Partida Rol por web

 Era un día de noche, llovía un poco y tu estabas en la casa de tu madre para una noche como siempre. Las demás succubos con experiencia iban atender el local de tu madre, trabajan como prostitutas para poder tener fuente ilimitada a sus placeres. Lilith te mira ya a punto de irse.

 Hija esta vez nos iremos todas porque habrá gente muy importante en el trabajo, así que te dejo con mi mejor sirviente. Se relame los labios y luego abre la puerta. Dimitri ven a conocerla. 

 Ves entrar al joven que queda mirandote. Ahora los dejo solos y puedes pedirle lo que sea a Dimitri. 

 Estaba esperando detrás de la puerta, observaba mis ropas ya que hace un rato estaban rotas y tiradas por el piso. Lilith poseía una sed muy grande la cual era uno de los pocos en saciarla pero era el unico en vivir, esto se debía a que mi amo Lucifer me había otorgado ciertos poderes.

 Me llaman y aparesco en la sala mientras Lilith se va. Me inclino y pongo una mano en mi pecho. Señorita Saberry soy Dimitri encantado de concerla. Saco de mi manga una tableta y la enseño. Me comentaron que le gusta el chocolate y por eso he traído antes de que me pida... Por cierto es amargo. Luego me quedo viendo sus reacciones.

 Quiere dar un paseo o nos quedamos aquí, usted decide. Agacho mi cabeza.

Cuando mi "madre" me dijo que se marchaba me apené un poco adoraba pasar tiempo con ella, era una mujer de lo mas divertida y su carácter era embaucador, al decirme que me dejaría con su sirviente di un pequeño respingo en el asiento, mire a Dimitri cuando entró.

Mi madre tenía siervos en casa que yo casi nunca veía, pero a Dimitri lo había visto en repetidas ocasiones, aunque de refilón. - Que tengas buena noche - le dije a mi madre con suavidad y luego volví a mirar a Dimitri.

No me gustaba estar con hombres porque siempre había problemas pero el ... era diferente, no parecía mirarme con cara de querer devorarme y cuando sacó el chocolate abrí los ojos con sospresa - Gra ... gracias - tragué saliva y alargue la mano para tomarlo, como un animalillo temeroso de ser atacado.

Le miré con extrema curiosidad, esperando que de buenas a primeras dijera algo inapropiado, pero eso no sucedió, parecía un hombre de lo mas formal, correcto y amable.

Miré el chocolate y noté como mi boca se hacía agua, no sabía que tenía pero ... me volvía loca, mordí mi labio inferior y rompiendo una onza noté como se erizaba mi piel, sabía que el placer estaba apunto de llegar, lo acerqué a mis labios y suspiré notando su olor.

No dejé de mirar a Dimitri, esperando ver que sucedía y cuando el chocolate rozó mis labios cerré los ojos notando como el placer me envolvía - Uhm ... exquisito - susurré acomodándome en el sofá.

Yo no estaba acostumbrada a tratar con sirvientes, no sabía como iba a tratarle a el pero en ese momento solo podía disfrutar de mi pequeño momento, dejarme llevar.

Casi me había olvidado de el cuando el amargo sabor fue desapareciendo de mi boca, habían pasado unos minutos deleitándome de esa pequeña onza que me había transportado a otro mundo.

- ¿Quieres? - pregunte intentando ser amable

Me quedó un rato observandola y luego me acerco un poco más hasta sentarme en el otro sofa. -Muchas gracias Señorita Saberry pero voy a pasar, ya he comido un poco Luego miro el lugar, tenía un buen lugar pero algo le faltaba puede que no salía mucho y más con su atracción podía ser peligroso.

-Señorita sí me permite preguntar porque mo sale mucho?, una dama como usted puede disfrutar de los hermosos días Tenía que lograr que confiara en mi o sólo iría a conocer una parte de ella.

Lejos de ella me quedó quieto sólo mirandola buscando sus rasgos de sucubo y estaba ahí se notaba como a su madre. -Bueno tomaré un poco de ese chocolate al final me vino ganas. Me acerco a ti y tomo un pedazo rozando tú mano y vuelvo a sentarme. Tenía una piel suave sin dudarlo que era una de ellos pero todavía no parecía conocer su potencial.

