Partida Rol por web

Knights Code [+18]

Capítulo 5: El Dolor del Caballero

Cargando editor
15/12/2021, 01:43
Yurrax

 Casi de manera completamente sincronizada, Yurrax soltaría su lanza a la vez que lo hacías tú para poder tener libertad de reaccionar a tus feroces y un tanto desesperados golpes, bloqueándolos velozmente mientras permanecía aferrándose con la otra mano al guantelete, hasta que finalmente uno de tus golpes, a pesar de haberlo bloqueado con el brazo, le haría apartarse arrastrando los pies varios metros por el suelo, pero no sin haberse llevado la forma del guantelete con él.

 Habiendo cumplido su objetivo, el rubio haría añicos los restos de la reliquia en su mano antes de arrojarla a un lado, observando como tu naturaleza dracónica empezaba a aflorar debido al intenso dolor sufrido por la maldición: tal vez lo peor no era el dolor como tal, sino el hecho de no saber que tanto había empeorado hasta que ya lo estabas experimentando.

 -¿Esto es lo que defiendes? ¿A un reino que fue incapaz de ayudarte a curar una maldición? ¿O es que acaso tú no fuiste lo suficientemente fuerte para llevar a cabo los sacrificios necesarios...? -preguntó Yurrax mientras su lanza, en el suelo, se iba desvaneciendo. -. ¡Es tu última oportunidad, Cromwell! ¡Acepta que eres débil, y yo te daré el poder que necesitas! -con esa declaración, Yurrax volvería a lanzarse con un veloz impulso hacia ti, echando ambas manos hacia atrás por un lado de él antes de golpear con ambas palmas hacia ti utilizando una fuerza bruta, imitando una especie de arte marcial.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Ignora la primera tirada, me equivoqué con la dificultad.

Alanís: 29/60 | Marca Maldita (-5 a tiradas de Fuerza y Habilidad)

Yurrax: 45/60

Cargando editor
15/12/2021, 02:06
Alanís Cromwell
Sólo para el director

Alanís tomó un momento para examinar sus opciones. Si tuviera un momento ciego, sería capaz de arrancarse el brazo, pero no era realista el hacerlo en ese momento sin quedar completamente vulnerable.

Reaccionó interponiendo ambos brazos, afirmándose en el suelo, arrastrando las suelas que soltaron chispas contra el suelo de roca. Cerró un ojo al contacto y apretó la mandíbula aguantando las ganas de gritar.

-El poder...no significa nada...si no puedo hacer lo que quiero con el...

Elevó la mano sana, manteniendo el brazo malo cuidando su guardia, y cerró el puño para dejarlo caer con fuerza sobre la cabeza.

- Tiradas (3)

Notas de juego

El total de golpear es 26.

El daño es 12 porque el +5 -5 de la situación actual se anulan entre sí, lol

Cargando editor
15/12/2021, 02:57
Yurrax

 Tus palabras harían al hombre chasquear la lengua con molestia, segundos antes de alzar la mirada hacia tus puños que, si bien pudo poner en medio los brazos cruzados para intentar bloquearlos, acabaría viéndose superado por tu fuerza bruta de forma que el suelo bajo sus pies se agrietó, y sus piernas acabarían cediendo tirándole contra el piso.

 -S-Siempre has sido así... -comentó mientras se esforzaba por ponerse en pie, siendo que aunque le gustase disimularlo habías logrado causarle una buena cantidad de daños, incorporándose lentamente delante de ti. -. Terca... Orgullosa... Nunca te arrodillaste ante las adversidades... -tomándose un respiro del combate, que de alguna manera se transmitió a ti impidiéndote atacar por sus palabras, el dragón se llevaría una mano al pecho con decisión. -. Siempre me he preguntado... ¿Cómo lo haces? -al decir aquellas palabras, te dirigió la mirada junto a una ligera sonrisa, la cual con ella te traería una nostálgica sensación que se reflejaría con visiones de otra persona.

 sacerdotegigantecaballeradragonicagranjeroelfoyo

 caballeradragonicagranjeroelfoyo

 caballeradragonicayo  

Caballera Dragonica

 

¿Cómo es que lo haces, prima...?

  Visiones fugaces que no duraron más de unos instantes, sobre todo porque Yurrax no perdería el tiempo al volver a cargar con sus puños, lanzando una serie de veloces golpes.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Alanís: 29/60 | Marca Maldita (-5 a tiradas de Fuerza y Habilidad)

Yurrax: 33/60

ta sea, puse "daño" en el modificador de la tirada de daño, y el bono lo puse en la dificultad: tiré un crítico a la basura xddddd

Ejem: a partir de ahora, en cada turno, tirada de Voluntad dificultad 13 para evitar un -4 en tus tiradas de ataque/defensa (no las de daño).

Cargando editor
15/12/2021, 03:33
Alanís Cromwell
Sólo para el director

En la breve pausa, Alanís apoyó la espalda a la pared. Sintió que el peso del combate comenzaba a calar, porque me parecía estar escuchando un tono distinto en Yurrax. Un timbre similar al que conocía de hace tiempo, acompañado de gestos.

-¿Jo?

