grande con un helipuerto. El helicóptero está poniéndose en marcha, parece que lo acaban de encender. Dentro está Fu-Manchu, pero para llegar a él tienes que enfrentarte a unos veinte tíos más fuertes que los que has visto antes. Posiblemente es una batalla perdida hacerlo tú solo, pero nunca se sabe... el hecho es que Fu-Manchu se está intentando escapar. Y los chinos disparan contra tí nada más abrirse la puerta.- Muere sabandija.- Dice uno de los forzudos.

Sales a la calle, ves una callejuela estrecha. Parece un lugar tranquilo. No hay rastro de la policía aún. En el lugar hay algún prostíbulo, tienda de comestibles y algún que otro bar, posiblemente todos pertenecen a la misma mafia, la china.

Te quedas embobado mirando al dj que sigue acojonado mientras tú te diviertes dándole alguna patada y tal. Cuando te aburres te das cuenta que Wellan ha subido a por el chino y que el otro se ha ido por patas acojonado. Menuda maricona.

John no entendía nada. Allí no había policía, ni luces, ni sirenas, ni nada. Lo mismo había entendido mal. Igual no habían dicho policía y era otra cosa. Se encogió de hombros y decidió volver a lo que estaban. Entonces se le ocurrió una brillante idea. Con el barullo que habían montado él y sus compañeros, deberían haber dado la alarma y decenas de chinos habrían salido corriendo hacia la puerta trasera del local, por donde habían entrado, dejando desprotegida la entrada principal. ¿Y si probaba a entrar él por allí?. ¡Qué buena idea! 

La puso en marcha.

Volvió a la puerta principal y miró si estaban los dos gorilas de antes. 

Me rio sonoramente. No recordaba que fuera tan ilusa, puede que no siguiera tan parecida después de todo. Me quedé mirándola con una amplia sonrisa - Mi querida Chin, ¿en serio crees que esa panda de animalacos mercenarios me harán caso si les digo que os dejen en paz? No seas crédula, esto no es el patio de la escuela. Pero como he dicho, estoy dispuesta a echarte una mano. Ahora mismo soy la única manera que tenéis de salvaros, puede que incluso pueda salvar a tu padre. Pero ya te lo he dicho, tienes que confiar en mi - ignoré las armas que me apuntaban y la miré seriamente.

La chica no parece confiar en tí.- Solo confiaré en ti si eres capaz de traer aquí a mi padre con vida. Entonces haré lo que me pidas, cuando él esté a salvo.- Acto seguido hace una señal, los guardias empiezan a empujarte hacia fuera.- Hasta entonces, estaré aquí esperando.- Dice medio pensativa. Los guardias te devuelven las armas y cierran las puertas ante tí. Todo vuelve a estar oscuro en ese piso.

Al abrir la puerta el muy cabrones estaba intentando huir con un helicóptero, y no solo eso había como veinte tipos acribillándome a tiros eso me recordó a mis misiones para la OTAN, que recuerdos mas bonitos, como por ejemplo aquella vez que estábamos que nos enfrentábamos a las milicias de no se que país balcánico, esos cabrones si que eran buenos tiradores no como estos chinos, acribillaron a todo mi pelotón pero yo y Alferd conseguimos hacerles retroceder, me pregunto donde estaría ahora Alfred seguro que había abierto la panadería con su novia, después de este trabajo quizá debería ir a verle.
Y aunque mis divagaciones mentales no eran un impedimento para luchar con elllos, eran muchos, por lo que tuve que utilizar mi arma secreta mi fiel rifle de asalto FN P90 de fabricación belga, la mejor arma que existe.

-Tragad plomo belga, ¡cabrones!

Comienzan los disparos, te deshaces fácilmente de algunos forzudos que estaban a tu alcance, pero algo inesperado sucede: El helicóptero levita un poco y gira hacia tí. Una ametralladora incorporada en la parte delantera comienza a disparar balas de alto calibre "RATATTATATATATATTATATATATA" sin descanso las balas golpean todo tu alrededor, incluído a tí. Una vez que estás algo agujereado en el suelo comienza a tomar altura para irse... y desaparece finalmente. Tus múltiples heridas comienzan a brotar. Los demás te miran y sonríen.- Dejad que se desangre, vámonos.- Y acaban por irse por la zona donde tú entraste. 

Genial.Empecé a colocarme las armas - ahora tengo que salvar al chino que tengo que matar. De puta madre. Con lo sencillo que sería petarme a esos gorilas y llevarme la, pero eso no me soluciona nada. Cuando terminé, baje las escaleras y sali a la calle con gesto pensativo.
Me pille una birra en un tasca de mala muerte y segui mi camino de vuelta al club. Saque el móvil y llamé a Wellan - donde andais, atajo de idiotas?

No hay nadie, el lugar lo habéis peinado a tiros.

Te suena el teléfono, necesitarás ayuda para levantarte... lo miras y es la puta de Brooke.- ¿Dónde andáis, tajo de idiotas?.- te dice. Tu aún te estás recuperando sentado en el suelo, apoyado en la pared.

Jonathan entra por la puerta como si nada, pero en pose molona, preparado para saltarle a la cara a quien aparezca con ganas de pelea, con su famosa patada voladora.

En la primera planta no hay nadie, pero en la segunda los tiros han cesado. Descubre a Wellan cosido a tiros y tirado en el suelo hablando por teléfono. Está apoyado en una pared.

Sí que se ha liado gorda.

Johnathan avanza sigiloso cual gacela hasta las escaleras que suben al piso de arriba, en la posición del tigre rabioso, preparado para atacar a la menor amenaza.