Partida Rol por web

Ni bien las campanadas anunciaron las cinco y media de la tarde, todos se reunieron en el hall de entrada. Marjorie Dietrich, la directora, se aclaró la garganta para llamar la atención de los estudiantes. - Quienes pasan por primera vez noche de Halloween en St. Agnes, no tengan miedo, no hemos tenido incidentes desde hace un par de años, y esperamos que se mantenga de esa forma. Espero el mejor comportamiento por parte de ustedes. - La mujer miró de reojo a un par de estudiantes que tenían fama de revoltosos. Había oído recientemente de lo sucedido con el salón de arte y lo de la sala de estudiantes, aunque no dijo nada. Ya encontraría otro momento para reprender a los implicados. - Un grupo de profesores y preceptores estarán al cuidado de ustedes durante la noche y se asegurarán de que las cosas no se salgan de control. Será una noche de diversión sana, esperamos no encontrarnos con disgustos. - Dicho esto, la directora se despidió de los estudiantes y les deseó suerte. Hacían años ya que la directora y un grupo de profesores - ya mayores - no participaban de la acampada, cosa que muchos estudiantes agradecían.

Los estudiantes, cargando con las carpas y bolsas de dormir, fueron dirigidos por los profesores en dirección al bosque. No tardaron en atravesar los muros del internado y adentrarse en la frondosa vegetación del exterior. Pudieron observar como el sol, completo y refulgente hacía unos minutos, ahora se esfumaba en un tenue resplandor ¿En qué momento se había ido? La tarde se extinguía a una velocidad insospechada y esa agonía le resultaba opresiva. Un recordatorio de que nada era para siempre. Siguieron caminando por un buen rato hasta encontrarse con el claro en donde se asentaba el campamento todos los años. En el centro de éste, aún se encontraban los restos carbonizados de todas las fogatas anteriores. Deberían armar las carpas y encender al fogata antes de que oscurezca.

La consejera estudiantil se paró delante del grupo antes de que éste pudiese dispersarse e hizo sonar su irritante silbato para llamar su atención. - ¡Hola! Soy Libby, la consejera estudiantil. - Se presentó innecesariamente con una gran sonrisa. Entre sus manos sostenía un portapapeles con los nombres de todos los presentes. - ¡Bien! Este año hemos planeado algo un poquito diferente, para ir cambiando las cosas y las dinámicas de St. Agnes...

A la mujer le brillaban los ojos como un niño en una tienda de juguetes, entusiasmada por contarles su fantástica idea. - Este año seremos nosotros quienes asignemos sus compañeros de carpa ¿A que no es divertido? - Libby ignoró los quejidos generales y siguió hablando. - Es una buena oportunidad para conocer a ese compañero con el que nunca hablaste ¿Y quién sabe? Quizás nazca una bonita amistad.

Libby empezó a recitar los nombres de los grupos de a tres a cuatro personas, los cuales ya los tenía anotados en los papeles que tenía. Una vez que terminó, hizo sonar el silbato para llamar la atención de los estudiantes que no paraban de quejarse. - ¡Muy bien! Ahora que ya conocen a sus nuevos amigos, debemos empezar a armar las carpas antes de que anochezca, así que ¡Manos a la obra!

- Esto tiene que ser una broma... - Karen no disimuló su expresión de disgusto al observar a quienes serían sus compañeras de carpa. - Y justo cuando pensaba que este día no podía ser peor.

- ¡Animo! Seguro que será divertido... - Naomi intentaba ser positiva, aunque de momento no veía ninguna diversión compartir carpa con la reina y su némesis. - O interesante, al menos. - Murmuró un poco nerviosa.

João miró a su alrededor sin entender mucho de lo que estaba ocurriendo, pero manteniendo su típica sonrisa contrastante con los quejidos del resto. - ¿Uh? - Por la expresión de muchos, supo que algo no iba bien. - ¿Qué ocurre? - Preguntó en general en un torpe inglés con un marcado acento.

Felicia? De verdad? Es que acaso es esto un castigo? Ya tengo todas las fotos que necesito de ella!!!

Y Naomi? En serio? Me cae bien y todo, siempre dandole pelea a los profesores, pero... es de color! No puedo dormir con una chica asi, o si? Y quien carajo es Samantha George?

Esto tiene que ser un error. Por un momento desee volver a la Ouija. Mire a Felicia de reojo, sabia que a ella tampoco le agradaria la idea. Podia quedarme con Samantha pero las otras...

