Partida Rol por web

-He vivido en este bosque toda la vida, y jamas oi de ningun espiritu benigno, samurai...+gruñe, sin bajar la espada, mientras adopta una postura de defensa total.

- El espíritu se ofendió debido a nuestro comportamiento precipitado, y a cambio de calmar su ira, yo prometí que se le construiría un pequeño santuario en esta zona, nada más
Luego se giró al hombre que les acompañaba

- Por otra parte, no debéis preocuparos por esto. Kuni-sama ya confirmó que no se trata de ningún espíritu maligno.

Mira de reojo al Kuni con cierto desden. 

-Cangrejos...+masculla, para añadir en voz alta, sin bajar la guardia+... solo piensan en la Mancha y en las tierras sombrias. Pero hay cosas que pueden hacer daño sin estar contaminados, ni ser buenas o malas, samurai...

Tokiota-san, le imploro no dejar que la rabia consuma su sentido del honor. Necesitamos toda la ayuda posible de todas las fuentes posibles. Si construimos el santuario el espíritu se calmará. Los kami no incumplen sus promesas, ya no son hombres. Iuchi mira fijamente a los ojos de Tokiota, entre suplicante y amenazador. Aquel equilibrio que un buen mercante tendría con sus proveedores.

Escucho las palabras de Iuchi detenidamente, no es qu conociera a los espiritus pero solamente los dichos parecian contradecirse una y otra vez fomentando el accionar del hombre de negro, es silencio parecia ser la major ventaja en este instante aunque su mano izquierda ya habia liberado parte de la hoja de su wakisashi.

- Los espiritus alguna vez fueron humanos, opiniones en eso se basa todo.... asi que quienes hicieron la promesa y deben cumplir su palabra deberan comenzar a trabajar - Comento el Escorpion, estoy tomaria tiempo y el mismo era como intentar levantar arena con las manos abiertas.

- Baje su arma Señor, aqui nadie esta amenazando su vida -

Bankunaruchi se mantiene ligeramente al margen de la conversación, no queriendo entrar de nuevo en discusión con su compañero Grulla, pero al final se le ocurre algo que decir que no entra en conflicto.

-Y una vez construido el santuario, oh espíritu, ¿qué ofrendas demandará en él? ¿Cómida tal vez? ¿Objetos de arte? ¿U objetos naturales como flores y ramas de cerezo?

-El niño es mio... +gruñe la voz, adoptando un tono mucho mas serio y frio, sin responder a Shiba. Seguidamente, grita claramente disgustado+. DEJENLO DONDE ESTA Y MARCHENSE!

El aire del bosque, las ramas de los arboles que les rodean, comienzan a agitarse amenazadoramente, por un viento que poco a poco se esta alzando... Vuestros cabellos se agitan en esta brisa que se esta levantando de la nada.

Higetora se alza, y mira al espíritu con ojos cansados.- ¿Para que necesitáis un cuerpo maltrecho, ajado y vacío? Hace tiempo que su espíritu partió hacia Meido, a la espera de que su kharma, por poco que haya acumulado, sea adecuadamente juzgado. ¿Que utilidad puede tener un cuerpo sin vida, sin espíritu que os sustente?

Me corresponde! Lo que esta en este bosque, lo que vive y muere en el, es de mi incumbencia. Lo que haga con el es asunto mio!

El tono colerico del kami, junto a la brisa que crece, dan una idea clara de sus intenciones, pero por otro lado, no es explicito. No esta contestando las justas preguntas del cangrejo, igual que antes ignoro las del Shiba...

Hay algo mas, algo que a un oido de un Escorpion, asi como de a un hombre entrenado como Daidoji no se les escapa. En las palabras del ser hay engaño, como si dudara en todo lo que dice... La frase final, sobre todo, deja translucir una mentira casi descarada, que trata de ser respaldada por la fuerza. 

De repente una idea salta a la mente del unicornio. Los kami no son tan diferentes de los humanos en un aspecto así nunca hayan sido de carne, son seres llevados por las pasiones y los sentimientos, es lo que les da su presencia...

Kuni-san, mucho me temo que no solo ha hecho un pacto con nosotros el kami y ese niño es parte de ese otro trato. La paciencia a veces rinde más frutos que la celeridad. Luego se volte al enfurecido espíritu. Discúlpenos por favor, hemos sido groseros con un guardián de esta parte del bosque y no le importunaremos más con nuestras preguntas, empezaremos a construir el pequeño templo cuanto antes...

Junichiro se dio cuenta del tono de voz del espíritu. Inseguridad, engaño... Si realmente fuese un ente poderoso que nada tuviese que temer de ellos, no necesitaría esas bravuconadas para intimidarles. Se acercó al Cangrejo y le habló en voz baja, para evitar ser oído

- No os dejéis intimidar, Kuni-sama. He notado cierto nerviosismo y engaño en el tono de voz de esa criatura. Creo que está de farol.

Ciertamente había dado su palabra al espíritu, pero si este resultaba ser un mentiroso... La palabra de un mentiroso no vale nada, y por lo tanto las promesas echas a un mentiroso tampoco. En realidad, estaba más que deseoso de librarse de la carga de aquella promesa echa tan a la ligera.

El Bayushi coloco sus manos en una ojiba invertida en señal de pensamiento mientras caminaba unos pasos en direccion de donde parece venir la voz del  kami - Acaso tus palabras flaquean por las mentiras que guardas tras tus ideas de un ataque? - ssupiro con delicadeza - Por que no nos ayudas? acaso han tomado algo que es tuyo para que puedas apartarnos del camino hacia nuestro objetivo ? -

Mghs... +la voz gruñe con frustracion+ ya se han dado cuenta. 

Con una velocidad sorprendente, entre los arbustos surge una extraña criatura que se abalanza sobre Bayushi.! Parece una extraña cruza entre rana y tortuga, con una depresion en la cabeza llena de agua, una concha en la espalda, y extremidades semihumanas terminadas en garras.

Su imprevista aparicion toma totalmente por sorpresa al cortesano, quien no logra evitar un tremendo garrazo en el vientre!

Haciendo un gesto de repugnancia ante el aspecto de la criatura, Junichiro cogió su arco y preparó una flecha