Dijo esto con un susurro, comprendiendo. Yurrax había mencionado distintas partes necesarias para su retorno. Ni siquiera se le había ocurrido. Imaginaba a Jo en algún, algún pueblo, ayudando de la forma en la que creía conveniente en pequeñas y grandes cosas que concernieran a las gentes de la zona. Pero de alguna forma había terminado envuelta en algo así.

La armadura se agrietó, y sutilmente había sangre que comenzaba a asomar de las mismas. Con las malas nuevas, había reaccionado más lento. Pero, trataba de ignorar las cosas demasiado complicadas en pro de mantenerse lúcida. Si mano tembló un poco y se movió rápido, yendo directo a encontrarse con el cuello ajeno. Ni siquiera era un golpe, pero tenía toda intención de estrujar la zona.

Para ese punto, el apoyo en la pared era lo único que le mantenía de pie, y sentía que uno de sus ojos había sido dañado con uno de los golpes más recientes, por lo cual lo mantenía cerrado.

- Tiradas (4)
Cargando editor
16/12/2021, 01:23
Yurrax

 El dragón fue incapaz de interponerse entre el avance de tu agarre hacia su cuello, sintiendo como tu mano se aferraba a sus vías respiratorias con esa fuerza monstruosa que caracterizaba a los de su raza, pero aún con las venas hinchadas el dragón fue capaz de soportarlo durante el breve tiempo que le tomó tomar impulso con uno de sus brazos para golpear el tuyo y obligarte a soltarlo, tomándose no más de un instante para recuperar el aliento antes de, teniéndote contra la pared, recubrir sus piernas con aquellas escamas negras que le permitirían cargar contra ti con una feroz embestida: la posición en la que le habías dejado le impidió ser tan rápido como le gustaría, pero en el estado en el que te encontrabas optaba más por la fuerza bruta que por la técnica.

 -¡Estás acabada, Cromwell! -gritó.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Alanís: 14/60 | Marca Maldita (-5 a tiradas de Fuerza y Habilidad) | Sangre dracónica (+5 a tiradas de Fuerza y Habilidad)

Yurrax: 33/60

Cargando editor
16/12/2021, 02:15
Alanís Cromwell
Sólo para el director

He sido...severamente dañada...

Alanís había atajado el avance, pero fue arrastrada por el mismo. Sin ambos brazos no podía mantenerse en sitio nuevamente golpeó la pared, pero está vez el sonido de metal estallando en astillas algunos trozos de metal se incrustaban en su carne a lo largo de todo el torso, que se estrujaba contra la pared de la cueva, hundiéndose en la misma a la fuerza. Lo sentía, pero sentía más el dolor continuo del brazo malo. Era similar a una multitud de heridas abiertas a la fuerza por un hierro ardiente.

Con una patada con la planta del pie, liberó el hueco del agujero de Yurrax, pensando en su próximo movimiento, y se despegó del agujero de golpe, en silencio. Apenas había hecho quejidos o sonidos de disconformidad durante esos choques, pero dio un paso firme, y un segundo desequilibrado. Por un segundo pensó que quizá la parte metálica del calzado de habría deformado para perder el balance, pero sencillamente eran las piernas cediendo. Cayó de costado y el cabello dorado se desparramó en el suelo gris y rojo. Apenas sintió el impacto de la caída.

Era una vista patética, seguramente.

Incluso si los caballeros no eran invencibles, siempre debían dar la imagen de serlo. Este sencillo concepto le había llevado a establecerse en los años anteriores. Un caballero poderoso y confiable, que aparentemente pudiera soportar lo que sea. No importaban los golpes o la situación, si ese caballero era enviado, resolvería el problema.

Sin embargo, en ese momento su cuerpo no le obedecía. Lentamente, había puesto un mano sobre la roca, pero no conseguía la fuerza suficiente para despegarse del suelo.

- Tiradas (1)
Cargando editor
17/12/2021, 16:28
Faith Edrielle

Como me imaginaba, era mala idea ceder y confiar en Samael, por muy buenas que fueran mis intenciones y por mucho que quisiera seguir confiando en el, no solo llevaba razón sino que ahora todas se empezaban a dar cuenta. Siempre fui la menor de mis ocho hermanas, pero en este momento me sentir la mayor responsable de todo... Nunca debí dejar que el pelirrojo tomara tanto control y menos aún si nuestra madre no lo sabía.

Tenía que haberme negado desde un principio, y eso eran mis mayores pensamientos mientras trataba de aguantar tales tensiones alrededor de mi cuerpo viendo como el resto de mis hermanas caían. ¿Por qué? deberia ser la pregunta, si eramos menores en poder y resistencia que ellas... ¿Como seguía despierta? Y sin embargo mi cabeza solo seguía centrandose en Samael y su malvado plan

-NO SABES LO QUE ESTAS HACIENDO - Repetí al tiempo que lo decía Ordinem viendo salir de mi interior - El caos y el orden, jamás los tendrás, jamás podrás usarlos, no los entiendes, no los comprendes. IGUAL QUE A NUESTRA HERMANA - le grité con mis últimas fuerzas mientras lagrimas corrían por mis ojos - Si quieres ver a nuestra hermana sufrir por tu culpa... ADELANTE - Ordinem perdoname, pero juro que te rescataré. Mi palabra como hada de la luz y la creación están en juego. Juro que volveré a traerte conmigo, igual que ayudaré a Fio a traer a Caos de vuelta. No somos como el resto de usuarios, y te lo voy a demostrar. Crearé la posibilidad que siempre has buscado, te lo juro

-ES TODO TUYO, SUFRE EL DOLOR QUE LE VAS A PROVOCAR POR ARREBATARLE LO QUE MAS QUIERE - Y simplemente no me contuve, dejé que extrajera a Ordinem de mi para que obtuviera lo que quería y todo aquello acabara...