Solo se me ocurria cambiar de lugar sin que lo notaran. Karl estaba con Bill asi que hablaria con Felicia acerca del cambio y estaba segura que me cubriria solo por esta vez. Y Bill haria lo propio en su carpa.

Recogi mis cosas y me coloque donde nos tocaba armar la carpa. Como demonios se arma eso? Ademas eso es cosa de hombres. Esto era una pesadilla. Asi que me di media vuelta a pedir ayuda a Bill para armar la carpa.

Había llegado hecha una rosa, tras un largo baño me sentía mejor, estaba junto a Karl, esperando que la directora hablase, mientras sonreía adorablemente, la acampada era algo esperado por todos, estaba sinceramente feliz mientras llevaba mis cosas.

Hasta que la directora hablo y luego la consejera, mire con horror la lista, ¿Qué significaba aquello?, me quede en mi lugar, ósea en donde estaba, mientras me quedaba horrorizada, ¿cómo que iba a tomar carpa con Elizabeth? Que me pusieran  con otra! Ya sabía que era amiga de Ciel y todo eso, pero aquella chica era peligrosa! ¡Se había reído mientras veía a Paul drogarnos!

¡No me pueden poner un delincuente juvenil al lado! ¿Quiere matarme acaso?, de acuerdo, quizás el baño no hubiese hecho mucho por calmarme y yo estuviese más alterada de lo normal y quizás la idea de que Karl y Felicia pasaran la noche en otra carpa cuando llevábamos planeando aquella acampada tanto tiempo me enfadaba más de lo esperado, pero aquel día había sido horrible y la frustración comenzaba a darme su precio.

Vi como Hwan.. Hwansea?.. no espera empezaba con S.. ah, esa ... se retiraba del lado de Felicia y no solo me sorprendi, sino que comence a arder por dentro.. iba a... "tranquila o notaran lo que pasa, me dije" y apartando los ojos de ella me lleve una mano al cabello mientras buscaba con la mirada a quienes serían mis compañeras de grupo… aun así, en medio de mi frustración, mi molestia comenzaba a tener nombre y apellido. 

A las 5 y media estuve junto a todos escuchando a la directora. Ella nos suelta una charla aburrida, y me mira un poco cuando habla del comportamiento. Venga, tampoco soy tan... ¿Por qué engañarme a mi misma? Le doy una sonrisa angelical. Joder que cuando quiero soy muy buena.

La directora se fue y por poco salto de la emoción. Mejor que esa vieja no venga, sino sería muy aburrido. Yo quiero alcohol. Llevo mi mochila, junto un saco de dormir y la tienda que ibamos a usar. Durante el camino escucho músico con mis cascos, alejándome del mundo.

AL llegar nos dicen que tenemos que poner nuestras tiendas. Ningún problema con eso. Ciel y yo la montaríamos en segundos.

O eso pensaba cuando escuche hablar a esa tal Lebby o como se llamase. Maddy y yo... Pareja rara, sé que es compañera de Ciel de cuarto pero no me agrada del todo. No sé de que pie cojea. Pero intentaré tratarla bien por Ciel.

La mujer dice que va a ser muy divertido.

Un jiji y un jaja constante.- Digo irónica y rodando los ojos.

Camino hacia un buen lugar y comienzo a montarla. Yo no voy a buscar a ningún chico para que me ayude, eso solo lo hacen las princesas desvalidas. Me dan ganas de fumar un poco, pero prometí dejarlo y por ahora voy bien llevo casi 2 semanas sin fumar.

Veo a Maddeline mirándome a lo lejos.

Venga, muñequita, que entre las dos lo vamos a hacer más rápido.- Le digo alzando la voz. Paciencia Elisa, paciencia.

¿Y quién demonios es Julie?

Para la acampada, Karl llevó ropa cómoda, decidiendo ir al estilo de Cruella de Vil con la mitad derecha de color blanco y la izquierda de negro. Le repelía la idea de dormir en una carpa, tan cerca de los insectos y la suciedad. Agradeció haber elegido unas zapatillas negras y no las blancas, pues la suciedad las hubiera arruinado. Llevaba junto a él sólo su mochila de lienzo negra, había conseguido que un imbécil que quería impresionar a Felicia llevase su bolsa de dormir y la de sus amigas.

Durante el camino hablaba animadamente con sus amigas, en su mochila había metido una petaca de vodka y el rubio estaba seguro que les esperaba una gran noche. O así fue hasta que la irritante consejera hizo su anuncio.

Karl tenía la expresión de quien chupó un limón demasiado ácido. - ¿Me quieren poner con el psicópata? ¿¡En serio!? - El rubio se horrorizó ante la terrible idea de dormir con aquel freak. - Bueno, al menos estaré con Andy y João... - Pensó para reconfortarse.