Miré a Dimitri y sentí como mis facciones se entristecían - Bueno ... fuera no se está tan bien ... digamos que la gente me agobia un poco - trate de suavizar mi terror - Prefiero ir a pasear de noche cuando la calle está mas tranquila, las playas son un buen lugar - sonreí recordando mis paseos nocturnos y solitarios

Sentí que Dimitri buscaba algo en mi pero no de la misma manera que los demás, parecía intentar entenderme, sonreí con suavidad - Claro toma - le ofrecí un poco de chocolate, cuando su mano rozó la mía me puse en guardia, pero ... sorprendentemente no paso nada, le miré con cierta curiosidad - Tu ... ¿tienes novia? - pregunté, a lo mejor estaba muy muy enamorado y mi aura no tenía efecto en el.

Quedé mirando su rostro y luego dr comer el chocolate le sonrío. -No señorita Saberry se pregunta porque siendo hombre me controlo y no como otros No eran pocos sino todos los hombres lo que al verla quisieran tirarse arriba de ella.

-Soy digamos especial... Quiero decirle algo porque debe saberlo y sí madre sigue ocultado su verdadera naturaleza Me cruzó de piernas y la veo fijamente y muy serio. -Que sabes de tú madre? Necesitaba la verdad y yo sacarla de aquí, no quería que se convirtiera en un mostró como ella.

-Tu eres también especial. Pongo mis manos sobre mi mejlla.

- Puedes llamarme Saberri a secas - le dije, me caía bien y eso de señorita me sonaba un poco extraño. Cuando me dijo que se controlaba me sorprendí - Así ... es, quiero decir ... bueno ... - me sentí nerviosa - Normalmente los hombres son un poco ... - no quería ser grosera, pero seguro que el me entendía.

- ¿Mi verdadera identidad? - repetí - Poco se de ella, solo que dice que es mi madre, pero es demasiado joven para ser mi madre biológica, no debe de tener 10-12 años mas que yo - reí con nerviosismo - Me adoptó y me sacó de la calle, eso es lo que me importa pero ... se que quiere que herede el negocio familiar pero nunca me ha dejado ir, cumplo 18 dentro de poco y me dijo que entonces estaría preparada - me incorporé en el sofá y miré a Dimitri con cierta ansiedad - ¿Sabes que me pasa? - sentí una pequeña esperanza - ¿Sabes porque los curas me decían que era hija del diablo? - mi voz tembló, nunca me había creído esas patrañas, pero ... a veces, parecía tener sentido.

Noto como se emociona y cierro los ojos por suerte estaba esperando lilith. Me acerco a ella y colocó una mano en su mejilla y le sonrio. -Tú eres una sucubo, un demonio que atrae a los hombres por su encantó y luego se alimenta de el La miro y la acaricio. -Hoy te ayudare a escapar para que puedas salir de esto... No quiero verte como ella tú eres más preciada Su olor era inconfundible que bueno que estaba acostumbrado.

-Debes quedarte alejado de esto.. Hace tiempo compré una casa lejos te daré la dirección y la llave quédate ah, contactar a este hombre Damian el te ayudara Sabía que era algo rápido pero no podía esperar más, bajo mi cara para besar suavemente en sus labios y luego salgo. -Nos volveremos a ver pero yo no podré recordarte por lo que haré, cuando me es devuelveme el beso y me acordar tuyo.

Te extiende la mano y sonrie. -Vamos, toma tus cosas o vendrá Lilith primero.

- ¿Una que? - dije con voz ahogada - ¿Súcubo? - mi labio inferior tembló, había leído sobre esas criaturas, hijas del infierno que efectivamente se alimentaban de los hombres pero yo no podía ser una súcubo, era una persona normal ... bueno casi normal.

- ¿Escapar? Lilith se enfadará mucho - intenté protestar, Lilith era una gran mujer, pero alguna vez había visto su carácter en enfado y ... era terrorífico.

- Pero ... - tomé la llave y antes de que pudiera decir mas noté sus labios sobre los míos, un escalofrío recorrió mi piel, era similar a cuando comía chocolate, mas fugaz pero hizo temblar mi cuerpo. - Si - musité confusa - Es ... es hora de irse - dije de forma ahogada, terriblemente confusa

De repente la miro. - Sabes que a tus 18 años te llevaran para matar a un hombre inocente, eso es lo que quiere cuando dice de heredar el negocio La quedo mirado y luego sonrío aunque me quedo quieto, esperando por ella, si no quería ir o iba a obligarla. 

- Si quieres vivir una vida normal ven conmigo y te prometo que no te dejare convertirte en esa cosa que es tu madre . Me desabrocho dos botones y le muestro una marca en el pecho que tenía, era una especie de garras. . – Tu madre me hizo esto porque se descontrola… Yo no quiero eso para ti

 Tomo tu mano y luego te sonrío, algo sentía por esta chica pero la conocía hace poco. Capaz que su atracción me hace efecto, no sabía.