Aunque claro, no podía acabar con todo aquello. Ahora Samael tenía lo que quería y a cambio las ocho hadas de los elementos primarios estabamos fuera de combate... Bueno, todas salvo dos. Aún podiamos hacer algo ¿Pero el qué? Pocas opciones había y... Yo tan solo quería salvar a mis hermanas y a Muramasa... Viendo a Fio de lejos tan solo podía apretar mis puños, pero si aún me quedaba una gota de mana en el cuerpo, pensaba usarla para el bien - F-Fio... L-lo siento... tenía q-que haberme negado... P-pero... S-si aún confías e-en mi... ha-hazme un favor... - Fue entonces que con mis últimas fuerzas intenté incorporarme, sin siquiera comprobar si las piernas me responderían ¿De que serviría hacerlo? - Para crear algo... debo destruir algo... Si aún tengo el poder del orden y la creación... Espero que esto sea suficiente para salvar a mis hermanas - Llorando incluso, posé las manos en el suelo agotada

-Protege, junto a Muramasa, a nuestras hermanas - le pedí entonces a Fio dicho favor antes de empezar a distribuir todo lo que quedara de mana en mi interior hacia un único hechizo - Por el poder de la creación que aún habita en mi interior, y de la luz que lo guía, que el poder de las hadas me de fuerzas para invocar un último hechizo. Que portales se abran para salvar a mis hermanas y a nuestro valiente caballero y protegerlas de este nuevo mal que resurge en forma de abominación, que la luz guie todas al lugar más seguro para ellas y que puedan recuperarse y que a cambio tomes todo mi mana y el de esta montaña, si te es necesario. - Abrí entonces los ojos para ver a Fio y sonreirle ya que había realizado tal casteo del hechizo, un último acto de voluntad que pondría en peligro mi vida, a cambio de salvar el de las demás... Pues quería corregir mi propio error - P-o-r-t-a-l d-e l-u-z - Deseando que por todo lo que me había enseñado Ordinem y que por lo que me restaba de mana, fuera suficiente para sacarnos a todas de allí y alejarnos lo más posible de Samael

Notas de juego

Aquí mi idea Ender: El casteo es por mera narrativa XD que me ha molado el discursito, pero en fin, quiero meter a Faith en mana 0 y también combinarlo con el hechizo de Ordinem para crear cosas, que aunque no tenga a Ordinem en mi interior, imagino que aún tengo el remanente dentro suyo o algo así, combinarlo los dos para crear un metodo de escape para las hadas y Muramasa y al mismo tiempo un obstaculo al destruirse la montaña (que no los cristales) para Samel, ya que imagino que la montaña se le vendrá encima. Si hace falta, o incluso si se puede, también destino parte de esa magia de portal para salvar a Lily o protegerla del derrumbe, en plan mini aegis XD

Tu me dirás si te tiro algo o que.

Cargando editor
18/12/2021, 17:26
Jonathan Santa

  -¡Oh! -sorprendido por tu idea, Jonathan le haría un gesto a los matones para que siguiesen tu indicación, la cual tal como dijiste provocaría que los bolsillos del hombre se quedasen vacíos más rapido además de que su rostro rápidamente empezó a cambiar de tono por el mareo. -. No hay nada que agradecer: todo por mi chica favorita -aseguró tu jefe, guiñándote el ojo con una sonrisa.

Cargando editor
18/12/2021, 17:27
Cytla Calatia

Vi conforme como iban cayendo más cosas de los bolsillos de ese caradura mientras que para mi alegría se iba mareando cada vez más, antes de que me guiñase el ojo diciendo que lo hacía por su chica favorita -¿Ah si, soy tu favorita?- no pude evitar preguntar con una sonrisa algo pícara en el rostro con mi habitual gesto de llevarme mi índice a mis labios mientras le miraba -Pues para ser tu favorita aún no me has invitado a comer ni nada, jiji- le dije riendo al final por si con eso podía aprovechar un poquito... aunque si me decía que no tampoco pasaba nada, estaba de broma.

Cargando editor
18/12/2021, 18:07
Jonathan Santa

 Aquel momento íntimo traía muchos recuerdos del pasado, momentos que marcaron un comienzo de su relación y un cambio en sus vidas más allá del trabajo...

  Usualmente, al escuchar tu comentario, Jonathan se habría reído y hubiese dado una respuesta para seguir la broma, pero en aquella ocasión se quedó callado durante unos breves segundos mientras miraba hacia otra parte.

 -Bueno... Conozco un lugar donde se puede cenar muy bien... -comentó, dedicándote una mirada de reojo esperando tu respuesta.