- No pongas esa cara, Maddie. A ti no te toca dormir con Norman Bates. - Intentó animar a su mejor amiga. Karl examinó de arriba a abajo a Elisabeth y no pudo evitar reprimir una risita. - ...bueno, no es que tu compañera sea mucho mejor.

Cuando Elisabeth llamó a Maddie, Karl se encogió de hombros y se dirigió hasta donde estaba el pobre João, tan perdido y guapo como siempre. - Significa que dormimos juntos. - Le dijo, enganchando su brazo con el del chico descaradamente. Karl buscó al resto de sus compañeros de carpa con la mirada, esperando que no apareciesen nunca si era posible.

No sabia porque pero me senti nerviosa de pronto hasta que senti una mirada penetrante y perforadora entro los demas chicos. Era la chica pantaleta. Asi la llamabamos Carter y yo.

(Blumer es un tipo de pantaleta o bikini aqui en Venezuela) (Tal vez Haily lo vio en Internet, =)  )

No sabia porque la furia momentanea pero le devolvi la mirada. No era mi culpa tener estar aqui y yo tampoco queria estarlo. Felicia no movia un dedo, Rain no parecia ser colaboradora tampoco asi que me sente sobre mi bolso de Gucci y levante los brazos a los cielos clamando porque algun hombre levantara nuestra carpa. Aunque si nadie lo hacia no importaba. No iba a dormir alli. Y estaba segura que Felicia levantaria un dedo y alguien la armaria.

Donde estara Carter....

Con discrecion vi que la Maddie seguia mirandome y con una sonrisa le enseñe mi dedo. Y digo discrecion porque una señorita no hace esas cosas.

Solté una risa leve y dulce con la broma de Karl mientras le dirigía una mirada dulce y encantadora, apartando los ojos de la niña sin nombre cuando esta se sentó, y comenzó a hacer algo… ¿practicaba la alabanza del señor? “Quizás desee sustituir a Brad en los vaters... realmente es un lugar encantador, para ella , claro”* al tiempo que echaba mi cabello hacía atrás en un gesto estudiado.

-Por lo menos tendrás mejor compañía que yo… Joao y Andy son…agradables- dije dulcemente sintiendo en cierto modo un poco de envidia de él… mire de nuevo a Elisabeth y suspire  “mientras no fume demasiado me doy por servida”– nos vemos – me despedí de todas porque Karl ya se había lanzado sobre Joao y camine con paso sereno hasta Elizabeth con el cabello suelto moviéndose al brote de una brisa.

Hasta que llegue al lado de Liz, a diferencia de Ciel, con ella no tenía más trato que una mirada, observe como llevaba lo de la carpa, si estuviese con Felicia bastaría un gesto de ella para que  esta estuviera hecha, en silencio reconozco que es un buen lugar.

-Hola… Elizabeth ¿verdad?- sonreí de manera ligeramente agradable mientras la observaba montar la carpa, tenía ante mi dos opciones, dejarla hacer… o ayudarla, la última opción no me agradaba,  pero en verdad quería volver un rato con Karl… “es una suerte que sepa que hacer” hice un ligero gesto – Bueno.. . ¿Cómo ayudo? –pregunte, tan perdida como un Poodle entre Terriers.*

Una vez recibidas las instrucciones o la parte, empiezo a hacer lo mio, en un particular silencio. 

Julie se mostró impasible ante el anuncio de Libby, aunque no podía negar que secretamente estaba decepcionada, había estado planeando sobre la acampada con Naomi durante días para que ahora sus planes se vieran botados a la basura sin más. Se acercó a sus nuevas compañeras de carpa con gesto aburrido y empezó a dirigirles.

- Bien, Madeline ¿No? Empieza por ayudarme a clavar las estacas. Sostenlas con firmeza y cuidado con los dedos. - Julie no quería perder el tiempo, además de que mientras más rápido terminaban, más tiempo tendría con Naomi luego.

Evidentemente la Caralpargata de la Srta. Loud, no sabía lo que estaba provocando: Había mezclado zorras con gallinas, personas más o menos normales (¡¿Había alguien normal en St. Agnes?!) con auténticos sacos de mierda... Y no había más que fijarse en las caras de la gente para darse cuenta de los disgustos que estaba provocando.

