Partida Rol por web

Sonreí, pues en verdad era una pregunta divertida.

- Zaibakan-sama.

Respondí sincera, dado que al ser sus invitados también debía proporcionarnos seguridad.

-Es vuestra desicion si elegis confiar vuestra seguridad a ese ... Escorpion, en vez de a mis brazos... +contesta simplemente el giganton a la muchacha, incorporandose. Flexiona hombros y cuello, distendiendo el cuerpo. Hoy puede ser una jornada larga.+ Por mi parte estoy listo cuando gustes para partir, Kuni-san. Permiteme recoger todas mis armas y nos reuniremos con las magistradas.

Parecía que había ofendido al Hida, así que humildemente procedo a disculparme con él.

- Mis disculpas Daichi-san, pero en éstos momentos yo soy el elemento más prescindible y en consecuencia en el que menos recursos deben gastarse. Sólo os pido que lleguéis cuanto antes al final de éste asunto para que todo vuelva a la normalidad.

Termino por pedirles a todos, no únicamente al Hida, pues bien seguro que todos queríamos la vuelta a relativa normalidad de la rutina diaria.

Densishiro aguardo en silencio observando la escena. Ashikako sin duda era un mujer cabal, y su razonamiento era más que correcto, lastima que probablemente se equivocara en esta cuestión. Conociendo a Zaibakan-Dono,tanto la magistrada como los cangrejos estarían vigilados desde el primer momento, la ciudad le pertenece. Cada vez se hacia más a la idea, que su asignación con los cangrejos solo fuese una distracción para estos, mientras los hombres del gobernador espiaban desde las sombras."Basta", tubo que repetirse a si mismo, tales pensamientos no eran propios de un samurai honorable, y peor aun, solo podían conducirle a un lugar, la paranoia, algo con lo que quizás disfrutasen sus camaradas de clan.

Se extraño un poco cuando la amable Yasuki se disculpo con el gigantón , bien podía ser este uno de los samurais más altos que había visto en su vida, y probablemente tuviese una fuerza arrolladora, pero hay más cosas que debe desarrollar un guerrero, e innumerables virtudes que ha de cultivar un samurai, que dudaba que se pudieran atribuir al antipático Hida.
Densishiro le dedico una inclinación de cabeza a Ashikako, y con un veloz movimiento, se puso en pie de un salto.-Cuando consideren oportuno.- Dijo ofreciéndose a guiar a sus acompañantes donde gustasen.

- Se retrasan... Espero que Zaibakan-sama no les haya importunado

La forma de la magistrada de referirse al gobernador es correcta, pero su tono de voz se vuelve distinto cada vez que dice su nombre en privado.

Ranmaru simplemente hizo un gesto con la cabeza mientras aprovechaba que su boca iba tapada para mostrar una sonrisa. Mientras Mikaya-sama estuviera allí, no debía preocuparse en exceso del gobernador...

Poco después de terminar el desayuno, los samuráis se reunieron con las dos magistradas en el despacho de Mikaya. La magistrada miró de soslayo al Hida; sabía que no se gustaban, pero era bastante probable que acabase necesitando de los fuertes brazos del guerrero.

- Bien, les agradezco que hayan acudido. Como ya les he dicho, me gustaría contar con su colaboración y conocimientos en este asunto tan turbio; tengo una idea de por donde podríamos empezar, pero no quiero tomar ninguna decisión antes de escuchar sus opiniones. Y ante todo, quiero que sepan que estoy solicitando sus servicios en el nombre del Campeón Esmeralda, y no en el de mi clan. Sé que no es suficiente para disipar todas las... suspicacias, pero confío en que no nos dejemos llevar por prejuicios en un caso tan grave.

- Me gustaría escuchar su propuesta. - digo mirando a la Magistrada. Pues sin duda conocereis mejor que nosotros los entresijos de la ciudad. - añado.