 Pero más allá de eso, también existían aquellos recuerdos que solo fracturaron aquello en lo que habían trabajado, momentos que hubiesen deseado no haber pasado, y que fueron el motivo de tanto dolor...

 -¡C-Cytla, por favor! ¡Puedo explicarlo! -decía desesperado Jonathan mientras intentaba sujetar una de tus manos. -. Y-Yo...

Cargando editor
18/12/2021, 18:26
Cytla Calatia

Cuando me dijo aquello de un lugar donde cenar... no pude evitar mantener mi dedo sobre la comisura de los labios, pero no la sonrisa... sonrojándome mientras le miraba atentamente no fuera que estuviera bromeando... pero no era el caso. Al igual que él, durante unos breves segundos me quedé callada... antes de responder asintiendo con la cabeza -Me parece bien...- le dije volviendo a recuperar la sonrisa entre el sonrojo... aunque sin duda esta vez no era pícara... sino alegre de haber aceptado esa "cita."


Intentaba marcharme de la oficina... con el corazón destrozado y lágrimas en los ojos -Callate, ¡CALLATE!- le mandé a callar apartando sus manos con fuerza e ira -¡No me tienes que explicar nada, ya he visto las cuentas, ya lo he hablado, YA LO SE TODO! ¡Pensaba que cuando hablaba de mi sueño tu lo entendías, que de verdad querías que consiguiera salir de este mundo para cumplir mi meta... PERO NO SOLO ME ESTABAS ROBANDO PARA NO CONSEGUIRLO, SINO QUE ME ESTABAS UTILIZANDO PARA SEGUIR TRABAJANDO PARA TI!- le dije claramente cabreada... Descubrir que no solo tu jefe, sino la persona a la que amabas te robaba parte de tus ganancias con las que querías seguir tu sueño... decir que dolía se quedaba corto. Me atreví a mirarle con lágrimas en los ojos a los suyos -¡SOLO ERA UNA PUTA MÁS QUE TE ERA RENTABLE!

Cargando editor
18/12/2021, 18:47
Director

 Tras ser apartado con aquella patada, y viéndote salir del agujero en la pared, el rubio adoptó nuevamente su posición de combate al verte caminar nuevamente, pero tan pronto como tus piernas fallaron y caíste al suelo pudo tomarse un respiro, bajando los brazos mientras suspiraba pesadamente.

 Mientras seguías tendida en el suelo, Yurrax se pasaría la mano por el cabello para peinarlo hacia atrás, manchándolo con la sangre que lo cubría, antes de caminar hacia ti lentamente, tomando en el camino la lanza que habías llevado para pelear.

 -Debo reconocerlo, Cromwell... Diste un combate duro, sin embargo ese es el problema con los héroes: nunca saben cuando rendirse... -comentó, dándote una patada desde un costado para darte la vuelta y que quedases tumbada sobre la espalda. -. Una parte de mí sigue esperando que aceptes mi propuesta, pero otra sabe que nunca lo harás...

  En ese momento, el hombre levantó el arma y te apuntó con ella, lanzando una veloz y poderosa estocada directa hacia tu hombro derecho, atravesándolo hasta enterrar la punta en el suelo debajo de ti, momento en el que soltaría la empuñadura.

 -A pesar de todo, una parte de mí reconoce tu esfuerzo, y no estaría tranquilo sabiendo que te deje morir en este estado... -con esas palabras, colocaría un pie sobre tu pecho antes de agacharse a tomar la muñeca de tu brazo atravesado, aferrándose firmemente a este con el agarre mientras se iba levantando poco a poco. -. Si te irás, al menos lo harás con esa idea de pureza que tanto intentas representar...

  Dado por concluido su discurso, el brazo con el que te sujetaba Yurrax se cubriría por una capa de escamas negras que desprendían un aura de poder maligno, segundos antes de ejercer presión sobre tu pecho para que, con ayuda de la lanza, no te levantases ni movieses, y entonces empezar a tirar de tu extremidad: el dolor de los alfileres ardiendo en tu piel, ahora mezclado con el de tus músculos siendo rasgados y tus huesos rompiéndose, para que finalmente al escucharse aquel "crujido" ya no sintieses nada, solo pudiendo ver al hombre alzando tu brazo arrancado como un trofeo mientras tus ojos se iban cerrando.

 Muchas personas se preguntaban como era el otro lado: en tu caso, no había mayor placer que el no sentir más de tu marca maldita, así como tampoco la de tus heridas recibidas en combate, pero mentalmente no podías abandonar la idea de como había acabado todo. Lo habías intentado hasta el final, lo habías hecho todo por el reino, lo habías hecho todo por él...

Asegúrate de regresar...

 Resultaba que la vida del caballero era triste y dolorosa, y es que aún en la muerte no podrías dejar de vivir el tormento de tu fracaso, no mientras el deber te llamaba.

 Entonces abriste los ojos, y despertaste en aquella sala donde habías perecido, con las piezas de tu armadura retirada y tus heridas tratadas por vendas, mismas que también cubrían tu falta de extremidad evitando la hemorragia.