Por supuesto, yo no iba a ser la excepción y ¡joderr! Me había tocado ¡con el rubito reinona! Y encima le habían puesto al lado a un efebo al que el otro echaba unas miradas golosonas que no hacían albergar la más mínima duda sobre sus intenciones. No me importa lo que haga cada cual con su vida privada, pero si hay algo que tengo meridiano, es mi orientación sexual y tenía clarísimo que prefería dormir a la intemperie antes que con un tapón en el culo.

Andy podía hacer lo que quisiese, pero quedarse en aquella tienda expuesto a que algo le "salpicase" (nunca mejor dicho) era algo realmente peligroso para su trasero, en especial en compañía de aquellas dos florecillas del bosque.

En cuanto pude, me fui directamente a hablar con Karl, pues quería dejarle bien clara la situación:

- Escucha: Voy a ayudar a montar la tienda, pero no me esperéis esta noche. Yo dormiré en otro sitio.

Realmente podía haber dicho por las buenas lo que pensaba, pero me podían colocar la etiqueta de homófobo a la mínima... Y ya llevaba demasiadas etiquetas colgadas en el St. Agnes. Quedaba mejor lo que le había dicho a Karl. Además así, sin dar detalles, que seguro que se pensaría cualquier fantasía disparatada y además, él estaría encantado de tener vía libre para entabicar a su Tenorio, y yo, de paso, me libraba de incómodos requiebros de "la bella flor".

Entre mi ropa, llevaba disimulada la tablet con la batería a tope, para navegar por Internet unas cuantas horas hasta que me venciera el sueño: Serían como mucho dos o tres horas y después podríamos volver al colegio... ¡Vaya mierda de celebración de cumpleaños! ¿A quién se le ocurre haber nacido en el puto Halloween?

- ¡Sr. Skargard! -gritó la Caralpargata- ¡Su tienda debe colocarse aquí! -gritó mientras señalaba con el dedo el suelo debajo de ella- ¡Venga! ¡Deprisita! ¡¿No querrá que se haga de noche con la tienda sin montar, verdad?!

- No, Señorita Loud. No quiero. Ya voy...

​¡Qué torta tenía en esa cara de imbécil!...

Brad seguía mascando el asunto de la oija… ahora su cabeza estaba pensando en qué clase de enfermedad mental tenían sus compañeros para hacer esta clase de bromas. Este internado estaba lleno de violencia. Cuando no te hacían daño físico, te humillaban socialmente o te intentaban asustar hasta con fantasmas. Odiaba este sitio, con todas sus fuerzas. Y se odiaba a sí mismo por no saber encajar. Por ser un pringado. -Ojala lo de la oija fuera real y pudiésemos celebran una fiesta al estilo “Carrie”, cobrarme con telequinesis todo el daño que me habéis hecho.- Pensó mirándolos a todos, como si la felicidad que mostraban fuese una patada en su estomago.

Cuando escuchó sus compañeros de tienda se sintió aliviado. Era una buena noticia. De haberle tocado con alguno de los monstruos su noche podría haber sido un infierno, Pero Carter le caía bien y Alfie no le parecía mal chaval. Cualquiera pensaría que los tres eran el resto de la ecuación, lo que quedo después de emparejar a los demás: el empollon, el chico del que solo nos importa su hermano y el rarito friki de las pelis de terror. En cualquier caso era buena mezcla.

Cuando dieron las tiendas, él se cogió el manual de instrucciones. Desplegando ante si todas las piezas para comprobar que estaba todo antes de empezar a seguir minuciosa y escrupulosamente las instrucciones.

-Necesitare un poco de ayuda…- pidió cuando vio que para clavar las estacas hacía falta fuerza… y no fuerza jedi sino fuerza, fuerza.

Ok, mi carpa seria un completo caos, entre la bitter, la yisusfan y la princess...hay que estar demente para aprobar semejante mezcla...suspire resignada, aunque había traído mi carpa, una pequeñita para dos personas, no sabia si me la dejarían armar, de todas formas intentare no ir a la cama temprano, veré si leo algo junto a la fogata o escucho música, quizás a Liz se le ocurra algo mas entretenido, recorrer un poco el bosque tampoco es mala idea.

Me hice el animo y comencé a armar la carpa, mire a Liz y Maddie...al menos no le había tocado tan mal a ellas...volví a mirar a mis compañeras...sera un caos.

No espere a que alguna me ayudara, estire la carpa en el suelo para definir bien donde pondría las estacas, las reparte en los vértices y comencé a armar los vastagos que sustentarían el techo, la verdad me daba igual si tenia que armarla sola o no, era claro que no era de esas nenitas que solo sabían arreglarse el cabello y las uñas.