Acaricié suave y temerosamente su marca - Ella ... te hace daño - alcé la mirada y le miré con pesar - Yo no quiero hacer daño a nadie, solo quiero ser normal - noté como se me formaba un nudo en el estómago - Sácame de aquí - susurré temiendo que alguien pudiera oírnos.

Ese chico era especial en muchos sentidos, quería ayudarme y era capaz de resistirse a mi maldición, era un rayo de luz entre tanta oscuridad - Ayúdame - le dije casi rogando, por primera vez sentí que no tenía que hacerme la fuerte, que el podría ayudarme, que alguien podría protegerme.

 Siento su mano en mi pecho y luego asiento con la cabeza. – Sabe que soy el único que puedo aguantar su furia y su insaciable apetito, cuando estemos a salvo yo te cuidare un poco y en el tiempo que podamos estar juntos te enseñare a controlar tu forma.  

Trago saliva cuando me pide que la saque y asiento de nuevo. – Cuando me vuelvan a llamar deberé venir pero no te preocupes que yo volveré a verte.. Se me hacía un nudo en la garganta dejarla sola luego de estar con ella un tiempo. 

Comenzamos a salir y fue fácil porque no había nadie, conocía el camino de salida y la guio por la casa hasta que llegamos a la salida, la miro y la abrazo para poder pasar sin ser vistos por los guardias. Cuando salimos a la calle me doy vuelta para mirarla. – Bueno quieres irte conmigo? Te sonrío.

El corazón me latía a mil por hora, sentía que de un momento a otro todo iba a desmoronarse pero ... estaba saboreando la libertad.

Cuando conseguimos salir sonreí emocionada y di un pequeño salto de alegría, extendí los brazos y respiré profundamente, el aire nunca me había sabido tan limpio.

- Si, quiero irme contigo - le dije, sentía que estaba apunto de construir algo nuevo, estaba muy perdida en cuanto a lo que acababa de descubrir, asustada por si Lilith lo descubría todo, por lo que podía hacerle a el pero ... quería vivir esa parte de la aventura.

- Yo no voy a alimentarme de ti, nunca ... yo nunca he probado ... - intenté explicarle - Nunca te voy a hacer daño - le aseguré 

De repente mientras van hacia la casa comienza a llover un poco mojando sus ropas y no ayudando en la caminata pero luego de unos minutos el señala una casa muy escondida o por lo menos que las personas no la ven.

 Sentía algo dentro mio, algo que hace tiempo que no podía sentir o que no debía. Luego la miro atentamente y asiento. – Debes tener cuidado porque no podrás controlarte si aguantas demasiado, Lilith me utiliza cuando aguanta demasiado y no hay hombre que la deje tranquila .

 De repente comienza a llover y sonrío mientras corria llevándote de mi mano mirando, de repente doy vuelta en una calle y seguimos hasta el fondo. De ahí podía ver mi casa o lo que fue una vez, te enseño con mi dedo y luego te llevo. 

Al llegar prendo  la luz, dejo notar una gran sala de estar donde calculas que pueden entrar 6 o 7 personas, luego una cocina amplia y un baño grande. Al final había un cuarto. – Espera que traeré unas toallas para secarnos porque sino nos agarraremos algo. Salgo hacia el baño y luego vuelvo con dos toallas, aunque no tengo la camisa porque la deje para lavar. Cuando llego a tu lado notas que la de mi pecho solo era unas de las tantas marcas que tenía en mi cuerpo. 

Te paso una toalla y me doy vuelta para dejar unos rasguños que cruzaban todo la espalda y la tapo rápidamente. – Perdona es que… No voy a mentirte eso hace tu madre aunque puedo aguantar es un gran dolor. Mientras baja la cabeza.

- Libertad - susurré al cruzar el umbral de la casa. Me senté en el borde de la cama observando la estancia mientras Dimitri llegaba con las toallas - ¿Sabes? yo nunca me he puesto enferma, creo que es algo bueno de lo que quiera que soy - bromeo, cuando le veo entrar se me corta la respiración al ver tantas marcas - Es horrible, lo que ... te ha echo - extiendo la mano para acariciar las cicatrices pero antes de rozar su piel me detengo, quizás le incomodase.