 -Lamento lo que hizo mi padre... -dijo la voz de aquella niña con vestido de maid, parada a unos metros de ti. -. Él antes no era así: sea lo que sea que le hizo el nigromante cambió su forma de pensar... Él antes solo quería pasar tiempo en paz con su familia, nada más... -añadió, apenada y preocupada. -. Dijo que iría por el príncipe a la mansión y luego buscaría al rey del territorio... Quiere hacerse con el trono para declarar la guerra al resto de reinos...

 Claramente, no estabas en tu mejor estado físico, y es que aún te dolía un poco el cuerpo debido a los golpes recibidos, sin mencionar lo que significaba el no tener ahora uno de tus brazos... Pero esto último traía algo bueno, y era que ya no había una maldición atándote...

Cargando editor
18/12/2021, 22:36
Director

 -No lo sabes... ¡Ninguno de ustedes lo sabe! -respondió Samael a la afirmación de Fío de que su amada no aprobaría aquello.

 Por otro lado, además de dejarle en claro lo mal que estaba todo eso, Faith le puso fácil al pelirrojo tomar a Ordinem, algoque por la expresión del ente de luz no parecía ser algo de su agrado, o al menos no le tranquilizaba.

 -¡O-Oye, es un mal momento para demostrar cosas...! -intentó decirle Ordinem, pero en el fondo entendía las intenciones de el hada. -. Diablos... No tienes remedio... Tomate el tiempo que necesites -concluyó, demostrando de alguna forma que no estaba molesto a pesar de todo.

 El falso rey hada estaba en pie delante de ustedes, convencido de haber alcanzado un poder suficiente para revivir a su amada, siendo que básicamente ignoraría por completo las palabras de Faith hasta que está empezó a conjurar, bañando el suelo de la sala en una potente luz.

 -Muy bien... Llévatelos, ya no los necesito -aseguró Samael, sin mostrar intenciones de detener a Faith mientras avanzaba hacia el cristal de Lily.

 Los cuerpos inertes del resto de hadas permanecerían en el suelo mientras eran bañados por la luz de Faith, al igual que lo hacía Fío, Muramasa y la propia conjuradora de hechizos de luz, pero no parecía que fuese a ser suficiente...

Seria un fracaso como hermano mayor si te dejase todo el trabajo...

  Luego de que la voz de Edén resonase en el lugar, los portales se fueron abriendo y las paredes de la cueva empezaron a agrietarse como si algo las estuviese aplastando desde afuera, algo que a Samael no le preocupaba dada la forma en la que se acercaba a tocar el cristal de Lily. Finalmente, todos a excepción del pelirrojo empezaron a caer por los portales, y lo último que pudieron ver fue el cristal de su hermana deshaciéndose poco a poco tras el contacto de su amante.

 A diferencia de otras veces, el recorrido por el portal no fue un viaje inmediato al otro lado: en su lugar, se trasladaron a través de un túnel de luz en el cual flotaban en una sola dirección. Si bien Fío se encontraba hace poco al borde del colapso, y Faith estaba segura de que lo iba a alcanzar tras su acción, ambos sentían poco a poco como su maná se regeneraba.

 -Y pensar que todo acabaría así... -dijo nuevamente la voz de Edén, cuyo cuerpo se desharía en magia mientras un segundo cuerpo aparecía con las mismas partículas. -. Quería creer en Samael, pero por si las moscas use mi magia para crear una copia con la mitad de mi poder y me limite a observar bajo un hechizo de invisibilidad mientras me aseguraba de que no había nada raro... -explicó el chico, mirando con lástima los cuerpos del resto de sus hermanas hadas, antes de volver su atención a ustedes. -. He modificado el hechizo de Faith para darme tiempo a transferirles mi magia y que recuperen parte de su fuerza... Me gustaría hacerlo con todos, pero realmente dudo que esto sea cuestión de cantidad... -se cruzó de brazos, suspirando. -. Lo único que puede detener al caos y al orden son ellos mismos, por lo que lo mejor es hacer que ustedes dos se recuperen lo más posible... No me gusta hacer esto, sin embargo... Tengo que dejarlo todo en sus manos, hermanitos -concluyó mostrando una de sus mejores sonrisas. -. Pero que no se les suba a la cabeza, ¿okey? Cuando solucionen todo esto y las cosas regresen a la normalidad, yo seguiré siendo el primero en la lista para el trono hada.

Cargando editor
19/12/2021, 00:14
Jonathan Santa

 Destrozado por aquella situación y tus palabras, Jonathan caería arrodillado, suplicante.

 -¡Por favor, Cytla! ¡Escuchame! ¡Lo que sucede es qué...! -pero cuando estaba por explicarse, fue incapaz de completar la frase, chasqueando los dientes con rabia. -. Tsk... ¡Cytla, yo...!

 -Te amo, Cytla...-comentó Jonathan luego de incontables minutos que pasaron volando mientras intercambiaban el calor de sus cuerpos, recuperando el tiempo perdido y dejando salir los sentimientos que habían retenido hasta ahora. -. Sé que... las cosas no están en una situación fácil, pero... sin importar lo que pase a partir de ahora, estaré feliz ahora que estoy contigo... -confesó, dedicándote una honesta sonrisa.