Aun pensaba en lo que había ocurrido en la sala de castigo, aquella broma me había helado la sangre y me daba cuenta que terapia no estaba del todo terminaba como pensé, seria bueno pedir una cita extra con mi Doc, tampoco tenia tantas ganas de venir, habría preferido ir a casa de mis abuelos y compartir una partida de ajedrez u hornear un pastel de miel, extrañaba su casa, extrañaba mi taller y apenas llevábamos dos meses de clases.

Madeline se presenta con una sonrisita. Parece inofensiva. Me recuerda un poco a Ciel hace unos años, pero no es ella. Más que nada porque ni Ciel ni yo seguiriamos a ninguna tirana como Felicia.

Parece que el destino quiere que pasemos juntas el día.- Me río recordando aquel cuarto de castigo.- Tú eres maddy la amiga de Ciel.

Le digo eso para que entienda que Ciel me ha hablado bien de ella. Julie llegó, bueno supongo que es Julie. Porque la chica tampoco se presenta ni nada. Comienza a dirigir a Madeline como de la gana. Oh, odio las mandonas.

Oh, también es un placer conocerte, Julie.  - Mi ironía es bastante notable.- Va a ser una noche realmente divertida. 

Veo una piedra grande en medio de donde se supone que irá la tienda, además de algunas ramas. Voy a recogerlas y tirarlas lejos. Despejar el área donde vas a montar la tienda.  Más tarde nos puede resultar incómodo o doloroso dormir encima de estas cosas.

Comienzo por colocar la tienda en el suelo y la ato con diversos cables, mientras ellas acaban de clavar los postes.

Veo a Ciel de lejos... Y así paseo mi mirada entre todos. Veo de reojo a Bill, sé bien que hoy es su cumpleaños..

¿Bebéis alguna?- Pregunto mirando de nuevo a mis compañeras.- No me refiero a agua, desde luego.

Mire a Elizabeth mientras sentía sus ojos estudiarme rápidamente, titubee un poco mientras ella hablaba y luego reí solo un poco con su alusión, a mí no me había parecido gracioso en lo absoluto, de solo recordar lo ocurrido, a fuerza costumbre mantuve la sonrisa en labios.

-Eso parece- conteste mientras la miraba hablar, entonces menciono a Ciel- si, al menos eso creo –mire a Julie que llego dándome las instrucciones, que había pedido y asentí, yendo con ella.

-Sí… De acuerdo- respondí mientras me inclinaba y extendía las manos para sostener las estacas, con fuerza y cuidado “al final no he tenido mala suerte” pensé hasta que, claro… Elizabeth hablo y le dirigí una sorprendida mirada antes de volver a concentrarme en lo que hacía. La ironía de su voz podría haberse servido en un plato, suspire y me mantuve en silencio, mientras ayudaba. Mientras hacen cada una lo suyo echo una mirada de reojo en dirección a Ciel, que hace las cosas sola, por el momento, Karl que ahora mismo parece compartir palabras con Bill, el ex de Ciel… y así.

Volví a concentrarme en lo que hacía, mientras escuchaba la pregunta de Elizabeth, forme una sonrisa de caramelo y simplemente reí solo un poco mientras negaba con la cabeza.

-Me temo que no Elizabeth- “a menos que esté hablando de un buen vino, cosa que sinceramente… dudo mucho” complete en mi mente.

Adrien , Drew !! Volvemos a coincidir hoy jajajaja. Espero que se os haya pasado ya el calentón por lo de antes-saludaba Paul mientras se acercaba a ellos que ya estaban donde iban a montar su carpa- 

Vamos, no seais tan duros, estamos todos perfectos y nos hemos escaqueado de limpiar, tan sólo trataba de implantar el espíritu de este día en la sala, se os veía a todos muy apagados.

Comenta esto mientras empieza a rovolver en su mochila... 

Hacemos un trato? mirad aquí, esta vez de forma totalmente voluntaria, os lo prometo...


He escuchado que han puesto "detectives" cuando salimos del internado y también aquí dentro, para tratar de controlar quien introduce y vende drogas por aquí,  y también a los consumidores. Así que he decidido optar por unas vías más legales, el paquete me ha llegado directamente a la escuela!!

Sabía que en el fondo eran buenos tíos, y yo los había cabreado bastante, así que era el momento de ofrecerlas la pipa de la paz, o quizá algo más fuerte... Los dos parecía que tenían la mala hostia por estado natural, y joder, no iba a permitir que le contagiaran su mala uva, haría todo lo posible por cambiar eso, Halloween era una de sus noches favoritas, cuando todo el mundo podía fingir ser otra persona...