- Una vez expuesto lo anterio podré daros mi más sincera opinión sobre el asunto que nos atañe.

La magistrada asiente

- Lo primero que se necesita para crear un zombi es un cadáver, y solo los eta tratan con los cadáveres. Habría que empezar por ahí, en mi opinión.

- No es mala idea. - le digo a la Magistrada. ¿Donde depositáis a los muertos hasta que son ... ejem despachados? - digo con un ligero carraspeo.

El uso de la autoridad del Campeón Esmeralda por parte de la magistrada, trastocaba mi intención de permanecer aquí y me obligaba a acompañarlos a pesar de que pudiera convertirme en un lastre.

- Incinerados.

Corrijo al Kuni intentando aportar lo poco que podía, pues salvo contadas excepciones ésa era la manera habitual para encargarse de los difuntos a éste lado de la Muralla.

- Perdonad la interrupción Mikaya-san.

- Pero supongo que no son incinerados inmediatamente. - digo. Nadie quema un cuerpo allá donde es encontrado, ¿verdad? - añado enarcando una ceja.

No, aunque seguramente a más de uno le gustaría, no se incineran cadáveres nada más encontrarlos - dijo Ranmaru - Habrá que ser más sutiles de lo habitual, ya que la gente acostumbrada a tratar con cadáveres parece olvidar parcialmente como tratar con los vivos...

- ¿Sutiles? - digo enarcando una ceja y mirando divetido al Hida mientras imagino su forma de ser sutil tetsubo con el tetsubo en una mano y el cuello del hemin en la otra.

Escuchaba imperturbable, sin debatir la logica. En esta ocasion era el turno de Kuni decidir el camino, y su deber simplemente el de asegurarse que cualquier cosa que se interpusiera no lo hiciera por mucho tiempo. 

Despacio, hizo girar el cuello, relajando los musculos y alzando una ceja ante los comentarios. Los Hida trataban a menudo con los muertos, propios y ajenos. No diferia realmente de tratar con los vivos. Si separabas la cabeza de sus hombros dejaban de molestar, permanentemente. ¿Que mas querias saber?

Densishiro aguardo en silencio escuchando a unos y otros. Estaba claro que trataban con monstruos sin alma, que robaban cadáveres, les privaban de sus descanso y una ceremonia correcta, y los esclavizaban a su voluntad para hacer de ellos unos terroríficos soldados, torpes y lentos, pero igualmente aterradores.

Si era cierto lo que contaba la magistrada, y no tenía razón alguna para mentirles, debían buscar al tipo de eta más impuro, aquellos que era considerados de una clase más baja incluso entre los de su estamento social.

- Una cantidad de cadáveres así es difícil de robar, aunque no imposible.- Dijo con cara de incomodidad por tal pensamiento.- Seguramente o los hayan comprado a algún eta codicioso, o si nos enfrentamos a un grupo organizado, tengan a algún contacto dentro de ese mismo grupo. En mi opinión lo más difícil va a ser no hacernos notar demasiado mientras indagamos.-De pronto se detuvo, recordando que ninguno había pedido su opinión.-Os ruego disculpéis mi falta de tacto.- Y sin decir más y tras una leve reverencia se apartó un poco, para dar a entender que no se inmiscuiría más a no ser que se lo pidieran, al menos de momento.¿A quien quería engañar?, no iba en su carácter el callarse su opinión si creía que podía ayudar.

- Eso suponiendo que todos los cadáveres fueran de aquí. - señalo a Desinshiro. Cosa que nadie ha dicho todavía. Pueden haber sido sustraidos de cualquier aldea cercana o incluso haberlos matado ellos mismos para convertirlos en zombies.

- También he pensado en eso, Hotaru-san. Mi idea era coger un grupo de mis magistrados y hacer una inspección en las posadas y granjas cercanas para averiguar si han habido ataques o desapariciones en los últimos días, mientras vos ayudaban a Ranmaru a indagar dentro de la propia ciudad.