Cargando editor
19/12/2021, 01:03
Cytla Calatia

¡Deja de hacernos daño a los dos!- le grité al ver que era incapaz de soltar ni una sola explicación, mirándole con lágrimas en los ojos -¡Te he pillado Santa... No intentes engañarme ahora! ¡No me digas ahora que me quieres, deja de mentirnos!- le dije, yendo hacia la puerta, llorando enormemente -No juegues más con mi corazón... snif...- dije entonces al final desolada... antes de cerrar la puerta de un portazo tras de mi.

Esos recuerdos estaban... pero ahora -Ah... Te amo Jon...- le respondí a Jonathan después de aquellas palabras, mirándolo mientras manteníamos nuestros cuerpos desnudos pegados... después de aquellos momentos tan intensos como lo fueron antaño, habiendo hecho todo lo que en estos años queríamos hacer, sin más sentimientos reprimidos ni ahora mismo nada que nos separase. Le continué escuchando, hablando sobre la situación que teníamos encima... que era de todo menos fácil y lo demás -Lo mismo digo...- le dije devolviéndole la sonrisa... pero luego, le di un pequeño chorlito en la frente soltando una leve risa -Jiji... pero no seamos pesimistas... Es una situación difícil... Pero la conseguiremos superar. Para así... estar juntos todo el tiempo del mundo...- le terminé diciendo al final, antes de darle un beso más en sus labios.

Cargando editor
19/12/2021, 13:24
Alanís Cromwell

Alanís tuvo un sueño repleto de pesadillas vagas donde caía y no podía levantarse. Lo único que habría podido hacer antes de eso era evitar gritar, o eso trató pero igualmente lo hizo antes semejante situación. Fue un segundo de dolor extremo, y luego sangre, más dolor, y alivio.

Incluso en su descanso, su consciencia estaba aferrándose a la vida. En otro momento podría haberlo aceptado, solo suspirar y entregar el espíritu. Pero las cosas no estaban ni por asomo tranquilas como para permitírselo. Sin embargo, había un límite de dónde podía llegar la terquedad, uno donde el cuerpo no podía seguir sin ayuda.

Príncipe...

Casi se le antojo que iba separándose de las pesadillas con este pensamiento, y sintiéndose más cómoda.

Hasta que noto que si estaba más cómoda. Tenía rastros residuales de dolor, pero no significaban nada realmente. Se sintió desconcertada un momento, y la cabeza aún le daba vueltas, pero ubicó con quién estaba, e inicialmente tuvo un pequeño sobresalto, pero escuchó mientras se hacía consciente del todo. Había vendajes alrededor de la frente, y cayéndole sobre un ojo que tardaría un tiempo en sanar, y sobre todo el torso y el muñón vacío, que sentía había sido  tratado propiamente para dejarse liso en lugar de descarnado.

-...vistiendo a una hija de sirvienta...me preguntaba qué pasaba con eso...

Volvió a cerrar el ojo un momento, para abrirlos y enfocar mejor la visión.

-...gracias. Sigo aquí porque interveniste. ¿Cual es tu nombre? -probo ir poniéndose de pie en lo que decía esto. Era algo desequilibrante el no tener un apoyo, pero tras unos momentos lo logro. No diría que estaba de vuelta en su completa salud, pero se sentía como hacía muchos meses no lo hacía: completa, irónicamente.

-Camina conmigo, por favor.

Instó a esto mientras encontraba su ritmo, lada abandonar con urgencia la sala y devolverse al exterior, esperando que Cefeloon estuviera bien.

-Puede que no sea alguien en quien confiar esperanzas considerando mi fracaso...pero dime. ¿Que quieres para ese hombre...? ¿Muerte? ¿O...sientes que hay algo de él ahí dentro aún? Hay gente en el castillo real que es posible pueda reparar lo que le hicieron. Escuchar tu deseo al respecto es lo mínimo que puedo hacer, por la persona que me permite continuar mi labor.

Cargando editor
05/01/2022, 03:27
Fío Edrielle

No… Es culpa mía… Soy yo quien… te convenció… Oír a Faith decir eso le partía el corazón. Tenía razón. Debería haberla escuchado—. ¿Qué…? ¡Faith, no! ¡No lo hagas! —Pese a que toda energía había abandonado su cuerpo, de alguna manera reunió fuerzas para gritar.

Entre toda la confusión, logró ver a Faith a través del polvo. Cruzaron miradas, y la expresión en el rostro de su hermana le hizo temerse lo peor. «¡No…!». Por momentos, pensó que sería la última vez que la vería.

Sin embargo, de pronto oyó una voz que no esperaba. Fío miró confundido el cuerpo inconsciente de Edén, preguntándose qué estaba ocurriendo. Pero aquello no importó, pues enseguida todos se vieron transportados fuera de allí, mientras la cueva se derrumbaba. Se preguntó cómo esperaba salvar a Lily de aquello, si lograba traerla de vuelta. ¿Es que ni siquiera lo había pensado?

Una vez en aquel limbo, y habiendo comenzado a recuperar sus fuerzas, se lanzó hacia Faith, abrazándola.