- Lilith ... es muy cruel - trago saliva y niego - No debería hacerle eso a nadie y menos a ti - noto como mis mejillas se enrojecen de la furia - Yo ... de momento me oculto de hombres y cuando siento que tengo ganas de estar con ellos como chocolate y me calmo ... ¿porque ella no hace lo mismo? - critico con enfado - Algún día seré alguien y haré que pague por esto - mi frente se frunce y resoplo realmente molesta.

- Gracias - poco a poco me calmo, el no merecía que estuviera enfadada - Por ... todo - sonrío con dulzura - Me gusta cocinar, ¿quieres que te prepare algo de cena? - de pronto me doy cuenta de lo ilógico que es decirle eso a un sirviente pero ... para mi, era solo Dimitri.

- ¿Puedo preguntarte algo? - vuelvo a notar que me pongo colorada - Ella ... solo te hacía daño o ... tu y ella ... - no se como enfocar el tema sexual, es un acto del que no tengo demasiada información y tampoco sabía como preguntar a cerca de ello.

Sonrio ante ella y tomo una de sus manos para toque una herida. -Después de un tiempo deja dd doler, sabes cuando cumplas 18 tus ganas aumentarán y podrás comer chocolate pero querrás más. Debes aprender a controlarte pero es dificil Me dice de cocinar y la llevó hacia ahí tomo un delantal y me lo colocó. -Podemos hacerlo juntos.. Quedó pensando en su pregunta.

-sí lo hacíamos, el negocio que te iba a dejar era el de hacerlo con hombres porque te puedes alimentar bien y nadie se da cuenta. Lilith es diferente ella quiere más pero sabe que sí va al máximo puede matar. En cambio yo no muero por eso, quedó cansado y ella queda sastifecha pero en momento me deja marcas.

Con una mano tomo tú mejilla y suavemente subo tú cabeza para encontrarse con la mía. -Yo no quiero que seas así.. Aunque deba frente con mi cuerpo y quedé tirado. Una lágrima comienza a salir de mis ojos. -Sí confía en mi yo nunca te mentire ni te dejare sola.

Con el pulgar sequé su lágrima y sin saber porqué le abracé, quizás porque podía tocarle sin sentir peligro o quizás, porque era lo que ambos necesitábamos.

Me quedé callada unos segundos disfrutando de su calor, era la primera vez que abrazaba a alguien. Al poco me separé y sonreí - Bueno ya te cansarás, como cada mujer me gusta ir de compras y tengo mal humor por las mañanas - bromee intentando quitar hierro al asunto.

- Me pregunto si habrá alguna manera de ... controlarlo todo - entonces se me ocurrió una cosa, era la prueba final - Imagino que sabes todo de Lilith pero ... también quiero que sepas todo de mi - trague saliva y me quité la sudadera que tenía puesta, bajo esta tenía un top negro de tirantes que cubría justo hasta el ombligo, mostrando un poco de mi vientre pero sin ser lascivo, también mis brazos.

Rodeando mi cintura había algo parecido a un cinturón que de pronto se volvió rojizo y se separó. Me di la vuelta y le mostré mi espalda.

En ella había dos tatuajes, en forma de alas, pero no las angelicales ... si no las mas tenebrosas que encontré y el chico estaba dispuesta a tatuarme - Me han dicho tantas veces hija del diablo que en un ataque de ira ... - bromee y bajando mi espalda había algo que salía de la camiseta, era una cola demoniaca fina, delgada y que se volvía cada vez mas rojiza, como mi piel.

- Si tienes que asustarte hazlo, no quiero ocultarte nada, pero imagino que después de los ataques de deseo de mi madre poco puedo asustarte ya - me giré lentamente con temor de ver asco o miedo en sus facciones.

Me río ante su comentario de las compras. -No soy de salir mucho a comprar más bien me quedaba atendiendo al amo. Luego escucho que decía que de alguna forma sí se podía controlar. -Se puede pero debes iniciarse primero... Sí no dejas salir tús ganas o buscas testosterona puede haber serios problemas Señaló mi espalda. -Problemas gordos De a poco quería que conociera todo de ella pero mi respiración aero hace pesada cuando me muestra su espalda y tatuajes.

La miro con fascinación y luego la abrazo, salgo rapidamente debido a que estaba desnuda de la parte de arriba pero su piel era suave me hizo evitar un poco. -Sabes tú cola demoniaca es una de las más lindas y sobre tú tatuajes me encanta De repente dice hija del diablo y abro los ojos. Otra vez mi amo haciendo cosas como esas. -Sabes cual es la diferencia entre Lilith y tú Me acerco y corro uno de tus mociones de pelo. -Tú buscas ser buena y sólo con eso eres increíble. Te quedó mirando.