¡Faith! ¿Estás bien? —exclamó preocupado. Aunque enseguida su expresión se tornó en una de enfado—. ¿¡En qué estabas pensando!? ¿Querías salvarnos a nosotras y quedarte tú allí? —Sus ojos se llenaron de lágrimas, pensando en qué habría ocurrido si se hubiese quedado atrás. Aunque, al mismo tiempo, se dio cuenta de lo absurdo que era enfadarse por eso, y su expresión se relajó—. Lo siento… Debería haberte escuchado —dijo de nuevo, abrazándola con fuerza—. Edén, gracias por salvarnos. He sido un estúpido por confiar en él. ¿Las demás estáis todas bien? —preguntó, fijándose en el resto de hermanas, y en Muramasa.

Solo nosotras podemos detenerlo… —Se dio cuenta del peso que caía en esos momentos sobre sus hombros. Era duro, pero debía armarse de valor y enfrentarse a Samael. Sus otras hermanas estaban demasiado débiles, y no podrían ayudar. Aunque… se fijó en el caballero, que también estaba con ellos—. Muramasa… Sé que puede ser mucho pedir, pero… ¿puedes prestarnos tu ayuda?

Cargando editor
13/01/2022, 21:39
Faith Edrielle

Ni el ruego de Fio, ni nada más allí en esa caverna, podían pararme. Quería salvar a mi familia. Igual desde pequeña siempre fui el hada más problematica y bromista de todas. Incluso hasta la que se prefería dejar de lado en asuntos importantes. Quizás nunca jamás llegaría a ser reina... Pero si tan solo podía proteger y salvar a mis hermanos, era suficiente para mi. Por ello puse todo el mana que me quedaba en aquel hechizo sonriendo a Fio, hasta que... Lo sentí

-Eden... - Desde todas partes y ninguna, Edén comenzó a potenciar mi hechizo y salvarnos a todos y cada uno.

Tras cruzar aquel tunel de luz que casi me hizo llorar al sentirlo y verlo, toqué el suelo, debilitada y cansada. Pese a que notaba el mana aún en mi interior, aquel hechizo fue devastador para mi y... empecé a caer lentamente para ser abrazada por mi hermanito preocupado y preguntando cosas sin ton ni son. Sonreí levemente, mientras me dejaba caer sobre el para descansar - E-estoy bien... M-me recuperaré... Solo... ne-necesito descansar. - Dejé que me regañara con aquellas preguntas abrazandolo con todas mis debilitadas fuerzas y tratando de sentir su corazón - Tan solo quería salvar a mis seres queridos. Quería... rectificar mi error... Confié en Samael, pero no por ti hermanito. Por Lily. Pensé que Samael no mentía, que realmente quería salvarla y... Confié en el desde el principio. Antes de que lo conocieramos más en profundidad. - Empecé a llorar, sin siquiera sentir que mis lagrimas se desbordaban - No sentía apenas mana en mi cuerpo y... Para crear algo, debes dar algo a cambio. No sabía si la montaña serviría como la suficiente cantidad de mana y... Dejé el portal que me correspondía para el final. Quería salvaros a todos y... proteger a Lily pero... Mi Aegis es insuficiente contra Samel... -pese a estar llorando, mi tono no cambio. Un simple fino hilo de voz como el de una niña herida desconsolada por todo lo ocurrido hasta ahora.

-No tienes que disculparte, hermanito... Me escuchaste, y me apoyaste a ser quien soy, fiel a mis ideales y confianza. Soy yo la que se equivocó. El amor no salva a todas las personas, y ahora lo sé. A Samael lo corrompió. - Le terminé de decir para que dejara de culparse así mismo, pues ahora iba a necesitar a mi hermanito más que nunca.

Fue entonces que reparé en Edén y en lo que decía. - Gracias Edén - Aún con las lagrimas por las mejillas le respondí - Gracias por nunca darnos de lado, pero tu tampoco tienes la culpa... Y además, fuiste precavido... Siempre has sido el más responsable de todas. Por eso, gracias hermano. - El resto de hermanas estaban inconsciente lo más probable, pero con el pasar del tiempo se irían recuperando. Lo importante ahora era la realidad actual y que eso no tumbara a las dos únicas hadas que podía afectar.

La responsabilidad puesta por nuestro hermano sobre nuestros hombros sin duda era grande, pero recordé entonces las palabras de Ordinem, y también las de Samael, ante lo cual sonreí un poco - Tienes razón Edén, lo único que puede vencer al Caos y al Orden somos nosotras. Además, para crear algo hace falta destruir y como habeis visto, aún tenemos estos poderes en nuestro interior, Samael no pagó el precio necesario y no tendrá nuestro poder nunca... Por no decir, que somos los que debemos honrarlo. Ordinem y Caos confían en nosotros. Sabemos usar nuestros poderes y mucho mejor que el y... El ahora mismo no sabe ni apagarlos, estoy segura. - Miré entonces a Fio y lo agarré delicadamente de las manos - Juntas y con vuestra ayuda - reseñalé a Edén y Muramasa -, salvaremos a Samael, a Lily, a Ordinem, a Caos... Y a todo el mundo ¿Verdad que si hermanito?

Notas de juego

Maldito, quería que Faith se desmayara dramáticamente

Cargando editor
14/01/2022, 00:54
Director

 El ente mentiría si dijese que no le provocaba cierta satisfacción ver al héroe orgulloso finalmente quebrado, pero algo en su interior lamentaba precisamente que hubieses perdido tus fuerzas, siendo eso mismo lo que le provocaba tal fascinación al ver que, aún en ese estado, seguías aferrándote al deseo que querías alcanzar, por más que te costase tu misma existencia.

 -Muy bien, héroe: así lo haré -declaró el hombre de la máscara extendiéndote una mano para ayudarte a levantar, guiándote entonces hacia el trono vacío que tanto ansiabas. -. Toma asiento ahora en tu trono, y todo lo que pediste se te será dado...

 Con aquellas palabras, y sabiendo que ya no tenías nada para perder, el hombre te soltó para dejarte andar solo hasta el trono, el cual al verlo sentías como te llamaba desde lo más profundo de tu ser: sabías que era una trampa, sabías que acabarías lamentando volver a hacer un trato con aquel individuo, pero aun así, teniendo lo que tanto anhelabas justo delante... Te fue imposible resistirte a la idea de avanzar y tomar asiento como un rey.

 -Larga vida al rey Griffith -anunció Aztora con orgullo, haciendo una respetuosa reverencia hacia ti.

 En ese instante, pudiste sentir una terrible punzada directamente en tu cabeza, como si el cerebro se te hubiese sacudido a la vez que fugaces visiones empezaban a pasar por delante de tus ojos: una batalla, una guerra entre razas, tú como rey reconocido y respetado marchando hacia el campo de batalla contra enemigos más allá de los límites humanos...

 -Y pensar que serias un rey tan duro como para perseguir tu trono en una segunda vida... -comentaba Aztora mientras te esforzabas por no perder la cabeza debido al dolor y las fugaces imágenes. -. Supongo que él tenía razón: la gente solo necesita un motivo para luchar... -añadió, más reflexivo que otra cosa, antes de dirigir su mirada hacia el techo, mientras tu cuerpo finalmente cedía y empezaba a caer inconsciente en el trono, dejando que solo pudieses cuestionarte... ¿Qué habías hecho...?

 No sabías exactamente cuanto tiempo había pasado, pero al abrir los ojos te seguías encontrando sentado en el trono, recordando haber soñado con otros tiempos... tal vez otra vida, una donde eras legítimamente rey, donde las personas justas vivían felices bajo tu mandato mientras se castigaba a los que significasen una molestia, y a pesar de todo, llegado el día del juicio, todos confiaban en que estarías allí para ellos, luchando codo a codo hasta la muerte...

 -Es doloroso recordar, ¿cierto? -te preguntó aquella voz proveniente de una niña, siendo que aquella chiquilla de cabello y vestido azul se encontraba para a un lado de ti, observándote con sus grandes ojos rojos. -. Sabía que no te mataría, pero por los sucesos que están sucediendo, que te haya dejado en este lugar... Solo espero que seas capaz de resistir lo que viene: ser rey muchas veces trae consigo un peso que no cualquiera podría soportar...

  Dejándote con esas palabras, la niña volvería a desvanecerse entre mariposas mientras te ponías en pie, y segundos después todo el castillo empezaba a temblar. Era un terremoto como nunca había sacudido a la ciudad, haciéndote imposible siquiera mantenerte en pie, seguido de feroces estruendos ensordecedores provenientes de afuera, una tormenta como ninguna otra se había posicionado sobre la ciudad, y como si los cielos se hubiesen abierto para devastarlo todo un rayo acabaría cayendo sobre el castillo, destrozando el techo y permitiéndote ver los escombros volar mientras eras bañado y cegado por aquella luz oscura...

Notas de juego

1/2

Cargando editor
14/01/2022, 01:20
Director

 -Oh, me llamo Auriel, aunque tú me conoces como Yurrax -se presentó la chica, mostrando una sonrisa un tanto nerviosa imaginándose que podría haber un malentendido. -. Ya me has visto antes, solo que nunca me había presentado sin mi armadura...

  Sin hacer esfuerzo para recordar, identificabas solo a otra persona que se llamaba de esa manera, y que además usaba todo el tiempo una pesada armadura...

 -Lamento haber dejado el castillo así, pero tenía que saber que había sucedido con mi padre... -se disculpó haciendo una reverencia.

 Ante tu petición, la niña asentiría y te ayudaría a ponerte en pie, ayudándote incluso como un apoyo para caminar hasta que comprobó que eras capaz de hacerlo sola, momento en el que simplemente te seguiría el paso, observándote con atención.

 -Creo... que necesita descansar: aunque hable como si fuese él, su mentalidad está corrompida por la del nigromante y las otras almas que utilizó para formar su cuerpo... Si existe la posibilidad de separarlo a él seria bueno, pero... No quiero que alguien siga causando daño en su nombre: si existe la posibilidad de darle el descanso que merece, por favor, acaba con él -te pidió ciertamente afectada por el asunto, pero intentando ocultar cualquier malestar que le pudiese provocar hablar del tema, siendo que una vez estaba cerca de la salida de la cueva te dirigió una mirada un tanto seria. -. Por cierto... Deberías prepararte para lo que hay afuera: mientras te recuperabas las cosas se pusieron un poco... complicadas...

 Ciertamente no parecía saber como describirlo, por lo que no te quedaba de otra que descubrirlo por ti misma al abandonar la cueva...

Notas de juego

1/2